PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
16 - Número 4756 ~ Jueves 12 de Agosto de 2021.Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina) Alabado sea Jesucristo…
La
alegría es una de las principales características de los discípulos de Jesús.
La tristeza, las caras serias, el derrotismo, la amargura... se oponen a la fe
y a la esperanza cristianas y manifiestan desconfianza en la acción del
Espíritu.
En
la entraña del mensaje de Jesús está presente la alegría y la bienaventuranza.
En las palabras del Papa Francisco también se nos habla de “la alegría del
Evangelio”.
En
alas de la alegría, tengamos siempre alzados los ojos hacia el cielo, pisando
fuerte la tierra y arrimando el hombro a la tarea de todos: construir el Reino
de Dios, que es promesa y realidad gozosa.
No
estamos solos para esa tarea: Jesús sigue con nosotros: “sabed que yo estoy con
vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Última frase del evangelio
según Mateo cap. 28 vers. 20).
¡Buenos días María! Lo que más llama la atención al peregrino de Lourdes,
y sobre todo al simple visitante, es la presencia de muchos enfermos y
discapacitados en el recinto de los santuarios. ¿Qué sería de Lourdes sin
ellos? Están en todas partes y tienen preferencia sobre los demás. Todos
aquellos a quienes la vida ha golpeado pueden encontrar cierto consuelo en
María de Lourdes.
Oficialmente, 80,000 personas enfermas y
discapacitadas de todo el mundo visitan a la Virgen en Lourdes cada año. Van a
apoyarse sobre la roca de la cueva y así sacar fuerzas para afrontar su sufrimiento
físico o moral; vienen para encontrar sentido a sus sufrimientos.
A pesar del espectáculo de ciertas heridas o
enfermedades —a veces difícil de soportar— uno encuentra aquí un remanso de paz
y alegría. La alegría es la realidad de lo que se vive en el corazón de muchas
de estas personas durante su estancia en Lourdes. En el imaginario colectivo,
Lourdes es la ciudad de los milagros, es decir, la ciudad de las curaciones
milagrosas.
Las primeras curaciones de Lourdes ocurrieron durante
las apariciones. Casi de inmediato los enfermos empezaron a llegar a la gruta,
cada vez más numerosos y desde más lejos. En ese momento, la vista de los
enfermos conmovió a algunos tan profundamente que espontáneamente se ofrecieron
a ayudar. El grupo de estos hombres y mujeres de buena voluntad ha seguido
creciendo, hoy prestando mil servicios en la recepción de los enfermos, en la
estación, luego en el aeropuerto, en la explanada del Rosario, en la gruta y en
las piscinas. Ellos son los enfermeros y las enfermeras.
Tanto los enfermos como los así llamados sanos se
encuentran al pie de la gruta de las apariciones, frente a la Virgen María: se
comunican entre ellos a través de sonrisas cruzadas, gestos y, sobre todo, de
la oración compartida.
La Palabra de Dios Lecturas del día ♥ Primera Lectura: Josué 3,7-10a.11.13-17
♥ Salmo: Sal 114 (113A),1-2.3-4.5-6
♥ SANTO EVANGELIO: Mt 18,21—19,1
En aquel tiempo, Pedro preguntó a Jesús: «Señor,
¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta
siete veces?». Dícele Jesús: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta
veces siete. Por eso el Reino de los Cielos es semejante a un rey que quiso
ajustar cuentas con sus siervos. Al empezar a ajustarlas, le fue presentado uno
que le debía 10.000 talentos. Como no tenía con qué pagar, ordenó el señor que
fuese vendido él, su mujer y sus hijos y todo cuanto tenía, y que se le pagase.
Entonces el siervo se echó a sus pies, y postrado le decía: «Ten paciencia
conmigo, que todo te lo pagaré». Movido a compasión el señor de aquel siervo,
le dejó en libertad y le perdonó la deuda.
»Al salir de allí aquel siervo se encontró con uno de
sus compañeros, que le debía cien denarios; le agarró y, ahogándole, le decía:
«Paga lo que debes». Su compañero, cayendo a sus pies, le suplicaba: «Ten
paciencia conmigo, que ya te pagaré». Pero él no quiso, sino que fue y le echó
en la cárcel, hasta que pagase lo que debía. Al ver sus compañeros lo ocurrido,
se entristecieron mucho, y fueron a contar a su señor todo lo sucedido. Su
señor entonces le mandó llamar y le dijo: «Siervo malvado, yo te perdoné a ti
toda aquella deuda porque me lo suplicaste. ¿No debías tú también compadecerte
de tu compañero, del mismo modo que yo me compadecí de ti?». Y encolerizado su
señor, le entregó a los verdugos hasta que pagase todo lo que le debía. Esto
mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si no perdonáis de corazón cada uno
a vuestro hermano».
Y sucedió que, cuando acabó Jesús estos discursos,
partió de Galilea y fue a la región de Judea, al otro lado del Jordán.
