PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
15 - Número 4278 ~ Miércoles 18 de Marzo de 2020
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Mi
buen Dios, gracias por el don de la vida y por hacer presencia en mi vida de la
manera menos pensada. Ahora, eres mi norte, mi eterna promesa de libertad, y mi
tarea diaria debe consistir en hablar de tu amor a mis hermanos y salir de mis
propias comodidades para darte a conocer a los que aún no se han encontrado con
la dulce sensación y felicidad de tenerte y seguir tus pasos. Así como he
recibido gratis tu misterio de amor, debo también emprender el viaje de tu
anunciación, buscando nuevos horizontes, mirando nuevos rostros, descubriendo
en ellos sus preocupaciones, tristezas y aflicciones, siendo un abanderado de
tu compasión, haciéndoles sentir tu cercanía, tu amistad y tu sanación.
Ayúdame, Dios de mi vida, a ser coherente con tu Palabra, a curar heridas con
el bálsamo de tu gracia, a llevar alegría a los corazones tristes y
acongojados. Ayúdame a ser semilla de fe y esperanza, que con tu luz pueda
sembrar ánimo y espíritu de lucha, y con tu poder y tu gracia, libere a los
tuyos de la opresión del mal y de las ataduras de los vicios y la corrupción.
Amén.
¡Buenos días!
¡Qué camino tomar?
Jesús
es la “gran noticia” que necesita el hombre de hoy. Es la única respuesta a tus
más íntimas aspiraciones. ´Él es el Camino, la Verdad y la Vida. La ciencia y
la tecnología mejoran el diario vivir, pero no alivian el corazón que sufre ni
liberan de la angustia de la muerte: nada reemplaza la presencia de Dios en ti
y el amor de Jesús iluminando tu camino.
Supongamos que estamos en una ciudad extraña y
pedimos indicaciones para llegar a determinado lugar. La persona abordada nos
responde: “Tome la primera calle a la derecha y la segunda a la izquierda.
Cruce la plaza, pase por delante de la iglesia y doble en la tercera cuadra a
la derecha. El camino que Ud. busca es el cuarto a la izquierda”. Con esas
indicaciones, lo más probable es que nos perdamos a la segunda cuadra.
Supongamos en cambio, que otra persona con mucha amabilidad nos dice: “Venga.
Yo lo llevaré hasta allí”. En ese caso la persona que nos lleva es el camino y
no nos podemos perder (W. Barclay).
Esto
es precisamente lo que hace Jesús por nosotros. No se limita a darnos consejos
e indicaciones. Nos toma de la mano y nos guía, camina con nosotros, nos
fortalece, nos conduce y dirige todos los días de nuestra vida. No habla sobre
el camino. Es el camino. Aprovecha y agradece esta delicada condescendencia del
Señor.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas del día
♥ Primera Lectura: Deut 4, 1. 5-9
♥ Salmo: Sal 147, 12-13. 15-16. 19-20
♥ Santo Evangelio: Mt 5,17-19
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No
penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir,
sino a dar cumplimiento. Sí, os lo aseguro: el cielo y la tierra pasarán antes
que pase una i o una tilde de la Ley sin que todo suceda. Por tanto, el que
traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseñe a los hombres,
será el más pequeño en el Reino de los Cielos; en cambio, el que los observe y
los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos».
♥ Comentario:
Hoy día hay mucho respeto por las distintas
religiones. Todas ellas expresan la búsqueda de la trascendencia por parte del
hombre, la búsqueda del más allá, de las realidades eternas. En cambio, en el
cristianismo, que hunde sus raíces en el judaísmo, este fenómeno es inverso: es
Dios quien busca al hombre.
Como recordó San Juan Pablo II, Dios desea acercarse
al hombre, Dios quiere dirigirle sus palabras, mostrarle su rostro porque busca
la intimidad con él. Esto se hace realidad en el pueblo de Israel, pueblo
escogido por Dios para recibir sus palabras. Ésta es la experiencia que tiene
Moisés cuando dice: «¿Dónde hay una nación tan grande que tenga unos dioses tan
cercanos como el Señor, nuestro Dios, siempre que lo invocamos?» (Dt 4,7). Y,
todavía, el salmista canta que Dios «Anuncia su palabra a Jacob, sus decretos y
mandatos a Israel; con ninguna nación obró así, ni les dio a conocer sus
mandatos» (Sal 147,19-20).
Jesús, pues, con su presencia lleva a cumplimiento el
deseo de Dios de acercarse al hombre. Por esto, dice que «no penséis que he
venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar
cumplimiento» (Mt 5,17). Viene a enriquecerlos, a iluminarlos para que los
hombres conozcan el verdadero rostro de Dios y puedan entrar en intimidad con
Él.
En este sentido, menospreciar las indicaciones de
Dios, por insignificantes que sean, comporta un conocimiento raquítico de Dios
y, por eso, uno será tenido por pequeño en el Reino del Cielo. Y es que, como
decía san Teófilo de Antioquía, «Dios es visto por los que pueden verle; sólo
necesitan tener abiertos los ojos del espíritu (...), pero algunos hombres los
tienen empañados».
