jueves, 28 de febrero de 2008

Pequeñas Semillitas 0321

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0321 ~ Jueves 28 de Febrero de 2008
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)





Hola !!!
En la mañana del jueves, iniciamos esta edición de "Pequeñas Semillitas" con esta hermosa reflexión de la Gruta de Lourdes de Mar del Plata (Argentina) que nos hace llegar nuestra lectora la Hermana Virginia:
"Pasarás por este mundo tan sólo una vez. No seas como el ave que cruza el espacio, la nave que surca los mares y no dejan huella de su paso. Tiende, hoy, tu mano generosa, ayudando al desamparado a no sentirse solo, triste y abandonado; y harás una noble acción y dejarás tras de tí, una estela luminosa, que ni el tiempo ni la distancia podrán borrar.
¡Jamás olvides, viajero, que pasarás por esta vida tan sólo una vez!..."



Evangelio de hoy



En aquel tiempo, Jesús estaba expulsando un demonio que era mudo; sucedió que, cuando salió el demonio, rompió a hablar el mudo, y las gentes se admiraron. Pero algunos de ellos dijeron: «Por Beelzebul, Príncipe de los demonios, expulsa los demonios». Otros, para ponerle a prueba, le pedían una señal del cielo. Pero Él, conociendo sus pensamientos, les dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo queda asolado, y casa contra casa, cae. Si, pues, también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo va a subsistir su reino?, porque decís que yo expulso los demonios por Beelzebul. Si yo expulso los demonios por Beelzebul, ¿por quién los expulsan vuestros hijos? Por eso, ellos serán vuestros jueces. Pero si por el dedo de Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a vosotros el Reino de Dios. Cuando uno fuerte y bien armado custodia su palacio, sus bienes están en seguro; pero si llega uno más fuerte que él y le vence, le quita las armas en las que estaba confiado y reparte sus despojos. El que no está conmigo, está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama».
(Lucas 11, 14-23)

Comentario
Hoy, en la proclamación de la Palabra de Dios, vuelve a aparecer la figura del diablo: «Jesús estaba expulsando un demonio que era mudo» (Lc 11,14). Cada vez que los textos nos hablan del demonio, quizá nos sentimos un poco incómodos. En cualquier caso, es cierto que el mal existe, y que tiene raíces tan profundas que nosotros no podemos conseguir eliminarlas del todo. También es verdad que el mal tiene una dimensión muy amplia: va “trabajando” y no podemos de ninguna manera dominarlo. Pero Jesús ha venido a combatir estas fuerzas del mal, al demonio. Él es el único que lo puede echar.
Se ha calumniado y acusado a Jesús: el demonio es capaz de conseguirlo todo. Mientras que la gente se maravilla de lo que ha obrado Jesucristo, «algunos de ellos dijeron: ‘Por Beelzebul, Príncipe de los demonios, expulsa los demonios’» (Lc 11,15).
La respuesta de Jesús muestra la absurdidad del argumento de quienes le contradicen. De paso, esta respuesta es para nosotros una llamada a la unidad, a la fuerza que supone la unión. La desunión, en cambio, es un fermento maléfico y destructor. Precisamente, uno de los signos del mal es la división y el no entenderse entre unos y otros. Desgraciadamente, el mundo actual está marcado por este tipo de espíritu del mal que impide la comprensión y el reconocimiento de los unos hacia los otros.
Es bueno que meditemos cuál es nuestra colaboración en este “expulsar demonios” o echar el mal. Preguntémonos: ¿pongo lo necesario para que el Señor expulse el mal de mi interior? ¿Colaboro suficientemente en este “expulsar”? Porque «del corazón del hombre salen las intenciones malas» (Mt 15,19). Es muy importante la respuesta de cada uno, es decir, la colaboración necesaria a nivel personal.
Que María interceda ante Jesús, su Hijo amado, para que expulse de nuestro corazón y del mundo cualquier tipo de mal (guerras, terrorismo, malos tratos, cualquier tipo de violencia). María, Madre de la Iglesia y Reina de la Paz, ¡ruega por nosotros!
Rev. D. Josep Gassó i Lécera (Corró d'Avall-Barcelona, España)



Santoral y Efemérides


En el Santoral Católico hoy se conmemora a San Leandro.

