PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
13 - Número 3688 ~ Domingo 24 de Junio de 2018
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Lo
último que se puede perder en el mundo, es la esperanza. Desgraciadamente, esta
vitamina, es un bien escaso en el entorno donde nos desenvolvemos.
¡Son
tantas las promesas incumplidas! ¡Es
tanto lo que se nos dice, y tan poco lo que se hace! ¡Tan pocas las voces que inviten a la alegría
auténtica y no adulterada!
El
pueblo, en aquel momento del nacimiento del Bautista, estaba expectante.
Ansiaba una palabra de aliento. Oteaba el cielo con el único afán de que,
abriéndose sus puertas, bajase una voz que alentase, animase y levantase a todo
oprimido.
La
grandeza de Juan Bautista fue que supo desaparecer para que brillase, más
tarde, la auténtica luz. Fue como ese cirio de cera que, para iluminar la
belleza, se desgasta aún a riesgo de desaparecer.
Su
voz, en el árido desierto, impresionará ante la llegada del Salvador. Austero y
huyendo de toda riqueza, predicador y elocuente, incisivo y certero, sabía que
su misión era precisamente preparar los caminos para que, el Mesías, entrase
sin muchas complicaciones ni contratiempos en la vida de los que esperaban un
salvador.
¡Juan
Bautista, el vocero de Dios!
Padre Javier Leoz
¡Buenos días!
No saben lo feliz que soy
La
gran estrella del teatro de París, Eva Lavallière (1866-1929), había llevado
una vida tan pobre moralmente que era una verdadera calamidad. Fama, joyas,
amores..., tenía todo, no le faltaba nada, era la reina indiscutida en aquellos
años primeros del siglo XX. Sin embargo, Eva Lavallière se sentía vacía y
triste por dentro. Hasta que le viene la luz de Dios, se convierte y se da al
Señor sin mezquindades.
Nadie sabe lo que pasa. Se busca a la famosa
estrella, y nadie da con ella. Al fin, dos amigas íntimas encuentran su
escondrijo. Y una de ellas exclama gozosa: —¡Por fin terminó la broma y se
aclaró el misterio! ¿Vienes para la gira americana? Llegas a tiempo para
participar en la excursión de estrellas, y no va a faltar la más brillante...
Se sospechaba que te habías escondido en Lourdes, y ya te íbamos a buscar allá.
¿Vienes, sí o no?
La
encantadora Lavallière no cede: —¡No, no voy, y no se empeñen, pues no lo van a
conseguir! Mi propósito es muy otro. La otra amiga insiste, pero se le
humedecen los ojos cuando sigue hablando la Lavallière: — Les deseo a ustedes
todo el éxito que yo tengo ahora: no saben lo feliz que soy con la gracia de
Dios. Sí, aunque no lo crean, jamás me he sentido tan feliz como desde el
momento en que he conocido a Dios y lo llevo dentro… Y se hizo terciaria
franciscana (A. Peña).
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas de hoy
♥ Primera lectura: Is 49, 1-6
♥ Salmo: Sal 138, 1-3. 13-15
♥ Segunda lectura: Hech 13, 22-26
♥ SANTO EVANGELIO: Lc 1,57-66.80
Se le cumplió a Isabel el tiempo de dar a luz, y tuvo
un hijo. Oyeron sus vecinos y parientes que el Señor le había hecho gran
misericordia, y se congratulaban con ella. Y sucedió que al octavo día fueron a
circuncidar al niño, y querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías, pero su
madre, tomando la palabra, dijo: «No; se ha de llamar Juan». Le decían: «No hay
nadie en tu parentela que tenga ese nombre». Y preguntaban por señas a su padre
cómo quería que se le llamase. Él pidió una tablilla y escribió: ‘Juan es su
nombre’. Y todos quedaron admirados.
Y al punto se abrió su boca y su lengua, y hablaba
bendiciendo a Dios. Invadió el temor a todos sus vecinos, y en toda la montaña
de Judea se comentaban todas estas cosas; todos los que las oían las grababan
en su corazón, diciendo: «Pues ¿qué será este niño?». Porque, en efecto, la
mano del Señor estaba con él. El niño crecía y su espíritu se fortalecía; vivió
en los desiertos hasta el día de su manifestación a Israel.
