PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 9 - Número 2331 ~ Martes
8 de Abril de 2014
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Hoy quiero hablarles del amor propio, eso es algo que
nadie nunca debe perder, jamás debemos sentirnos inferiores a nadie.
Aprendamos algo: no somos ni mejores ni peores que nadie.
Somos iguales. Somos seres especiales porque fuimos creados por Dios. Sé que
eso pasa por cosas que vivimos, nos sentimos inferiores, feos, etc., pero llega
un momento que nos ponemos un alto y ya no debemos seguir en eso.
La más bonita de todas es la belleza interior, pues… ¿de
qué sirve ser bellos por fuera si somos espantosos por dentro? Todas las
personas que cuenten con esa belleza interior tienen que estar alegres de eso.
Es bonito cuando alguien te da las gracias por ser una persona especial, por un
consejo, por tu apoyo en un momento determinado, entre otras, uno se siente
feliz de poder hacer feliz y ayudar a las demás personas.
Pidamos a Jesús que en esta Cuaresma seamos capaces de
distinguir la verdadera belleza que nos rodea y podamos compartirla con los
demás…
¡Buenos días!
Honor
Vivir con
sinceridad es decidirte a hablar con la verdad en la mano, aunque a veces te
cueste; a no valerte de una mentira para salir de una dificultad o librarte de
una responsabilidad; a no mentir para que los demás piensen algo bueno de ti; a
reconocer con honestidad cuando te has equivocado sin tratar de justificarte.
He aquí un camino exigente de grandeza moral.
El ambiente estaba cargado de tensión. Rosa
Elliot llegó a la cuarta ronda del concurso nacional de ortografía. Se había
pedido a la niña de 11 años que deletreara la palabra "admisión".
Ella lo hizo con tan suave voz que el jurado no fue capaz de decidir si había
pronunciado una "o" o una "a". Discutieron por varios
minutos escuchando la grabación. Por fin, el jefe de los jueces preguntó:
—¿Disculpa, Rosita, dijiste una letra "a" o una "o"? La
niña, con serenidad y sin titubear, contestó que había pronunciado mal la
palabra y bajó del escenario. Todo el auditorio aplaudió, incluso los
periodistas presentes. Los padres de Rosita estaban muy emocionados. Aun
vencida era victoriosa. En efecto, con el pasar de los años, ¡se escribió más
acerca de Rosa, que sobre el "desconocido" ganador del concurso!
Ser una persona
que ama la verdad, aun cuando ésta vaya en contra de uno, nos reviste de gran
honor. El honor es mejor que los honores Urge educar al niño a descubrir y
gozar la alegría que da hablar y actuar con la verdad, comprendiendo que no
debe avergonzarse de dar testimonio sincero de ella. Ojalá padres y maestros asuman esta tarea básica.
Padre Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: «Yo me voy y
vosotros me buscaréis, y moriréis en vuestro pecado. Adonde yo voy, vosotros no
podéis ir». Los judíos se decían: «¿Es que se va a suicidar, pues dice: ‘Adonde
yo voy, vosotros no podéis ir’?». Él les decía: «Vosotros sois de abajo, yo soy
de arriba. Vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Ya os he dicho
que moriréis en vuestros pecados, porque si no creéis que Yo Soy, moriréis en
vuestros pecados».
Entonces le decían: «¿Quién eres tú?». Jesús les
respondió: «Desde el principio, lo que os estoy diciendo. Mucho podría hablar
de vosotros y juzgar, pero el que me ha enviado es veraz, y lo que le he oído a
Él es lo que hablo al mundo». No comprendieron que les hablaba del Padre. Les
dijo, pues, Jesús: «Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre, entonces
sabréis que yo soy, y que no hago nada por mi propia cuenta; sino que, lo que
el Padre me ha enseñado, eso es lo que hablo. Y el que me ha enviado está
conmigo: no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada a Él».
Al hablar así, muchos creyeron en Él. (Jn 8,21-30)
Comentario
Hoy, martes V de Cuaresma, a una semana de la
contemplación de la Pasión del Señor, Él nos invita a mirarle anticipadamente
redimiéndonos desde la Cruz: «Jesucristo es nuestro pontífice, su cuerpo
precioso es nuestro sacrificio que Él ofreció en el ara de la Cruz para la
salvación de todos los hombres» (San Juan Fisher).
«Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre...» (Jn
8,28). En efecto, Cristo Crucificado —¡Cristo “levantado”!— es el gran y
definitivo signo del amor del Padre a la Humanidad caída. Sus brazos abiertos,
extendidos entre el cielo y la tierra, trazan el signo indeleble de su amistad
con nosotros los hombres. Al verle así, alzado ante nuestra mirada pecadora,
sabremos que Él es (cf. Jn 8,28), y entonces, como aquellos judíos que le
escuchaban, también nosotros creeremos en Él.
Sólo la amistad de quien está familiarizado con la Cruz
puede proporcionarnos la connaturalidad para adentrarnos en el Corazón del
Redentor. Pretender un Evangelio sin Cruz, despojado del sentido cristiano de
la mortificación, o contagiado del ambiente pagano y naturalista que nos impide
entender el valor redentor del sufrimiento, nos colocaría en la terrible
posibilidad de escuchar de los labios de Cristo: «Después de todo, ¿para qué
seguir hablándoos?».
Que nuestra mirada a la Cruz, mirada sosegada y
contemplativa, sea una pregunta al Crucificado, en que sin ruido de palabras le
digamos: «¿Quién eres tú?» (Jn 8,25). Él nos contestará que es «el Camino, la
Verdad y la Vida» (Jn 14,6), la Vid a la que sin estar unidos nosotros, pobres
sarmientos, no podemos dar fruto, porque sólo Él tiene palabras de vida eterna.
Y así, si no creemos que Él es, moriremos por nuestros pecados. Viviremos, sin
embargo, y viviremos ya en esta tierra vida de cielo si aprendemos de Él la
gozosa certidumbre de que el Padre está con nosotros, no nos deja solos. Así
imitaremos al Hijo en hacer siempre lo que al Padre le agrada.
Rev. D. Josep Mª MANRESA Lamarca (Les Fonts del Vallès,
Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Dionisio de Corinto
Obispo
Conmemoración de san Dionisio, obispo de Corinto, el
cual, dotado de admirable conocimiento de la palabra de Dios, no sólo enseñó
con la predicación a los fieles de su ciudad y de su provincia, sino también a
los obispos de otras ciudades y provincias mediante sus cartas († 180).
Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net
Palabras del Papa Francisco
“La misericordia divina es una gran luz de amor y de
ternura,
es la caricia de Dios sobre las heridas de nuestros
pecados.”
Papa Francisco
Cuaresma:
Reflexión para cada día
Martes de la
quinta semana de Cuaresma
“Los que le miren,
vivirán” (Números 21,4-9)
“Yo soy de arriba;
yo no soy del mundo” (Juan 8,21-30)
Las grandes lecciones, desgraciadamente, se aprenden y
vienen dadas por las grandes decepciones o fracasos experimentados.
Retrocedemos cuando no hay remedio y, las más de las veces, cuando nos
empeñamos en estirar la verdad la forzamos de tal manera que se rompe y la
convertimos en grandes mentiras.
Moisés siguiendo la indicación de Dios creó una serpiente
de bronce y la levantó para que todo aquel que la contemplase se salvara.
Un mal endémico que nos acosa es que no damos cara a lo
que mata. Hacer frente a las dificultades (la serpiente levantada) es sacar las
entrañas de aquello que nos degrada y nos corrompe precisamente para expulsarlo
de nuestro interior.
Dicen que las avestruces, cuando intuyen peligro,
esconden la cabeza debajo la tierra o entre su plumaje creyendo así que la
amenaza pasará de largo. Luego... ocurre lo que le ocurre: es pasto de
cualquier depredador. Aquí me viene al pensamiento la actitud de muchos
católicos que ante el peligro o dificultades para vivir o expresar su fe optan por eso; callar
antes que responder y esconderse antes que dar la cara por aquello que
consideran exponente y transmisor de “lo de arriba”: su Iglesia
Los cristianos no podemos conformarnos con pasar de largo
ni formar parte del gran desfile con multitud de “estandartes serpenteros” que
enarbola la sociedad del consumo. El repliegue o la incapacidad de plantarle
batalla puede ser un exponente claro de nuestra debilidad y de nuestra
inseguridad.
Jesucristo, ante su Pascua, nos invita a “tocar fondo”. A
ser conscientes de la oscuridad que suele empañar nuestra vida cristiana. A
reiniciar con ilusión y con coraje su estilo de vida.
Para ello no vale, como afirmaba no hace mucho tiempo el
Arzobispo de Pamplona, “la fe del
católico saltamonte”:
- cuando extraemos del cristianismo lo más cómodo y lo
menos interpelador para nuestra existencia y nuestra moral.
