domingo, 2 de julio de 2023

Pequeñas Semillitas 5361

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 18 - Número 5361 ~ Domingo 2 de Julio de 2023
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
La sociedad nos invita a un triunfo rápido y a costa de lo que sea. La Palabra del Señor nos recuerda que perdiendo muchas cosas (que ante el mundo pueden parecer importantes) son puntos para adquirir algo más definitivo en el más allá. El padre y la madre (de los que se nos habla en el Evangelio de hoy) tienen muchos rostros con diversos nombres, en la realidad que nos circunda: riquezas, ocio, placer, materialismo, hedonismo, relativismo, miedos, temores, etc.
Son muchas las cosas que nos atenazan y nos impiden servir con cierta generosidad o con desprendimiento a la causa de Jesús. A Dios hay que llevarlo en el fondo de las entrañas. Cuando a Dios se le ama, la vida y las pequeñas renuncias de la vida cristiana, se contemplan con otra óptica, con un trasfondo de felicidad y de fidelidad.
Por eso no hemos de borrar del Evangelio esas palabras de Jesús que, por duras que parezcan, nos ponen ante la verdad de nuestra fe: «El que no toma su cruz y me sigue no es digno de mí. El que encuentre su vida, la perderá, y el que pierda su vida por mí la encontrará».
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: 2Re 4,8-11.14-16a
 
Salmo: Sal 88,2-3.16-17.18-19
 
Segunda Lectura: Rom 6,3-4.8-11
 
Santo Evangelio: Mt 10,37-42
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus Apóstoles: «El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí. El que no toma su cruz y me sigue detrás no es digno de mí. El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará.
»Quien a vosotros recibe, a mí me recibe, y quien me recibe a mí, recibe a Aquel que me ha enviado. Quien reciba a un profeta por ser profeta, recompensa de profeta recibirá, y quien reciba a un justo por ser justo, recompensa de justo recibirá. Y todo aquel que dé de beber tan sólo un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, por ser discípulo, os aseguro que no perderá su recompensa».
 
Comentario:
Hoy, al escuchar de boca de Jesús: «El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí…» (Mt 10,37) quedamos desconcertados. Ahora bien, al profundizar un poco más, nos damos cuenta de la lección que el Señor quiere transmitirnos: para el cristiano, el único absoluto es Dios y su Reino. Cada cual debe descubrir su vocación —posiblemente esta es la tarea más delicada de todas— y seguirla fielmente. Si un cristiano o cristiana tienen vocación matrimonial, deben ver que llevar a cabo su vocación consiste en amar a su familia tal como Cristo ama a la Iglesia.
La vocación a la vida religiosa o al sacerdocio pide no anteponer los vínculos familiares a los de la fe, si con ello no faltamos a los requisitos básicos de la caridad cristiana. Los vínculos familiares no pueden esclavizar y ahogar la vocación a la que somos llamados. Detrás de la palabra “amor” puede esconderse un deseo posesivo del otro que le quita libertad para desarrollar su vida humana y cristiana; o el miedo a salir del nido familiar y enfrentarse a las exigencias de la vida y de la llamada de Jesús a seguirlo. Es esta deformación del amor la que Jesús nos pide transformar en un amor gratuito y generoso, porque, como dice san Agustín: «Cristo ha venido a transformar el amor».
El amor y la acogida siempre serán el núcleo de la vida cristiana, hacia todos y, sobre todo, hacia los miembros de nuestra familia, porque habitualmente son los más cercanos y constituyen también el “prójimo” que Jesús nos pide amar. En la acogida a los demás está siempre la acogida a Cristo: «Quien a vosotros recibe, a mí me recibe» (Mt 11,40). Debemos ver, pues, a Cristo en aquellos a quien servimos, y reconocer igualmente a Cristo servidor en quienes nos sirven.
* P. Antoni POU OSB Monje de Montserrat (Montserrat, Barcelona, España)
 
Pensamiento del día
 
«El poder político, católico o no,
ni puede obligar a abrazar la fe religiosa que no gusta,
ni puede impedir abrazar y profesar una fe que gusta»
(JUAN PABLO I)
 
Predicación del Evangelio:
“El que no toma su cruz...”
Jesús termina hoy su discurso apostólico. Ha elegido y designado a doce apóstoles, dándoles directivas y poderes. Luego precisa su propia vocación. En la mente del redactor, esta vocación no es universal; aplicarla inconscientemente al conjunto de los bautizados perdería lo que el texto ganaría en extensión.
 
Jesús envía ante todo a los Doce a las “ovejas perdidas de la casa de Israel.” —“No vayáis a los paganos (ethnoi: las naciones, lo judíos).” Continúa exigiendo su adhesión absoluta. Con los ojos fijos en él, marcharán con él hasta la muerte en la cruz.
 
Las tres primeras directrices podrían dirigirse a todos. Cristo reclama el primer puesto en el corazón de los apóstoles. Preferir a su padre o madre, hijo o hija es indigno de él. Los Doce deberán amar al Señor y servirlo con prioridad, dejar en un segundo plano a los y a las con los que han contraído compromisos y tomado contacto de precisos deberes.
 
El apóstol deberá no solamente preferir a Cristo a los miembros de su familia, sino a su propia vida. Su misión estará antes que todos sus proyectos nobles y generosos: sacrificará a Cristo su independencia y se dejará llevar por él. En fin, Cristo resucitado construirá con él un proyecto que estará más allá de la impaciencia del apóstol.
 
En una progresión evidente, Jesús logra entonces lo más íntimo de los que tendrán el encargo de anunciar el Reino: los invita a una verdadera crucifixión. Para que no haya ninguna huida posible, y para justificar tal exigencia, añade: “Quien guarde su vida para sí la perderá; quien la pierda por mi causa la ganará.”
 
