PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
16 - Número 4621 ~ Sábado 27 de Marzo de 2021.Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina) Alabado sea Jesucristo…
La
alegría es una característica esencial del cristiano y la Iglesia nos recuerda
durante la Cuaresma que debe estar presente en todos los momentos de nuestra
vida. Ahora meditamos la alegría de la Cruz. La alegría es compatible con la
mortificación y el dolor. Lo que se opone a la alegría es la tristeza, no la
penitencia. La mortificación que vivimos en estos días no debe ensombrecer
nuestra alegría interior, sino todo lo contrario: debe hacerla crecer, porque
nuestra Redención se acerca, el derroche de amor por los hombres que es la
Pasión se aproxima, el gozo de la Pascua es inminente. Por eso queremos estar
muy unidos al Señor, para que también en nuestra vida se repita, una vez más,
el mismo proceso: llegar, por su Pasión y su Cruz, a la gloria y a la alegría
de la Resurrección.
Dios
ama al que da con alegría (2 Corintios 9, 7). No nos tiene que sorprender que
la mortificación y la penitencia nos cuesten; lo importante es que sepamos
encaminarnos hacia ellas con decisión, con la alegría de agradar a Dios, que
nos ve. Si hemos tenido miedo a la expiación, llenémonos de valor, pensando que
el tiempo es breve y el premio grande, sin proporción con la pequeñez de
nuestro esfuerzo.
¡Buenos días María! Si quieres parecerte a María, sé feliz. La humildad y
la alegría se fortalecen en la fe que nos recuerda lo mucho que Dios nos ama y
lo mucho que nos quiere felices y equilibrados. De hecho, la Virgen María era
profundamente equilibrada.
No imagines que el equilibrio humano, lo tenemos o no
lo tenemos. Tienes que ir a buscarlo, este equilibrio que es fuente de alegría.
Debemos buscarlo con valor, porque, en un principio, todos estamos desequilibrados.
Esto se llama ‘pecado original’.
El pecado original, mantenido por nuestro pecado
actual crea en nosotros un profundo desequilibrio que introduce la duda, el
miedo, en nuestras relaciones con Dios, con los demás y con nosotros mismos.
María fue concebida sin pecado original, sin este desequilibrio.
Y este don de Dios no es sólo para ella o para Jesús,
sino también para nosotros. Ella quiere compartir con nosotros este regalo,
enseñándonos a reconciliarnos con la creación, con nosotros mismos, con los
demás y con Dios.
La Palabra de Dios Lecturas del día ♥ Primera Lectura: Ezequiel 37,21-28
♥ Salmo: Jeremías
31,10.11-12ab.13
♥ Santo Evangelio: Jn 11,45-56
En aquel tiempo, muchos de los judíos que habían
venido a casa de María, viendo lo que había hecho, creyeron en Él. Pero algunos
de ellos fueron donde los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús.
Entonces los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron consejo y decían: «¿Qué
hacemos? Porque este hombre realiza muchas señales. Si le dejamos que siga así,
todos creerán en Él y vendrán los romanos y destruirán nuestro Lugar Santo y
nuestra nación». Pero uno de ellos, Caifás, que era el Sumo Sacerdote de aquel
año, les dijo: «Vosotros no sabéis nada, ni caéis en la cuenta que os conviene
que muera uno solo por el pueblo y no perezca toda la nación». Esto no lo dijo
por su propia cuenta, sino que, como era Sumo Sacerdote aquel año, profetizó
que Jesús iba a morir por la nación —y no sólo por la nación, sino también para
reunir en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos—. Desde este día,
decidieron darle muerte.
Por eso Jesús no andaba ya en público entre los
judíos, sino que se retiró de allí a la región cercana al desierto, a una
ciudad llamada Efraim, y allí residía con sus discípulos. Estaba cerca la
Pascua de los judíos, y muchos del país habían subido a Jerusalén, antes de la
Pascua para purificarse. Buscaban a Jesús y se decían unos a otros estando en
el Templo: «¿Qué os parece? ¿Que no vendrá a la fiesta?». Los sumos sacerdotes
y los fariseos habían dado órdenes de que, si alguno sabía dónde estaba, lo
notificara para detenerle.
♥ Comentario:
Hoy, de camino hacia Jerusalén, Jesús se sabe perseguido,
vigilado, sentenciado, porque cuanto más grande y novedosa ha sido su
revelación —el anuncio del Reino— más amplia y más clara ha sido la división y
la oposición que ha encontrado en los oyentes (cf. Jn 11,45-46).
