PEQUEÑAS
SEMILLITAS Año
19 - Número 5679 ~ Domingo 30 de Junio de 2024Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina) ¡Alabado sea Jesucristo!
El evangelio de hoy nos narra el drama de dos contemporáneos de Jesús,
agobiados por la desesperanza, a quienes éste devolvió la alegría. El primer drama lo vive Jairo,
uno de los jefes de la sinagoga, que contempla impotente cómo se va apagando la
vida de su hija. El segundo drama lo vive
una mujer sencilla, que desde hacía doce años padecía una hemorragia que
no habían podido controlar los médicos. Jesús, sensible ante el dolor humano,
atiende las súplicas de estos dos personajes y contempla la fe que han tenido:
la hija de Jairo regresa a la vida y la mujer es curada de sus dolencias.
Cuentan que una hermana suya preguntó a Tomás de Aquino qué es lo que se necesita
para ir al cielo, y su hermano, que podía haberle hecho una lista larga
(oración, sacramentos, obras de misericordia, etc.), fue esa vez muy lacónico:
“Teodora –le dijo– lo único que hace falta es querer”.
Tú permites, Señor, que esté ilusionado por muchas cosas, pero sólo es
necesaria una cosa, y que ha de estar en el fondo de todo mi pensar, querer y
actuar: Tú, Señor. Ayúdame a querer de verdad, con obras, sin que otros afanes
apaguen mi propósito.
La Palabra de Dios Lecturas del día ♡ Primera Lectura: Sab 1, 13-15; 2, 23-24
♡ Salmo: Sal 29, 2 y 4. 5-6. 11 y 12a y 13b
♡ Segunda Lectura: 2 Cor 8, 7. 9. 13-15
♡ Santo Evangelio: Mc 5,21-43
En aquel tiempo, Jesús pasó de nuevo en la barca a la otra orilla y se
aglomeró junto a Él mucha gente; Él estaba a la orilla del mar. Llega uno de
los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verle, cae a sus pies, y le
suplica con insistencia diciendo: «Mi hija está a punto de morir; ven, impón
tus manos sobre ella, para que se salve y viva». Y se fue con él. Le seguía un
gran gentío que le oprimía.
Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años, y
que había sufrido mucho con muchos médicos y había gastado todos sus bienes sin
provecho alguno, antes bien, yendo a peor, habiendo oído lo que se decía de
Jesús, se acercó por detrás entre la gente y tocó su manto. Pues decía: «Si
logro tocar aunque sólo sea sus vestidos, me salvaré». Inmediatamente se le
secó la fuente de sangre y sintió en su cuerpo que quedaba sana del mal. Al
instante, Jesús, dándose cuenta de la fuerza que había salido de Él, se volvió
entre la gente y decía: «¿Quién me ha tocado los vestidos?». Sus discípulos le
contestaron: «Estás viendo que la gente te oprime y preguntas: ‘¿Quién me ha
tocado?’». Pero Él miraba a su alrededor para descubrir a la que lo había hecho.
Entonces, la mujer, viendo lo que le había sucedido, se acercó atemorizada y
temblorosa, se postró ante Él y le contó toda la verdad. Él le dijo: «Hija, tu
fe te ha salvado; vete en paz y queda curada de tu enfermedad».
Mientras estaba hablando llegan de la casa del jefe de la sinagoga unos
diciendo: «Tu hija ha muerto; ¿a qué molestar ya al Maestro?». Jesús que oyó lo
que habían dicho, dice al jefe de la sinagoga: «No temas; solamente ten fe». Y
no permitió que nadie le acompañara, a no ser Pedro, Santiago y Juan, el
hermano de Santiago. Llegan a la casa del jefe de la sinagoga y observa el
alboroto, unos que lloraban y otros que daban grandes alaridos. Entra y les
dice: «¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no ha muerto; está dormida». Y se
burlaban de Él. Pero Él después de echar fuera a todos, toma consigo al padre
de la niña, a la madre y a los suyos, y entra donde estaba la niña. Y tomando
la mano de la niña, le dice: «Talitá kum», que quiere decir: «Muchacha,
a ti te digo, levántate». La muchacha se levantó al instante y se puso a andar,
pues tenía doce años. Quedaron fuera de sí, llenos de estupor. Y les insistió
mucho en que nadie lo supiera; y les dijo que le dieran a ella de comer.
