domingo, 15 de septiembre de 2024

Pequeñas Semillitas 5756

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 19 - Número 5756 ~ Domingo 15 de Setiembre de 2024
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
En el Evangelio de hoy Jesús se dirige a Pedro de dos maneras muy distintas, casi contrapuestas:
En la primera, ante la pregunta de quién dice la gente -y también sus discípulos- que es Él, se podría decir que elogia a Pedro porque el apóstol afirmó que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios vivo, cosa que lo ha dicho no porque se lo hubiera revelado alguien de carne y hueso, sino el Padre celestial.
En la segunda, luego que Jesús les anuncia que irá a Jerusalén a padecer y morir, Pedro manifestó que no era posible tal cosa, y Jesús lo reprendió duramente porque no entendía las cosas de Dios sino que hablaba y juzgaba como los hombres.
Nosotros estamos llamados a identificar quién es Jesús, Dios  y hombre. Como Dios nos ha salvado de nuestros pecados con su muerte. Como  hombre ayudó a  un sinnúmero de enfermos y perturbados por diversos motivos. Siendo sus discípulos compartimos su divinidad, y por eso nuestros sacrificios y oraciones contribuyen a la salvación del mundo.
Pidamos a Dios que nos conceda la gracia de descubrirle, amarle y servirle en nuestros hermanos para que podamos alcanzar la vida eterna. Amén.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Is 50, 5-9
 
Salmo: Sal 114, 1-2. 3-4. 5-6. 8-9
 
Segunda Lectura: Sant 2, 14-18
 
Santo Evangelio: Mc 8,27-35
En aquel tiempo, salió Jesús con sus discípulos hacia los pueblos de Cesarea de Filipo, y por el camino hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que soy yo?». Ellos le dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que uno de los profetas». Y Él les preguntaba: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?». Pedro le contesta: «Tú eres el Cristo».
Y les mandó enérgicamente que a nadie hablaran acerca de Él. Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar a los tres días. Hablaba de esto abiertamente. Tomándole aparte, Pedro, se puso a reprenderle. Pero Él, volviéndose y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro, diciéndole: «¡Quítate de mi vista, Satanás! porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres».
Llamando a la gente a la vez que a sus discípulos, les dijo: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará».
 
Comentario:
Hoy día nos encontramos con situaciones similares a la descrita en este pasaje evangélico. Si, ahora mismo, Dios nos preguntara «¿quién dicen los hombres que soy yo?» (Mc 8,27), tendríamos que informarle acerca de todo tipo de respuestas, incluso pintorescas. Bastaría con echar una ojeada a lo que se ventila y airea en los más variados medios de comunicación. Sólo que… ya han pasado más de veinte siglos de “tiempo de la Iglesia”. Después de tantos años, nos dolemos y —con santa Faustina— nos quejamos ante Jesús: «¿Por qué es tan pequeño el número de los que Te conocen?».
Jesús, en aquella ocasión de la confesión de fe hecha por Simón Pedro, «les mandó enérgicamente que a nadie hablaran acerca de Él» (Mc 8,30). Su condición mesiánica debía ser transmitida al pueblo judío con una pedagogía progresiva. Más tarde llegaría el momento cumbre en que Jesucristo declararía —de una vez para siempre— que Él era el Mesías: «Yo soy» (Lc 22,70). Desde entonces, ya no hay excusa para no declararle ni reconocerle como el Hijo de Dios venido al mundo por nuestra salvación. Más aún: todos los bautizados tenemos ese gozoso deber “sacerdotal” de predicar el Evangelio por todo el mundo y a toda criatura (cf. Mc 16,15). Esta llamada a la predicación de la Buena Nueva es tanto más urgente si tenemos en cuenta que acerca de Él se siguen profiriendo todo tipo de opiniones equivocadas, incluso blasfemas.
Pero el anuncio de su mesianidad y del advenimiento de su Reino pasa por la Cruz. En efecto, Jesucristo «comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho» (Mc 8,31), y el Catecismo nos recuerda que «la Iglesia avanza en su peregrinación a través de las persecuciones del mundo y de los consuelos de Dios» (n. 769). He aquí, pues, el camino para seguir a Cristo y darlo a conocer: «Si alguno quiere venir en pos de mí (…) tome su cruz y sígame» (Mc 8,34).
* Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España) © Textos de Evangeli.net
 
Nuestra Señor de los Dolores
El memorial de Nuestra Señora de los Dolores, hoy queda litúrgicamente relegado a segundo plano, porque al ser Domingo, que es el Día del Señor y esa es la celebración que prevalece. De todos modos, para más información hacer clic acá.
(ACI Prensa – Catholic.net)
 
El Señor del Milagro
Patrono de Salta (Argentina)
El Señor del Milagro es una advocación católica, venerada en la ciudad de Salta, provincia de Salta, norte de la República Argentina.
Para más información hacer clic acá.
(ACI Prensa)
 