Aspiremos, pues, en la oración a seguir con gran
fidelidad todas las indicaciones del Señor. Así, llegaremos a una gran
intimidad con Él y, por tanto, seremos tenidos por grandes en el Reino del
Cielo.
Rev. D. Vicenç GUINOT i Gómez (Sant Feliu de Llobregat, España)
Santoral Católico:
San Cirilo de Jerusalén
Obispo y Doctor de la
Iglesia
Nació en Jerusalén de padres cristianos el año 315.
Recibió una buena formación clásica y teológica, y fue un gran conocedor de la
S. Escritura. Sucedió al obispo Máximo en la sede de Jerusalén el año 348.
Llevó una vida muy ajetreada, y por tres veces al menos tuvo que dejar su sede
y marchar a otras tierras. Participó en el Concilio Ecuménico de Constantinopla
e intervino en la controversia arriana. De sus obras escritas que nos quedan,
la principal son las Catequesis, tanto las prebautismales como las llamadas
«mistagógicas». En ellas se dirige a los que se preparaban durante la cuaresma
para recibir el bautismo la noche de Pascua, y a los recién bautizados. La
recta doctrina, las Escrituras, los misterios sagrados, las tradiciones de la
Iglesia, la historia de la salvación y los sacramentos de la iniciación
cristiana son el contenido de las catequesis, que pronunciaba en la basílica
del Santo Sepulcro. Murió el año 386.
Oración: Señor,
Dios nuestro, que has permitido a tu Iglesia penetrar con mayor profundidad en
los sacramentos de la salvación, por la predicación de san Cirilo, obispo de
Jerusalén, concédenos, por su intercesión, llegar a conocer de tal modo a tu
Hijo que podamos participar con mayor abundancia de su vida divina. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa –
Catholic.net
Pensamiento del día
“Bajo las especies de pan y
vino en el altar, por la fe descubrimos a Cristo. Y bajo las especies y formas
del prójimo necesitado debemos esforzarnos por ver al mismo Cristo, que no está
en el prójimo menos realmente que en las formas sacramentales. En verdad el
prójimo es también el sacramento de Cristo”
(Alfonso Milagro)
Tema del día:
Trampas del demonio
El
demonio "hace todo lo posible por separar al hombre de la oración",
dice el Catecismo de la Iglesia Católica (2725). Los trucos que emplea para
ello son muy comunes -no distinguen entre laicos o religiosos, expertos o
novatos- y simples. Pero si son comunes y simples es precisamente porque son
eficaces para lograr su objetivo.
La
oración cotidiana suele figurar entre las nuevas resoluciones de cada año. El tentador
no dejará de tendernos trampas para desanimarnos.
Recordemos algunas.
Trampa número 1. La oración es inútil
Efectivamente,
la oración no sirve para nada, si nos atenemos a los criterios habituales de
eficacia. Desde un punto de vista humano, rezar es perder el tiempo. Además,
está la gran cuestión que plantean los monjes y monjas al mundo que les rodea:
¿Para qué sirven esos hombres y esas mujeres cuya vida se consume en la
oración? Esas vidas entregadas parecen, a los ojos de muchos, como vidas
desperdiciadas.
Nosotros
cometemos exactamente el mismo error cuando renunciamos a rezar con el pretexto
de que tenemos demasiado trabajo: nos situamos en una lógica de la
productividad, en vez de situarnos en una lógica del amor. Si estamos un poco
atentos, veremos que, en nuestra vida lo que es más inútil es también lo más
precioso: hacerle mimos a un niño, por ejemplo, abrazar a tu cónyuge o
contemplar un paisaje hermoso. Del mismo modo, la oración es radicalmente
inútil y fundamentalmente indispensable.
Trampa número 2. No sabes rezar
El
tentador multiplica los argumentos para demostrar con argumentos apabullantes
que la oración es algo demasiado difícil para mí, que es cosa de especialistas,
que debería formarme antes de empezar a rezar, etc. Una vez más, es cierto: yo
no sé rezar.
Mi
oración está llena de distracciones, de infidelidades, de búsqueda sutil de mí mismo
y de mil otras imperfecciones. ¿Y qué? Cuando un padre toma en brazos a su bebé
y él empieza a balbucear y a sonreír, ¿acaso el padre suelta a su hijo y le
dice: “Te dirigirás a mí solo cuando sepas hablar”? ¡Por supuesto que no! Al
contrario, lo contempla enternecido y maravillado esos torpes balbuceos. Lo que
es verdad para los padres en la tierra, lo es también para Dios.
Trampa número 3. Ya rezarás cuando tengas tiempo
Una
cosa es segura: si espero a tener tiempo para rezar, no rezaré, porque siempre
tendré mil otras tareas más urgentes que cumplir. Si tengo la intención de
rezar hoy, pero no fijo un momento concreto para ello, corro un gran riesgo de
llegar a la noche sin haber encontrado ni un minuto disponible.
Quien
reza de forma regular no es quien dispone de mucho tiempo libre, sino quien
decide consagrar un tiempo a la oración. Es una cuestión de elección. ¿Cuáles
son mis prioridades? ¿Quiero situar la oración en el centro de mi vida, o la
considero como un lujo opcional? Si es algo primordial, ocupará un buen lugar
en mi gestión del tiempo.
