martes, 11 de enero de 2022

Pequeñas Semillitas 4873

PEQUEÑAS SEMILLITAS
  
Año 17 - Número 4873 ~ Martes 11 de Enero de 2022
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Con gran alegría, y por la gracia de Dios, estamos reiniciando las ediciones diarias de “Pequeñas Semillitas”, en su décimo séptimo año calendario, que se vieron interrumpidas hace poco más de un mes por razones de salud.
Como todos los años, algunas secciones fundamentales del boletín se mantienen fijas (la Palabra de Dios, el Santoral, las Meditaciones, etc.) y otras se van renovando, tal como sucede con la nota de cierre de cada edición, que el año pasado estuvo dedicada a San José (en “su año”), y ahora en 2022 serán reflexiones de Monseñor Víctor Manuel Fernández, obispo de la ciudad de La Plata (Argentina) y prolífico escritor, tomadas de su libro “Un minuto para volar”.
Recordamos que los pedidos de oración se publican lunes, miércoles y viernes, mientras que los agradecimientos van los domingos. Los sábados intentamos poner una notita de humor y los domingos algo de poesía.
Que el Señor les regale a todos un año de paz, salud y alegría. Pero no olvidemos que tenemos la responsabilidad de ayudar a construir un mundo mejor…
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: 1 Sam 1,9-20
 
Salmo: 1 Sam 2,1.4-5.6-7.8abcd
 
Santo Evangelio: Mc 1,21-28
Llegó Jesús a Cafarnaum y el sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Y quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Había precisamente en su sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar: «¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios». Jesús, entonces, le conminó diciendo: «Cállate y sal de él». Y agitándole violentamente el espíritu inmundo, dio un fuerte grito y salió de él.
Todos quedaron pasmados de tal manera que se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad! Manda hasta a los espíritus inmundos y le obedecen». Bien pronto su fama se extendió por todas partes, en toda la región de Galilea.
 
Comentario:
Hoy, primer martes del tiempo ordinario, san Marcos nos presenta a Jesús enseñando en la sinagoga y, acto seguido, comenta: «Quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas» (Mc 1,21). Esta observación inicial es impresionante. En efecto, la razón de la admiración de los oyentes, por un lado, no es la doctrina, sino el maestro; no aquello que se explica, sino Aquél que lo explica; y, por otro lado, no ya el predicador visto globalmente, sino remarcado específicamente: Jesús enseñaba «con autoridad», es decir, con poder legítimo e irrecusable. Esta particularidad queda ulteriormente confirmada por medio de una nítida contraposición: «No lo hacía como los escribas».
Pero, en un segundo momento, la escena de la curación del hombre poseído por un espíritu maligno incorpora a la motivación admirativa personal el dato doctrinal: «¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad!» (Mc 1,27). Sin embargo, notemos que el calificativo no es tanto de contenido como de singularidad: la doctrina es «nueva». He aquí otra razón de contraste: Jesús comunica algo inaudito (nunca como aquí este calificativo tiene sentido).
Añadimos una tercera advertencia. La autoridad proviene, además, del hecho que a Jesús «hasta los espíritus inmundos le obedecen». Nos encontramos ante una contraposición tan intensa como las dos anteriores. A la autoridad del maestro y a la novedad de la doctrina hay que sumar la fuerza contra los espíritus del mal.
¡Hermanos! Por la fe sabemos que esta liturgia de la palabra nos hace contemporáneos de lo que acabamos de escuchar y que estamos comentando. Preguntémonos con humilde agradecimiento: ¿Tengo conciencia de que ningún otro hombre ha hablado jamás como Jesús, la Palabra de Dios Padre? ¿Me siento rico de un mensaje que tampoco tiene parangón? ¿Me doy cuenta de la fuerza liberadora que Jesús y su enseñanza tienen en la vida humana y, más concretamente, en mi vida? Movidos por el Espíritu Santo, digamos a nuestro Redentor: Jesús-vida, Jesús-doctrina, Jesús-victoria, haz que, como le complacía decir al gran Ramon Llull, ¡vivamos en la continua “maravilla” de Ti!
* Rev. D. Antoni ORIOL i Tataret (Vic, Barcelona, España)
 
Santoral Católico:
Santo Tomás de Cori
Sacerdote Franciscano
Nació en Cori (Latina, Italia) en 1655. Pronto quedó huérfano de padre y madre. Trabajó como pastor y, casadas sus dos hermanas, ingresó en la Orden franciscana. Fue ordenado sacerdote en 1683; poco después pidió integrarse en el nuevo Retiro de Bellegra (Roma); allí permaneció hasta su muerte, excepto los seis años en que fue guardián de Palombara, donde instauró el Retiro. El aspecto más evidente de su vida espiritual fue sin duda la centralidad de la Eucaristía, testimoniada en la celebración eucarística, intensa y participada, y en la oración silenciosa de adoración en las largas noches de retiro, después del oficio divino celebrado a medianoche. Su vida de oración estuvo marcada por una aridez persistente de espíritu. Nunca olvidó el bien de sus hermanos y el corazón de la vocación franciscana, que es apostólico. Recorrió comarcas y pueblos del Lacio, anunciando con sencillez el Evangelio, administrando los sacramentos y realizando milagros, signo de la presencia del Reino. Murió en Bellegra el 11 de enero de 1729. Lo canonizó Juan Pablo II en 1999.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa – Catholic.net
 
