sábado, 16 de julio de 2022

Pequeñas Semillitas 5034

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 17 - Número 5034 ~ Sábado 16 de Julio de 2022
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
Sea cual sea el desafío al que debo enfrentarme, no necesito hacerlo solo. No tengo por qué estar solo ante cualquier prueba; pues Dios es una presencia amorosa que está siempre conmigo.
Si alguna vez me siento apartado de la presencia de Dios; digo en voz alta o en silencio: "Ahora Dios está conmigo". Afirmo esta verdad una y otra vez hasta que comienzo a sentir la amorosa presencia de Dios. Afirmo esta verdad hasta que me invade una nueva comprensión de mi unidad con Dios.
Recuerdo que no estoy solo en este momento ni lo estaré jamás. En las cumbres o en las honduras de las experiencias vitales, Dios está conmigo.
Dios está conmigo en todo momento y en todo lugar. Dondequiera que yo esté, allí estará Dios. Dondequiera que vaya, Dios irá conmigo.
Haga lo que haga, Dios trabaja conmigo para lograr grandes cosas.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Miq 2,1-5
 
Salmo: Sal 9,22-23.24-25.28-29.35
 
Santo Evangelio: Mt 12,14-21
En aquel tiempo, los fariseos se confabularon contra Él para ver cómo eliminarle. Jesús, al saberlo, se retiró de allí. Le siguieron muchos y los curó a todos. Y les mandó enérgicamente que no le descubrieran; para que se cumpliera el oráculo del profeta Isaías: «He aquí mi Siervo, a quien elegí, mi Amado, en quien mi alma se complace. Pondré mi Espíritu sobre él, y anunciará el juicio a las naciones. No disputará ni gritará, ni oirá nadie en las plazas su voz. La caña cascada no la quebrará, ni apagará la mecha humeante, hasta que lleve a la victoria el juicio: en su nombre pondrán las naciones su esperanza».
 
Comentario:
Hoy encontramos un doble mensaje. Por un lado, Jesús nos llama con una bella invitación a seguirlo: «Le siguieron muchos y los curó a todos» (Mt 12,15). Si le seguimos encontraremos remedio a las dificultades del camino, como se nos recordaba hace poco: «Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso» (Mt 11,28). Por otro lado, se nos muestra el valor del amor manso: «No disputará ni gritará» (Mt 12,19).
Él sabe que estamos agobiados y cansados por el peso de nuestras debilidades físicas y de carácter... y por esta cruz inesperada que nos ha visitado con toda su crudeza, por las desavenencias, los desengaños, las tristezas. De hecho, «se confabularon contra Él para ver cómo eliminarle» (Mt 12,14). Y nosotros que sabemos que el discípulo no es más que el maestro (cf. Mt 10,24), hemos de ser conscientes de que también tendremos que sufrir incomprensión y persecución.
Todo ello constituye un fajo que pesa encima de nosotros, un fardo que nos doblega. Y sentimos como si Jesús nos dijera: «Deja tu fardo a mis pies, yo me ocuparé de él; dame este peso que te agobia, yo te lo llevaré; descárgate de tus preocupaciones y dámelas a mí...».
Es curioso: Jesús nos invita a dejar nuestro peso, pero nos ofrece otro: su yugo, con la promesa, eso sí, de que es suave y ligero. Nos quiere enseñar que no podemos ir por el mundo sin ningún peso. Una carga u otra la hemos de llevar. Pero que no sea nuestro fardo lleno de materialidad; que sea su peso que no agobia.
En África, las madres y hermanas mayores llevan a los pequeños en la espalda. Una vez, un misionero vio a una niña que llevaba a su hermanito... Le dice: «¿No crees que es un peso demasiado grande para ti?». Ella respondió sin pensárselo: «No es un peso, es mi hermanito y le amo». El amor, el yugo de Jesús, no sólo no es pesado, sino que nos libera de todo aquello que nos agobia.
* Fray Josep Mª MASSANA i Mola OFM (Barcelona, España)
 
Santoral Católico:
Nuestra Señora del Carmen
Advocación Mariana
Es la advocación de la Virgen como Patrona de la familia carmelitana. La Sagrada Escritura celebra la belleza del monte Carmelo, donde el profeta Elías, en el siglo IX antes de Cristo, defendió la pureza de la fe de Israel en el Dios vivo, en contra del culto a Baal. En el siglo XII, algunos eremitas se retiraron a aquel monte, constituyendo más tarde una Orden dedicada a la vida contemplativa, bajo el patrocinio de la Virgen María. Según la tradición, en este día la Virgen entregó el popular escapulario del Carmen a San Simón Stock. Además, bajo este título celebramos a la Virgen como guía de los navegantes, consuelo de los afligidos, fortaleza de los moribundos en su agonía, intercesora nuestra en el tránsito de la muerte, auxilio de las almas del purgatorio.
Oración: Te suplicamos, Señor, que la poderosa intercesión de la Virgen María, en su advocación del monte Carmelo, nos ayude y nos haga llegar hasta Cristo, monte de salvación. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa – Catholic.net
 
Promesas de la Virgen del Carmen
-1- Asistiré, a la noche de la muerte, a quienes lleven con fe mi escapulario, mi medalla o mi imagen.
-2- Si se portan para conmigo como hijos cariñosos, yo me portaré con ustedes como madre amabilísima.
-3- Bendeciré sus casas donde mi imagen sea honrada, y donde recen cada día alguna oración.
-4- Si se esfuerzan por alejar el pecado de su vida, yo me esforzaré por alejarles las desgracias y calamidades.
-5- Si quieren gozar de felicidad y santidad, hagan lo que Jesús les dice y yo rogaré por ellos ahora y en la hora de la muerte.
 
