domingo, 22 de diciembre de 2019

Pequeñas Semillitas 4200

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 14 - Número 4200 ~ Domingo 22 de Diciembre de 2019
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
A los dos primeros capítulos del Evangelio de Mateo se les ha llamado el Evangelio de José, puesto que es él el que representa el papel principal frente a las intervenciones de Dios. Es una narración con fuerte sabor bíblico: “José, su esposo, que era un hombre justo...” Observa estrictamente la ley, dando así pruebas de su bondad. El ángel dice a José: “No temas”, y María experimentó el mismo sentimiento ante el misterio de Dios.
Hoy, José está conmovido por la duda ante el Hijo de Dios que va a entrar en su vida y en su propia casa. Pues, con su prometida, será el lugar de acogida, el punto de contacto entre Dios y la humanidad. Es sin duda alguna el momento más bello de su vida. Es también el punto culminante de la historia del mundo: Dios infinitamente grande se prepara para entrar en la humildad de nuestra existencia para transformarnos y hacer de nosotros seres nuevos, hijas e hijos de Dios, gracias a la acogida consciente de dos jóvenes prometidos.

¡Buenos días!
Oración de Navidad
“Regala tiempo: acuérdate de un viejo amigo. Come con alguna persona solitaria. Regala esperanza: vive lleno de alegría. Levanta el ánimo a un niño. Regala paz: perdona a un enemigo. Arregla diferencias. Regala parte de ti mismo: compórtate con ternura. ¡Regala amor y siempre será Navidad!”  Y ahora una oración del P. Víctor Manuel Fernández:

Señor, hoy celebro tu nacimiento, el día que viste la luz de este mundo con ojos como los nuestros, el día en que tu luz se derramó maravillosamente sobre esta tierra amada. ¡Gracias, Señor, porque puedo celebrarlo una vez más! Quizás no me he preparado como debía, pero sé que tu amor va más allá de todo eso, y que no vienes a reprocharme cosas sino a bendecirme, a darme aliento, a decirme que estás conmigo, a recordarme que me amas. ¡Gracias, mi amigo, gracias mi luz, gracias mi fortaleza! Porque sé que haberte conocido no es lo mismo que no tenerte, porque sé que mi vida no sería igual si no te hubiera encontrado. ¡Gracias, Jesús!

“Si tienes tristeza, alégrate, la Navidad es gozo. Si tienes enemigos, reconcíliate, la Navidad es paz. Si tienes amigos, búscalos, la Navidad es encuentro. Si tienes padres a tu lado, ayúdalos, la Navidad es don. Si tienes soberbia, sepúltala, la Navidad es humildad. Si tienes deudas, págalas, la Navidad es justicia. Si tienes pecados, conviértete, la Navidad es gracia”. Feliz Navidad con Jesús y tu familia.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Is 7, 10-14

Salmo: Sal 23, 1-6

Segunda Lectura: Rom 1, 1-7

Santo Evangelio: Mt 1,18-24
La generación de Jesucristo fue de esta manera: Su madre, María, estaba desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo. Su marido José, como era justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto.
Así lo tenía planeado, cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados». Todo esto sucedió para que se cumpliese el oráculo del Señor por medio del profeta: «Ved que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que traducido significa: ‘Dios con nosotros’». Despertado José del sueño, hizo como el Ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer.

Comentario:
Hoy, la liturgia de la Palabra nos invita a considerar y admirar la figura de san José, un hombre verdaderamente bueno. De María, la Madre de Dios, se ha dicho que era bendita entre todas las mujeres (cf. Lc 1,42). De José se ha escrito que era justo (cf. Mt 1,19).
Todos debemos a Dios Padre Creador nuestra identidad individual como personas hechas a su imagen y semejanza, con libertad real y radical. Y con la respuesta a esta libertad podemos dar gloria a Dios, como se merece o, también, hacer de nosotros algo no grato a los ojos de Dios.
No dudemos de que José, con su trabajo, con su compromiso en su entorno familiar y social “se ganó el Corazón” del Creador, considerándolo como hombre de confianza en la colaboración en la Redención humana por medio de su Hijo hecho hombre como nosotros.
Aprendamos, pues, de san José su fidelidad —probada ya desde el inicio— y su buen cumplimiento durante el resto de su vida, unida —estrechamente— a Jesús y a María.
Lo hacemos patrón e intercesor para todos los padres, biológicos o no, que en este mundo han de ayudar a sus hijos a dar una respuesta semejante a la de él. Lo hacemos patrón de la Iglesia, como entidad ligada, estrechamente, a su Hijo, y continuamos oyendo las palabras de María cuando encuentra al Niño Jesús que se había “perdido” en el Templo: «Tu padre y yo...» (Lc 2,48).
Con María, por tanto, Madre nuestra, encontramos a José como padre. Santa Teresa de Jesús dejó escrito: «Tomé por abogado y señor al glorioso san José, y me encomendaré mucho a él (...). No me acuerdo hasta ahora haberle suplicado cosa que la haya dejado de hacer».
Especialmente padre para aquellos que hemos oído la llamada del Señor a ocupar, por el ministerio sacerdotal, el lugar que nos cede Jesucristo para sacar adelante su Iglesia: ¡San José glorioso!: protege a nuestras familias, protege a nuestras comunidades; protege a todos aquellos que oyen la llamada a la vocación sacerdotal... y que haya muchos.
Rev. D. Pere GRAU i Andreu (Les Planes, Barcelona, España)

