martes, 26 de febrero de 2008

Pequeñas Semillitas 0319

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0319 ~ Martes 26 de Febrero de 2008
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)





Hola !!!
Mira siempre la cara luminosa de la vida. Espera que suceda lo mejor… y verás que así será.
Tú eres tu propio dueño; de tí depende dar vuelta a la situación y ver qué es lo que esconde la otra cara.
Si eliges ver sólo la cara oscura de la vida, no esperes atraer hacia tí a las almas que conocen la dicha de la verdadera libertad, porque lo igual atrae a su igual; tan sólo atraerás hacia tí a las almas que estén en el mismo estado.
Cuando estés en la cumbre y tu amor fluya libremente, atraerás hacia tí a todas las personas, pues a todo el mundo le atrae un alma gozosa.
Aprende a levantar el ánimo de una persona o de una situación y nunca te permitas hundirte en la desesperación más honda a causa de la actitud de nadie.
Estás aquí para crear paz, armonía, belleza y perfección, todo lo mejor de la vida, así que, ¡anda y haz algo al respecto!



Evangelio de hoy



En aquel tiempo, Pedro se acercó entonces y le dijo: «Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces?». Dícele Jesús: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
»Por eso el Reino de los Cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos. Al empezar a ajustarlas, le fue presentado uno que le debía 10.000 talentos. Como no tenía con qué pagar, ordenó el señor que fuese vendido él, su mujer y sus hijos y todo cuanto tenía, y que se le pagase. Entonces el siervo se echó a sus pies, y postrado le decía: ‘Ten paciencia conmigo, que todo te lo pagaré’. Movido a compasión el señor de aquel siervo, le dejó en libertad y le perdonó la deuda.
»Al salir de allí aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros, que le debía cien denarios; le agarró y, ahogándole, le decía: ‘Paga lo que debes’. Su compañero, cayendo a sus pies, le suplicaba: ‘Ten paciencia conmigo, que ya te pagaré’. Pero él no quiso, sino que fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase lo que debía. Al ver sus compañeros lo ocurrido, se entristecieron mucho, y fueron a contar a su señor todo lo sucedido. Su señor entonces le mandó llamar y le dijo: ‘Siervo malvado, yo te perdoné a ti toda aquella deuda porque me lo suplicaste. ¿No debías tú también compadecerte de tu compañero, del mismo modo que yo me compadecí de ti?’. Y encolerizado su señor, le entregó a los verdugos hasta que pagase todo lo que le debía. Esto mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si no perdonáis de corazón cada uno a vuestro hermano»
(Mateo 18, 21-35)

Comentario
Hoy, el Evangelio de Mateo nos invita a una reflexión sobre el misterio del perdón, proponiendo un paralelismo entre el estilo de Dios y el nuestro a la hora de perdonar.
El hombre se atreve a medir y a llevar la cuenta de su magnanimidad perdonadora: «Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces?» (Mt 18,21). A Pedro le parece que siete veces ya es mucho o que es, quizá, el máximo que podemos soportar. Bien mirado, Pedro resulta todavía espléndido, si lo comparamos con el hombre de la parábola que, cuando encontró a un compañero suyo que le debía cien denarios, «le agarró y, ahogándole, le decía: ‘Paga lo que debes’» (Mt 18,28), negándose a escuchar su súplica y la promesa de pago.
Echadas las cuentas, el hombre, o se niega a perdonar, o mide estrictamente a la baja su perdón. Verdaderamente, nadie diría que venimos de recibir de parte de Dios un perdón infinitamente reiterado y sin límites. La parábola dice: «Movido a compasión el señor de aquel siervo, le dejó en libertad y le perdonó la deuda» (Mt 18,27). Y eso que la deuda era muy grande.
Pero la parábola que comentamos pone el acento en el estilo de Dios a la hora de otorgar el perdón. Después de llamar al orden a su deudor moroso y de haberle hecho ver la gravedad de la situación, se dejó enternecer repentinamente por su petición compungida y humilde: «Postrado le decía: ‘Ten paciencia conmigo, que todo te lo pagaré’. Movido a compasión...» (Mt 18,26-27). Este episodio pone en pantalla aquello que cada uno de nosotros conoce por propia experiencia y con profundo agradecimiento: que Dios perdona sin límites al arrepentido y convertido. El final negativo y triste de la parábola, con todo, hace honor a la justicia y pone de manifiesto la veracidad de aquella otra sentencia de Jesús en Lc 6,38: «Con la medida con que midáis se os medirá».
Rev. D. Enric Prat i Jordana (Sort-Lleida, España)