Otros santos del día:San Hilario y San Román.

Un cordial saludo para los amigos que llevan esos nombres.

Algunos de los hechos más importantes ocurridos en un día como hoy en la Historia fueron:

1066 - Se abre la Abadia de Wetminster.
1510 - Muere Juan de la Cosa, navegante y cartógrafo español.
1869 - Muere Alphonse de Lamartine, poeta y estadista francés.
1882 - Nace José Vasconcelos, pensador y político mexicano.
1917 - Muere Pedro Bonifacio Palacios, "Almafuerte", poeta argentino.
1930 - Fallece Juan Aberle, compositor salvadoreño.
1935 - Muere Fernando Fader, pintor impresionista argentino.
1941 - Muere Alfonso XIII, rey de España.
1956 - Forrester patenta el corazón de la memoria de una computadora.
1976 - España se retira del Sahara y los enclaves de Ceuta y Melilla son las únicas posesiones europeas que quedan en Africa.
1983 - El Compact Disc o CD hace su aparición en el mercado.
1986 - Asesinan a Olof Palme, primer ministro de Suecia.
2004 - Haití: El presidente Aristide renuncia y estalla la violencia en la capital. EE.UU. envía 2200 marines.



Pensamiento



"María no es simplemente Virgen Madre, es Virgen Madre y digna Madre de un Dios. La concepción virginal aparece como la consecuencia milagrosa de otro hecho mucho más profundo que es el misterio de la Encarnación".
Cardenal Journet



La confesión como terapia



Conocí a un personaje con un cargo importante. Un poco cegato de ojos y de mente. Se levantaba por las mañanas, entraba en la empresa y empezaba a dar cornadas –disposiciones y órdenes– a diestro y siniestro. De pronto, veía a uno con las tripas fuera: ¿Juan, que te pasa? ¿Que qué me pasa? Respondía Juan, que me acabas de dar una "corná"

¿Quéee, cómooo, yooo? El tal personaje no sabía lo que hacía, pero tenía una rara virtud: ante Dios y ante los hombres sabía pedir perdón y reparar los desperfectos. Igualmente, los cristianos, el pueblo de Dios hace tiempo que tienen ojos y no ven, oídos y no oyen; y les cuesta mucho, muchísimo pedir perdón y reparar. Jesús sabía de que barro estamos hechos cuando suplicó: “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen”

Una de las funciones esenciales del sacerdote es perdonar ¡siempre! los pecados, y perdonarlos a través de la confesión. En el Catecismo de la Iglesia Católica se sigue recomendando vivamente el sacramento de la penitencia. Un verdadero milagro de amor. ¿Por qué nos confesamos tan poco hoy? Sin embargo, no suele oírse advertir a las muchedumbres que se acercan a comulgar sobre el grave pecado de hacerlo en pecado mortal.

Hace poco, tras una reunión de niños con el Papa una niña le preguntó: ¿Por qué hay que confesarse frecuentemente? El Papa le respondió: Y ¿por qué barre y limpia la casa tu mamá todos los días? Aunque tenga poco polvo y suciedad, la limpia, sin esperar a que la casa llegue a oler mal o esté tan desordenada que se convierta en una pocilga. Como el polvo, las pequeñas ofensas ensucian el alma y las relaciones con Dios, y poco a poco esta suciedad, si no la eliminamos, nos acarreará serios disgustos.

Muchos religiosos y laicos tienen la norma de confesarse todas las semanas, pero ¿de qué pecados? de los que nunca nos confesamos, del primero y principal de todos los mandamientos: de amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo.