Palabras de San Juan Pablo II
“La Navidad, misterio de alegría. En esa noche los ángeles han cantado: «Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que Dios ama» (Lc 2, 14). Han anunciado el acontecimiento a los pastores como «una gran alegría, que lo será para todo el pueblo» (Lc 2, 10). Alegría, incluso estando lejos de casa, la pobreza del pesebre, la indiferencia del pueblo, la hostilidad del poder. Misterio de alegría a pesar de todo, porque «hoy os ha nacido, en la ciudad de David, un salvador» (Lc 2, 11). De este mismo gozo participa la Iglesia, inundada por la luz del Hijo de Dios: las tinieblas jamás podrán apagarla. Es la gloria del Verbo eterno, que, por amor, se ha hecho uno de los nuestros”.


AVISO DE BREVE AUSENCIA 
Se avisa a los lectores de “Pequeñas Semillitas”
que esta página no se publicará desde el lunes 23 de Diciembre
y hasta los primeros días de Enero 2020
por breve descanso del autor.
¡Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo!


Predicación del Evangelio:
“José, hijo de David, no temas”
El personaje central de este IV domingo de Adviento es san José, quien ocupa un lugar destacadísimo, aunque muy discreto, dentro del plan de salvación.

En general, las imágenes que representan a José han contribuido a difundir la idea de que se trataba de un hombre viejo, destinado a convertirse en el esposo de una joven y hermosa campesina judía. Superemos la imagen de José como un “adulto mayor” que, por razones de conveniencia, está comprometido con María. Erradiquemos este imaginario de una pareja despareja…

Veamos a José como un joven artesano, profundamente enamorado de una lugareña llamada María, con la cual desea constituir una familia. Todas sus ilusiones se derrumban cuando se da cuenta de que su prometida está embarazada, y como “era un hombre de bien y no quería exponerla a la infamia, decidió romper su compromiso en secreto”.

El texto de Mateo sugiere un sobrio perfil de este singular personaje; recapitulemos los principales rasgos:
- Se trata de un joven que está profundamente enamorado de su prometida.
- Ese amor, que se encamina hacia el matrimonio, se ve gravemente amenazado.
- La solidez de su fe judía le permite reconocer la acción de Dios, aceptarla gozosamente y colaborar con ella.
- La experiencia de fe, simbolizada en la aparición del ángel quien le habla en sueños, lo lleva resignificar su relación con María; disipadas las dudas, su amor de pareja entra en una nueva dimensión y se integra dentro del plan de salvación.
- La transformación interior de José se lleva a cabo dentro de la mayor discreción; es muy poco lo que conocemos de él pues el Nuevo Testamento ofrece escasos elementos.

Los textos bíblicos afirman que Jesús desciende de la familia del rey David y, en cuanto tal, es heredero de una promesa, y su historia personal se entrelaza con la historia de su pueblo. Ante la ley judía, José es el padre legal de Jesús y, por tanto, éste comparte la genealogía de José.

El texto del evangelista Mateo nos sugiere una doble dimensión de Jesús:
- Como lo acabamos de ver, frente a la ley judía su genealogía se remonta hasta la gran figura de la historia de Israel, el rey David.
- Pero su concepción no ha sido según los procesos humanos sino que ha sido fruto de la intervención del Espíritu Santo, con lo cual su identidad davídica adquiere resonancias y significaciones nuevas.
- En Jesús se recapitula toda la historia de Israel y como miembro de la estirpe de David es heredero de la promesa; y como ha sido concebido de manera excepcional por la acción del Espíritu, con Él se inicia un capítulo totalmente original de la historia de la salvación, se abren unos cielos nuevos y una tierra nueva.

