jueves, 7 de febrero de 2008

Pequeñas Semillitas 0300

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0300 ~ Jueves 7 de Febrero de 2008
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)





Hola !!!
Hemos llegado al número 300 (trescientos) de "Pequeñas Semillitas"... Casi me parece mentira esta realidad tan hermosa, y, especialmente para los nuevos lectores, quiero recordar cómo nació la idea de hacer este boletín:
Allá por el mes de junio de 2006, estaba yo enviando cinco, seis o siete mails diarios a un grupito de unas treinta personas, que aún hoy son mis estoicos lectores "de la primera hora". Entonces enviaba en mails separados: "Los cinco minutos de Dios", "El Santoral del día", "Efemérides", "Cosas Curiosas", "El pensamiento de hoy", "Temas Médicos", y algún otro mensaje más.
Ello me llevaba algunas horas diarias de preparación, y no pocos problemas y reclamos familiares por ese tiempo excesivo que pasaba en la computadora, hasta que decidí tomarme unos días de descanso sin presencia en internet. Coincidió eso con uno de los períodos de mayor agravamiento en la salud de mi padre, por entonces ya muy enfermo. Y fue en esos días en los que me puse a meditar de qué forma podría continuar compartiendo mis ideas y difundiendo mensajes positivos, optimistas y de Fe, pero con menos horas de estar ante el teclado y la pantalla y reducir así los enojos de mi esposa Adriana.
Allí fue cuando Dios me iluminó y surgió la idea de armar un "boletín" diario, que me permitiera enviar en un solo mail todos los temas que antes armaba en correos separados, más pesados y más enriquecidos con imágenes y sonidos que ahora -en el boletín diario- necesariamente no se incluyen para priorizar absolutamente los textos.
Y así nació el boletín...
Su nombre "Pequeñas Semillitas" fue la consecuencia de sumar dos palabras: Pequeñas, porque tal como los más viejos lectores recordarán, yo gustaba llamar a mis mails "mis pequeñitos", y Semillitas, porque tengo un libro de cabecera que siempre me acompaña y que se llama "Semillas de cielo y tierra" (Reflexiones sencillas para tiempos difíciles) del sacerdote jesuita cordobés Angel Rossi y en su título encontré inspiración...
Comencé a publicar el boletín el día martes 11 de julio de 2006 (día del cumpleaños de mi hijo Franco), y al principio eran tan solo unas treinta personas que lo recibían. Con el correr de los días se fueron sumando más y más pedidos para recibirlo y llegó un momento en que ya no pude seguir enviándolos yo mismo a tantas personas; y eso dio lugar a la idea de armar un Grupo de distribución para estos boletines, cosa que pude hacer dentro de Yahoo Grupos y gracias a la inestimable ayuda de Melissa, una amiga chilena muy querida y de muchos años de amistad “cibernética” y ahora también real pues en las recientes vacaciones de Enero pude conocerla personalmente en su Santiago de Chile, que hoy es la Moderadora del Grupo.
Este nueva etapa de “Pequeñas Semillitas” ya como Grupo, se inició el día 1º de marzo de 2007, ocasión en que comencé a numerarlas nuevamente desde el 0001, y hoy tenemos anotados aproximadamente cuatro mil quinientos (4.500) suscriptores que reciben cada mañana en forma directa los boletines por mail, y luego viene la increíble acción multiplicadora de los reenvíos y la publicación en comunidades, listas o grupos de internet, que hace que cada día sean leídas las “Pequeñas Semillitas” por muchos miles de personas de los más remotos lugares del mundo, muchos de los cuales me sorprenden día a día enviándome comentarios o palabras de aliento.
Existe además "Pequeñas Semillitas" en internet, como blog, que puede ser leído por cualquier persona del mundo con el único requisito de tener una computadora con conexión a internet. El blog lo iniciamos también el 1º de marzo de 2007 y ha sido visitado hasta hoy por más de ochenta y ocho mil (88.000 ) lectores.
Agradezco a todos !!!
A quienes fueron los primeros lectores tanto como a los que se agregaron hace un par de días.
A los que leen en silencio tanto como a los que siempre me hacen algún comentario.
A los que reenvían cada día el boletín (algunas personas lo reenvían a cientos de contactos cada mañana).
A los que lo publican en listas de las que son propietarios, moderadores o simples miembros.
También a las personas que con toda honestidad me pidieron no recibirlo más porque sientieron que el contenido no era para ellos...
Y por cierto, agradezco a Dios y a la Virgen Santísima, la posibilidad de esparcir mis "Pequeñas Semillitas" cada día en un mundo que, como dice el Padre Rossi, está ávido de palabras, símbolos, gestos y ejemplos de vida que tengan fuerza de siembra.... Semillas que a veces esparce Dios directamente, y muchas otras, a través de numerosos sembradores que Dios pone cerca nuestro... y de cuya siembra generosa todos nos nutrimos...
¡¡¡ Gracias... y sigamos sembrando con alegría !!!