♥ Comentario:
Hoy, celebramos solemnemente el nacimiento del
Bautista. San Juan es un hombre de grandes contrastes: vive el silencio del
desierto, pero desde allí mueve las masas y las invita con voz convincente a la
conversión; es humilde para reconocer que él tan sólo es la voz, no la Palabra,
pero no tiene pelos en la lengua y es capaz de acusar y denunciar las
injusticias incluso a los mismos reyes; invita a sus discípulos a ir hacia
Jesús, pero no rechaza conversar con el rey Herodes mientras está en prisión.
Silencioso y humilde, es también valiente y decidido hasta derramar su sangre.
¡Juan Bautista es un gran hombre!, el mayor de los nacidos de mujer, así lo
elogiará Jesús; pero solamente es el precursor de Cristo.
Quizás el secreto de su grandeza está en su
conciencia de saberse elegido por Dios; así lo expresa el evangelista: «El niño
crecía y su espíritu se fortalecía; vivió en los desiertos hasta el día de su
manifestación a Israel» (Lc 1,80). Toda su niñez y juventud estuvo marcada por
la conciencia de su misión: dar testimonio; y lo hace bautizando a Cristo en el
Jordán, preparando para el Señor un pueblo bien dispuesto y, al final de su
vida, derramando su sangre en favor de la verdad. Con nuestro conocimiento de
Juan, podemos responder a la pregunta de sus contemporáneos: «¿Qué será este
niño?» (Lc 1,66).
Todos nosotros, por el bautismo, hemos sido elegidos
y enviados a dar testimonio del Señor. En un ambiente de indiferencia, san Juan
es modelo y ayuda para nosotros; san Agustín nos dice: «Admira a Juan cuanto te
sea posible, pues lo que admiras aprovecha a Cristo. Aprovecha a Cristo,
repito, no porqué tú le ofrezcas algo a Él, sino para progresar tú en Él». En
Juan, sus actitudes de Precursor, manifestadas en su oración atenta al
Espíritu, en su fortaleza y su humildad, nos ayudan a abrir horizontes nuevos
de santidad para nosotros y para nuestros hermanos.
Rev. D. Joan MARTÍNEZ Porcel
(Barcelona, España)
Natividad de San Juan
Bautista
Seis meses antes de la Natividad del Señor celebramos
la de su Precursor. Refiere San Lucas que Isabel era estéril y que tanto ella
como Zacarías eran de edad avanzada. Pero un día en que él oficiaba en el
templo de Jerusalén, se le apareció un ángel que le dijo: «Tu mujer te dará un
hijo y le pondrás por nombre Juan». Tiempo después, en la Anunciación, el ángel
Gabriel dijo a María que su pariente Isabel estaba en el sexto mes de embarazo.
María marchó presurosa a Ain Karem, entró en casa de Zacarías y saludó a
Isabel. Al oír ésta el saludo de María, saltó de gozo el hijo que llevaba en su
seno. Cuando se le cumplió el tiempo, Isabel dio a luz un hijo, de quien
profetizó su padre: «Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque
irás delante del Señor a preparar sus caminos». Juan vivió en el desierto hasta
el momento de empezar su predicación. De él dijo Jesús: «Entre los nacidos de
mujer, ninguno mayor que Juan Bautista».
Oración: Oh
Dios, que suscitaste a san Juan Bautista para que preparase a Cristo, el Señor,
un pueblo bien dispuesto, concede a tu familia el don de la alegría espiritual
y dirige la voluntad de tus hijos por el camino de la salvación y de la paz.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano – Aciprensa –
Catholic.net
Palabras de San Juan
Pablo II
"El ir al encuentro de las necesidades del
hombre significa, al mismo tiempo, su introducción en el radio de acción de la
misión mesiánica y del poder salvífico de Cristo. Por consiguiente, se da una
mediación: María se pone entre su Hijo y los hombres en la realidad de sus
privaciones, indigencias y sufrimientos. Se pone en medio, o sea que se hace
mediadora no como una persona extraña, sino en su papel de madre, consciente de
que como tal, puede, o más bien, tiene el derecho de hacer presente al Hijo las
necesidades de los hombres".