Que la figura de José sea un sólido punto de referencia para nuestra vida espiritual: es el hombre de fe que colabora sin reservas en el plan de salvación; y asume sus responsabilidades con total discreción, siendo ajeno a los protagonismos. Tenemos mucho que aprender de él.
Padre Jorge Humberto Peláez SJ

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Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Viniste, Señor Jesús, y entraste de lleno en la historia humana. Llegaste con la intención de quedarte siempre con tus hermanos, los hombres y mujeres de la tierra. Decidiste compartir sus alegrías y fatigas e hiciste tuyos sus aciertos y fracasos. Ocupaste un puesto en la aventura humana y siendo uno más entre muchos ofreciste el Don de Dios a manos llenas.
Quienes te conocieron y recibieron se sintieron afortunados estando a tu lado. Ellos admiraron tu entrañable humanidad reflejada en la cercanía y el trato con todos. Quedaron sobrecogidos ante tu humildad y libertad, y prendados de tu amor verdadero.
Felices ellos pues te hospedaron en su casa y te acogieron como el Esperado de todos los tiempos. Y felices nosotros discípulos, apoyados en la fe por aquellos que te reconocieron Hijo del Hombre e Hijo del Altísimo, te decimos con anhelo sincero: «Ven a nuestra casa, Señor».

Cinco minutos con Jesús
Diciembre 22
Cristo en todas partes: en la fábrica, en el taller, en la oficina, en la calle, en los lugares de diversión, en el Parlamento, en la escuela, en el hogar.
Cristo en todos y para todos; en todo y para todo.
Cristo siempre está entre nosotros. Hay que saber descubrirlo, hay que escucharlo y verlo.
El Cristo de la Eucaristía y el Cristo de la humanidad es un mismo Cristo; sería un gran error pretender comer el Cuerpo de Cristo en la mesa del altar y no hacer nada por dar de comer a los miembros hambrientos del Cristo sin pan, ni mes ni hogar.
(Padre Alfonso Milagro)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

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sábado, 21 de diciembre de 2019

Pequeñas Semillitas 4199

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 14 - Número 4199 ~ Sábado 21 de Diciembre de 2019
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
La Navidad es una época donde la reflexión debe estar a la orden del día, sobre todo para aquellos que la viven en todo su sentido espiritual y en su significado de unión y amor.
Dicen que la Navidad no es una fecha... es un sentimiento. Y como tal, debemos vivirlo en nuestros corazones. Cuando llega la Navidad, nos viene el mismo calor que sentíamos cuando éramos niños, el mismo calor que hoy envuelve nuestro corazón y nuestro hogar.
La Navidad es la ternura del pasado, el valor del presente y la esperanza del futuro. Es el deseo más sincero de que cada taza se rebose con bendiciones ricas y eternas, y de que cada camino nos lleve a la paz.
Hagamos el firme propósito de vivir esta próxima Navidad con estos pensamientos en nuestra mente, con un profundo espíritu religioso y alejados de todo lo mundano, consumista, material e intrascendente.
Que así sea.

¡Buenos días!
Tesoro bajo tierra
No hay duda de que tu vida es el resultado de tus pensamientos habituales. Sí, si tienes pensamientos felices, serás feliz. Si tienes pensamientos desdichados, serás desdichado. Si tienes pensamientos temerosos, tendrás miedo. Si piensas en el fracaso, seguramente fracasarás. Según un hombre piensa en su corazón, así es él. Elige bien.

Un labrador oyó un ruido bajo la rueda del rastrillo de su arado. Miró con curiosidad, y descubrió desenterrado un cofre lleno de monedas de oro. ¡Qué suerte! - dijo -. Pero después de imaginar todo lo que podría comprar, decidió volver a enterrarlo. Lo reservaría como seguridad en caso de tiempos duros. Esta precaución cambió totalmente su carácter: se volvió sereno, cordial, tolerante, agradable. Sus últimas horas llegaron y antes de morir, reveló a sus hijos el secreto. Al día siguiente de su muerte, sus hijos encontraron el cofre, pero estaba vacío. Alguien se había llevado las monedas de oro…

El tesoro que el labrador escondió prudentemente en la tierra cambió sus pensamientos de tal modo que pudo desempeñarse en la vida con una nueva personalidad: segura y confiada. Esta actitud mental le atrajo prosperidad, buenas relaciones, excelentes negocios. Los tiempos duros que tanto temía, no llegaron. Cultiva la sana confianza.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Cant 2, 8-14

Salmo: Sal 32, 2-3. 11-12. 20-21

Santo Evangelio: Lc 1,39-45
En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!».

