sábado, 27 de agosto de 2022

Pequeñas Semillitas 5076

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 17 - Número 5076 ~ Sábado 27 de Agosto de 2022
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
Hay una muy bonita leyenda del centinela que se pasó toda una vida esperando la venida de Dios: Un día viéndose ya muy viejo y limitado, dejó salir de su corazón este grito: “me he pasado toda la vida esperando la visita de Dios y me voy a morir sin verte”. Estaba en la torre del castillo. En aquel mismo momento oyó una voz muy dulce a sus espaldas, “pero es que no me conoces”. El centinela aún no veía a nadie. Estalló lleno de alegría, “qué bien que ya has llegado”. ¿Por qué me has hecho esperar tanto? ¿Por dónde has venido que yo no te he visto? Y  nuevamente la voz aún más dulce que anteriormente le dijo, “siempre he estado cerca de ti, a tu lado, más aún, siempre he estado dentro de ti. Has necesitado muchos años para darte cuenta, pero ahora ya lo sabes. Este es mi secreto, yo estoy siempre con los que me esperan y sólo los que me esperan pueden verme”.
¡Qué triste sería si, cuando de nuevo vuelva el Señor a la tierra, se encuentre el torreón de su Iglesia vacío!
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: 1Cor 1,26-31
 
Salmo: Sal 32
 
Santo Evangelio: Mt 25,14-30
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Un hombre, al ausentarse, llamó a sus siervos y les encomendó su hacienda: a uno dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada cual según su capacidad; y se ausentó. Enseguida, el que había recibido cinco talentos se puso a negociar con ellos y ganó otros cinco. Igualmente el que había recibido dos ganó otros dos. En cambio, el que había recibido uno se fue, cavó un hoyo en tierra y escondió el dinero de su señor.
»Al cabo de mucho tiempo, vuelve el señor de aquellos siervos y ajusta cuentas con ellos. Llegándose el que había recibido cinco talentos, presentó otros cinco, diciendo: ‘Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes otros cinco que he ganado’. Su señor le dijo: ‘¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor’. Llegándose también el de los dos talentos dijo: ‘Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes otros dos que he ganado’. Su señor le dijo: ‘¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor’.
»Llegándose también el que había recibido un talento dijo: ‘Señor, sé que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste. Por eso me dio miedo, y fui y escondí en tierra tu talento. Mira, aquí tienes lo que es tuyo’. Mas su señor le respondió: ‘Siervo malo y perezoso, sabías que yo cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí; debías, pues, haber entregado mi dinero a los banqueros, y así, al volver yo, habría cobrado lo mío con los intereses. Quitadle, por tanto, su talento y dádselo al que tiene los diez talentos. Porque a todo el que tiene, se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Y a ese siervo inútil, echadle a las tinieblas de fuera. Allí será el llanto y el rechinar de dientes’».
 
Comentario:
Hoy contemplamos la parábola de los talentos. En Jesús apreciamos como un momento de cambio de estilo en su mensaje: el anuncio del Reino ya no se limita tanto a señalar su proximidad como a describir su contenido mediante narraciones: ¡es la hora de las parábolas!
Un gran hombre decide emprender un largo viaje, y confía todo el patrimonio a sus siervos. Pudo haberlo distribuido por partes iguales, pero no lo hizo así. Dio a cada uno según su capacidad (cinco, dos y un talento). Con aquel dinero pudo cada criado capitalizar el inicio de un buen negocio. Los dos primeros se lanzaron a la administración de sus depósitos, pero el tercero —por miedo o por pereza— prefirió guardarlo eludiendo toda inversión: se encerró en la comodidad de su propia pobreza.
El señor regresó y exigió la rendición de cuentas (cf. Mt 25,19). Premió la valentía de los dos primeros, que duplicaron el depósito confiado. El trato con el criado “prudente” fue muy distinto.
El mensaje de la parábola sigue teniendo una gran actualidad. La separación progresiva entre la Iglesia y los Estados no es mala, todo lo contrario. Sin embargo, esta mentalidad global y progresiva esconde un efecto secundario, peligroso para los cristianos: ser la imagen viva de aquel tercer criado a quien el amo (figura bíblica de Dios Padre) reprochó con gran severidad. Sin malicia, por pura comodidad o miedo, corremos el peligro de esconder y reducir nuestra fe cristiana al entorno privado de familia y amigos íntimos. El Evangelio no puede quedar en una lectura y estéril contemplación. Hemos de administrar con valentía y riesgo nuestra vocación cristiana en el propio ambiente social y profesional proclamando la figura de Cristo con las palabras y el testimonio.
Comenta san Agustín: «Quienes predicamos la palabra de Dios a los pueblos no estamos tan alejados de la condición humana y de la reflexión apoyada en la fe que no advirtamos nuestros peligros. Pero nos consuela el que, donde está nuestro peligro por causa del ministerio, allí tenemos la ayuda de vuestras oraciones».
* Rev. D. Albert SOLS i Lúcia (Barcelona, España)
 