Pensamiento del día
«Dios te salve, María, llena eres de dolores; Jesús crucificado está contigo; digna eres de llorada y compadecida entre todas las mujeres, y digno es de ser llorado y compadecido Jesús, fruto bendito de tu vientre.  Santa María, Madre del Crucificado, da lágrimas a nosotros crucificadores de tu Hijo, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.»
(AVEMARÍA DOLOROSA)
 
Predicación del Evangelio:
¿Qué nos puede aportar Jesús?
«¿Quién decís que soy yo?». No sé exactamente cómo contestarán a esta pregunta de Jesús los cristianos de hoy, pero tal vez podemos intuir un poco lo que puede ser para nosotros en estos momentos si logramos encontrarnos con él con más hondura y verdad.
 
Jesús nos puede ayudar, antes que nada, a conocernos mejor. Su evangelio hace pensar y nos obliga a plantearnos las preguntas más importantes y decisivas de la vida. Su manera de sentir y de vivir la existencia, su modo de reaccionar ante el sufrimiento humano, su confianza indestructible en un Dios amigo de la vida es lo mejor que ha dado la historia humana.
 
Jesús nos puede enseñar sobre todo un estilo nuevo de vida. Quien se acerca a él no se siente tanto atraído por una nueva doctrina como invitado a vivir de una manera diferente, más arraigado en la verdad y con un horizonte más digno y más esperanzado.
 
Jesús nos puede liberar también de formas poco sanas de vivir la religión: fanatismos ciegos, desviaciones legalistas, miedos egoístas. Puede, sobre todo, introducir en nuestras vidas algo tan importante como la alegría de vivir, la mirada compasiva hacia las personas, la creatividad de quien vive amando.
 
Jesús nos puede redimir de imágenes enfermas de Dios que vamos arrastrando sin medir los efectos dañinos que tienen en nosotros. Nos puede enseñar a vivir a Dios como una presencia cercana y amistosa, fuente inagotable de vida y ternura. Dejarnos conducir por él nos llevará a encontrarnos con un Dios diferente, más grande y humano que todas nuestras teorías.
 
Eso sí. Para encontrarnos con Jesús en un nivel un poco auténtico hemos de atrevernos a salir de la inercia y del inmovilismo, recuperar la libertad interior y estar dispuestos a «nacer de nuevo», dejando atrás la observancia rutinaria y aburrida de una religión convencional.
 
Sé que Jesús puede ser el sanador y liberador de no pocas personas que viven atrapadas por la indiferencia, distraídas por la vida moderna, paralizadas por una religión vacía o seducidas por el bienestar material, pero sin camino, sin verdad y sin vida.
.
(P. José Antonio Pagola - Imagen Misioneros Digitales Católicos)
 
Nuevo vídeo
 
Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet
referido al Evangelio de este Domingo.
Para verlo tienes que ir al final de esta página:
 
Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.
 
💕 Desde Buenos Aires, Argentina, llega un agradecimiento a Dios y a la Santísima Virgen por su mediación, en nombre del niño Manu, que ha cumplido 5 años y, superando los malos pronósticos que había por una enfermedad, ha comenzado a hablar y caminar. Nos unimos a la plegaria de acción de gracias.
 