Comentario:
Hoy, el texto del Evangelio corresponde al segundo misterio de gozo: la «Visitación de María a su prima Isabel». ¡Es realmente un misterio! ¡Una silenciosa explosión de un gozo profundo como nunca la historia nos había narrado! Es el gozo de María, que acaba de ser madre, por obra y gracia del Espíritu Santo. La palabra latina “gaudium” expresa un gozo profundo, íntimo, que no estalla por fuera. A pesar de eso, las montañas de Judá se cubrieron de gozo. María exultaba como una madre que acaba de saber que espera un hijo. ¡Y qué Hijo! Un Hijo que peregrinaba, ya antes de nacer, por senderos pedregosos que conducían hasta Ain Karen, arropado en el corazón y en los brazos de María.
Gozo en el alma y en el rostro de Isabel, y en el niño que salta de alegría dentro de sus entrañas. Las palabras de la prima de María traspasarán los tiempos: «¡Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre!» (cf. Lc 1,42). El rezo del Rosario, como fuente de gozo, es una de las nuevas perspectivas descubiertas por San Juan Pablo II en su Carta apostólica sobre El Rosario de la Virgen María.
La alegría es inseparable de la fe. «¿De dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí?» (Lc 1,43). La alegría de Dios y de María se ha esparcido por todo el mundo. Para darle paso, basta con abrirse por la fe a la acción constante de Dios en nuestra vida, y recorrer camino con el Niño, con Aquella que ha creído, y de la mano enamorada y fuerte de san José. Por los caminos de la tierra, por el asfalto o por los adoquines o terrenos fangosos, un cristiano lleva consigo, siempre, dos dimensiones de la fe: la unión con Dios y el servicio a los otros. Todo bien aunado: con una unidad de vida que impida que haya una solución de continuidad entre una cosa y otra.
Rev. D. Àngel CALDAS i Bosch (Salt, Girona, España)

Santoral Católico:
San Pedro Canisio
Doctor de la Iglesia
Nació el año 1521 en Nimega (Holanda). Estudió en Lovaina y Colonia. En esta ciudad frecuentaba el monasterio de los cartujos, pero la lectura de los Ejercicios de san Ignacio y el practicarlos con el beato Pedro Fabro lo decidieron a entrar en la Compañía de Jesús en 1543. Fue ordenado de sacerdote el año 1546. Publicó las obras de varios Santos Padres. Participó activamente en el Concilio de Trento como teólogo. San Ignacio lo llamó a Roma y luego lo envió a Mesina y a Bolonia. Destinado a Alemania, desarrolló durante treinta años una valiente labor de defensa de la fe católica con sus escritos y predicación, contra las entonces recientes doctrinas protestantes. Su intensa y fructífera labor le valió el título de apóstol de Alemania. Publicó numerosas obras, entre las cuales destaca su Catecismo. Fue provincial de Alemania, consejero de príncipes y papas, estuvo presente en los principales acontecimientos de la Iglesia de su tiempo. Murió en Friburgo de Suiza el 21 de diciembre de 1597.
Oración: Señor, Dios nuestro, que fortaleciste a san Pedro Canisio con la virtud y la ciencia para salvaguardar la unidad de la fe, concede a la comunidad de creyentes perseverar en la confesión de tu nombre, y a todos los que buscan la verdad el gozo de encontrarte. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa – Catholic.net

Palabras del Santo Padre Pío
«Todas las fiestas de la Iglesia son hermosas… la Pascua, sí, es la glorificación… pero la Navidad posee una ternura, una dulzura infantil que me atrapa todo el corazón. Que el Niño Jesús te colme de sus divinos carismas, te haga probar las alegrías de los pastores y de los ángeles y te revista todo con el fuego de esa caridad por la que se hizo el más pequeño de nosotros, y te convierta en un niño pequeño lleno de amabilidad, sencillez y amor»

AVISO DE BREVE AUSENCIA
 
Se avisa a los lectores de “Pequeñas Semillitas”
que esta página no se publicará desde el lunes 23 de Diciembre
y hasta los primeros días de Enero 2020
por breve descanso del autor.
Muchas gracias.