Tema del día:
Diálogo entre dos bebés
En el vientre de una mujer embarazada se encontraban dos bebés. Uno pregunta al otro:
 
- ¿Tú crees en la vida después del parto?
 
- Claro que sí. Algo debe existir después del parto. Tal vez estemos aquí porque necesitamos prepararnos para lo que seremos más tarde.
 
- ¡Tonterías! No hay vida después del parto. ¿Cómo sería esa vida?
 
- No lo sé, pero seguramente... habrá más luz que aquí. Tal vez caminemos con nuestros propios pies y nos alimentemos por la boca.
 
- ¡Eso es absurdo! Caminar es imposible. ¿Y comer por la boca? ¡Eso es ridículo! El cordón umbilical es por donde nos alimentamos. Yo te digo una cosa: la vida después del parto está excluida. El cordón umbilical es demasiado corto.
 
- Pues yo creo que debe haber algo. Y tal vez sea sólo un poco distinta a lo que estamos acostumbrados a tener aquí.
 
- Pero nadie ha vuelto nunca del más allá, después del parto. El parto es el final de la vida. Y a fin de cuentas, la vida no es más que una angustiosa existencia en la oscuridad que no lleva a nada.
 
- Bueno, yo no sé exactamente cómo será después del parto, pero seguro que veremos a mamá y ella nos cuidará.
 
- ¿Mamá? ¿Tú crees en mamá? ¿Y dónde crees tú que está ella?
 
- ¿Dónde? ¡En todo nuestro alrededor! En ella y a través de ella es como vivimos. Sin ella todo este mundo no existiría.
 
- ¡Pues yo no me lo creo! Nunca he visto a mamá, por lo tanto, es lógico que no exista.
 
- Bueno, pero a veces, cuando estamos en silencio, tú puedes oírla cantando o sentir cómo acaricia nuestro mundo. ¿Sabes?... Yo pienso que hay una vida real que nos espera y que ahora solamente estamos preparándonos para ella.
 
Nota: este diálogo es imaginario, pero sirve para que pensemos que nada en el mundo puede justificar impedir que estos bebitos lleguen a la vida. Nunca jamás el aborto puede ser justificado…
 
Humor de sábados
Un hombre fue llevado de emergencia a un hospital administrado por monjas, donde lo operaron del corazón.
Después de la operación, el hombre despertó y una monjita estaba a su lado.
- Señor Pérez, la operación fue un éxito. Sin embargo, necesitamos saber cómo piensa pagar la cuenta del hospital. ¿Tiene usted seguro para gastos médicos?
- No.
- ¿Puede pagar en efectivo?
- Me temo que no, hermana.
- Entonces, ¿tiene usted parientes cercanos?
- Sólo mi hermana, pero es una monja solterona sin un centavo.
- Disculpe que lo corrija.... las monjas no son solteronas; ellas están casadas con Dios.
- ¡Magnífico!!!! Por favor envíele la cuenta a mi cuñado…
Y así nació el famoso “Que Dios te lo pague…”
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Es obvio que no es María misma la que se ha eximido del pecado original, sino que es un don de Dios. "El Todopoderoso hizo en mí maravillas", dice María en el himno del Magníficat (Lucas 1,49). ¿Y de qué manera sería imposible para Dios hacer por María lo que había hecho por Eva? Porque antes del pecado original, ¡Eva no tenía pecado original! ¿Tenemos que decirle a Dios qué hacer o no hacer?
Este don excepcional de Dios a la Virgen María, las Sagradas Escrituras lo mencionan muchas veces. En primer lugar, es el Arcángel Gabriel quien al dirigirse a María, le dice: "Alégrate" (o "Te saludo", porque en griego la salvación se expresa con la expresión Kairé, es decir, regocijo). Entonces Gabriel dice "Kekaritomene", que significa "que estaba llena de gracia". ¿Qué quiere decir eso? No se conoce en toda la Biblia ninguna otra ocasión donde un Ángel de Dios salude a un hombre o a una mujer de esta manera. Entonces, ¿debemos entender que el Ángel sólo le dice a María que ella ha sido "muy afortunada"? Obviamente no. ¡La gracia excepcional dada por Dios a María es la capacidad de decir un «sí» perfectamente libre!
(Un minuto con María)
 
Un minuto para volar
Julio 16
Recuerda que tienes tu mente sobre todo para conocer a Dios, para pensar en Él, para recibir su Palabra. Tienes tu voluntad para amarlo y para querer lo que Él quiere. Tienes tu memoria para recordar sus beneficios, para no olvidar su amor y su presencia. Tienes tus manos para levantarlas en alabanza, tienes tus pies para ir donde Él te lleve, tienes tu boca para adorarlo y transmitir su Palabra. Cuando lo aceptes, tendrás paz, una gran paz.
(Mons. Víctor M. Fernández)

FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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1 comentario:

  1. En tu comentario, nos dices que no estas solo en ningún momento de la vida y lo sientes así, reclamas SU atención.
    En la soledad del Camino de Santiago, uno tiene la oportunidad de repasar una vida y si, estuve más acompañado de lo que creía. Le puse nombre a todas las personas que aparecieron en en los momentos difíciles. Me dije, "no has estado solo". Suelo ir a la oración y le digo que voy a reportarme, para comenzar la conversación.
    José Luis Sevillano -España

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