Evangelio de hoy



En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «El Hijo del hombre debe sufrir mucho, y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar al tercer día». Decía a todos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, ése la salvará. Pues, ¿de qué le sirve al hombre haber ganado el mundo entero, si él mismo se pierde o se arruina?».
(Lucas 9, 22-25)

Comentario
Hoy es el primer jueves de Cuaresma. Todavía tenemos fresca la ceniza que la Iglesia nos ponía ayer sobre la frente, y que nos introducía en este tiempo santo, que es un trayecto de cuarenta días. Jesús, en el Evangelio, nos enseña dos rutas: el Via Crucis que Él ha de recorrer, y nuestro camino en su seguimiento.
Su senda es el Camino de la Cruz y de la muerte, pero también el de su glorificación: «El Hijo del hombre debe sufrir mucho, y ser reprobado (...), ser matado y resucitar al tercer día» (Lc 9,22). Nuestro sendero, esencialmente, no es diferente del de Jesús, y nos señala cuál es la manera de seguirlo: «Si alguno quiere venir en pos de mí...» (Lc 9,23).
Abrazado a su Cruz, Jesús seguía la Voluntad del Padre; nosotros, cargándonos la nuestra sobre los hombros, le acompañamos en su Via Crucis.
El camino de Jesús se resume en tres palabras: sufrimiento, muerte, resurrección. Nuestro sendero también lo constituyen tres aspectos (dos actitudes y la esencia de la vocación cristiana): negarnos a nosotros mismos, tomar cada día la cruz y acompañar a Jesús.
Si alguien no se niega a sí mismo y no toma la cruz, quiere afirmarse y ser él mismo, quiere «salvar su vida», como dice Jesús. Pero, queriendo salvarla, la perderá. En cambio, quien no se esfuerza por evitar el sufrimiento y la cruz, por causa de Jesús, salvará su vida. Es la paradoja del seguimiento de Jesús: «¿De qué le sirve al hombre haber ganado el mundo entero, si él mismo se pierde o se arruina?» (Lc 9,25).
Esta palabra del Señor, que cierra el Evangelio de hoy, zarandeó el corazón de san Ignacio y provocó su conversión: «¿Qué pasaría si yo hiciera eso que hizo san Francisco y eso que hizo santo Domingo?». ¡Ojalá que en esta Cuaresma la misma palabra nos ayude también a convertirnos!
Fray Josep Mª Massana i Mola OFM (Barcelona, España)



Santoral y Efemérides


En el Santoral Católico hoy se conmemora a San Tobías.

Un cordial saludo para los amigos que llevan su nombre.

Algunos de los hechos más importantes ocurridos en un día como hoy en la Historia fueron:

1518 - Carlos I de España jura ante las Cortes de Valladolid las leyes de Castilla.
1602 - El pirata británico William Parker toma al asalto la ciudad de San Felipe de Portobelo (Panamá).
1639 - La Academie Française publica el primer diccionario de la lengua francesa.
1804 - Nace John Deere, pionero en la creación de productos manufacturados para el uso de la agricultura.
1812 - Nace Charles Dickens, novelista inglés.
1826 - El Congreso argentino nombra primer presidente de la República a Bernardino Rivadavia.
1900 - Se forma el Partido Laborista inglés.
1909 - Nace Helder Pessoa (Helder Cámara), obispo brasileño defensor de los derechos humanos.
1922 - Aparece el primer número de Selecciones del "Readers Digest".
1940 - Estreno de "Pinocho", de Disney.
1964 - Más de 3.000 fans se concentran en el Kennedy Airport de New York para recibir a los Beatles, en su primer visita a los EE.UU.
1986 - Una revuelta popular derroca al presidente de Haití, el dictador Jean Claude Duvalier, quien huye del país.
1996 - Ciento ochenta y nueve personas mueren a consecuencia de un accidente aéreo frente a las costas de la República Dominicana.
1999 - Muere el rey Husein de Jordania.