Tema del día:
¿Dónde nació Jesús?
Preguntemos a María Magdalena dónde y cuándo nació Jesús. Y ella nos responderá: ‘Jesús nació en Betania. Fue cierta vez, que su voz, tan llena de pureza y santidad, despertó en mí la sensación de una vida nueva con la cual hasta entonces jamás hube soñado’

Preguntemos a Francisco de Asís lo que él sabe sobre el nacimiento de Jesús. Y él nos responderá: ‘Él nació el día en que, en la plaza de Asís, entregué mi bolsa, mis ropas y hasta mi nombre para seguirlo, pues sabía que solamente Él es la fuente inagotable de Amor’

Preguntemos a Pedro cuándo nació Jesús. El responderá: ‘Jesús nació en el patio del palacio de Caifás, en la noche en que el gallo cantó por tercera vez, en el momento en que yo lo había negado. Fue en ese instante que despertó mi conciencia para la verdadera vida’

Preguntemos a Paulo de Tarso cuándo se dio el nacimiento de Jesús. Y él nos responderá: ‘Jesús nació en el camino de Damasco cuando, envuelto por una intensa luz que me dejó invidente, pude ver la figura noble y serena que me preguntaba: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Y en la ceguera, pasé a ver un mundo nuevo, cuando le dije: Señor ¿qué quieres que yo haga?’

Preguntamos a Joana de Cusa cuándo nació Jesús. Ella nos responderá: ‘Jesús nació el día en que, amarrada al poste del circo de Roma, oí el pueblo gritar: -¡Niégalo! ¡Niégalo! Y el soldado, con la antorcha se acerca, diciendo: Este Cristo ¿te enseñó sólo a morir? Fue en este instante, que sintiendo el fuego subir por mi cuerpo, pude, con toda certeza y sinceridad decir: No, no me enseñó sólo eso. ¡Jesús me enseñó también a AMARLO!’

Preguntemos a Tomás dónde y cuándo nace Jesús. Él nos responderá: ‘Jesús nació aquel día inolvidable en que Él me pidió tocar sus llagas y me fue posible testificar que la muerte no tenía poder sobre el Hijo de Dios. Sólo entonces comprendí el sentido de las palabras: ¡Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida!’

Preguntemos a Juan Bautista dónde y cuándo nace Jesús. Él nos responderá: ‘Jesús nació en el instante en que llegando al Río Jordán, me pidió que lo bautizara. Y, ante la profundidad de su mirada y la majestad de su figura, pude oír el mensaje de lo Alto: “Este es mi hijo amado, en el cual puse mi complacencia”. ¡Comprendí que había llegado el momento de Él crecer y yo disminuir, para la Gloria de Dios Padre!’

Preguntemos a Lázaro dónde y cuándo nació Jesús. Él nos responderá: ‘Jesús nació en Betania, en la tarde en que visitó mi tumba y dijo: -¡Lázaro! ¡Levántate! -En este momento comprendí, finalmente quién era Él: ¡La Resurrección y la Vida!’

Preguntemos a Judas dónde y cuándo nació Jesús. Él nos responderá: ‘Jesús nació en el instante en que asistía a su juzgamiento y a su condenación. Comprendí que Jesús estaba encima de todos los tesoros terrenos.’

Preguntemos finalmente a María de Nazaret, dónde y cuándo nació Jesús. Ella nos responderá: ‘Jesús nació en Belén, bajo las estrellas, que eran focos de luces guiando los pastores y sus ovejas a la cuna de paja. ¡Fue cuando lo tomé en mis brazos por primera vez y sentí cumplirse la promesa de un nuevo tiempo a través de aquel Niño que Dios hubo enviado al mundo, para enseñar a los hombres la ley mayor del Amor…’

Y para nosotros... ¿Cuándo nació Jesús?

Dejad al Niño Dios nacer en tu corazón en Navidad. Que Él venga a traernos Fe, Amor y Paz, para que nosotros experimentemos vivir la ley mayor del Amor.

