jueves, 19 de marzo de 2020

Pequeñas Semillitas 4279

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 15 - Número 4279 ~ Jueves 19 de Marzo de 2020
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Con gran alegría celebramos hoy la festividad de San José, patrono universal de la Iglesia, patrono de la buena muerte y patrono de los seminarios.
Y para nosotros también es patrono de "Pequeñas Semillitas".
En el Plan Reconciliador de Dios, San José tuvo un papel esencial: Dios le encomendó la gran responsabilidad y privilegio de ser el padre adoptivo del Niño Jesús y de ser esposo virginal de la Virgen María. San José, el santo custodio de la Sagrada Familia, es el santo que más cerca está de Jesús y de la Santísima Virgen María.
San Bernardino de Siena dijo de San José: "Si toda la Iglesia está en deuda con la Virgen María, ya que por medio de ella recibió a Cristo, de modo semejante le debe a San José, después de ella, una especial gratitud y reverencia".
Sepamos conocerlo en profundidad para reflejarnos en el espejo de virtud de este hombre justo y silencioso, ejemplo de padre, de esposo, de trabajador, modelo de mansedumbre y de humilde sumisión al plan del Creador. Pidamos hoy a San José que nos ayude a parecernos a él...

¡Buenos días!
La urraca y la cotorra
El abuso verbal, aunque invisible, ataca la mente y el espíritu de los que lo sufren. Las palabras que se dicen con rabia o resentimiento lastiman con efectos prolongados. En verdad las palabras pueden doler como los golpes físicos. Especialmente los padres deben saber que la crítica, el desprecio y los insultos pueden dañar la autoestima de sus hijos.

Estaba de visita la urraca en lo de la cotorra, y como, desde el día anterior no se habían visto, tenían muchas cosas que contar. Ambas hablaban a la vez y se apuraban tanto en chacharear que casi no se entendían. Pero lo principal era mover el pico sin descanso. Y cuando en lo mejor estaban de una historia que contaba la urraca sobre la hija del vecino, llegó la sirvienta de la cotorra y le dijo, alarmada: —Señora, ¡está llorando la chica! —¡Oh!, exclamó la cotorra, ¡qué fastidio! Bueno, ya voy, ya voy. Y quedóse escuchando hasta el fin el interesante cuento de la urraca sobre la hija del vecino (Daireaux)

Santa Faustina escribió en su “Diario”: «Cuando recibo a Jesús en la Santa Comunión, le ruego con fervor que se digne sanar mi lengua para que no ofenda con ella ni a Dios ni al prójimo. Grandes culpas se cometen con la lengua. Un alma no llegará a la santidad si no tiene cuidado con su lengua». El Señor, pues, sane nuestras lenguas.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: 2 Sam 7, 4-5a. 12-14a. 16

Salmo: Sal 88, 2-5. 27. 29

Segunda Lectura: Rom 4, 13. 16-18. 22

Santo Evangelio: Mt 1,16.18-21.24a
Jacob engendró a José, el esposo de María, de la que nació Jesús, llamado Cristo. La generación de Jesucristo fue de esta manera: Su madre, María, estaba desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo. Su marido José, como era justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto.
Así lo tenía planeado, cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados». Despertado José del sueño, hizo como el Ángel del Señor le había mandado.