Santoral Católico:
Santa Mónica
Madre de San Agustín
Nació en Tagaste, provincia romana al norte de África, el año 331, de familia cristiana. Educada con esmero, muy joven fue dada en matrimonio a un hombre llamado Patricio, pagano, que se convirtió y bautizó antes de morir; hombre bueno pero de carácter irascible, a quien supo amar, servir y soportar, y del que tuvo tres hijos, entre ellos san Agustín, por cuya conversión derramó muchas lágrimas y oró insistentemente a Dios. Fue un modelo de madre y de esposa; alimentó su fe con la oración y la enriqueció con sus virtudes. Educó a sus hijos en la fe, y según la costumbre de entonces los inscribió en el catecumenado pero no los bautizó. Agustín en su juventud se desvió religiosa y moralmente, lo que provocó las lágrimas y oración de la madre. Ésta lo siguió a Roma y después a Milán, donde Agustín se convirtió y recibió el bautismo de manos de san Ambrosio. Cuando volvían a África, Mónica murió en Ostia (Roma) el año 387, contenta y satisfecha de ver a su hijo convertido en siervo de Dios.
Oración: Oh Dios, consuelo de los que lloran, que acogiste piadosamente las lágrimas de santa Mónica impetrando la conversión de su hijo Agustín, concédenos, por intercesión de madre e hijo, la gracia de llorar nuestros pecados y alcanzar tu misericordia y tu perdón. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – ACI Prensa – Catholic.net
 
Oración a Santa Mónica por los  hijos
A ti recurro por ayuda e instrucciones, Santa Mónica, maravilloso ejemplo de firme oración por los niños. En tus amorosos brazos yo deposito mi hijo(a) (mencionar aquí los nombres), para que por medio de tu poderosa intercesión puedan alcanzar una genuina conversión a Cristo Nuestro Señor. A ti también apelo, madre de las madres, para que pidas a nuestro Señor me conceda el mismo espíritu de oración incesante que a ti te concedió. Todo esto te lo pido por medio del mismo Cristo Nuestro Señor. Amén.
 
Tema del día:
La dulzura de Dios
Un cierto día, la profesora, queriendo saber si todos habían estudiado la lección solicitada, preguntó a los niños quién sabría explicar quién es Dios.
 
Uno de los niños levantó el brazo y dijo: “Dios es nuestro Padre, Él hizo la tierra, el mar y todo lo que está en ella; nos hizo como hijos de Él”.
 
La profesora queriendo buscar más respuestas fue más lejos. “¿Cómo saben que Dios existe si nunca lo han visto?”
 
La sala quedó toda en silencio. Pedro, un niño muy tímido, alzó la mano y dijo:
 
“Mi madre me dijo que Dios es como el azúcar en mi leche que ella hace todas las mañanas. Yo no veo el azúcar que está dentro de la taza de leche, pero si ella no pone el azúcar, la leche queda sin sabor. Dios existe y está siempre en medio de nosotros, solo que no lo vemos. Pero si Él no está, nuestra vida queda sin sabor. La profesora sonrió y dijo: Muy bien Pedro, yo os he enseñado muchas cosas, pero tú, Pedro, me has enseñado algo más profundo que todo lo que yo ya sabía. Ahora sé que Dios es nuestro azúcar y que está todos los días endulzando nuestras vidas”.
 
Le dio un beso y salió sorprendida con la respuesta de aquel niño.
 
A veces, razonar la existencia de Dios no consiste en proporcionar grandes explicaciones o demostraciones complejas. La sabiduría no está en el conocimiento, pues teorías existen muchas, pero dulzura como la de Dios no existe todavía ni en los mejores azúcares.
 
Humor de sábados
Nuevas tecnologías
Estar en el año 2022 implica que…
1. Accidentalmente tecleas tu password en el microondas.
2. Ya no has jugado solitario con cartas verdaderas en años.
3. Tienes una lista de 15 números telefónicos para ubicar a tu familia de sólo 3 miembros.
4. Le envías un whatsapp al que se sienta junto a ti.
5. La razón que tienes para no estar en contacto con tu familia es porque ellos no tienen whatsapp.
6. Salir sin celular, el cual no habías tenido los primeros 30 o 40 años de tu vida, te hace entrar en pánico y regresar por él.
7. Te levantas en la mañana y te conectas antes de tomar tu café.
9. Ya no cuentas chistes... ahora le das “reenviar”.
10. Estas tan idiotizado/a leyendo que no te fijaste que faltó el número 8 en esta lista.
11. Y ahora te regresaste para ver efectivamente que no está el número 8…
 
Mensaje de María Reina de la Paz 
Mensaje de María Reina de la Paz del 25 de Agosto de 2022
 
“Queridos hijos, Dios me permite estar con vosotros y guiaros por el camino de la paz para que, a través de la paz personal, construyáis la paz en el mundo. Yo estoy con vosotros e intercedo por vosotros ante mi Hijo Jesús, para que Él os dé una fe fuerte y la esperanza en un futuro mejor que deseo construir con vosotros. Vosotros, sed valientes y no temáis, porque Dios está con vosotros. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”
 
Un minuto para volar
Agosto 27
Para estar en paz con los demás tengo que aprender a mirarlos con compasión, como si sintiera ese sufrimiento que tienen dentro, esas heridas que a veces los llevan a obrar mal o a hacerme daño. Cuando miro a otro con compasión lo estoy sintiendo unido a mí, como parte de mi propia carne que sufre, de mi propio corazón humano. No miro sus errores, miro su fragilidad, su angustia, su límite de criatura, y lo abrazo con ternura.
(Mons. Víctor M. Fernández)

FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
BLOG ”PEQUEÑAS SEMILLITAS
FACEBOOK de “FELIPE DE URCA”
FACEBOOK de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”
TWITTER de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”
INSTAGRAM: FELIPE DE URCA
AMDG
.

1 comentario:

  1. En primer lugar Felipe, gracias por estar. Hoy vengo de reportarme ante el Señor y tú presentación, una vez más, viene a reflejar lo que vengo sintiendo. Entendido
    José Luis Sevillano -España

    ResponderEliminar

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.