Un minuto con María
María es ante todo «la que creyó», tal como lo declara su prima Isabel en la Visitación. Si es importante enfatizar el lugar determinante de la fe en la vida de la Virgen, es porque el pecado original es primero una cuestión de fe antes que un asunto de actos transgresores y reprensibles. En la historia de la caída de Adán y Eva del libro del Génesis, la primera pareja de la historia cae porque cree en las afirmaciones de la serpiente que presenta a Dios como un maestro celoso, suspicaz, desconfiado, avaro y temeroso de la competencia. Al escuchar esta voz demoníaca, Adán y Eva pierden la fe recta en la bondad de Dios, el cual deja de ser para ellos un Padre lleno de solicitud y amor.
Por el contrario, si una nueva era de la historia de la humanidad comienza con María, es porque quien se convertirá en la madre del Hijo de la promesa, Jesús, creyó en las promesas de Dios cuando este le anunció en la voz del ángel Gabriel, que daría a luz al Hijo del Altísimo. Del mismo modo, creerá a los pies de la Cruz, ¡y en qué condiciones!
Para María, Dios sigue siendo el Padre de Israel y de toda la humanidad. Nunca dudó de su profunda bondad, simplemente porque permaneció ajena a las huellas del pecado original. Así, orar a la Virgen es orar para crecer en la fe. Y cuanto más creemos en la paternidad amorosa de Dios, más celosos estaremos de embellecer a la esposa que le ha dado a su Hijo: la Iglesia.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras patologías graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Cinco minutos con Jesús
Diciembre 21
Evangelizar es invitar a la aceptación de Jesucristo, por la convicción de que él y solamente él es nuestro Salvador; evangelizar a todos: a los ricos y a los pobres, a los cultos y a los incultos, a hombres y a mujeres, a empleados, obreros y patrones, a profesionales y jubilados, a policías, taxistas y enfermeros, a maestros, maestras, profesores y docentes en general, a diariero y carteros, a médicos y abogados... Evangelizar es hacer conocer que Cristo es el Salvador de todos; absolutamente de todos, sin excepción de ninguna clase.
Porque Cristo salva lo mismo al linyera que al banquero; y Cristo no solamente salva al hombre, sino que debe ser el Salvador en cualquier circunstancia, promoviendo al hombre y haciéndolo solidario.
(Padre Alfonso Milagro)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
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viernes, 20 de diciembre de 2019

Pequeñas Semillitas 4198

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 14 - Número 4198 ~ Viernes 20 de Diciembre de 2019
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Vivir la Navidad es asumir un programa de vida que nos lleve a un nuevo nacimiento personal. Con Navidad se nos ofrece la posibilidad de una nueva vida, porque a veces nos endurecemos y quedamos atrapados por la indiferencia y el pecado. El nacimiento de Jesús grita a nuestro corazón que para Dios es posible lo imposible, que siempre está la posibilidad de hacernos niños para así entrar en el Reino de Dios. Esta es la alegría de nuestra Navidad: creer en un nuevo nacimiento a una vida más humana y cristiana. “Si las semillas sembradas en tierra negra pueden llegar a convertirse en rosas tan bellas, ¿qué no puede llegar a ser el corazón del hombre en su largo camino hacia las estrellas?” (Gilberto Chesterton)

¡Buenos días!
Dominio de sí mismo
La ira es fuente de males más graves que aquellos que la causan. Corta las raíces de la irritación que no están fuera sino en nuestro corazón: egoísmo, incomprensión, impaciencia... Aprecia los valores espirituales y permanecerás imperturbable ante las crisis, que se solucionan con la calma, pero se ahondan con el enfado.

Cuando yo era niño, mi padre solía contar hasta diez en voz alta cada vez que se encolerizaba con mis hermanas y conmigo. Cuando mayor, yo mejoré esa estrategia incorporando el uso de la respiración. Cuando empiezo a enojarme, respiro profundamente y mientras lo hago, digo el número uno. A continuación, relajo todo el cuerpo mientras espiro. Luego repito el mismo proceso hasta el número diez. Esta combinación de contar y respirar resulta tan relajante que te será casi imposible continuar enojado cuando acabes. El tiempo invertido contribuye a desdramatizar las situaciones.

Es imposible que en el curso de todo un día no nos sobrevenga algún que otro contratiempo: pequeños accidentes o dificultades que nos apenan y mortifican. ¿No es esto un obstáculo permanente para la felicidad? De ninguna manera, si sabemos conservar la paz y la alegría cuando sobrevienen estas contrariedades.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Is 7, 10-14

Salmo: Sal 23, 1-4ab. 5-6

Santo Evangelio: Lc 1,26-38
Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».
Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin».
María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?». El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y éste es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios». Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». Y el ángel dejándola se fue.

