domingo, 1 de octubre de 2017

Pequeñas Semillitas 3464

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 12 - Número 3464 ~ Domingo 1 de Octubre de 2017
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Cuando uno escucha el Evangelio de este domingo, no puede menos que recordar aquella famosa frase de San Ignacio “el amor se muestra más en obras que en palabras” o, incluso, aquello de Diógenes “el movimiento se demuestra andando”.
Frente al inmovilismo (vivo bien y no necesito más); frente a la hipocresía (digo una cosa y, a continuación, hago lo contrario); frente a una fe sin más trascendencia que el cumplimiento (celebro pero no vivo), el Señor sale a nuestro encuentro con una clara intención: ¡hay que moverse!
Aquello del “dicho al hecho hay un trecho” sigue dándose entre nosotros los creyentes. ¿Qué hacer ante esta cruda realidad? Trabajar y empeñarnos con más convencimiento, más creatividad, impulso, decisión y fuerza para que, el Reino de Dios, el nombre de Dios, el acontecimiento de Jesús de Nazaret –nacimiento, muerte y sobre todo resurrección- lejos de ser atronado todo ello por los ruidos del mundo, puedan ser una realidad viva, visible y una propuesta firme y sentida por nosotros los cristianos.
No podemos dejar que, la gran viña del Señor, sea cuidada, podada y abonada exclusivamente por Dios. ¿Dónde están sus braceros? ¿Dónde nos encontramos nosotros?  Padre Javier Leoz

¡Buenos días!

Teresita, santa muy simple y humilde
Hoy recordamos a santa Teresita del Niño Jesús. Esta carmelita decía que «Los sencillos actos de la vida, hechos con amor, son el camino de la santidad. Ésta no consiste en prácticas especiales, sino en una disposición interior que nos hace humildes y pequeños en los brazos de Dios, conscientes de nuestra fragilidad y confiados hasta la audacia en su bondad de Padre.»

Lo extraordinario se escondía dentro de su alma, era su amor. «Ahora —escribía— no tengo más que un deseo: amar a Jesús hasta la locura.» Este amor producía en ella un grande amor al prójimo, dándole a entender que su vida debía ser un sacrificio continuo por la salvación de las almas. Rezaba y ofrecía sus dolores por los misioneros, y no podía leer, sin conmoverse, la vida del mártir Teófanes Vénard. «Le amo —decía— porque es un pequeño santo, lleno de sencillez, que amaba a la Virgen y quería mucho a su familia, y vivía en un amoroso abandono en las manos de Dios.» Y añadía: «Se lee en la vida de ciertos santos que eran graves y austeros, aun en las horas de recreo. Estos me atraen menos que Teófanes Vénard, el cual aparecía siempre alegre.»

Teresita escribía a su hermana (17.09.1896) con claridad, la actitud fundamental que la guió en su vida espiritual: "La confianza, y nada más que la confianza, es la que debe conducirnos al amor de Dios". Había captado con profundidad el mensaje de la Biblia: “Dichoso el que ha puesto en el Señor toda su confianza, porque jamás quedará defraudado”.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes: «¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Llegándose al primero, le dijo: ‘Hijo, vete hoy a trabajar en la viña’. Y él respondió: ‘No quiero’, pero después se arrepintió y fue. Llegándose al segundo, le dijo lo mismo. Y él respondió: ‘Voy, Señor’, y no fue.
»¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?». «El primero», le dicen. Díceles Jesús: «En verdad os digo que los publicanos y las rameras llegan antes que vosotros al Reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros por camino de justicia, y no creísteis en Él, mientras que los publicanos y las rameras creyeron en Él. Y vosotros, ni viéndolo, os arrepentisteis después, para creer en Él». (Mt 20,28-32)