El buen hijo nunca miente, roba, maltrata u ofende de cualquier otra forma a su Padre, pero el Padre no se conforma con eso, quiere ser amado, que se le trate con cariño, que le obedezcamos, que nos acordemos de su cumpleaños o determinadas fechas importantes, le ayudemos o aliviemos en su trabajo, tengamos un detalle de vez en cuando, mantengamos conversaciones con él… Además, Cristo dijo: “El que me ama es el que cumple mis mandamientos”

Hay otras muchas cosas de las que tampoco se nos ocurre confesarnos ni pedir perdón:

a) De no hacer nuestros trabajos con la mayor perfección posible, de las chapuzas…...
b) De conducir peligrosamente o con dos copas de más, siendo un grave peligro para los demás prójimos además de para sí mismo.
c) De perder nuestro tiempo y hacérselo perder a los demás, una forma de robo como otra cualquiera.
d) De no hacer la vida amable a los que nos rodean gruñendo, criticando, murmurando siempre, sin decir una palabra de estímulo o amable a nadie; cosas que no matan pero hacen la vida triste.
e) De no agradecer nunca la comida con una palabra cariñosa a nuestra madre o esposa.
f) De no ayudar en las tareas de la casa, de maltratar a los inferiores, de no apagar la TV ante un programa peligroso para el alma, de no ayudar a los necesitados (a veces cercanos a nosotros); ni dar un euro para los afectados por terremotos, incendios, inundaciones...
g) Pedir perdón en cuanto “metemos la patita” que es una forma inteligente de terminar rápidamente con discusiones y malentendidos.

Muy duro es pedir perdón a los hombres y muy grave para los cristianos no hacerlo ante Dios. Y sin pedir perdón y perdonar, no hay, ni habrá nunca paz. Especialmente, hemos olvidado los pecados de omisión: “Todo lo bueno que pudimos hacer y no hicimos”. Los gobernantes, no solo los políticos, nos dicen siempre lo que han hecho bien, los gobernados o la oposición lo que hicieron mal; pero ninguno nos dicen nunca lo que tenían que haber hecho y no hicieron. En la mayoría de estos casos, los temas más importantes.

Por otra parte, en estos días en que tantas personas andan agobiadas por depresiones, y/o ansiosas de paz y equilibrio espiritual, pocas terapias encontrarán tan gratificantes como una confesión bien hecha. Solo tiene un "defecto": ¡es gratis!

Extracto de un artículo de Alejo Fernández Pérez
Mérida (España), octubre de 2005
Web Católico de Javier




Cosas curiosas



¿ Sabías que el té contiene más cafeína que el café ?
A cantidades iguales, la primera infusión posee mayor cantidad de esa droga, sin embargo, el café es más estimulante que el té porque éste se diluye fácilmente una vez consumido.



¿ Sabías que la palabra algodón deriva del árabe "al-qutn" ?
Aunque era conocido ya por los egipcios y fue introducido en Europa por los árabes, hasta el siglo XVII no adquirió cierta importancia. Hoy, tres cuarta parte de la población mundial usa ropa de algodón.



¿ Sabías que Africa significa "sin frío" ?
América se llama así por el cartógrafo Américo Vespucio. Antártida significa "opuesto al Ártico". Asia probablemente proviene del asirio asu que quiere decir "este". Se creía que Europa significaba "caída del sol", pero ahora se supone que los griegos la denominaban "tierra firme". Oceanía debe su nombre a su condición de continente oceánico.




Historias : Necesitaba un abrazo



Hace veinte años, yo manejaba un taxi para vivir. Lo hacía en el turno de la noche y mi taxi se convirtió en un confesionario móvil.
Los pasajeros se subían, se sentaban atrás de mí en total anonimato, y me contaban acerca de sus vidas. Encontré personas cuyas vidas me asombraban, me ennoblecían, me hacían reír y me deprimían. Pero ninguna me conmovió tanto como la mujer que recogí en una noche de agosto.

Respondí a una llamada de unos pequeños edificios en una tranquila parte de la ciudad. Asumí que recogería a algunos saliendo de una fiesta o a un trabajador que tenía que llegar temprano a una fábrica de la zona industrial de la ciudad. Cuando llegué a las 2:30 a.m. el edificio estaba oscuro excepto por una luz en la ventana del primer piso. Aunque la situación se veía peligrosa, yo siempre iba hacia la puerta. Este pasajero debe ser alguien que necesita de mi ayuda, razoné para mí. Por lo tanto caminé hacia la puerta y toqué... "un minuto" respondió una voz frágil. Pude escuchar que algo era arrastrado a través del piso. Después de una larga pausa, la puerta se abrió.