San Juan Pablo II
Predicación del
Evangelio:
Precursor del Salvador
Todo el mundo sabe que celebramos el nacimiento de
Jesús al 25 de diciembre. Hoy, el 24 de junio, estamos celebrando el nacimiento
de san Juan Bautista. No es accidente que estas fiestas quedan casi seis meses
aparte. Pues Jesús es como el sol naciente. La Iglesia demuestra esta verdad
por fijar su nacimiento al solsticio del invierno. Desde entonces la luz del
día, al menos en el hemisferio norteño, se hace más larga. Entretanto la
Iglesia coloca el nacimiento de Juan al solsticio verano. Desde ese día la luz
del día comienza a disminuirse. Pues Juan dice en un evangelio: “’Es necesario
que él (Jesús) crezca, y que yo disminuya’” (Juan 3:30).
Sin embargo, no deberíamos pensar en Jesús y Juan
como contradictorios. No es que fueran enemigos ni siquiera adversarios. Ni es
que Jesús valga y Juan se marginalice. Más bien los dos son complementarios. Los
dos se llevan bien como la mano en un guante. Siempre daremos la preeminencia a
Jesús. Pero nos hace falta reconocer la importancia de Juan como quien nos
presenta al Señor. Los chinos hablan de yin y yang como principios
complementarios. El yang es la fuerza positiva como la luz y la actividad. Se
puede identificar a Jesús con este principio. El yin es la fuerza negativa como
la oscuridad y la pasividad. Se identifica este principio con Juan. Los dos son buenos pero tienen papeles
diferentes.
En el evangelio los dos, Jesús y Juan, predican el
mismo mensaje básico: “’Arrepiéntanse porque el reino del cielo está cerca’”
(Mateo 3:2 y Mateo 4:17). Pero hay diferencia en el motivo de sus
exhortaciones. Para Juan hay que arrepentirse o ser destruido por la ira del
Altísimo. Jesús, en cambio, quiere que la gente se arrepienta por no perder el
amor de Dios Padre. Tal vez la advertencia de Juan tenga más probabilidad de
movernos a responder. Después de todo nadie quiere ser devorado en un incendio.
Sin embargo, es la confirmación amorosa del Santísimo que nuestro corazón
anhela sobre todo.
Juan es el precursor. Viene antes de Jesús anunciando
su venida. Lo hace hacia el fin de su vida cuando proclama en el desierto: “’El
que viene detrás de mí… más poderoso que yo’” (Mateo 3:11). También anuncia
Juan la venida del salvador desde el seno de su madre en el principio de su
vida. Dice el evangelio de san Lucas: “Tan pronto como Isabel oyó el saludo de
María (embrazada con Jesús), la criatura saltó en su vientre” (Lucas 1:41). Además
Juan proclama el adviento del Señor por su vida de penitencia. Lleva pelo de
camello y practica la dieta de saltamontes para decir que ya no es tiempo de
flojera. Más bien es la última oportunidad para prepararse del juicio.
Como somos llamados a vivir como Jesús, somos para
imitar a Juan también. No es necesario que llevemos pelo de camello, pero sí
deberíamos anunciar la presencia del Señor. Inclinar la cabeza cuando pasamos
una iglesia católica indica al mundo que el Señor está allí dentro del
santuario. Asimismo rezar en público
antes de comer muestra a los demás que vivimos por más del pan de la mesa. Después
de todo, la religión no es estrictamente un asunto privado. A toda la sociedad
le falta a Dios. Él viene para asegurar que nadie se marginalice. Él viene para
enseñarnos que la penitencia y el gozo son complementarios como el yin y el
yang. Él viene para confirmar a todos en el amor del Santísimo.
© Padre Carmelo Mele O. P.
Mes del Sagrado Corazón
de Jesús
Día 24: Acciones útiles
¿Cuáles han sido los dos grandes deseos del Corazón
de Jesús? La gloria del Padre y la salvación de las almas. Por la gloria del
Padre, Jesús, con doce años, se encuentra con los doctores del templo; por su
gloria recorre toda Palestina, bendiciendo y curando, y cuando llega la hora
del suplicio, alza los ojos al cielo y reza: "Padre, yo te he glorificado
en la Tierra donde he cumplido la obra que me has confiado. Padre, yo he
manifestado tu Nombre a los hombres que me has dado. Santifícalos en la verdad.
Con estas pocas palabras, Jesús explica su gran misión: Darle mayor gloria al
eterno Padre y salvar las almas perdidas."