Pensamiento



"Si podéis curar, curad; si no podéis curar, calmad; si no podéis calmar, consolad"

A. Murri




Mensaje del Papa Benedicto XVI
para la Cuaresma 2008



«Nuestro Señor Jesucristo, siendo rico, por vosotros se hizo pobre» (2 Corintios 8, 9).



¡Queridos hermanos y hermanas!

1. Cada año, la Cuaresma nos ofrece una ocasión providencial para profundizar en el sentido y el valor de ser cristianos, y nos estimula a descubrir de nuevo la misericordia de Dios para que también nosotros lleguemos a ser más misericordiosos con nuestros hermanos. En el tiempo cuaresmal la Iglesia se preocupa de proponer algunos compromisos específicos que acompañen concretamente a los fieles en este proceso de renovación interior: son la oración, el ayuno y la limosna. Este año, en mi acostumbrado Mensaje cuaresmal, deseo detenerme a reflexionar sobre la práctica de la limosna, que representa una manera concreta de ayudar a los necesitados y, al mismo tiempo, un ejercicio ascético para liberarse del apego a los bienes terrenales. Cuán fuerte es la seducción de las riquezas materiales y cuán tajante tiene que ser nuestra decisión de no idolatrarlas, lo afirma Jesús de manera perentoria: «No podéis servir a Dios y al dinero» (Lc 16,13).

La limosna nos ayuda a vencer esta constante tentación, educándonos a socorrer al prójimo en sus necesidades y a compartir con los demás lo que poseemos por bondad divina. Las colectas especiales en favor de los pobres, que en Cuaresma se realizan en muchas partes del mundo, tienen esta finalidad. De este modo, a la purificación interior se añade un gesto de comunión eclesial, al igual que sucedía en la Iglesia primitiva. San Pablo habla de ello en sus cartas acerca de la colecta en favor de la comunidad de Jerusalén (cf. 2Cor 8,9; Rm 15,25-27 ).

2. Según las enseñanzas evangélicas, no somos propietarios de los bienes que poseemos, sino administradores: por tanto, no debemos considerarlos una propiedad exclusiva, sino medios a través de los cuales el Señor nos llama, a cada uno de nosotros, a ser un medio de su providencia hacia el prójimo. Como recuerda el Catecismo de la Iglesia Católica, los bienes materiales tienen un valor social, según el principio de su destino universal (cf. nº 2404).

En el Evangelio es clara la amonestación de Jesús hacia los que poseen las riquezas terrenas y las utilizan solo para sí mismos. Frente a la muchedumbre que, carente de todo, sufre el hambre, adquieren el tono de un fuerte reproche las palabras de San Juan: «Si alguno que posee bienes del mundo, ve a su hermano que está necesitado y le cierra sus entrañas, ¿cómo puede permanecer en él el amor de Dios?» (1Jn 3,17). La llamada a compartir los bienes resuena con mayor elocuencia en los países en los que la mayoría de la población es cristiana, puesto que su responsabilidad frente a la multitud que sufre en la indigencia y en el abandono es aún más grave. Socorrer a los necesitados es un deber de justicia aun antes que un acto de caridad.

3. El Evangelio indica una característica típica de la limosna cristiana: tiene que ser en secreto. «Que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha», dice Jesús, «así tu limosna quedará en secreto» (Mt 6,3-4). Y poco antes había afirmado que no hay que alardear de las propias buenas acciones, para no correr el riesgo de quedarse sin la recompensa de los cielos (cf. Mt 6,1-2). La preocupación del discípulo es que todo vaya a mayor gloria de Dios. Jesús nos enseña: «Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestra buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos» (Mt 5,16). Por tanto, hay que hacerlo todo para la gloria de Dios y no para la nuestra. Queridos hermanos y hermanas, que esta conciencia acompañe cada gesto de ayuda al prójimo, evitando que se transforme en una manera de llamar la atención. Si al cumplir una buena acción no tenemos como finalidad la gloria de Dios y el verdadero bien de nuestros hermanos, sino que más bien aspiramos a satisfacer un interés personal o simplemente a obtener la aprobación de los demás, nos situamos fuera de la óptica evangélica. En la sociedad moderna de la imagen hay que estar muy atentos, ya que esta tentación se plantea contínuamente. La limosna evangélica no es simple filantropía: es más bien una expresión concreta de la caridad, la virtud teologal que exige la conversión interior al amor de Dios y de los hermanos, a imitación de Jesucristo, que muriendo en la cruz se entregó a sí mismo por nosotros. ¿Cómo no dar gracias a Dios por tantas personas que en el silencio, lejos de los reflectores de la sociedad mediática, llevan a cabo con este espíritu acciones generosas de sostén al prójimo necesitado? Sirve de bien poco dar los propios bienes a los demás si el corazón se hincha de vanagloria por ello. Por este motivo, quien sabe que «Dios ve en el secreto» y en el secreto recompensará no busca un reconocimiento humano por las obras de misericordia que realiza.

