PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 9 - Número 2333 ~ Jueves
10 de Abril de 2014
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Pocas veces somos ofendidos; muchas veces nos sentimos
ofendidos. Perdonar es abandonar o eliminar un sentimiento adverso contra el
hermano.
¿Quién sufre: el que odia o el que es odiado? El que es
odiado vive feliz, generalmente en su mundo. El que cultiva el rencor se parece
a aquél que agarra una brasa ardiente o al que atiza una llama; pareciera que
la llama quema al enemigo, pero no, se quema uno mismo.
El resentimiento sólo destruye al resentido… es ciego y
suicida; prefiere la satisfacción de la venganza al alivio del perdón, pero es
locura odiar: es como almacenar veneno en las entrañas. El rencoroso vive en
una eterna agonía.
No hay en el mundo fruta más sabrosa que la sensación de
descanso y alivio que se siente al perdonar, así como no hay fatiga más
desagradable que la que produce el rencor.
Vale la pena perdonar, aunque sea sólo por interés,
porque no hay terapia más liberadora que el perdón. P. Ignacio Larrañaga
¡Buenos días!
¿A cuál hijo quieres más?
Hay personas
pobres que distribuyen sonrisas. Existen personas que sufren pero nos comunican
alegría. Por allí van personas incomprendidas que saben comprendernos. Yo
conozco personas que fueron ofendidas y supieron perdonar. Yo conozco todas
esas personas… y su secreto es amar. Amigo/a, pasa por el mundo desparramando
gotitas de amor.
Preguntó Dios a una madre: —¿A cuál de tus
hijos quieres más? Y ella respondió: —Señor, al ausente, hasta que vuelva; al
enfermo, hasta que sane; al triste, hasta que de nuevo esté alegre; al preso,
hasta que recobre la libertad; al que sufre, hasta que se sienta consolado; al
malo, hasta que otra vez sea bueno; al que le falta todo, hasta que no le falte
nada; al descarriado, hasta que retorne al buen camino; al que está solo, hasta
que no padezca de su soledad. Conmovido, dijo entonces Dios: —No sé por qué
dudan algunos de que hay un Dios en el cielo, si hay tantas madres como tú en
la tierra.
El amor auténtico
se manifiesta en servir, ayudar, proteger. “Obras son amores, y no buenas
razones”, dice el refrán español. Bajar a lo concreto, aterrizar en la realidad
de la vida, es el signo del amor maduro. Evidentemente esto requiere
sacrificio, entrega y olvido de sí mismo.
Padre Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: «En verdad, en
verdad os digo: si alguno guarda mi Palabra, no verá la muerte jamás». Le
dijeron los judíos: «Ahora estamos seguros de que tienes un demonio. Abraham
murió, y también los profetas; y tú dices: ‘Si alguno guarda mi Palabra, no
probará la muerte jamás’. ¿Eres tú acaso más grande que nuestro padre Abraham,
que murió? También los profetas murieron. ¿Por quién te tienes a ti mismo?».
Jesús respondió: «Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada;
es mi Padre quien me glorifica, de quien vosotros decís: ‘Él es nuestro Dios’,
y sin embargo no le conocéis, yo sí que le conozco, y si dijera que no le
conozco, sería un mentiroso como vosotros. Pero yo le conozco, y guardo su
Palabra. Vuestro padre Abraham se regocijó pensando en ver mi día; lo vio y se
alegró». Entonces los judíos le dijeron: «¿Aún no tienes cincuenta años y has
visto a Abraham?». Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: antes de
que Abraham existiera, Yo Soy». Entonces tomaron piedras para tirárselas; pero
Jesús se ocultó y salió del Templo. (Jn 8,51-59)
Comentario
Hoy nos sitúa san Juan ante una manifestación de Jesús en
el Templo. El Salvador revela un hecho desconocido para los judíos: que Abraham
vio y se alegró al contemplar el día de Jesús. Todos sabían que Dios había
hecho una alianza con Abraham, asegurándole grandes promesas de salvación para
su descendencia. Sin embargo, desconocían hasta qué punto llegaba la luz de
Dios. Cristo les revela que Abraham vio al Mesías en el día de Yahvé, al cual
llama mi día.