♡ Comentario:
Hoy, san Marcos nos presenta
una avalancha de necesitados que se acerca a Jesús-Salvador buscando consuelo y
salud. Incluso, aquel día se abrió paso entre la multitud un hombre llamado
Jairo, el jefe de la sinagoga, para implorar la salud de su hijita: «Mi hija
está a punto de morir; ven, impón tus manos sobre ella, para que se salve y
viva» (Mc 5,23).
Quién sabe si aquel hombre conocía de vista a Jesús, de verle
frecuentemente en la sinagoga y, encontrándose tan desesperado, decidió invocar
su ayuda. En cualquier caso, Jesús captando la fe de aquel padre afligido
accedió a su petición; sólo que mientras se dirigía a su casa llegó la noticia
de que la chiquilla ya había muerto y que era inútil molestarle: «Tu hija ha
muerto; ¿a qué molestar ya al Maestro?» (Mc 5,35).
Jesús, dándose cuenta de la situación, pidió a Jairo que no se dejara
influir por el ambiente pesimista, diciéndole: «No temas; solamente ten fe» (Mc
5,36). Jesús le pidió a aquel padre una fe más grande, capaz de ir más allá de
las dudas y del miedo. Al llegar a casa de Jairo, el Mesías retornó la vida a
la chiquilla con las palabras: «Talitá kum, que quiere decir: ‘Muchacha,
a ti te digo, levántate’» (Mc 5,41).
También nosotros debiéramos tener más fe, aquella fe que no duda ante las
dificultades y pruebas de la vida, y que sabe madurar en el dolor a través de
nuestra unión con Cristo, tal como nos sugería el papa Benedicto XVI en su
encíclica Spe Salvi (Salvados por la esperanza): «Lo que cura al hombre
no es esquivar el sufrimiento y huir ante el dolor, sino la capacidad de
aceptar la tribulación, madurar en ella y encontrar en ella un sentido mediante
la unión con Cristo, que ha sufrido con amor infinito».
* Fray Valentí SERRA i Fornell (Barcelona, España)
Palabras de San Pablo VI «La Iglesia envía seguidores
de Cristo, que le entregan todo a él; envía a los jóvenes llenos de fuego y de
fantasía, que han intuido la más alta definición de la vida: una aventura de
amor divino [...] Todo cristiano debe ser un verdadero cristiano, un perfecto
cristiano. ¿Y cómo se llama la vida perfecta de un cristiano? Se llama
“santidad”. Por ello, todo cristiano debe ser santo»
Predicación del Evangelio: Basta con tener fe Nos cuenta el evangelio de este domingo dos signos de Jesús. Imaginemos
la escena. La multitud se arracima en torno a él hasta impedirle andar. En esto
llega un jefe de la sinagoga, que, echándose a sus pies, le ruega insistentemente
que vaya a imponer las manos sobre su niña, que está agonizando. El segundo
caso es el de una mujer, que sufría hemorragias desde hacía doce años. Ésta se
acerca a Jesús por detrás, segura de que si tocaba su manto quedaría curada.
En el primer caso, cuando llegaron a la casa la niña ya había muerto.
“Basta que tengas fe” le dice Jesús al padre. Y la tuvo. Fue así como su
preciosa niña resplandeció de nuevo con todos los colores de una vida de doce
años. Lo mismo le pasó a la hemorroisa, que, superando el miedo a la ley (la
hemorragia la convertía en impura y por tanto indigna tocar a nadie), osó tocar
el manto de Jesús y quedó totalmente curada.
Jesús, que siempre rehúye el sensacionalismo, sólo se hace acompañar, en
el primer caso, de tres de sus discípulos. Cuando oye el griterío de los
familiares y de las plañideras dice con serenidad: “¿A qué viene ese alboroto?,
la niña no está muerta sino dormida”. Entra en la habitación acompañado sólo
del padre, la madre y los tres discípulos. Marcos cita en arameo, el dialecto
materno de Jesús, sus palabras, conservadas seguramente en la memoria de Pedro,
a cuya sombra escribe el evangelista Marcos: “Talitha Koum”, que significan
“niña, levántate”.