♥ Comentario:
Hoy, preguntar «¿cuántas veces tengo que perdonar las
ofensas que me haga mi hermano?» (Mt 18,21), puede significar: —Éstos a quienes
tanto amo, los veo también con manías y caprichos que me molestan, me
importunan cada dos por tres, no me hablan... Y esto un día y otro día. Señor,
¿hasta cuándo los he de aguantar?
Jesús contesta con la lección de la paciencia. En
realidad, los dos colegas coinciden cuando dicen: «Ten paciencia conmigo» (Mt
18,26.29). Mientras la intemperancia del malvado, que ahogaba al otro por poca
cosa, le ocasiona la ruina moral y económica, la paciencia del rey, a la vez
que salva al deudor, a la familia y sus bienes, engrandece la personalidad del
monarca y le genera la confianza de la corte. La reacción del rey, en labios de
Jesús, nos recuerda aquello del libro de los Salmos: «Mas el perdón se halla
junto a ti, para que seas temido» (Sal 130,4).
Está claro que nos hemos de oponer a la injusticia,
y, si es necesario, enérgicamente (soportar el mal sería un indicio de apatía o
de cobardía). Pero la indignación es sana cuando en ella no hay egoísmo, ni
ira, ni necedad, sino deseo recto de defender la verdad. La auténtica paciencia
es la que nos lleva a soportar misericordiosamente la contradicción, la
debilidad, las molestias, las faltas de oportunidad de las personas, de los
acontecimientos o de las cosas. Ser paciente equivale a dominarse a uno mismo.
Los seres susceptibles o violentos no pueden ser pacientes porque ni reflexionan
ni son amos de sí mismos.
La paciencia es una virtud cristiana porque forma
parte del mensaje del Reino de los cielos, y se forja en la experiencia de que
todo el mundo tenemos defectos. Si Pablo nos exhorta a soportarnos los unos a
los otros (cf. Col 3,12-13), Pedro nos recuerda que la paciencia del Señor nos
da la oportunidad de salvarnos (cf. 2Pe 3,15).
Ciertamente, ¡cuántas veces la paciencia del buen
Dios nos ha perdonado en el confesionario! ¿Siete veces? ¿Setenta veces siete?
¡Quizá más!
* Rev. D. Joan BLADÉ i
Piñol (Barcelona, España)
Santoral Católico: Santa Juana Francisca de
ChantalViuda y Fundadora [Murió el 13 de diciembre y su memoria se celebra el
12 de agosto]. Nació en Dijon (Francia) el año 1572, en el seno de una familia
católica ferviente, de la aristocracia. Contrajo matrimonio con el barón de
Chantal y tuvo seis hijos, a los que educó esmeradamente. Muerto su marido en 1601,
cuando ella tenía sólo 29 años, llevó, bajo la dirección de san Francisco de
Sales, una admirable vida de perfección, ejerciendo, sobre todo, la caridad con
los pobres y enfermos. Con el apoyo seguro del santo obispo, fundó el instituto
de la Visitación de Nuestra Señora (Salesas), convertido en 1619 en orden de
clausura bajo la Regla de San Agustín, que gobernó sabiamente. Llegó a altos
grados de la vida mística, en la que sufrió penas internas muy grandes, aunque
en apariencia gozase de una gran paz y serenidad. Murió en el monasterio de la
Visitación de Moulins (Francia) el 13 de diciembre de 1641.
Oración: Señor,
Dios nuestro, que adornaste con excelsas virtudes a santa Juana Francisca de
Chantal en los distintos estados de su vida, concédenos, por su intercesión,
caminar fielmente según nuestra vocación, para dar siempre testimonio de la
luz. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
* Directorio Franciscano
– Aciprensa – Catholic.net
Pensamiento del día "La paz en la tierra, suprema aspiración de toda
la humanidad a través de la historia, es indudable que no puede establecerse ni
consolidarse si no se respeta fielmente el orden establecido por Dios. Una
sociedad que se apoye sólo en la razón de la fuerza ha de calificarse de
inhumana“
(San Juan XXIII)
Temas Médicos: Acné... ¡No por favor! Cuántas veces te has visto al espejo y ¡horror! ¡¡UN
GRANO!… Te duele la cara, te lastima, pero lo peor del caso es que ¡se ve
horrible! En ese momento tu primer pensamiento es: hay que eliminarlo a como dé
lugar. Aprietas, restriegas, oprimes y ¡NADA! ¡Se ve peor! Y luego, viene la
verdadera tragedia: ¡se empiezan a reproducir! Y tú, no haces más que gritar
por toda la casa: ¡Oh no, soy un monstruo!
El efecto trágame tierra invade tu cabeza, mientras
que en tu rostro, esos puntitos negros se empiezan a reproducir y la cara se te
va llenando de esos molestos “invasores de la piel”. Pero no te agobies,
respira hondo, guarda la calma, cuenta hasta 10 y sigue leyendo…
El acné es una enfermedad que se caracteriza por la
inflamación de las glándulas sebáceas y la aparición de espinillas y granos,
especialmente en la cara, la espalda, el cuello, el pecho, los hombros y
algunas veces en los brazos.