Comentario:
Hoy, celebra la Iglesia la solemnidad de San José, el esposo de María. Es como un paréntesis alegre dentro de la austeridad de la Cuaresma. Pero la alegría de esta fiesta no es un obstáculo para continuar avanzando en el camino de conversión, propio del tiempo cuaresmal.
Bueno es aquel que, elevando su mirada, hace esfuerzos para que la propia vida se acomode al plan de Dios. Y es bueno aquel que, mirando a los otros, procura interpretar siempre en buen sentido todas las acciones que realizan y salvar la buena fama. En los dos aspectos de bondad, se nos presenta a San José en el Evangelio de hoy.
Dios tiene sobre cada uno de nosotros un plan de amor, ya que «Dios es amor» (1Jn 4,8). Pero la dureza de la vida hace que algunas veces no lo sepamos descubrir. Lógicamente, nos quejamos y nos resistimos a aceptar las cruces.
No le debió ser fácil a San José ver que María «antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo» (Mt 1,18). Se había propuesto deshacer el acuerdo matrimonial, pero «en secreto» (Mt 1,19). Y a la vez, «cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños» (Mt 1,20), revelándole que él tenía que ser el padre legal del Niño, lo aceptó inmediatamente «y tomó consigo a su mujer» (Mt 1,24).
La Cuaresma es una buena ocasión para descubrir qué espera Dios de nosotros, y reforzar nuestro deseo de llevarlo a la práctica. Pidamos al buen Dios «por intercesión del Esposo de María», que avancemos en nuestro camino de conversión imitando a San José en la aceptación de la voluntad de Dios y en el ejercicio de la caridad con el prójimo. A la vez, tengamos presente que «toda la Iglesia santa está endeudada con la Virgen Madre, ya que por Ella recibió a Cristo, así también, después de Ella, San José es el más digno de nuestro agradecimiento y reverencia» (San Bernardino de Siena).
Mons. Ramon MALLA i Call Obispo Emérito de Lleida (Lleida, España)

Santoral Católico:
Solemnidad de San José
Esposo de la Virgen María
La fiesta del Padre nutricio de Jesús se extendió en la Iglesia a partir del siglo XV, cuando fue propagada por san Bernardino de Siena y Juan Gerson. Los evangelios nos lo inscriben enmarcado en la historia de la salvación. José, de oficio carpintero en el pueblecito de Nazaret, se sintió turbado cuando comprobó que María, su esposa, con la que no había cohabitado, estaba encinta. Pero el Señor le hizo comprender que el estado de su mujer era obra del Espíritu, y él la acogió, secundando los planes de Dios. Con María marchó a Belén, donde nació Jesús, y en todo momento José se cuidó del sustento y protección de la Madre y del Hijo. Con ellos estuvo en la adoración de los pastores y de los reyes, en la circuncisión del Niño y en su presentación en el Templo, en la huida a Egipto, estancia allí y regreso a Nazaret, donde Jesús fue creciendo al amparo de sus padres. Por último vivió con María el dolor y el gozo de hallar a Jesús cuando creían haberlo perdido en Jerusalén. Dios confió a José la custodia discreta pero eficaz de María y de Jesús, y, con razón, Pío IX lo declaró en 1870 Patrono de la Iglesia universal.
Oración: Dios todopoderoso, que confiaste los primeros misterios de la salvación de los hombres a la fiel custodia de san José, haz que, por su intercesión, la Iglesia los conserve fielmente y los lleve a plenitud en su misión salvadora. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa – Catholic.net

Palabras de Benedicto XVI
“Dejémonos ‘contagiar’ por el silencio de San José. Nos es muy necesario, en un mundo a menudo demasiado ruidoso, que no favorece el recogimiento y la escucha de la voz de Dios. Cultivemos el recogimiento interior, para acoger y tener siempre a Jesús en nuestra vida.”

Tema del día:
Oración a Cristo Médico
Invocación llena de fervor, esperanza y confianza del siglo X, conservada en un Pontifical Romano Germánico en la Biblioteca Vaticana, testimonio de la devoción a CRISTO MEDICO en el primer milenio:

Cristo, medicina celeste del Padre, verdadero médico de la salvación del hombre, escucha la oración creyente del pueblo y despliega potente tu gracia sanante.

Te suplicamos por todos aquellos que están enfermos, por cuantos están envueltos por la  afección de su salud, para que los liberes con benevolencia de la debilidad que los ha golpeado.

Has manifestado tu poder sanante curando prontamente a la suegra de Pedro que estaba en su lecho con fiebre y salvando al joven hijo del meritorio Centurión.

Sana el alma y las enfermedades del cuerpo, cura las heridas, despliega tu curación en nuestro favor, para que el sufrimiento no nos aflija y sepamos recoger frutos de gracia.