En esta revelación Jesús se muestra poseyendo la visión
eterna de Dios. Pero, sobre todo se manifiesta como alguien preexistente y
presente en el tiempo de Abraham. Poco después, en el fuego de la discusión,
cuando le alegan que aún no tiene cincuenta años les dice: «En verdad, en
verdad os digo: antes de que Abraham existiera, Yo Soy» (Jn 8,58) Es una
declaración notoria de su divinidad, podían entenderla perfectamente, y también
hubieran podido creer si hubieran conocido más al Padre. La expresión “Yo soy”
es parte del tetragrama santo Yahvhé, revelado en el monte Sinaí.
El cristianismo es más que un conjunto de reglas morales
elevadas, como pueden ser el amor perfecto, o, incluso, el perdón. El
cristianismo es la fe en una persona. Jesús es Dios y hombre verdadero.
«Perfecto Dios y perfecto Hombre», dice el Símbolo Atanasiano. San Hilario de
Poitiers escribe en una bella oración: «Otórganos, pues, un modo de expresión
adecuado y digno, ilumina nuestra inteligencia, haz también que nuestras
palabras sean expresión de nuestra fe, es decir, que nosotros, que por los
profetas y los Apóstoles te conocemos a ti, Dios Padre y al único Señor
Jesucristo, podamos también celebrarte a ti como Dios, en quien no hay unicidad
de persona, y confesar a tu Hijo, en todo igual a ti».
Rev. D. Enric CASES i Martín (Barcelona, España)
Santoral Católico:
Los Mártires Colombianos
de
la Comunidad de San Juan de Dios
Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: EWTN
Palabras del Papa Francisco
“No hay cristianismo sin la cruz y no hay cruz sin
Jesucristo…. el cristianismo no es una doctrina filosófica, no es un programa
de vida para sobrevivir, para ser educados, para hacer las paces. Esas son las
consecuencias. El Cristianismo es una persona, una persona alzada en la Cruz,
una persona que se aniquiló a sí misma para salvarnos; se hizo pecado y así
como en el desierto fue alzado el pecado, aquí se alzó a Dios, hecho hombre y
hecho pecado por nosotros. Y todos nuestros pecados estaban allí. No se
entendería el cristianismo sin entender esta humillación profunda del Hijo de
Dios, que se humilló y se hizo siervo hasta la muerte y muerte de cruz, para
servir.”
Papa Francisco
Cuaresma:
Reflexión para cada día
Jueves de la
quinta semana de Cuaresma
Yo conozco al Padre
y cumplo su palabra (Jn 8,51-59)
En cierta ocasión partió una expedición hacia la cumbre
del Himalaya. El responsable de la misma había advertido desde el principio que
sería dura la caminata y con el añadido de otras tantas dificultades. Fue
sincero y les dijo: “si a alguno de vosotros os falta coraje y ganas de
ascender y de explorar... mejor que os quedéis aquí”. La advertencia del jefe
de la expedición tuvo su efecto: varios de los aventureros se quedaron en
tierra mientras, otros, se lanzaron a la aventura por alcanzar la cumbre.
Los cristianos
somos exploradores
- Cuando no exigimos una receta de soluciones para creer
y vivir nuestra FE.
- Cuando nos aventuramos por la FE a esperar en un DIOS
que cumple lo que promete.
- Cuando, como Abrahám, creemos en un DIOS que tan sólo
espera nuestra confianza como respuesta.
Los cristianos
vivimos como exploradores
- Cuando nos lanzamos hacia el Calvario dejando en el
llano tantas cosas que nos estorban y que llenan de fracasos y de peso la conciencia
y la mochila del corazón.
- Cuando nos arriesgamos, como Abrahám, a ponernos
siempre en camino buscando en contra de
todo/s la presencia de DIOS
- Cuando nunca decimos ¡es demasiado tarde!... para
comenzar nuestra relación con DIOS.
Los cristianos
trabajamos como exploradores
- Cuando no vemos la FE como algo hecho y algo trillado.
- Cuando nunca nos sentimos derrotados ante las
dificultades que nos acosan pero que no nos derriban.
- Cuando nos ponemos siempre en camino, en disposición al
cambio, en actitud de acogida a lo nuevo: JESUS.