Trampa número 4. Tu trabajo es tu oración
Dicho
de otra manera: si trabajas con toda tu alma, ofreciendo tu trabajo al Señor,
eso te dispensa de rezar. Es cierto que la oración no es la única forma de mantenerse
en presencia de Dios, de estar cercano a Él y de servirle. ¡Afortunadamente!
Porque si no, eso querría decir que no podríamos pasar más que una pequeña
parte de nuestras jornadas con Dios.
¿Cuándo
estoy cercano a Dios, “conectado” a Él? Cuando hago su voluntad, allí donde Él
quiera, cuando y como Él quiera. Si eso es a la hora de preparar la comida, de
animar una reunión de trabajo o de llevar las cuentas de mi empresa, realizando
ese trabajo es como estoy más cercano a Él.
Soy
llamado a hacerlo todo en presencia de Dios y por amor a Él. Pero “no se puede
orar «en todo tiempo» si no se ora, con particular dedicación, en algunos
momentos” (Catecismo de la Iglesia católica, 2697). Podría rezar trabajando si,
todos los días, rezase también sin trabajar.
*
* *
Estas
cuatro trampas son universales. Todos los que rezan se tropiezan con ellas, de
una forma u otra. Contrariamente a lo que piensa mucha gente, la oración no es
más fácil para una carmelita que para una madre de familia. Porque la oración
es siempre un combate “contra las astucias del tentador que hace todo lo
posible por separar al hombre de la oración” (2725).
Confiemos
pues nuestras buenas resoluciones a María, “la orante perfecta” (2679), cada
mañana, para que no se acabe el día sin que hayamos dedicado un tiempo a rezar.
* Christine Ponsard
Cuaresma:
40
días para acercarnos a Jesús
Día 22: Delicadeza
Escucha, nunca sabes, si dirán las palabras justas
que estabas esperando.
Abre, nunca sabes, si era la persona que siempre
soñaste.
Despierta, nunca sabes, si ese día cambiará el resto
de tu vida.
Habla, nunca sabes, si tus palabras despertarán
sentimientos en personas insospechadas. Cambia, nunca sabes, si el nuevo
camino, te traerá nuevas alegrías. Analiza, nunca sabes, si la situación que te
acongoja, está disfrazada de oportunidad. Arriesga, nunca sabes, si tus
movimientos audaces, serán el comienzo de una cadena de éxitos notables.
Camina, nunca sabes, si tus huellas, serán el camino
que sigan aquellos que confían en Ti. Perdona, nunca sabes, si las ofensas son
en realidad pruebas que te ayudan a crecer. Estimula, nunca sabes, si tus
acciones generarán acontecimientos a tu favor. Agradece, nunca sabes, si lo
bueno o lo malo que te sucede, es ni más ni
menos, que la señal, de que el Buen Dios, te está poniendo. (Anónimo)
(Alianza en Jesús por María)
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los
que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para
que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto
con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de
Jesús y del Inmaculado Corazón de María;
por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los
cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares;
por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las
enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el
hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras patologías graves; por el
drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta
de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
En este tiempo pedimos especiales oraciones por todas las personas que en
diversos países del mundo han sido afectadas por el coronavirus, rogando que el
Sagrado Corazón de Jesús nos proteja ante esta terrible pandemia, y que con fe
y esperanza, y siguiendo las indicaciones médicas de prevención, el riesgo de
contagio vaya disminuyendo en todo el planeta.
Pedimos oración para Natividad Blanca G., de San Justo, Buenos Aires, Argentina, que hoy tiene su última sesión de radioterapia por cáncer. Rogamos a Dios, a través de la intercesión de María Auxiliadora, Don Bosco, Don Zatti y Ceferino Namuncurá, que obtenga resultados favorables junto con la quimioterapia.
Pedimos oración para Natividad Blanca G., de San Justo, Buenos Aires, Argentina, que hoy tiene su última sesión de radioterapia por cáncer. Rogamos a Dios, a través de la intercesión de María Auxiliadora, Don Bosco, Don Zatti y Ceferino Namuncurá, que obtenga resultados favorables junto con la quimioterapia.
Continuamos unidos en oración por medio del rezo del
Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras
preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de
nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz,
rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia
sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser
abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los
deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin
rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
¡Hasta mañana! con Madre
Teresa
Marzo 18
Cada uno de nosotros somos un instrumento pobre. Si
observas la composición de un electrodoméstico, encontrarás un ensamblaje de
hilos grandes y pequeños, nuevos y gastados, caros y baratos. Si la corriente
eléctrica no pasa a través de todo ello, no habrá luz. Estos hilos somos tú y
yo. Dios es la corriente. Tenemos poder para dejar pasar la corriente a través
de nosotros, dejarnos utilizar por Dios, dejar que se produzca luz en el mundo...
o bien rehusar ser instrumentos y dejar que las tinieblas se extiendan.
FELIPE
-Jardinero
de Dios-
(el más pequeñito de
todos)
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