En el caso de la hemorroisa, cuando Jesús se percató de que una fuerza
sanadora había salido de él preguntó: “¿Quién me ha tocado?”. Pregunta extraña,
pues la gente le estrujaba por los cuatro costados. Jesús, que es buen educador
y sabe que retrata de una creencia imperfecta, quiere que la mujer supere sus
creencias mágicas para pasar a una fe superior, al encuentro con su persona. Y
la mujer, postrada a sus pies, temblando de miedo y de asombro, acaba
confesando toda la verdad.
Quizá entre los miles de comulgantes que nos acercamos cada domingo a participar
de la Eucaristía haya muchos que siguen cerrados en sí mismos, incapaces de
vivir la comunión con nadie, incapaces de compartir. Muchos a los que, tal vez,
se les va la vida a chorros. Es que no es lo mismo apretujar a Jesús que
tocarlo con fe. No es lo mismo el consumo de sacramentos que entrar en comunión
con la muerte y la resurrección de Cristo.
Nos acercamos con verdad a los sacramentos cuando dejan de ser actos
sociales o puramente rutinarios; cuando sabemos que algo importante para
nuestra vida se ventila tras los signos que los significan y arropan. Entonces,
aunque estemos muertos, como la niñita de Jairo; aunque llevemos doce años,
como la hemorroisa,
viendo cómo la vida se nos escapa a chorros, podemos sentir que nos hemos
encontrado con quien dijo: “Yo he venido para que los hombres tengan vida, y
vida en plenitud”. Entonces podremos cantar con el salmista: “Sacaste mi vida
del abismo; me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa. Cambiaste mi luto en
danzas; te daré gracias por siempre”.
.
(Mons. Ciriaco Benavente Mateos – Imagen Misioneros
Digitales Católicos)
Nuevo vídeo y artículo Hay un nuevo vídeo
subido al blogde "Pequeñas Semillitas" en internetreferido al Evangelio de
este Domingo.Para verlo tienes que ir
al final de esta página: Hay nuevo y hermoso material publicado en el blog"Juan Pablo II inolvidable"sobre el tema: Oración
a María Madre de la EsperanzaPuedes acceder en la
dirección: Agradecimientos Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para
tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí
los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la
cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las
gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque
prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para
dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas"
pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la
segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como
respuesta a nuestros pedidos de oración.
💕 Desde Córdoba, Argentina, la
familia de Romina C., jovencita de 24 años, operada dos veces de mama,
agradece a Dios y a las personas que rezaron pues el resultado de las biopsias
quirúrgicas ha sido negativo para cáncer. Nos sumamos a la plegaria de acción
de gracias.
💕 Desde Córdoba, Argentina, llega el pedido de agradecimiento de Cristina A. N. por el éxito de la operación de colocación de un stent en su pierna; y Constanza por su operación de aneurisma cerebral que ha sido exitosa.
💕 Desde Buenos Aires, Argentina, nuestra lectora y amiga María Concepción da gracias al Señor y a la Virgen por haber superado un proceso virósico no bien determinado y sus estudios posteriores han resultado normales.
Bendito seas, Dios mío, porque a
pesar de ser yo indigno de toda ayuda, tu generosidad e infinita bondad nunca
dejan de otorgar el bien aún a los ingratos y a los que se han apartado de ti.
Conviértenos a ti, para que seamos agradecidos, humildes y piadosos, pues Tú
eres nuestra salud, nuestra fortaleza y nuestra salvación.
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas” Cada vez hay más personas que acuden a magos y adivinos para buscar
recetas de felicidad. Cada vez hay más depresiones y suicidios, fruto en muchos
casos de decepciones y de frustraciones. Cada vez hay más matrimonios rotos,
más ancianos solos, más abortos. Y, sin embargo, teóricamente, cada vez
tendríamos que ser más felices pues el nivel de vida mejora y la prosperidad
está arraigada en muchas familias. El problema está precisamente en que la
gente busca la felicidad donde no puede encontrarla. Muchos hacen como la mujer
enferma de que habla el Evangelio, que en la búsqueda de la salud, de la
felicidad, ha gastado todo su dinero, toda su energía, toda su vida, y en lugar
de mejorar ha empeorado. Durante un tiempo, quizá a esa mujer, lo mismo a que a
tantos otros, le fue bien. Pero luego volvieron los problemas, incluso
aumentados, y de nuevo se ilusionaron con otra cosa material en la que soñaron
que podían encontrar la felicidad que buscaban. Y así una y otra vez, mientras
va pasando la vida, que es el tesoro que se va gastando y que no tiene forma de
ser renovado.