4. Invitándonos a considerar la limosna con una mirada más profunda, que trascienda la dimensión puramente material, la Escritura nos enseña que hay mayor felicidad en dar que en recibir (Hch 20,35). Cuando actuamos con amor expresamos la verdad de nuestro ser: en efecto, no hemos sido creados para nosotros mismos, sino para Dios y para los hermanos (cf. 2Cor 5,15). Cada vez que por amor de Dios compartimos nuestros bienes con el prójimo necesitado experimentamos que la plenitud de vida viene del amor y lo recuperamos todo como bendición en forma de paz, de satisfacción interior y de alegría. El Padre celestial recompensa nuestras limosnas con su alegría. Y hay más: San Pedro cita entre los frutos espirituales de la limosna el perdón de los pecados. «La caridad -escribe- cubre multitud de pecados» (1P 4,8). Como a menudo repite la liturgia cuaresmal, Dios nos ofrece, a los pecadores, la posibilidad de ser perdonados. El hecho de compartir con los pobres lo que poseemos nos dispone a recibir ese don. En este momento pienso en los que sienten el peso del mal que han hecho y, precisamente por eso, se sienten lejos de Dios, temerosos y casi incapaces de recurrir a él. La limosna, acercándonos a los demás, nos acerca a Dios y puede convertirse en un instrumento de auténtica conversión y reconciliación con él y con los hermanos.

5. La limosna educa a la generosidad del amor. San José Benito Cottolengo solía recomendar: «Nunca contéis las monedas que dais, porque yo digo siempre: si cuando damos limosna la mano izquierda no tiene que saber lo que hace la derecha, tampoco la derecha tiene que saberlo» (Detti e pensieri, Edilibri, n. 201). Al respecto es significativo el episodio evangélico de la viuda que, en su miseria, echa en el tesoro del templo «todo lo que tenía para vivir» (Mc 12,44). Su pequeña e insignificante moneda se convierte en un símbolo elocuente: esta viuda no da a Dios lo que le sobra, no da lo que posee sino lo que es. Toda su persona.

Este episodio conmovedor se encuentra dentro de la descripción de los días inmediatamente precedentes a la pasión y muerte de Jesús, el cual, como señala San Pablo, se ha hecho pobre a fin de enriquecernos con su pobreza (cf. 2Cor 8,9); se ha entregado a sí mismo por nosotros. La Cuaresma nos empuja a seguir su ejemplo, también a través de la práctica de la limosna. Siguiendo sus enseñanzas podemos aprender a hacer de nuestra vida un don total; imitándole conseguimos estar dispuestos a dar, no tanto algo de lo que poseemos, sino a darnos a nosotros mismos. ¿Acaso no se resume todo el Evangelio en el único mandamiento de la caridad? Por tanto, la práctica cuaresmal de la limosna se convierte en un medio para profundizar nuestra vocación cristiana. El cristiano, cuando gratuitamente se ofrece a sí mismo, da testimonio de que no es la riqueza material la que dicta las leyes de la existencia, sino el amor. Por tanto, lo que da valor a la limosna es el amor, que inspira formas distintas de don, según las posibilidades y las condiciones de cada uno.