¿POR QUÉ A MÍ SI ME HE PORTADO BIEN?
La mayoría padece acné por todos los cambios
hormonales que suceden durante la adolescencia. Específicamente las hormonas
masculinas –tanto en hombres como en mujeres- se desarrollan durante la
adolescencia y estimulan la producción de grasa (sebo) en la piel. Cuando la
producción de sebo es excesiva, entonces aparece el acné.
APARECE MÁS FRECUENTEMENTE CUANDO...
* Se aproxima tu menstruación.
* Alguno de tus parientes tuvo el “buen detalle” de
heredártelo; es decir, si en tu familia alguien lo ha padecido.
* Eres muy nervioso.
* Comes muchas grasas y eres propenso a tener acné.
* Los aprietas y aprietas y lo único que logras es
que se reproduzcan; lo peor del caso es que dejan cicatrices.
¿QUÉ HACER?
Si estás pensando que es el fin del mundo y que por
las próximas dos glaciaciones ni los arqueólogos se te van a acercar por ese
grano nefasto que te apareció de la noche a la mañana… Pues no me queda más que
decirte que hay que prevenir. Para ello te paso algunos tips que te pueden
servir muchísimo:
1. Limpieza:
* Si te lavas la cara con agua caliente dos veces al
día, te ayudará a que el sebo vaya desapareciendo poco a poco.
2. Dieta:
* El acné no es causado por lo que comes. Lo que sí
es cierto, es que si eres propenso(a) a tener barritos, debes tener una
alimentación controlada en grasas.
3. Procura no tomar el sol:
* Por un tiempo broncearte puede ayudarte a camuflar
esos barros, pero los beneficios son temporales, de ahí que no sea muy
recomendable. Si vas a asolearte, es mejor que utilices una crema bronceadora
sin aceite.
4. Maquillaje:
* Si acostumbras ponerte base de maquillaje, evita
las que contengan mucho aceite.
5. El tratamiento:
* La cura no es instantánea, es un proceso. Todos los
tratamientos trabajan previniendo lo que sería el surgimiento de nuevo acné.
Cualquier régimen toma tiempo; así es que no te desesperes. Si entre 6 y 8
semanas no ves ninguna mejoría quizá sea necesario un cambio del mismo.
* El tratamiento varía de acuerdo al tipo de acné que
tengas. Algunas veces los barritos provienen del tipo de maquillaje que usas,
de algún medicamento que utilizas o de “algo” que pones en tu cara.
¡UN GRANO NO ES EL FIN!
El acné, sí es una enfermedad de la piel que tienes
que cuidar, pero no por eso se acaba el mundo. Todos en algún momento de
nuestra vida hemos tenido un molesto granito o varios y no pasó a mayores. Si
vas al médico y sigues tu tratamiento al pie de la letra, verás que poco a poco
desaparecerán. ¡No te desesperes! Quienes realmente te valoran, no te quieren por
tu cara sino por lo que llevas dentro.
(Erika Gómez | Fuente: Revista Si)
Meditaciones de
“Pequeñas Semillitas” Un grupo de trabajadores estaba almacenando aserrín
en el depósito de una fábrica de hielo, cuando uno de ellos advirtió que se le
había caído el reloj de su muñeca. Inmediatamente, sus compañeros
interrumpieron el trabajo para buscarlo. Acabaron tomando la búsqueda como una
diversión, lanzándose el aserrín unos a otros y armando una polvareda con el
aserrín que antes habían amontonado. Pero no dieron con el reloj.
Entonces, decidieron dejarlo y se fueron a tomar un
café. Un joven, que había estado observando toda la faena, entró en el almacén
y, al poco rato, se presentó ante el grupo con el reloj en su mano.
—¿Dónde estaba?, le preguntaron.
—¿Dónde?, pues en el mismo local, les dijo el joven.
— No puede ser, – dijeron ellos – lo hemos buscado
por todas partes. ¿Cómo lo has encontrado?
—Me he puesto a ello en silencio completo hasta que
he oído el suave tictac del reloj y lo he sacado de donde estaba enterrado bajo
el aserrín.
Cuantas veces aturdidos por el ruido del ambiente,
somos incapaces de oír a Dios en nuestro interior, que anhela dialogar con sus
hijos.
Año de San José San José, hombre justo y
modelo de virtudes,es el Patrono Universal de
la santa Iglesia,y por lo tanto de todos
nosotros.Es el santo que tuvo en la
tierrala misión más grande y
noble:proteger al Niño Dios y su
Santísima Madre.
Agosto 12
Por los méritos de este gran
Santo concédenos gozar de la gracia de tu presencia en nuestros corazones, a
través de los sacramentos de la reconciliación y de la eucaristía asiduamente,
para el bien de nuestras almas. Amén.
(P. Florentín Brusa, cmf)
FELIPE -Jardinero
de Dios-(el más pequeñito de
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¡Buenos días María!
La Palabra de Dios
Santoral Católico:
Pensamiento del día
Temas Médicos:
Meditaciones de
“Pequeñas Semillitas”
Año de San José
FELIPE
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