Proponte ofrecer cada día al Señor tus acciones y
hacerlas con el único fin de darle gloria, de agradarle.
Web Católico de Javier
Nuevo vídeo
Hay
un nuevo vídeo subido al blog
de
"Pequeñas Semillitas" en
internet.
Para
verlo tienes que ir al final de esta página
Agradecimientos
Imaginemos
que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las
oraciones de las personas en la tierra:
Una
es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que
atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que
llegan en todo momento.
La
otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y
en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega
ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde
esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por
semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina:
agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros
pedidos de oración.
♡ Desde Buenos Aires, Argentina, Ana María
agradece a la Santísima Virgen y a los lectores de esta página que oraron por Francisco, su pequeño nieto de 4 años,
que tuvo un fuerte golpe en la cabeza hace varios días, perdió el conocimiento
y tuvo que ser internado. El niño ya está bien y los resultados de los estudios
realizados fueron todos satisfactorios. También expresa su agradecimiento por Kuki, de 70 años, que fue operada hace
un tiempo de un tumor en el riñón y se encuentra muy bien de salud.
♡ Desde Maryland,
USA, Marta V. agradece a Dios y a la
Virgen María por haberle otorgado llegar a los 70 años con salud y alegrías.
♡ Desde Guatemala,
María Victoria agradece a todas las personas que durante un año oraron por su
hija médica María Victoria G. M.,
que terminó con éxito su primer año de residencia especializada en Barcelona,
España.
♡Desde Buenos
Aires, Argentina, Cecilia Claudia, expresa su agradecimiento a Dios y todos los
que rezaron, ya que la operación de bypass de Alejandro B., de 63 años de edad, salió muy bien y se está
restableciendo satisfactoriamente.
♡ “Pequeñas Semillitas” agradece a Dios,
a la Virgen de Lourdes, a San José y a San Juan Pablo II, por permitir la
solución de los problemas técnicos que impidieron la publicación de este
boletín durante dos semanas. Gracias también a todos los que rezaron para que
todo se solucionara pronto
Cinco minutos del Espíritu
Santo
Junio 24
Hoy celebramos el nacimiento de Juan Bautista. En el
Evangelio de San Lucas podemos ver cómo el Espíritu Santo obró en San Juan
Bautista. Él lo fue preparando progresivamente para su misión. Su
fortalecimiento se manifestará en el coraje de su predicación, que lo llevó a
la muerte. Y su vida en el desierto muestra cómo toda su existencia estuvo
siempre completamente orientada a Dios. Juan quiso ser siempre sólo de Dios, y
el desierto era el símbolo de esa consagración. Alguien que fue consagrado ya
en el seno de su madre por la acción del Espíritu (Lucas 1,15; 1,41) no podía
resistir el deseo de entregarse por entero.
Del desierto sale Juan el Bautista; allí había vivido
su total entrega a Dios, y allí el Espíritu Santo lo fue preparando. El
desierto en la Biblia es el lugar del encuentro con el Espíritu, porque no hay
otras cosas que puedan distraer o encantar al hombre, y entonces allí puede
escucharse la voz del Señor que habla al corazón. De hecho, el profeta Oseas
presenta al desierto como el lugar de la seducción divina, donde Dios lleva a
su pueblo para encontrarse con él a solas y así cautivarle el corazón (Oseas
2,16).
En el desierto Juan había estado atento al Espíritu
Santo, se había alimentado y enriquecido en el encuentro con él, había bebido
palabras de sabiduría. Por eso, al salir del desierto podía comunicar lo que
había recibido, el anuncio de la salvación. Juan salió del desierto y entregó
la vida preparando el camino a Jesús. Esto sólo es posible por la acción del Espíritu.
Por eso, en realidad, solamente la acción de la
gracia puede sanar nuestro escepticismo y nuestro desaliento enfermizo,
entrando en lo profundo de nuestras motivaciones y de nuestras energías, para
que podamos cumplir la misión que se nos ha confiado hasta dejar la vida en esa
entrega. De ahí que sea necesario invocar cada día la acción del Espíritu para
que nos fortalezca interiormente, para que nos regale una vez más la energía,
el arrojo, la alegría inagotable de cumplir lo que Dios en su amor nos ha
encomendado.
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito
de todos)
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