- cuando no damos razones como creyentes ante “multitud
de serpientes” que nos pican y que (lejos de curarnos o de vacunarnos) nos
infunde placer y hasta nos produce “mono” por sus picotazos.
- cuando lejos de caminar hacia el cambio en actitudes
convertimos nuestra religión en una especie de supermercado donde compramos
cuando queremos, como queremos y lo que queremos cuando nos apetece.
Jesús elevado en
lo alto
- Es la antítesis de esos grandes dulces envenenados que
nos seducen y que nos cuestan tan caros para el bolsillo y tan peligrosos para
la salud del cuerpo y del alma.
- Puede parecer “muerte” pero se torna en vida eterna
cuando uno sabe que no hay mayor riqueza que el darse por los demás.
- Nos cambia el sentido de nuestra existencia: no tenéis
excusa… ¡Yo he pagado por vosotros!
- Nos eleva al amor de Dios: no hay mayor grandeza que
ponerse delante de la cruz y reconocer: “eso lo hiciste por mí”
- Nos sana del
orgullo y de la vanidad. Nos
distancia de todo afán de poder y de prepotencia. Nos enseña el valor escondido
de la aparente muerte: ser fiel hasta el final para transparentar el amor que
Dios nos tiene.
- Nos descubre al mirar a la cruz... no un final y sí una antesala de la VIDA
P. Javier Leoz
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa
Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la
Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos
políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de
las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los
jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y
religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por Carlos F., de Buenos Aires, Argentina, con diagnóstico de cáncer de pulmón y que será operado, para que la Virgen de Lourdes lo acompañe en tan difícil momento.
Pedimos oración por las siguientes personas de Córdoba, Argentina: Romina, con diagnóstico de linfoma que ha iniciado tratamiento de quimioterapia la semana pasada, para que Jesús la fortalezca; María Eugenia, que está alejada de la fe, para que la Virgen del Perpetuo Socorro le ayude a abrir sus ojos; Nathalie, operada hace un año de un tumor hipofisario y que aun no logra restablecerse a su vida normal. Oramos por todos ellos.
Pedimos oración por Martina, de Argentina, por su salud y bienestar. Y también por Patricia B., para que la puedan operar y sane lo antes posible.
Pedimos oración por Carlos F., de Buenos Aires, Argentina, con diagnóstico de cáncer de pulmón y que será operado, para que la Virgen de Lourdes lo acompañe en tan difícil momento.
Pedimos oración por las siguientes personas de Córdoba, Argentina: Romina, con diagnóstico de linfoma que ha iniciado tratamiento de quimioterapia la semana pasada, para que Jesús la fortalezca; María Eugenia, que está alejada de la fe, para que la Virgen del Perpetuo Socorro le ayude a abrir sus ojos; Nathalie, operada hace un año de un tumor hipofisario y que aun no logra restablecerse a su vida normal. Oramos por todos ellos.
Pedimos oración por Martina, de Argentina, por su salud y bienestar. Y también por Patricia B., para que la puedan operar y sane lo antes posible.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por
nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Un estímulo todos los días
Abril 8
No tenemos que ser perfectos para ser amados. Eso sería
creer que nosotros compramos el amor de Dios con nuestra perfección o con
nuestras obras. Leamos lo que dice la Palabra de Dios: “Ustedes han sido
salvados por la gracia mediante la fe, y esto no viene de ustedes sino que es
don de Dios. Tampoco viene de las obras, para que nadie se enorgullezca” (Ef
2,8-9). Nuestras obras buenas pueden ayudarnos a crecer, a madurar en la vida
cristiana, pero no sirven para comprar la salvación, que es un regalo gratuito
que Dios nos hace por puro amor, y que viene de la entrega generosa de Jesús en
la cruz. Porque si esa salvación viniera de nuestras obras, “entonces Cristo
habría muerto inútilmente” (Gál 2,21).
Nosotros a veces creemos que todo se compra, que todo se
paga, que tenemos que merecer todo con nuestras acciones. Pero lo más grande,
el amor de Dios que nos salva, eso no se compra. Ese amor tan grande sólo tiene
que ser recibido, aceptado y agradecido, porque es un regalo gratuito.
La amistad que Dios nos ofrece es tan inmensa y preciosa
que nos supera infinitamente, y por eso no puede ser comprada con algo de este
mundo. Pero ¿acaso hay alguna amistad que puedas comprar?
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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