Una mujer pequeña de unos ochenta años se paró enfrente de mí. Llevaba puesto un vestido floreado, y un sombrero con un velo, como alguien de una película de los años 40"s. A su lado una pequeña maleta de nylon. El departamento se veía como si nadie hubiera vivido ahí durante muchos años. Todos los muebles estaban cubiertos con sábanas, no había relojes en las paredes, ninguna baratija o utensilio. En la esquina estaba una caja de cartón llena de fotos y una vajilla de cristal.

La señora repetía su agradecimiento por mi gentileza.
- No es nada, -le dije-. Yo sólo intento tratar a mis pasajeros de la forma que me gustaría que mi mamá fuera tratada.
- No, estoy segura de que es un buen hijo, -dijo ella.
Cuando llegamos al taxi me dio una dirección, entonces preguntó:
- ¿Podría manejar a través del centro?
- Ese no es el camino corto, -le respondí rápidamente.
- No importa, -dijo ella-. No tengo prisa, estoy camino del asilo.
La miré por el espejo retrovisor, sus ojos estaban llorosos.
- No tengo familia, -continuó-, el doctor dice que no me queda mucho tiempo de vida.
Tranquilamente estiré mi brazo y apagué el taxímetro.
- ¿Qué ruta le gustaría que tomará? -le pregunté-.

Por las siguientes dos horas manejé a través de la ciudad. Ella me enseñó el edificio donde había trabajado como operadora de elevadores. Manejé hacia el vecindario donde ella y su esposo habían vivido cuando ellos eran recién casados. Ella me pidió que nos detuviéramos enfrente de un almacén de muebles donde una vez hubo un salón de baile, al que ella iba a bailar cuando era joven. Otras veces me pidió que pasara lentamente enfrente de un edificio en particular o una esquina; miraba en la oscuridad, y no decía nada. Con el primer rayo de sol apareciéndose en el horizonte, ella repentinamente dijo:
- Estoy cansada, vámonos ahora.

Manejé en silencio hacia la dirección que ella me había dado. Era un edificio bajo, como una pequeña casa de convalecencia, con un camino para autos que pasaba bajo un pórtico. Dos asistentes vinieron hacia el taxi tan pronto como pudieron. Ellos debían haber estado esperándola. Yo abrí la cajuela y dejé la pequeña maleta en la puerta. La mujer estaba lista para sentarse en una silla de ruedas.
- ¿Cuánto le debo?, -preguntó ella-, buscando en su bolsa.
- Nada, -le dije.
- Tienes que vivir de algo, -respondió.
- Habrá otros pasajeros, -le respondí.
Casi sin pensarlo, me agaché y la abracé. Ella me sostuvo con fuerza, y dijo:
- ¡Oh, necesitaba un abrazo!

Apreté su mano, entonces caminé hacia la luz de la mañana. Atrás de mí una puerta se cerró, fue un sonido de una vida concluida. No recogí a ningún pasajero en ese turno, manejé sin rumbo por el resto del día. No podía hablar, ¿Qué habría pasado si a la mujer la hubiese recogido un conductor malhumorado o alguno que estuviera impaciente por terminar su turno? ¿Qué habría pasado si me hubiera rehusado a tomar la llamada, o hubiera tocado el claxon una vez, y me hubiera ido?

En una vista rápida, no creo que haya hecho algo más importante en mi vida. Estamos condicionados a pensar que nuestras vidas están llenas de grandes momentos, pero los grandes momentos son los que nos atrapan bellamente desprevenidos, en los que otras personas pensarán que sólo son pequeños momentos.
Las personas tal vez no recuerden exactamente lo que tú hiciste o lo que tú dijiste... pero siempre recordarán cómo los hiciste sentir.


"Si hablo en lenguas humanas y angelicales, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido. Si tengo el don de profecía y entiendo todos los misterios y poseo todo conocimiento, y si tengo una fe que logra trasladar montañas, pero me falta el amor, no soy nada. Si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y si entrego mi cuerpo para que lo consuman las llamas, pero no tengo amor, nada gano con eso. El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor jamás se extingue, mientras que el don de profecía cesará, el de lenguas será silenciado y el de conocimiento desaparecerá".
1 Corintios 13:1-8



Reflexión diaria en Cuaresma



Día 23º. Jueves tercero (28 de Febrero)

Héroes anónimos. "Soy consciente, rezaba Newman, de que a pesar de mis faltas, deseo vivir y morir para gloria de Dios. Deseo entregarme completamente a Él como instrumento suyo para la tarea que quiera y a costa de cualquier sacrificio personal".