Comentario:
Hoy contemplamos, una vez más, esta escena impresionante de la Anunciación. Dios, siempre fiel a sus promesas, a través del ángel Gabriel hace saber a María que es la escogida para traer al Salvador al mundo. Tal como el Señor suele actuar, el acontecimiento más grandioso para la historia de la Humanidad —el Creador y Señor de todas las cosas se hace hombre como nosotros— pasa de la manera más sencilla: una chica joven, en un pueblo pequeño de Galilea, sin espectáculo.
El modo es sencillo; el acontecimiento es inmenso. Como son también inmensas las virtudes de la Virgen María: llena de gracia, el Señor está con Ella, humilde, sencilla, disponible ante la voluntad de Dios, generosa. Dios tiene sus planes para Ella, como para ti y para mí, pero Él espera la cooperación libre y amorosa de cada uno para llevarlos a término. María nos da ejemplo de ello: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra» (Lc 1,38). No es tan sólo un sí al mensaje del ángel; es un ponerse en todo en las manos del Padre-Dios, un abandonarse confiadamente a su providencia entrañable, un decir sí a dejar hacer al Señor ahora y en todas las circunstancias de su vida.
De la respuesta de María, así como de nuestra respuesta a lo que Dios nos pide —escribe san Josemaría— «no lo olvides, dependen muchas cosas grandes».
Nos estamos preparando para celebrar la fiesta de Navidad. La mejor manera de hacerlo es permanecer cerca de María, contemplando su vida y procurando imitar sus virtudes para poder acoger al Señor con un corazón bien dispuesto: —¿Qué espera Dios de mí, ahora, hoy, en mi trabajo, con esta persona que trato, en la relación con Él? Son situaciones pequeñas de cada día, pero, ¡depende tanto de la respuesta que demos!
Rev. D. Jordi PASCUAL i Bancells (Salt, Girona, España)

Santoral Católico:
Santo Domingo de Silos
Abad
Nació en el pueblo de Cañas (La Rioja, España) hacia el año 1000. En su juventud fue pastor y empezó a sentir gusto por la soledad y el silencio, llevando vida de ermitaño. Decidió abrazar la vida religiosa e ingresó en el monasterio de San Millán de la Cogolla. Sus cualidades y su observancia de la Regla hicieron que pronto lo nombraran prior del monasterio. Como tal tuvo un conflicto con el rey García III de Navarra a causa de las posesiones del monasterio y del pago de tributos. El rey lo desterró, y lo acogió en seguida Fernando I, rey de Castilla, quien le ofreció el monasterio de Silos (Burgos), entonces en decadencia material y espiritual. Elegido abad del mismo, restauró el edificio, restableció la disciplina monástica y la práctica de la alabanza continua a Dios. El monasterio se convirtió en uno de los más prósperos de España. También se ocupó en rescatar a cristianos cautivos de los musulmanes. Murió el 20 de diciembre de 1073.-
Oración: Oh Dios, que adornaste a tu Iglesia con los méritos de la preclara vida de santo Domingo de Silos, tu confesor, y la alegraste con los gloriosos milagros en la liberación de los cautivos; concede a tus siervos ser instruidos con sus ejemplos y, por su patrocinio, ser liberados de toda esclavitud de los vicios. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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© Directorio Franciscano – Aciprensa – Catholic.net

Pensamiento del día
“El Adviento mantiene viva la espera de Cristo, que vendrá para visitarnos con su salvación, realizando plenamente su Reino de justicia y de paz. La evocación anual del nacimiento del Mesías en Belén renueva en el corazón de los creyentes la certeza de que Dios es fiel a sus promesas. El Adviento es, por tanto, un poderoso anuncio de esperanza que afecta en profundidad a nuestra experiencia personal y comunitaria”.

AVISO DE BREVE AUSENCIA 
Se avisa a los lectores de “Pequeñas Semillitas”
que esta página no se publicará desde el lunes 23 de Diciembre
y hasta los primeros días de Enero 2020
por breve descanso del autor.
Muchas gracias.