Todo apóstol que no pierda enteramente su vida por él es incapaz de anunciar el Reino. Si no marcha hacia la muerte como Cristo y con él, si no es totalmente el hombre de Dios en todos sus gestos, incluso los ordinarios, entonces no es digno de cumplir la obra del Mesías en su nombre.
(P. Felipe Santos SDB)
 
Poesía
Oración del buen humor
 
Concédeme, Señor, una buena digestión
y también algo que digerir.
Concédeme la salud del cuerpo
con el buen humor necesario para mantenerla.
Dame, Señor, un alma santa
que sepa aprovechar lo que es bueno y puro,
para que no se asuste ante el pecado,
sino que encuentre el modo
de poner las cosas de nuevo en orden.
Concédeme un alma que no conozca
el aburrimiento, las murmuraciones,
los suspiros y los lamentos
y no permitas que sufra excesivamente
por ese ser tan dominante que se llama: YO.
Dame, Señor, el sentido del humor.
Concédeme la gracia de comprender las bromas,
para que conozca en la vida un poco de alegría
y pueda comunicársela a los demás. Amén.
-
(Santo Tomás Moro)
 
Nuevo vídeo
 
Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet
referido al Evangelio de este Domingo.
Para verlo tienes que ir al final de esta página:
 
Agradecimientos
 
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.
 
💕 Desde Quito, Ecuador, llega un agradecimiento a Dios, a la Virgen Santísima y a quienes rezaron por la salud de Eduardo J., que se ha recuperado satisfactoriamente.
 
💕 Desde Buenos Aires, Argentina, nos envían un agradecimiento a Dios por Julieta Constanza B., que se ha graduado como abogada.
 
Bendito seas, Dios mío, porque a pesar de ser yo indigno de toda ayuda, tu generosidad e infinita bondad nunca dejan de otorgar el bien aún a los ingratos y a los que se han apartado de ti. Conviértenos a ti, para que seamos agradecidos, humildes y piadosos, pues Tú eres nuestra salud, nuestra fortaleza y nuestra salvación.
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Si alguien se atreviera a decir a un padre que tiene que amarle más que ama a su hijo, o si se atreviera a decirnos a cualquiera que tenemos que amarle más que a nuestra propia vida, pensaríamos que está loco o que tiene una soberbia infinita. Nadie puede pedirnos semejante entrega. Nadie, excepto una persona: Dios. Él sí que tiene derecho a estar en el primer lugar de nuestro corazón, de nuestra vida, de nuestros intereses. Tiene ese derecho por ser Dios, por ser nuestro Creador, por ser nuestro Redentor.
Por eso, esta semana intentaremos vivir este fragmento del Evangelio de San Mateo haciendo un examen de conciencia para ver en qué lugar real está Dios dentro de nuestra escala de valores. ¿Es antes el trabajo o Dios? ¿Es antes la diversión o Dios? Para ello será útil que nos fijemos en el tiempo que dedicamos a cada cosa. Es natural que dediquemos más tiempo a trabajar que a rezar, pero no tanto que no quede nada para lo segundo. Y lo mismo pasa con el descanso. El valor que damos a las cosas –y a las personas- se mide por el tiempo que pasamos con ellas. El tiempo que dedicamos a Dios nos da la medida de la importancia que para nosotros tiene Dios. Y después vendrá lo demás: actuar conforme a nuestra conciencia, aunque eso nos suponga algún problema. Pero, no lo olvidemos, poner a Dios en el primer lugar de la vida, que es el que le corresponde, no significa olvidar o despreciar al resto; significa que, por amor a Dios, vamos también a amarles a ellos, incluso cuando no nos apetezca.
(P. Santiago Martin)
 
Recordando al Padre Natalio
¡Cuánto te ama Dios!
La Biblia es una carta de Dios que nos ama. Medita estas frases: Yo soy tu proveedor: miro por tus necesidades (Mt 6, 31-33). El plan que tengo para tu futuro está siempre lleno de esperanza (Jer. 29, 11). Yo te amo con amor eterno (Jer. 31, 3). Me regocijo por ti con cantos de alegría (Sof. 3, 7).Tú eres de gran precio para mí, porque eres valioso (Is.43, 4). (Sigue).
 
Si Dios tuviera una heladera, tu fotografía estaría pegada a su puerta. Si él tuviera una billetera, llevaría en ella tu foto. Él te envía flores cada primavera. Él te regala un amanecer soleado cada mañana. Las veces que deseas hablar, él te escucha. Él puede vivir en cualquier parte del universo, pero eligió tu corazón. Reconócelo como amigo. ¡Él está loco por ti! Dios no prometió días sin dolor, risas sin penas, sol sin lluvias, pero prometió fortaleza para el día, consuelo para las lágrimas, y luz para el camino. Tanto te ama que murió por ti. Ahora mismo, abre tu corazón y déjate amar por Dios.
 
Yo deseo afirmarte dándote todo mi corazón y toda mi alma (Jer. 32, 41). Deléitate en mí y te concederé las peticiones de tu corazón (Sal. 37, 4). Porque yo soy el que produce en ti el querer y el hacer (Flp. 2, 13). Yo también soy el Padre que te consuela y reconforta en todos tus problemas (2 Cor. 1,3-4). Como el pastor carga a un cordero, yo te cargo a ti cerca de mi corazón (Is. 40, 11). La Palabra de Dios fortalezca tu confianza en el Señor.
(P. Natalio)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
 
 
BLOG ”PEQUEÑAS SEMILLITAS”
”JUAN PABLO II INOLVIDABLE”
FACEBOOK de “FELIPE DE URCA”
FACEBOOK de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”
TWITTER de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”
INSTAGRAM: FELIPE DE URCA

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.