Infunde vigor en el pueblo debilitado, dónale con generosidad la salud; restituye a los enfermos su anterior estado de vida y las fuerzas perdidas.

Con súplica confiada, oh Señor Dios nuestro, te pedimos que asistas ahora y siempre a los enfermos en el cuerpo y en el espíritu, para que experimenten la fuerza de tu curación.

Toda amenaza de muerte se retire, todo ataque crucial se disuelva, el vigor de la salud tan deseada anime los miembros del que sufre.

Mientras son desgastados por el mal que están sufriendo, en virtud de sus pesares, puedan entrar en el gran número de aquellos que son asociados al Reino universal de salvación.

Gloria al Padre y al Hijo por Él generado e igual a Ti, y a ambos por siempre, con el Espíritu Santo, al solo Dios del Nombre Uno y Trino, aclame el cosmos entero el cielo y las estrellas. Amén.

Poesía
San José, Esposo de María
Eres, José, esposo enamorado,
y el mismo amor de Dios te sonreía
a través de los ojos de María,
en su luz y pureza aprisionado.

Eres, José, el santo más amado,
porque te haces presencia y cercanía
en el hombre que vive, día a día,
su trabajo y su amor ilusionado.

Fue una historia de amor, nunca truncada,
porque era un casto amor que compartías
sin que el Espíritu robase nada
del amor que a María tú tenías;
siguió siendo tu esposa bienamada
al tiempo que al Espíritu servías. 
(José Luis Martínez SM)

Cuaresma:
40 días para acercarnos a Jesús
Día 23: Sensibilidad
Ama sin reclamar nada, porque el amor es desinteresado.
Ama sin calcular las desventajas, porque amar es sacrificarse.
Ama sin poner condiciones, porque el amor es darse.
Ama sin exclusividades, porque amar es compartir.
Ama sin fecha y sin tiempo, porque el amor es eterno.
Simplemente ama...
(Alianza en Jesús por María)

Nuevo vídeo y artículo

Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
Tema: Jairo canta “Carpintería José”
Para verlo tienes que ir al final de esta página

Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
Tema: “San José, hombre justo”
Puedes acceder en la dirección:

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras patologías graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio. En este tiempo pedimos especiales oraciones por todas las personas que en diversos países del mundo han sido afectadas por el coronavirus, rogando que el Sagrado Corazón de Jesús nos proteja ante esta terrible pandemia, y que con fe y esperanza, y siguiendo las indicaciones médicas de prevención, el riesgo de contagio vaya disminuyendo en todo el planeta.

Pedimos oración para Graciela S. B., de Guayaquil, Ecuador, que forma parte de un contingente de estudiantes adolescentes, que estando de viaje educativo en Londres, han quedado varados allí sin poder regresar a su país por las restricciones (cierre de fronteras) determinados por la pandemia de coronavirus.

Pedimos oración para Juan C., de Tucumán, Argentina, 51 años, casado, dos hijos, afectado de una enfermedad maligna en los huesos (Sarcoma de Ewing) que le afecta especialmente uno de sus brazos y antebrazo, esperando que los tratamientos sean efectivos. Lo encomendamos a la mediación de la Santísima Virgen para que Ella ruegue a Jesús por su sanación.

Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.

¡Hasta mañana! con Madre Teresa
Marzo 19
Sabemos cuánto amaba San José a María. Cuando descubrió que estaba embarazada, pudo pensar en lo peor, o bien, haberse dirigido directamente al sumo sacerdote y presentar contra ella la acusación de adulterio. Pero no, no lo hizo, porque la amaba con ternura. Él habría preferido ser apedreado a que María fuera lapidada. Aquí tenemos un ejemplo de amor tierno, de mutua solicitud. Y un ángel dijo a San José en sueños: “Este hijo es Hijo del mismo Dios”. Si el padre y la madre son solícitos el uno con el otro, naturalmente los hijos aprenderán de ellos. Y cuando llegue el momento de que sean padres, sabrán qué hacer y cómo hacerlo.
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

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