Santoral y Efemérides


En el Santoral Católico hoy se conmemora a San Néstor, Obispo de Magido, Mártir.

Otros santos del día: Beata Piedad de la Cruz Ortiz Real, y San Porfirio, obispo.

Un cordial saludo para los amigos y amigas que llevan esos nombres.

Algunos de los hechos más importantes ocurridos en un día como hoy en la Historia fueron:

1616 - La Inquisición ordena la captura de Galileo.
1802 - Nace Victor Hugo, poeta, novelista y dramaturgo francés.
1815 - Napoleón Bonaparte se escapa de la isla de Elba, reorganiza su Ejército e inicia el llamado "Período de los Cien Días".
1829 - Nace Levi Strauss, creador del jean.
1846 - Nace William Frederick Cody, "Buffalo Bill", militar, explorador y actor estadounidense.
1848 - Marx y Engels publican el Manifiesto Comunista.
1885 - Nace José de la Riva Aguero y Osuna, escritor y político, ex presidente de Perú (1923-1927).
1936 - Hitler introduce el vehículo ideado por Ferdinand Porsche, "el Volkswagen"o "auto popular".
1971 - Muere Fernandel, actor francés.
1980 - Egipto e Israel intercambian embajadores por primera vez.
1993 - Atentado con explosivos en las Torres Gemelas de Nueva York.




Pensamiento



"Algún día, en cualquier parte, en cualquier lugar... indefectiblemente te encontrarás a tí mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas".
Pablo Neruda




La construcción de la felicidad




No es cierto, como muchos piensan, que la dicha pueda encontrarse como se encuentra por la calle una moneda o que pueda tocar como una lotería, sino que es algo que se construye, ladrillo a ladrillo, como una casa.

Habría también que enseñarles que la felicidad nunca es completa en este mundo, pero que, aun así, hay razones más que suficientes de alegría para llenar una vida de jugo y de entusiasmo y que una de las claves está precisamente en no renunciar o ignorar los trozos de felicidad que poseemos por pasarse la vida soñando o esperando la felicidad entera.

Sería también necesario decirles que no hay «recetas» para la felicidad, porque, en primer lugar, no hay una sola, sino muchas felicidades y que cada hombre debe construir la suya, que puede ser muy diferente de la de sus vecinos. Y porque, en segundo lugar, una de las claves para ser felices está en descubrir «qué» clase de felicidad es la mía propia.

Añadir después que, aunque no haya recetas infalibles, sí hay una serie de caminos por los que, con certeza, se puede caminar hacia ella.

A mí se me ocurren, así de repente, unos cuantos:

- Valorar y reforzar las fuerzas positivas de nuestra alma.
- Descubrir y disfrutar de todo lo bueno que tenemos.
- No tener que esperar a encontramos con un ciego para enterarnos de lo hermosos e importantes que son nuestros ojos.
- Asumir después serenamente las partes negativas o deficitarias de nuestra existencia.
- Vivir abiertos hacia el prójimo. Pensar que es preferible que nos engañen cuatro o cinco veces en la vida que pasarnos la vida desconfiando de los demás.
- Tener un gran ideal, algo que centre nuestra existencia y hacia lo que dirigir lo mejor de nuestras energías.
- Creer descaradamente en el bien. Tener confianza en que a la larga y a veces muy a la larga, terminará siempre por imponerse.
- En el amor, preocuparse más por amar que por ser amados.
- Elegir, si se puede, un trabajo que nos guste. Y si esto es imposible, tratar de amar el trabajo que tenemos.
- Revisar constantemente nuestras escalas de valores.
- Cuidar de que el dinero no se apodere de nuestro corazón, pues es un ídolo difícil de arrancar de él cuando nos ha hecho sus esclavos.
- Descubrir que Dios es alegre.
- Procurar sonreír con ganas o sin ellas.