Tema del día:
Oración a San José
San José, Custodio de Nuestro Señor Jesús:
San José, ruega a Jesús que venga a mi corazón y lo inflame de caridad.
San José, ruega a Jesús que venga a mi inteligencia y la ilumine.
San José, ruega a Jesús que venga a mi voluntad y la fortalezca.
San José, ruega a Jesús que venga a mis pensamientos y los purifique.
San José, ruega a Jesús que venga a mis afectos y los ordene.
San José, ruega a Jesús que venga a mis deseos y los dirija.
San José, ruega a Jesús que venga a mis acciones y las bendiga.
San José, haz que Jesús me done su Santo Amor.
San José, haz que Jesús me done la imitación de sus virtudes.
San José, haz que Jesús me done la verdadera humildad de espíritu.
San José, haz que Jesús me done la paz del alma.
San José, que Jesús me done el santo temor de Dios.
San José, que Jesús me done el deseo de la perfección.
San José, haz que Jesús me done la dulzura de carácter.
San José, que Jesús me done un corazón puro y caritativo.
San José, haz que Jesús me done la gracia de soportar con paciencia los sufrimientos de la vida.
San José, por el amor que le diste a Jesús ayúdame a amarlo de verdad.
San José, recíbeme y protégeme como tu fiel devoto.
San José, yo me pongo en tus manos, acéptame y socórreme.
San José, no me abandones en la hora de mi muerte.
Amén.

Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
En estos días previos a la Navidad, detengamos nuestro pensamiento un momento en cuáles son las cosas más lindas que podemos regalar y regalarnos:
- La sonrisa: Es la tarjeta de presentación de las personas saludables. Distribúyala gentilmente.
- El diálogo: Es el puente que une las dos orillas. Transítelo bastante.
- La bondad: Es la flor más atractiva del jardín, de un corazón bien cultivado. Plante estas flores.
- La alegría: Es el perfume gratificante, fruto del deber cumplido. El mundo necesita de este perfume.
- La fe: Es la brújula cierta para los navíos errantes, inciertos, buscando las playas de la eternidad. Utilícela siempre.
- El amor: Es la mejor música en la partitura de la vida. Sin ella, usted será un eterno desafinado.
- La esperanza: Es el buen viento empujando las velas de nuestro barco. Llámelo hacia el interior de su vida diaria.
- La paz interior: Es la mejor almohada para el sueño de la tranquilidad. Viva en paz con los demás, con Dios y tendrá paz consigo mismo.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras patologías graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración para Yanila, una mujer muy joven que vive en Venezuela y tiene un tumor en el cuello. Que la Santísima Virgen del Adviento, interceda ante Jesús por ella para que en este bendito tiempo de Navidad se dé la gracia de su sanación.

Pedimos oración para Brígida, de Cuba, que lleva ya seis meses en recuperación por una fractura compleja en una pierna debida a un accidente. Rogamos al Niño de Belén que acelere la osificación y pronto pueda caminar ya sin yeso ni secuelas.

Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.

Cinco minutos con Jesús
Diciembre 20
Ese anuncio de Cristo, ese predicar a Cristo, ese dar a conocer a Cristo, ese gritar a todo viento y a toda voz, oportuna e inoportunamente, como dice el apóstol Pablo, que Jesucristo es el Salvador, que solamente en Cristo podemos tener esperanza, pero que la esperanza en Cristo es una esperanza cierta y fundada; ese aprovechar la oportunidad para iluminar las tinieblas que nos circundan con la Luz, que es Cristo; ese presentar a todos, no tanto un sistema filosófico, político o social, cuanto una persona, que es el Camino, la Verdad y la Vida: Cristo, en el que se halla, en el que únicamente se halla la iluminación de todos los problemas y los caminos de solución para todos los problemas y los caminos de solución para todas las situaciones de opresión, injusticia y miseria que están ahogando al mundo actual.
Ese es el anuncio de la salvación, la proclamación “kerigmática”; eso es encender una antorcha que ilumine la ruta del hombre y del mundo; eso es enseñarle a este mundo, que se debate en la negrura de un horizonte sin salida, que sí hay esperanza, que no está todo perdido, que si el hombre y el mundo de hoy se hallan desesperados y agónicos es porque aún no acudieron al único que es capaz de remediar sus males.
Esa primera proclamación de la fe, ese evangelizar al mundo, constituye la razón de ser del cristianismo. Evangelizar es dar a conocer el Evangelio, la Buena Noticia de que el Señor Jesús ha venido para estar con nosotros y ha querido quedarse con nosotros, porque nos quiere salvar.
(Padre Alfonso Milagro)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

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