Comentario:
Hoy, contemplamos al padre y dueño de la viña pidiendo a sus dos hijos: «Hijo, vete hoy a trabajar en la viña» (Mt 21,29). Uno dice “sí”, y no va. El otro dice “no”, y va. Ninguno de los dos mantiene la palabra dada.
Seguramente, el que dice “sí” y se queda en casa no pretende engañar a su padre. Será simplemente pereza, no sólo “pereza de hacer”, sino también de reflexionar. Su lema: “A mí, ¿qué me importa lo que dije ayer?”.
Al del “no”, sí que le importa lo que dijo ayer. Le remuerde aquel desaire con su padre. Del dolor arranca la valentía de rectificar. Corrige la palabra falsa con el hecho certero. “Errare, humanum est?”. Sí, pero más humano aún —y más concorde con la verdad interior grabada en nosotros— es rectificar. Aunque cuesta, porque significa humillarse, aplastar la soberbia y la vanidad. Alguna vez habremos vivido momentos así: corregir una decisión precipitada, un juicio temerario, una valoración injusta... Luego, un suspiro de alivio: —Gracias, Señor!
«En verdad os digo que los publicanos y las rameras llegan antes que vosotros al Reino de Dios» (Mt 21,31). San Juan Crisóstomo resalta la maestría psicológica del Señor ante esos “sumos sacerdotes”: «No les echa en cara directamente: ‘¿Por qué no habéis creído a Juan?’, sino que antes bien les confronta —lo que resulta mucho más punzante— con los publicanos y prostitutas. Así les reprocha con la fuerza patente de los hechos la malicia de un comportamiento marcado por respetos humanos y vanagloria».
Metidos ya en la escena, quizá echemos de menos la presencia de un tercer hijo, dado a las medias tintas, en cuyo talante nos sería más fácil reconocernos y pedir perdón, avergonzados. Nos lo inventamos —con permiso del Señor— y le oímos contestar al padre, con voz apagada: ‘Puede que sí, puede que no…’. Y hay quien dice haber oído el final: ‘Lo más probable es que a lo mejor quién sabe…’.
Dr. Josef ARQUER (Berlin, Alemania)

Palabras de Santa Teresita
El amor todo lo puede: las cosas más imposibles no le parecen difíciles. Jesús no mira tanto la grandeza de las obras, ni siquiera su dificultad, sino el amor con que tales obras se hacen...

No conozco otro medio para llegar a la perfección que el amor... ¡Amar! ¡Qué bien hecho está para eso nuestro corazón!...

Lo que me impulsa a ir al Cielo es el pensamiento de poder encender en amor de Dios una multitud de almas que le alabarán eternamente.

Para mí, la Oración es un impulso del corazón, una simple mirada dirigida al cielo, un grito de agradecimiento y de amor, tanto en medio del sufrimiento como en medio de la alegría. En una palabra es algo grande, algo sobrenatural que me dilata el alma y me une a Jesús.

Así como el sol alumbra a los cedros y al mismo tiempo a cada florecilla en particular, como si sola ella existiese en la tierra, del mismo modo se ocupa nuestro Señor particularmente de cada alma, como si no hubiera otras.

No poseo el valor para buscar plegarias hermosas en los libros; al no saber cuáles escoger, reacciono como los niños; le digo sencillamente al buen Dios lo que necesito y Él siempre me comprende.

La Santísima Virgen me demuestra que nunca deja de protegerme. Enseguida que la invoco, tanto si me sobreviene una inquietud cualquiera, un apuro, inmediatamente recurro a ella, y siempre se hace cargo de mis intereses como la más tierna de las Madres.

Predicación del Evangelio:
Los pecadores irán delante
La sorpresa es grande para los que se creían justos. Es otra parábola del juicio y de la retribución según san Mateo. Nos acordamos de la impresión del domingo pasado frente a los obreros de la última hora, y leeremos todavía estas parábolas de la retribución los dos domingos siguientes.