Palabras de San Juan Pablo II
“Como Juan Bautista, también el catequista está llamado a indicar en Jesús al Mesías esperado, al Cristo. Tiene como misión invitar a fijar la mirada en Jesús y a seguirlo, porque sólo Él es el Maestro, el Señor, el Salvador. Como el Precursor, el catequista no debe enaltecerse a sí mismo, sino a Cristo. Todo está orientado a Él: a su venida, a su presencia y a su ministerio. El catequista debe ser voz que remite a la Palabra, amigo que guía hacia el Esposo. Y, sin embargo, como Juan, también él es, en cierto sentido, indispensable, porque la experiencia de fe necesita siempre un mediador, que sea al mismo tiempo testigo. ¿Quién de nosotros no da gracias al Señor por un valioso catequista -sacerdote, religioso, religiosa o laico- de quien se siente deudor por la primera exposición orgánica y comprometedora del misterio cristiano?”
 
Historias:
La leyenda del arbusto de romero
Esta maravillosa historia inicia que cuando la Sagrada Familia huyó a Egipto, con María llevando en sus brazos al niño Jesús y las flores del camino se iban abriendo a medida que pasaban cerca de ellos.
 
El lila alzó sus ramas orgullosas y emplumadas al paso de ellos y el lirio abrió su cáliz inmaculado para ponerlo a su disposición. También había un arbusto de romero, el cual, sin pétalos ni belleza, se entristeció lamentando no poder complacer al Niño ni a su Madre.
 
En ese momento, María totalmente agotada se detuvo a la orilla del río y mientras el Niño dormía, lavó su ropa polvorienta del camino.
 
En ese instante miró alrededor, buscando un lugar para extenderlas. Pensó que el lirio se quebraría con el peso y el lila era demasiado alto. Las puso entonces sobre el romero y él al verse elegido suspiró de alegría, agradeció de corazón la nueva oportunidad y mantuvo las ropas húmedas totalmente estoico y fuerte al sol durante toda la mañana.
 
— ¡Gracias, amable romero! – dijo María – de aquí en adelante ostentarás flores azules para recordar el color del manto que estoy usando. Y no son sólo flores que te doy en agradecimiento, pero todas las ramas que han sostenido la ropa del pequeño Jesús serán aromáticas, beneficiosas y utilizadas para sanar.
 
Mis queridos amigos y amigas:
 
El romero es una planta rica en antioxidantes y, por tanto, ayuda a neutralizar los radicales libres, así como es coadyuvante en el tratamiento de enfermedades como el Alzhéimer, el SIDA o el cáncer (colon, leucemia y cáncer de mama).
 
Solo tienen que hervir una rama de romero en un litro de agua y tomarlo con miel de abeja preferiblemente después de las comidas.
 
De esta forma el romero:
1. Puede mejorar la digestión.
2. Excelente antibiótico natural.
3. Excelente diurético.
4. Combate el cansancio mental.
5. Purifica el hígado.
6. Ayuda a controlar la diabetes.
7. Combate la inflamación.
8. Podría mejorar la circulación.
 
Y finaliza nuestra historia con María diciendo: «Bendigo raíz, hoja, tallo y flor, que a partir de este instante tendrán el aroma de santidad y aportarán alegría».
(Fuente: Parral minuto a minuto)
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
¡Creo que la Virgen María tiene muchos deseos que haya muchas personas que recen por los sacerdotes! A través de esta frase sencilla el Espíritu Santo nos envió en misión para sostener a los sacerdotes y seminaristas y también para hacer amar a la Iglesia.
Descubrimos una evidencia: es necesario dejar de criticar a nuestros sacerdotes y callar sus debilidades, a menos que se trate de actos criminales.
La Virgen María nos invita a transformar nuestras recriminaciones en oraciones y a entregarle todos los sacerdotes… ya que ella es su Madre. Ella se ocupa de sus hijos y los guía a lo largo de su sacerdocio. En María, los sacerdotes renuevan su sacerdocio en el Espíritu Santo y nos conducen a la alegría eterna. Cuanto más unidos estén los sacerdotes a la Virgen María, tanto más fácilmente Ella podrá guiarlos para conducirnos a la santidad haciéndolos a ellos mismos más santos.
Podemos escoger confiarlos durante la misa, de pie junto a María al pie de la Cruz y ofrecer la comunión por ellos, especialmente los jueves para que las gracias de la Muerte y de la Resurrección de Jesús se extiendan en su sacerdocio para la mayor gloria de Dios y de la Iglesia.
Santa Virgen María, Madre de los sacerdotes, te confiamos los sacerdotes y seminaristas del mundo entero.
(Anne Isabelle Chartier-Kastler)
 
Un minuto para volar
Enero 11
Si te molesta algo de una persona, si hay algo que no toleras, recuerda que Dios no te puso para que seas su juez y su verdugo, y toma conciencia de tus propios errores y caídas. Comprende la debilidad de esa persona y abrázala con tu imaginación. San Pablo decía: “No nos cansemos de ser buenos” (Gal 6,9). No te canses de ser bueno. Siempre ofrece amor en contra de todo, porque el rencor te enferma el alma, es muy mal negocio.
(Mons. Víctor M. Fernández)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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2 comentarios:

  1. Que alegría.. Gracias a Dios por Don Felipe y grupo de Pequeñas Semillitas.. Feliz Año y que Dios les bendiga con mucha Sa

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