Las palabras negativas de Caifás, «os conviene que
muera uno solo por el pueblo y no perezca toda la nación» (Jn 11,50), Jesús las
asumirá positivamente en la redención obrada por nosotros. Jesús, el Hijo
Unigénito de Dios, en la Cruz muere por amor a todos. Muere para hacer realidad
el plan del Padre, es decir, «reunir en uno a los hijos de Dios que estaban
dispersos» (Jn 11,52).
¡Y ésta es la maravilla y la creatividad de nuestro
Dios! Caifás, con su sentencia («Os conviene que muera uno solo...») no hace
más que, por odio, eliminar a un idealista; en cambio, Dios Padre, enviando a
su Hijo por amor hacia nosotros, hace algo maravilloso: convertir aquella
sentencia malévola en una obra de amor redentora, porque para Dios Padre, ¡cada
hombre vale toda la sangre derramada por Jesucristo!
De aquí a una semana cantaremos —en solemne vigilia—
el Pregón pascual. A través de esta maravillosa oración, la Iglesia hace
alabanza del pecado original. Y no lo hace porque desconozca su gravedad, sino
porque Dios —en su bondad infinita— ha obrado proezas como respuesta al pecado
del hombre. Es decir, ante el “disgusto original”, Él ha respondido con la
Encarnación, con la inmolación personal y con la institución de la Eucaristía.
Por esto, la liturgia cantará el próximo sábado: «¡Qué asombroso beneficio de tu
amor por nosotros! ¡Qué incomparable ternura y caridad! ¡Oh feliz culpa que
mereció tal Redentor!».
Ojalá que nuestras sentencias, palabras y acciones no
sean impedimentos para la evangelización, ya que de Cristo recibimos el
encargo, también nosotros, de reunir los hijos de Dios dispersos: «Id y enseñad
a todas las gentes» (Mt 28,19).
* Rev. D. Xavier ROMERO
i Galdeano (Cervera, Lleida, España)
Santoral Católico: San Ruperto de SalzburgoObispo Era obispo de Worms (Alemania), pero tuvo que salir
de allí porque se le pusieron en contra los arrianos y los paganos. Entonces el
duque de Baviera, Teodo II, lo invitó a predicar en su territorio que entonces
comprendía también una parte de Austria. Comenzó su apostolado en Ratisbona y
lo siguió a lo largo del río Danubio. Reconstruyó una antigua ciudad romana
arruinada que le dio el duque, llamada Juvavum, a la que puso el nombre de
Salzburgo y de la que fue el primer obispo. Erigió un monasterio masculino,
bajo el título de San Pedro, el más antiguo de Austria, con catedral y escuela
anejas, del que fue abad a la vez que era obispo, y otro femenino. Buscó
colaboradores adecuados, que hizo ir desde su tierra de origen, para la tarea
evangelizadora y así pudo fundar iglesias y monasterios. Como abad-obispo hizo
una labor que le mereció el título de apóstol de Baviera y de Austria. Murió en
Salzburgo el año 718.
Para más información hacer clic acá.
* Directorio Franciscano
– Catholic.net
El pensamiento de hoy “Besar los pies del crucificado siempre da esperanza.
Él sabe lo que significa caminar y conoce la cuarentena porque allí le pusieron
dos clavos para mantenerlo quieto. Los pies de Jesús son una brújula en la vida
de las personas, cuando caminan y cuando se detienen. Los pies del Señor me
conmueven mucho”.
(Papa Francisco)
Tema del día: Confiar en Dios Debemos
confiar en Dios porque Él es bueno infinitamente y nunca nos puede hacer algún mal.
Esto hay que tenerlo bien en claro para no confundirnos cuando decimos que Dios
castiga, porque el mal nunca puede venir de Dios, sino que viene de Satanás, y
a veces Dios lo permite para nuestro escarmiento, pero sobre todo para sacar un
bien de ese mal y hacernos avanzar en el camino hacia la santidad.
De
Dios viene todo lo bueno que tenemos, que somos y que recibimos; en cambio, del
demonio vienen todas las enfermedades, epidemias, calamidades naturales, etc.,
porque Satanás es el mismo Mal y odia al hombre y le pone pruebas en su camino
para desanimarlo y hacerlo rebelar contra Dios. Pero Dios no lo quiere al mal
ni lo ha creado, aunque a veces lo permite por un motivo de bondad hacia
nosotros, que si no comprendemos aquí en la tierra, lo comprenderemos con toda
claridad en el Cielo.
Es
necesario orar mucho para salir bien parados de las pruebas que nos tiende
Satanás y que Dios a veces permite, porque a través de la oración se recibe
toda clase de ayuda celestial, gracias y dones, y fortaleza para salir
victoriosos.