Hoy puedes hacer tuya la oración de Newman, converso inglés que tanto hizo por la Iglesia de su país: ¡Señor, aunque no valga nada, aquí estoy para hacer, por Ti, lo que quieras!

Te copio parte de un artículo de B. Tierno y te animo a que quieras ser, haciendo favores "normales", un héroe anónimo: "Jamás pensé que estar en contacto con la enfermedad y el sufrimiento de los demás podría hacerme tanto bien. Estando de camillero en Lourdes, una señora, medio ciega y sin piernas, rezaba el Rosario. Como advertí preocupación en su rostro, le pregunté qué le apenaba. Ella me respondió: "Me entristece este pobre hombre de la camilla de al lado". Se me hizo un nudo en la garganta y pensé, ¡Dios mío! Ella sí que está físicamente mal y, sin embargo, no piensa en sí misma.

Esta aleccionadora experiencia me la contaba hace unos días en San Sebastián el propio protagonista, Luis, un hombre de mediana edad que, desde hace años, junto con su esposa, asiste como camillero voluntario a los enfermos que peregrinan a Lourdes. Tantas personas anónimas, la mayoría donantes de sangre, como Luis, que no desaprovechan la menor ocasión que se les presenta para ayudar según sus posibilidades, son héroes anónimos.

Tú nos explicaste que lo que hacemos con los demás lo hacemos contigo. Por eso trataré de ser generoso, Jesús, con los demás. En concreto estos días de Cuaresma procuraré hacer muchos favores. Recuérdamelo, por favor, y que sepas que los haré por amor a ti y a ellos. ¡Cada día, al menos, un buen favor!

Continúa hablándole a Dios con tus palabras


Texto del P. José Pedro Manglano Castellary
Tomado del "Web Católico de Javier"
http://webcatolicodejavier.org





Mensaje de María Reina de la Paz



Mensaje de María Reina de la Paz del 25 de febrero de 2008

¡Queridos hijos!
En este tiempo de gracia, los invito nuevamente a la oración y a la renuncia.
Que su día esté hilvanado de pequeñas y fervientes oraciones por todos aquellos que no han conocido el amor de Dios.
¡Gracias por haber respondido a mi llamado!

www.MensajerosdelaReinadelaPaz.org




Página amiga sugerida



Los lectores de "Pequeñas Semillitas" habrán notado que con frecuencia se transcriben en este boletín diversos artículos que son extraídos de una de las mejores páginas católicas que hay en internet desde hace ya diez años: me refiero al "Web Católico de Javier", dirigida por Javier Lopez, de España. La dirección es: http://webcatolicodejavier.org

Hoy quiero sugerirles entrar en esa página con frecuencia pues allí encontrarán un muy amplio y variado menú de artículos y también tendrán la posibilidad de suscribirse para recibirlos gratis por correo electrónico.

Gracias Javier por tan hermosa página !!!



Pedido de oración



Hacemos un pedido de oración por nuestra lectora Cecilia Toscano Esquivel, de Torreón, México, que está atravesando un momento particularmente difícil en el plano familiar.



Pedimos oración por la salud de Víctor, de Córdoba, Argentina, que está aguardando el resultado de una biopsia de próstata.


Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.





Los cinco minutos de María - por Alfonso Milagro



María Santísima no pensó en sí misma sino en sus hijos, que somos nosotros, y por nuestra salvación aceptó sus dolores y lo que era para ella más costoso y más doloroso: aceptó la inmolación de su propio Hijo Jesús, para nuestra salvación.
Si pensáramos un poco menos en nosotros mismos y un poco más en los otros, menos en nuestras necesidades que en las necesidades de los que nos rodean, menos en nuestros dolores y penas, en nuestros gustos y conveniencias que en lo que vemos en nuestros prójimos, seríamos servidores de ellos y testigos del Evangelio.

María, testigo de Jesucristo, alienta nuestro compromiso para que también nosotros lleguemos a ser luz del mundo y sal de la tierra.


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-



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