Hoy, Jesús narra la historia de dos hijos de los sumos sacerdotes y escribas. Son los notables de Jerusalén, los responsables de la construcción del Templo, los hijos de familias sacerdotales que se consideraban como los juristas, no sólo versados en las escrituras, sino fieles observantes de la ley. El problema es que después de haber dicho sí a la palabra de Dios, rechazaron el mensaje de Juan Bautista y el del Hijo de Dios.

Se oponen a ello en nombre de su justicia; y a sus ojos, los publicanos y las prostitutas son los seres más despreciables de la tierra, porque no obedecen a la ley, ni a la palabra de Dios, ni a los mandamientos, ni a la gran tradición religiosa de Israel. Sin embargo esa gente, menospreciada por todos, ha acogido el bautismo de conversión proclamado por Juan Bautista y está lista para convertirse y creer en Jesús. Entrarán los primeros en el Reino de los cielos.

He aquí, en suma, una parábola fácil de explicar. ¿Pero qué aplicaciones hacer de ella en la vida actual, y sobre todo, cómo hacer una homilía de unos minutos de este tema?

Los autores no se ponen de acuerdo. Algunos acentúan la constancia en el compromiso y la fidelidad a la palabra dada. Otros se extienden mucho sobre nuestro compromiso personal con los pobres y en la vocación de trabajar en la viña; otros se detienen en la sicología de la obediencia o de la sumisión frente a las diferentes formas de autoridad.

Algunos dicen que nunca es demasiado tarde para convertirse y que hay que dejar que la palabra de Dios penetre en el fondo de sí y tocar el fondo de su ser en la verdad. Muchos caminos, sin duda, pero todos deben llevarnos a lo esencial: nuestra vuelta interior a Dios.
© Padre Felipe Santos SDB

Nuevo vídeo y artículo

Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
Para verlo tienes que ir al final de esta página

Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
(Hoy: El postre favorito del Papa Santo)
Puedes acceder en la dirección:

Ofrecimiento para sacerdotes y religiosas

Formulo el siguiente ofrecimiento únicamente para sacerdotes o religiosas que reciben diariamente "Pequeñas Semillitas" por e-mail: Si desean recibir el power point y los comentarios del Evangelio del domingo siguiente con dos o tres días de anticipación, para tener tiempo de preparar sus meditaciones, homilías o demás trabajos pastorales sobre la Palabra de Dios, pueden pedírmelo a feluzul@gmail.com 
Sólo deben indicar claramente su nombre, su correo electrónico, ciudad de residencia y a qué comunidad religiosa pertenecen.

Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.

Desde Córdoba, Argentina, Marta D.B. escribe y dice: “Quiero agradecer a las personas de “Pequeñas Semillitas” que rezaron por mi cirugía de retina y posterior evolución, porque gracias a Dios y a la intercesión de la Virgen mi visión continúa en franca mejoría y de continuar así (que no tengo dudas así será), la semana próxima me darán el alta.

  Desde México, Marta escribe y dice: “Agradezco a Dios porque mi hermano el Arq. Héctor T. N., salió bien de la cirugía de cadera y  pedimos su pronta recuperación”

  Desde Cuba nos llega una nota de Idania E. donde agradece a Dios y a los que rezaron porque su esposo Manuel L., que reside en Puerto Rico, luego del grave huracán que azotó ese país está bien, aun en medio de la situación grave que allí se vive.

Los cinco minutos de María
Octubre 1
La Iglesia quiere que contemplemos a María como muy cercana a nosotros por ser una criatura y la primera redimida por Cristo.
Ella es espejo en el que tenemos que mirarnos, imitando sus virtudes; modelo de realización plena del proyecto cristiano, porque vivió entregada enteramente a la Persona y a la obra de Cristo.
Ella es Madre y Abogada que intercede por nosotros y nos señala con su vida el camino de fidelidad al Padre y de amor a Jesucristo.
Nuestra Señora de la confianza, siempre tan cercana a Dios y a los hombres, intercede por nosotros para que experimentemos la cercanía y la bondad de nuestro Dios y Padre.
* P. Alfonso Milagro
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

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