Así
que para cimentar bien nuestra confianza en Dios, recordemos que Él es BUENO y
que de Él solo puede venirnos el bien. Entonces... ¡Qué grande debe ser nuestro
amor y confianza en Dios, porque es un Padre bueno que da todo a sus hijos!
Si
ponemos la confianza en pobres hombres mortales capaces de equivocarse y
traicionarnos, ¿por qué no poner nuestra absoluta confianza en Dios, que es
perfecto, no se equivoca y jamás nos traicionará porque es fiel? Recordemos que
Jesús le revela a Santa Faustina Kowalska que el pecado que más lo hiere es el
de la desconfianza del alma hacia Él, y especialmente de las almas elegidas y
consagradas. No seamos de los que tienen poca confianza en Dios y, pase lo que
pase sigamos confiando en Él que nos sacará de la prueba y no permitirá que la
tentación y el mal sobrepasen ni siquiera un milímetro más allá de lo que Dios
permite para nuestro bien. ¡Confiemos en Él!
(Sitio Santísima Virgen)
De los envíos del P. Natalio Vengan a mí
Jesús Salvador
te ofrece descanso, orientación y seguridad. Él es fuerza y poder de salvación,
de vida en abundancia, de alegría y gozo sin fin. Por la fe y el amor, unidos
al Salvador, nuestra vida se potencia. Como el metal, sumergido en el fuego, se
pone incandescente, así tu vida se hace ardiente al unirse a Jesús, que vino a
traer fuego a la tierra. Él te dice:
“Vengan a mí todos los que están fatigados y sobrecargados,
y yo les daré descanso. Vengan a mí todos los que están deprimidos y agobiados,
y yo les daré alivio. Vengan a mí todos los que están desorientados y sin
sentido, yo soy el camino. Vengan a mí todos los que están en tinieblas y
sombras de muerte, yo soy la luz. Vengan a mí, mansos y humildes, y encontrarán
un remanso para su alma. Jesús”
Como la lámpara
eléctrica, fría e incolora, irradia de repente claridad, así te transformarás
desde dentro de tu alma al contacto de la gracia santificadora de Jesús. Como
la naturaleza se anima bajo los bienhechores rayos del sol, así tu vida se
desarrollará bajo el influjo salvador de Jesús. “El que permanece en mí y yo en
él, ése da mucho fruto”, dijo el Señor.
* P. Natalio
Biblioteca de archivos Recuerda que tenemos una Biblioteca de archivos que
ya ha cumplido seis años. Ingresando en ella encontrarás una selección de más
de 150 artículos publicados en “Pequeñas Semillitas” que podrás leer o
descargar a tu computadora.
Para acceder a la Biblioteca hacer clic acá.
Reflexiones de Cuaresma Día 39º. Sábado 27 de
Marzo.
Cámbiate por Jesús. Barrabás es un personaje del
evangelio que no parece muy importante, pero si nos fijamos, cada uno de
nosotros estamos representados por él. Cuando Barrabás iba a morir por haber
matado a un soldado, Jesús apareció y le cambiaron por él, y murió Jesús en vez
de Barrabás. El Señor se cambió por cada uno de nosotros para que no muriéramos
a la vida del alma y para que pudiéramos nacer de nuevo a la vida de la gracia
después del pecado, nacer a la vida para poder ir también al cielo. Todo lo que
hizo fue para que tuviéramos la oportunidad de amarle.
Y los hombres hemos pagado ese amor tuyo, Señor, con
pecados y faltas de amor. Jesús sabía que íbamos a pagarle así, que íbamos a
serle desagradecidos, y aun así decidió entregarse para que le amáramos.
Puedes imaginarte ahora tú, cambiándote por Jesús en
la Cruz de cada día: faenas que te hacen, enfados, cosas que no te salen,
pequeñas contrariedades... y tomar así tu cruz de cada día llevándola con
alegría.
Continúa hablándole a Dios con tus palabras.
Año de San José San José, hombre justo y modelo de virtudes,es el Patrono Universal de la santa Iglesia,y por lo tanto de todos nosotros.Es el santo que tuvo en la tierrala misión más grande y noble:proteger al Niño Dios y su Santísima Madre.
Marzo 27
Ciertamente la pérdida de Jesús en el templo no tiene
comparación con ningún dolor humano; día y noche lo buscaron con el llanto en
los ojos; pero mayor fue la alegría al encontrarle en el templo en medio de los
doctores de la ley, enseñándoles que cuando Dios llama a una vocación superior,
ante todo está Dios. Amén.
(P. Florentín Brusa, cmf) FELIPE-Jardinero
de Dios-(el más pequeñito de
todos) ♡BLOG ”PEQUEÑAS
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Reflexiones de Cuaresma
Año de San José
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