6. Queridos hermanos y hermanas, la Cuaresma nos invita a «entrenarnos» espiritualmente, también mediante la práctica de la limosna, para crecer en la caridad y reconocer en los pobres a Cristo mismo. Los Hechos de los Apóstoles cuentan que el Apóstol San Pedro dijo al hombre tullido que le pidió una limosna en la entrada del templo: «No tengo plata ni oro; pero lo que tengo, te lo doy: en nombre de Jesucristo, el Nazareno, echa a andar» (Hch 3,6). Con la limosna regalamos algo material, signo del don más grande que podemos ofrecer a los demás con el anuncio y el testimonio de Cristo, en cuyo nombre está la vida verdadera. Por tanto, que este tiempo esté caracterizado por un esfuerzo personal y comunitario de adhesión a Cristo para ser testigos de su amor. María, Madre y Sierva fiel del Señor, ayude a los creyentes a llevar adelante la «batalla espiritual» de la Cuaresma armados con la oración, el ayuno y la práctica de la limosna, para llegar a las celebraciones de las fiestas de Pascua renovados en el espíritu. Con este deseo, os imparto a todos una especial Bendición Apostólica.

Benedictus PP. XVI



Cosas curiosas


¿ Sabías que el mayor período de gestación entre los mamíferos corresponde a los elefantes ?
Las hembras de esta especie dan a luz a su cría aproximadamente a los 22 meses de quedar embarazadas.



¿ Sabías que un kilogramo de polen tiene tres veces más cantidad de proteína que la misma cantidad de carne de res ?
Y que el polen es el único nutriente conocido para la próstata.



¿ Sabías que los cachalotes pueden realizar descensos subacuáticos hasta los 2.500 ó 3.000 metros de profundidad ?
Estas inmersiones duran hasta 2 horas.




Historias : ¿Casualidad?



Hace muchos años, Sir Isaac Newton hizo un modelo de trabajo de nuestro sistema solar.
En el centro había una bola dorada grande que representaba el sol, y girando alrededor de ella estaban los planetas, pequeñas esferas adheridas a las puntas de varas de diferentes longitudes.
Un amigo suyo, que no creía en el relato bíblico de la creación, pasó por su casa para hacer una visita.
Al contemplar cómo Newton hacía mover a los pequeñitos planetas en sus órbitas, el hombre exclamó:
- ¡Vaya, vaya! ¡Qué cosa tan exquisita! ¿Quién lo hizo?
Sin levantar la vista, Newton contestó:
- Nadie.
- ¿Nadie? -preguntó el amigo.
- Así es. Estas bolas, dientes, correas y engranajes se juntaron coincidencialmente. Y también fue una cuestión de suerte que comenzasen a girar en sus respectivas órbitas en un tiempo perfecto.
El incrédulo entendió el mensaje.
Era una necedad suponer que el modelo se había hecho solo.
Pero tenía mucho menos sentido aceptar la teoría de que la Tierra y el vasto universo existiesen por casualidad.
¡Cuánto más lógico es creer la Palabra de Dios!




Meditación breve



La alegría es un rayo de luz que debe permanecer siempre encendido, iluminando todos nuestros actos y sirviendo de guía a todos los que se acercan a nosotros.
Si en tu interior hay luz y dejas abiertas las ventanas de tu alma, por medio de la alegría, todos los que pasan por la calle en tinieblas, serán iluminados por tu luz.
El trabajo es sinónimo de nobleza. No desprecies el trabajo que te toca realizar en la vida.
El trabajo ennoblece a aquellos que lo realizan con entusiasmo y amor.
No existen trabajos humildes. Sólo se distinguen por ser bien o mal realizados.
Da valor a tu trabajo, cumpliéndolo con amor y cariño y así te valorarás a ti mismo.





Pedido de oración



Mary, lectora del blog de "Pequeñas Semillitas" nos pide oraciones por su hijo y por la salud de su mamá. Seamos generosos en la oración sabiendo que Dios siempre nos escucha y nos atiende.


Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.




Los cinco minutos de María - por Alfonso Milagro


El niño débil, conciente de su debilidad y de sus pocas fuerzas, acude a su padre y a su madre en demanda de auxilio.
Como niños pequeños, carentes de fuerzas en nuestro espíritu, debemos acudir a nuestro Padre Dios y a nuestra Madre del cielo, pidiéndoles fuerza para permanecer siempre fieles al amor de Dios y a nuestros principios de fe y de vida.
La oración a María, la plegaria filial y confiada a su Corazón maternal, nos alcanzará la protección liberadora, que nos alejará del pecado y nos hará permanecer fieles a nuestra conciencia, fieles a nuestro Dios.

María, Madre del amor hermoso, alienta en nosotros el amor de tu Hijo, y permítenos crecer en fidelidad a su mensaje.


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-

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