La lista podría ser más larga. Pero creo que, tal vez, esas pocas lecciones podrían servir para iniciar el estudio de la asignatura más importante de nuestra carrera de hombres: la construcción de la felicidad.

José Luis Martín Descalzo




Cosas curiosas



¿ Sabías que la Apolo 13 inició su frustrado viaje a las 13.13 y sufrió un accidente el día 13 ?
Cuando faltaba poco para llegar a destino, el cráter de Fra Mauro, en el ecuador lunar, explotó el tanque criogénico de oxígeno. Cuatro días después, el 17 de abril de 1970, la tripulación estaba de regreso, a salvo.



¿ Sabías que los tatuajes más antiguos datan de 4.000 años antes de Cristo ?
En el japón del siglo I a.C. se lo usaba como estigma de castigo en las caras de los criminales. Actualmente, las mujeres de Nigeria son marcadas en el rostro para indicar si están casadas o no, a qué tribu pertenecen y cuál es su rango social.



¿ Sabías que Lautaro quiere decir ave de rapiña?
Proviene de lau, calvo, y traru, carancho. Llevaba este nombre un célebre cacique araucano nacido en 1535. Organizó la resistencia contra los españoles, a quienes combatió hasta su muerte en batalla, en 1557.





Historias : La mitad de la vida



Creo que fue Einstein, un tipo que decía: "Todos somos ignorantes, lo que pasa es que no todos ignoramos las mismas cosas".
A veces hay personas que son muy expertas, muy sabias en alguna cosa pero, lamentablemente, se olvidan o no saben otras y en el momento oportuno puede ser que pierdan todo lo que sepan a causa de lo que ignoran.

Voy a compartir con ustedes un pequeño cuento.

Dicen que una vez iba un... ¿Puedo hacerlo como de porteño? Gracias. Vamos a hacerlo de porteño. Iba un porteño que quería cruzar el Paraná, pero quería hacerlo en lancha allá por la Isla del Cerrito, en el norte. Consiguió un canoero, y el hombre le hablaba y decía:

-¿Usted alguna vez visitó Buenos Aires?.

-No -decía el canoero- yo no, que yo sepa no estuve nunca en Buenos Aires.

-Ah, pero usted perdió la primera mitad de la vida. ¿Usted no conoce ninguna gran ciudad?. Que sé yo, ¿aunque sea Rosario, Córdoba?".

-No, la verdad señor, que yo nunca viví ahí.

-Ah, entonces usted perdió la primera mitad de la vida.

En un determinado momento empieza a entrar agua en el bote, y el canoero lo mira al señor y le dice:

-¿Usted. sabe nadar?

-No, la verdad que no, dice el porteño.

-Entonces se perdió la segunda mitad de la vida -le dice el canoero....

Puede suceder que a veces es importante saber algunas cosas, pero también es importante saber que uno ignora otras. Y, a lo mejor, por ignorar esas uno puede perder todo lo demás. Lo pensamos cada uno.

Hoy el cuentito es corto y les pido que me perdonen los porteños. A veces a los provincianos, viste, nos gusta, así como Uds. se ríen a veces un poco de nosotros, a veces nos gusta también tomarles el pelo y reírnos un poco de ustedes. Es lindo reírse o mejor todavía, reírnos juntos. No reírse del otro sino reírse con los otros. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Fray Mamerto Menapache.