En cambio, aquellos que han apostado por Cristo y que han hecho de Él la
fuente de su felicidad la han encontrado y lo han hecho al margen de las
situaciones cambiantes de la vida e incluso de los sufrimientos que nunca
faltan. Demos gracias a Dios por haberle encontrado y aferrémonos a su manto,
sin separarnos de Él, porque sólo Él nos puede curar, consolar, fortalecer y
llenar de esperanza.
(Padre Santiago Martín)
🌸Encuentra tiempo para ser feliz. Sobre la Tierra tú eres un milagro
andante. Eres único, irrepetible, insustituible...
¿Lo sabes? ¿Por qué no estás satisfecho? ¿Por qué no eres feliz? ¿Por qué
no te admiras de ti mismo y de los que te rodean? ¿Encuentras tan normal, tan
trivial vivir... poder vivir... tener ocasión de cantar y bailar... de ser
feliz?
Entonces... ¿por qué pierdes el tiempo en una búsqueda alucinada de dinero
y bienestar?
¿Por qué te preocupas tanto por las cosas de mañana... y de pasado mañana?
¿Por qué te aburres... te encierras... te anegas en un placer insensato y
duermes mientras brilla el sol?
¡El tiempo no es una autopista entre la cuna y la tumba... sino un espacio
para crecer bajo el sol!
¡Vivir hoy!... ¡Estar tranquilo hoy!
¡Ser feliz hoy!
Libera tu corazón... No hagas depender la alegría de vivir y la paz
interior de una serie de nimiedades.
(Padre Phil Bosmans)
Extractos de cartas del Padre Pío (Recopilación: P. Gianluigi Pasquale en “365
días con el Padre Pío”) 30 de junio
Permanece siempre en la presencia de Dios por los
modos que se te ha enseñado y se te seguirá enseñando. Cuídate de las
ansiedades e inquietudes, porque no hay cosa que nos impida tanto caminar hacia
la perfección. Pon dulcemente tu corazón en las llagas de nuestro Señor, pero
no a fuerza de brazos. Ten una gran confianza en su misericordia y bondad, que
Él no te abandonará nunca; pero no dejes por eso de abrazar fuertemente su santa
cruz.
Después del amor de nuestro Señor, yo te recomiendo
el de la Iglesia, su esposa y nuestra tierna madre; el de esta querida y dulce
paloma, que sólo puede poner huevos y hacer que nazcan pichoncitos para el
Esposo. Agradece a Dios, cientos de veces al día, el ser hija de la Iglesia.
Pon tu mirada en el Esposo y en la Esposa; y di al Esposo: «Oh, que eres el
Esposo de una bella Esposa»; y a la Esposa: «Ah, que eres la Esposa de un Esposo
todo divino». Ten gran compasión de todos los pastores y predicadores de la Iglesia,
al igual que de todos los pastores de almas; y contempla, hijita mía, cómo
están diseminados por toda la tierra, porque no hay provincia en el mundo donde
no haya muchos. Ruega a Dios por ellos para que, salvándose ellos mismos,
procuren con fruto la salvación de las almas. Y en esto te suplico que no te
olvides nunca de mí, cuando te encuentres delante de Jesús, ya que él me da
tanta voluntad de no olvidarme nunca de tu alma.
(16 de enero de 1918, a Antonietta Vona, Ep.
III, 836)
FELIPE -Jardinero de Dios-(el más pequeñito de todos) PÁGINAS DE FELIPE DE URCA: ”PEQUEÑAS SEMILLITAS”♡”JUAN PABLO II INOLVIDABLE”♡FACEBOOK de “FELIPE DE URCA”♡FACEBOOK de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”♡Canal de WHATSAPP de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”♡”X” (ex TWITTER) de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”♡INSTAGRAM: FELIPE DE URCA
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