Bendito seas, Dios mío, porque a pesar de ser yo indigno de toda ayuda, tu generosidad e infinita bondad nunca dejan de otorgar el bien aún a los ingratos y a los que se han apartado de ti. Conviértenos a ti, para que seamos agradecidos, humildes y piadosos, pues Tú eres nuestra salud, nuestra fortaleza y nuestra salvación.
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Está de moda hablar de Dios como amor, lo cual es bueno, pues es un aspecto fundamental de la verdad revelada por Cristo acerca de Dios, aunque a veces se olviden otros aspectos de esa misma verdad -manifestada en el Antiguo Testamento y asumida por Jesús en sus enseñanzas-, como es el hecho de que Dios es Juez o Señor. En todo caso, lo que no está tan de moda es percatarse de que ese amor de Dios se puso de manifiesto sobre todo en Cristo, en la encarnación del Hijo de Dios, y muy especialmente en la muerte redentora de Cristo en la Cruz. La Cruz, pues, es la mayor prueba del amor de Dios hacia los hombres, la prueba definitiva.
Pues bien, del mismo modo que Dios ha hecho con nosotros, así debemos hacer nosotros con Él. Nuestras cruces deben convertirse en la prueba de que nosotros le queremos a Él. Y para ello nada mejor que aceptar lo que Dios nos pide, tanto lo que es nuestra obligación como los imprevistos de la vida. Si somos capaces de no huir de la cruz por amor a Cristo, que por amor a nosotros no huyó de su Cruz, entonces le estaremos demostrando a Dios que le queremos de verdad.
No hay que olvidar que en las enseñanzas del Señor a sus discípulos entra también el concepto de resurrección: la prueba pasa y lo que triunfa al final es la verdad y la justicia. (P. Santiago Martín)
🌸
En Lourdes, durante la novena aparición de María a Bernardita, el 25 de febrero de 1858, la Virgen lanzó un llamado a la penitencia. Estaban presentes trescientas personas.
Bernardita relata lo siguiente: "Me dijo que fuera a beber al manantial (...) Sólo encontré un poco de agua turbia. Al cuarto intento pude beber. También me hizo comer un poco de hierba que había cerca de la fuente entonces la visión desapareció y me fui."
La hierba era amarga. El agua estaba sucia, Bernardita se levantó toda embadurnada, ante  la consternación de sus más fervientes “partidarios”.
Delante de la multitud que le pregunta: "¿Sabes que la gente piensa que estás loca por hacer esas cosas?", Ella responde: "Por los pecadores".
Los mensajes se repiten: "¡Penitencia!" ¡Penitencia! ¡Penitencia!"; “Orarás a Dios por los pecadores»; “Ve y besa la tierra en penitencia por la conversión de los pecadores. »
El 27 de febrero siguiente, décima aparición: Bernardita realizó nuevamente los gestos de penitencia (besar la tierra, comer hierbas amargas, beber agua).
🌸
Estaba en la Isla Mauricio en una misión. Alguien me invitó a hablar con los empleados de su empresa, donde trabajaban personas de diversas religiones, cristianos, musulmanes, budistas, hindúes, etc. Vivían en armonía.
Después de compartir algunos mensajes esenciales de la Virgen, el director de su empresa me pidió orar por todos los empleados que deseaban una oración. Casi todos querían quedarse. Después de la oración, una mujer se acercó a mí y me pidió que orara a la Virgen María de Medjugorje por el niño que llevaba en su seno. Esta mujer era musulmana. Entonces oré por ella, por su hijo y por un feliz nacimiento.
Luego me tomó la mano y la colocó sobre su estómago. Inmediatamente, enseguida el niño al contacto de mi mano comenzó a mover la cabeza con fuerza... ¡Su madre lo sintió tan bien como yo! Esta experiencia fue para ella un gran regalo del Cielo y una maravillosa oportunidad de alegrarse por la vida de este niño.
(Sor Emmanuel: “Las noticias de Medjugorje” diciembre 2023)
 
Extractos de cartas del Padre Pío
(Recopilación: P. Gianluigi Pasquale en “365 días con el Padre Pío”)
15 de setiembre
Una voz triste pero dulcísima sonaba en mi pobre corazón; era el aviso del padre amoroso que dibujaba en la mente de su hijo los peligros que habría de encontrar en la lucha de la vida; era la voz del padre bondadoso que quería el corazón del hijo alejado de aquellos amores infantiles inocentes; era la voz del padre amoroso que susurraba a los oídos y al corazón del hijo que se apartara del todo de la arcilla, del fango, y que celosamente le pedía que se consagrara totalmente a Él.
Apasionadamente, con suspiros amorosos, con gemidos inenarrables, con palabras dulces y suaves, lo llamaba a sí, quería hacerlo todo suyo.
Más aún, casi celoso del hijo, permitía con frecuencia que la criatura, hija de la tierra y del fango, diera coces y lanzara golpes inmerecidos al hijo que Él amaba con tanta ternura y afecto; y que este comprendiera hasta qué punto había sido falaz y engañoso el amor que, inocente e infantilmente, daba a las criaturas…
Entonces yo, el hijo ingrato, lo comprendía todo y contemplaba claramente el cuadro terrible y espantoso que Él, en su infinita misericordia, me presentaba; cuadro en verdad desalentador, que habría hecho temblar y asustarse a las almas más probadas.
Al percibir aquellas inmundicias, aquellas miserias, yo invocaba enseguida los santísimos nombres de Jesús y de María, llamando con angustia al buen padre para que viniera en mi ayuda. Y he ahí que enseguida, en respuesta a mi llamada, Él se me presentaba; y, viendo que yo me esforzaba por alejar de mí aquel funesto cuadro, parecía que sonriera, parecía que me invitara a otra vida, me hacía comprender que el puerto seguro, el refugio de paz para mí era el ejército de la milicia eclesiástica.
(Noviembre de 1922, a las hermanas Campanile, Ep. III, 1005)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
 
PÁGINAS DE FELIPE DE URCA:
 
”PEQUEÑAS SEMILLITAS”
”JUAN PABLO II INOLVIDABLE”
FACEBOOK de “FELIPE DE URCA”
FACEBOOK de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”
Canal de WHATSAPP de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”
”X” (ex TWITTER) de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”
INSTAGRAM: FELIPE DE URCA

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.