Nota para los lectores de otros países:

“Porteño” : dícese de los habitantes de la ciudad de Buenos Aires (del puerto)
“Canoero”: el hombre que maneja una canoa. “Canoa”: bote pequeño y sencillo de madera movido por remos.



Reflexión diaria en Cuaresma



Día 21º. Martes tercero (26 de Febrero)

Confesiones descuidadas. Cuentan que un obrero había encontrado un billete de mil dólares; no le llamó mucho la atención porque en América los billetes son iguales aunque tengan más valor y aquel papelito no le impresionó demasiado. Se lo guardó en un bolsillo, varios días más tarde, al pasar por un Banco, entró a preguntar cuánto valía.

Casi se desmaya cuando se lo dijeron, pues la suma equivalía a tres meses de su jornal...

No es raro encontrarse con gente que no sabe lo que tiene; puede ser un cuadro de un pintor famoso, un objeto antiguo, unas monedas raras, unos sellos valiosísimos... Cuando nos enteramos, solemos sentir una especie de envidia. No se nos ocurre pensar que nosotros también tenemos un tesoro que quizá no apreciamos: El Sacramento de la Penitencia. Tal vez al recibirlo frecuentemente y sepamos que no sólo sirve para perdonar los pecados graves, sino también los leves; que aumenta la gracia santificante y nos proporciona una gracia especial para rechazar las tentaciones... Sin embargo, a lo mejor nos parece que no nos aprovecha demasiado, que no nos hace mejores; que nos acusamos una y otra vez de los mismos pecados, inútilmente... Si eso pensamos, lo más probable es que nuestras confesiones no sean buenas. La Penitencia es un sacramento que Jesús pagó con su vida. Debemos cuidar todo lo que tiene que ver con la confesión.

¿Hago bien el examen? ¿Pido perdón con dolor? ¿Digo los pecados en concreto y también los veniales? ¿Hago propósito de no volver a cometerlos? ¿Cumplo la penitencia?

Continúa hablándole a Dios con tus palabras

Texto del P. José Pedro Manglano Castellary
Tomado del "Web Católico de Javier"
http://webcatolicodejavier.org



Pedido de oración


Nuestra amiga Marité, lectora de "Pequeñas Semillitas" desde Estados Unidos de Norteamérica, nos piede oraciones por los matrimonios de su hermana Liliana con Herbert y de su hermano José Manuel con Julia Dolores. En amgos casos se trata de matrimonios que vienen arrastrando largas y profundas crisis y que Marité nos pide pongamos en oración para que desde el Cielo llegue una bendición especial que permita recuperarlos en el amor.



También pedimos oración por el Padre Omar Maza, un sacerdote entusiasta y de gran dedicación, que desarrolla su ministerio pastoral en modestas capillas de la provincia de Buenos Aires (Virrey del Pino, Los Álamos, El Sol, Elvira), con gran esfuerzo personal y muy buena respuesta de los fieles. Recientemente concluyeron la Novena a la Virgen de Lourdes con gran participación de adultos, jóvenes, adolescentes y niños... ¡Feliz Cumpleaños Padre Omar y a seguir adelante en la hermosa tarea de tu vocación!




Los cinco minutos de María - por Alfonso Milagro



La madre se entrega al hijo sin límites ni condiciones ni restricciones; María, Madre de Jesús, se entregó a Él de esa forma; vivió para Él, perocupada por Él y por sus cosas.
Cuando a los doce años lo perdió en el templo, sintió un hondo dolor en su Corazón de Madre.
En tu vida cristiana, debes preocuparte por Jesús y por sus intereses; Él quiere salvar a los hombres; no pierdas tu empeño y tu ilusión de vivir entregado a la obra redentora de Jesucristo. Que nada haya en tu vida que no quede bajo la influencia de Jesucristo, que no sea animado por su Espíritu.

María, tú que eras amiga de los Apóstoles que seguían a Jesús, sé también amiga de los apóstoles de hoy.



Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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