Los cristianos nos
realizamos como exploradores
- Cuando buscamos
en el rincón más escondido a ese DIOS que lejos de jugar al escondite se
nos muestra en el silencio y en los detalles de cada día.
- Cuando intuimos que podemos ser “unos aliados” de
Cristo en este momento en que nos toca vivir: en la familia y en el sacerdocio,
en las conversaciones y en el testimonio, en el mundo, en y con la Iglesia.
- Cuando olvidamos el miedo y hacemos frente a lo que
haga falta para que nunca nos falte el valor que encierra la cruz: el
sacrificio.
Los cristianos
somos exploradores de Jesús
- Cuando cumplimos la Palabra que se proclama y la
palabra que decimos.
- Cuando no dudamos sin haber visto y, cuando creemos,
aún sin haber contemplado.
- Cuando vemos en JESUS la mayor cima de felicidad que un
ser humano puede alcanzar.
- Cuando anteponemos la bondad a la dureza de corazón
Los cristianos
somos exploradores especialmente la semana que viene
- Cuando, subiendo camino del Calvario con la Cruz, nos
quedemos atónitos por el AMOR DE PRIMERA DIVISIÓN que DIOS nos tiene.
- Cuando caigamos en la cuenta de lo importante que es
“aligerar” el equipaje que son nuestras faltas (¿una buena confesión?) para
–antes de llegar a la cumbre- sentarnos a comer con Jesús Maestro.
- Cuando entendamos que en esa “ascensión” es más
importante quien sirve y ayuda que aquel que exige ser agasajado.
- Cuando comprendamos que se llega antes a ese monte
santo si sabemos compartir nuestros ideales y nuestro bienestar como auténticos
hermanos.
Para celebrar la próxima Semana Santa hace falta, entre
otras cosas, FE en lo que oigamos, atención en lo que veamos y un corazón
grande y abierto a la experiencia de la Pascua: Cristo muerto... pero luego
¡RESUCITADO¡¡
¡Buen jueves y....a ser explorador!
P. Javier Leoz
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Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa
Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la
Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos
políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de
las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los
jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y
religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por Julián
W., de 4 meses de edad, que la próxima semana, en Florida, USA, será
operado de la cabecita, con toda la fe puesta en Jesús y en Santa Madre para
que todo resulte bien.
Pedimos oración por el niño José Ángel P., de 9 años de edad, de República Dominicana, que hoy
será sometido a una neurocirugía, para que el Señor lo proteja y todo salga
bien para él.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por
nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Oración por la Patria
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos. Nos
sentimos heridos y agobiados. Precisamos tu alivio y fortaleza. Queremos ser
nación, una nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso
por el bien común. Danos la valentía de la libertad de los hijos de Dios para
amar a todos sin excluir a nadie, privilegiando a los pobres y perdonando a los
que nos ofenden, aborreciendo el odio y construyendo la paz. Concédenos la
sabiduría del diálogo y la alegría de la esperanza que no defrauda. Tú nos
convocas. Aquí estamos, Señor, cercanos a María, que desde Luján nos dice:
¡Argentina! ¡Canta y camina! Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Un estímulo todos los días
Abril 10
Cuando queramos optar por la muerte, por la tristeza o
por la oscuridad, contemplemos a Jesús resucitado. Es precioso imaginarlo
radiante, glorioso, vestido de una luz infinita, pura alegría y desbordante de
felicidad. Él, que fue asesinado injustamente, ha triunfado. ¡Mi amigo vive!
Claro que si yo
vivo encerrado en mis propias preocupaciones y necesidades, seré incapaz de
alegrarme. Pero si soy capaz de amar con sinceridad a un amigo, entonces sí
puedo alegrarme con Cristo por su victoria y su felicidad.
Contemplándolo a Jesús vivo, puede renacer en mí el deseo
de elegir la vida y la alegría, a pesar de todo. Si contemplo al Señor
resucitado y me dejo tomar por él, Jesús puede derramar en mí la potencia, la
luz y la vida nueva de su resurrección, para que se esfumen mis tristezas y
fragilidades interiores.
No elijas una vida apagada, resentida, limitada. Jesús te
propone que elijas una vida digna y plena.
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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