martes, 25 de mayo de 2021

Pequeñas Semillitas 4680

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 16 - Número 4680 ~ Martes 25 de Mayo de 2021.
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Hoy se cumplen 211 años de aquel 25 de Mayo de 1810, cuando en el cabildo de la ciudad de Buenos Aires, la entonces capital del Virreinato del Río de la Plata (de donde años después derivaría la actual República Argentina), se dio la expresión inicial de libertad al crearse la primera junta de gobierno local, autóctono, propio, formado entonces por criollos y algunos españoles, y que seis años después se habría de concretar con la declaración de la Independencia.
Es un momento propicio para que los argentinos reflexionemos sobre los valores y la clase de país que queremos, para nosotros y para nuestra posteridad. Y advirtiendo la difícil situación que vivimos en este tiempo actual, seamos capaces, con la necesaria ayuda de Dios y la intercesión de la Virgen de Luján, de dar los pasos necesarios para volver a crear una Argentina moralmente sana, socialmente justa, y con un futuro mejor para todos.
Que Jesucristo, Señor de la Historia, escuche nuestras oraciones por la Patria.
 
¡Buenos días María!
Debemos tener una gran veneración a las imágenes de María, porque a través de ellas la Virgen y Dios derraman abundantes bendiciones y gracias sobre los hombres, las familias, las ciudades, pueblos y naciones. Cuando vemos una fotografía de un ser querido le damos un beso, y nunca pensamos que estamos besando el papel fotográfico sino que estamos besando a esa persona querida. Pues así también sucede cuando besamos una imagen de María, nuestra Madre querida; no estamos besando el yeso sino directamente a María, nuestra Madre del Cielo. Jesús, en su pasión, quiso dejar una imagen de su sufrimiento en el lienzo de la Verónica, donde dejó impresa su Santa Faz. También el Santo Sudario es un ejemplo de que Dios quiere que veneremos las imágenes de María y de Jesús. Tengamos una bella imagen de María en nuestra habitación y saludémosla muchas veces en el día, por lo menos al levantarnos y al acostarnos.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Eclesiástico 35,1-15
 
Salmo: Sal 50 (49) 5-6.7-8.14.23
 
SANTO EVANGELIO: Mc 10,28-31
En aquel tiempo, Pedro se puso a decir a Jesús: «Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido». Jesús dijo: «Yo os aseguro: nadie que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o hacienda por mí y por el Evangelio, quedará sin recibir el ciento por uno: ahora en el presente, casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y hacienda, con persecuciones; y en el mundo venidero, vida eterna. Pero muchos primeros serán últimos y los últimos, primeros».
 
Comentario:
Hoy, como aquel amo que iba cada mañana a la plaza a buscar trabajadores para su viña, el Señor busca discípulos, seguidores, amigos. Su llamada es universal. ¡Es una oferta fascinante! El Señor nos da confianza. Pero pone una condición para ser discípulos, condición que nos puede desanimar: hay que dejar «casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o hacienda por mí y por el Evangelio» (Mc 10,29).
¿No hay contrapartida? ¿No habrá recompensa? ¿Esto aportará algún beneficio? Pedro, en nombre de los Apóstoles, recuerda al Maestro: «Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido» (Mc 10,28), como queriendo decir: ¿qué sacaremos de todo eso?
La promesa del Señor es generosa: «El ciento por uno: ahora en el presente (...) y en el mundo venidero, vida eterna» (Mc 10,30). Él no se deja ganar en generosidad. Pero añade: «Con persecuciones». Jesús es realista y no quiere engañar. Ser discípulo suyo, si lo somos de verdad, nos traerá dificultades, problemas. Pero Jesús considera las persecuciones y las dificultades como un premio, ya que nos ayudan a crecer, si las sabemos aceptar y vivir como una ocasión de ganar en madurez y en responsabilidad. Todo aquello que es motivo de sacrificio nos asemeja a Jesucristo que nos salva por su muerte en Cruz.
Siempre estamos a tiempo para revisar nuestra vida y acercarnos más a Jesucristo. Estos tiempos y todo tiempo nos permiten —por medio de la oración y de los sacramentos— averiguar si entre los discípulos que Él busca estamos nosotros, y veremos también cuál ha de ser nuestra respuesta a esta llamada. Al lado de respuestas radicales (como la de los Apóstoles) hay otras. Para muchos, dejar “casa, hermanos, hermanas, madre, padre...” significará dejar todo aquello que nos impida vivir en profundidad la amistad con Jesucristo y, como consecuencia, serle sus testigos ante el mundo. Y esto es urgente, ¿no te parece?
* Rev. D. Jordi SOTORRA i Garriga (Sabadell, Barcelona, España)
 
Santoral Católico:
San Beda el Venerable
Presbítero y Doctor de la Iglesia
Nació junto al monasterio benedictino de Wearmouth, que tiene al lado el filial de Jarrow (Inglaterra), el año 673. Fue educado por san Benito Biscop, abad de aquel monasterio, en el que Beda ingresó muy joven. Allí consagró su vida a las observancias de la Regla, a la convivencia fraterna, a la celebración del culto litúrgico, a la meditación de las Sagradas Escrituras y de los Santos Padres, y la actividad literaria. Escribió obras teológicas e históricas de gran fervor y erudición; entre ellas cabe destacar su Historia eclesiástica de Inglaterra, al final de la cual escribe: «He pasado toda mi vida dentro del claustro, repartiendo el tiempo entre el estudio de las Sagradas Escrituras, la observancia de la disciplina monástica y el diario oficio de cantar en el coro. Todas mis delicias eran aprender, enseñar o escribir... Desde mi admisión al sacerdocio hasta el año presente, en que cuento 59 años de edad, me he ocupado en redactar para mi uso y el de mis hermanos algunas notas sobre la Sagrada Escritura, sacadas de los Santos Padres o en conformidad con su espíritu e interpretación». Murió el año 735.
Oración: Señor Dios, que has iluminado a tu Iglesia con la sabiduría de san Beda el Venerable, concede a tus siervos la gracia de ser constantemente orientados por las enseñanzas de tu santo presbítero y ayudados por sus méritos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
* Directorio Franciscano – Aciprensa – Catholic.net
 
Pensamiento del día
 
“Cuando las miserias morales asolan a un país,
culpa es de todos los que por falta de cultura y de ideal
no han sabido amarlo como patria:
de todos los que vivieron de ella sin trabajar para ella”.
(José Ingenieros)
 
Tema del día:
25 de mayo de 1810
Hacía tiempo que el ritmo natural que durante siglos había caracterizado a las colonias españolas de América se había alterado. Las guerras en Europa, las mismas reformas borbónicas de la segunda mitad del siglo XVIII, la inquietud de la aristocracia española americana y el descontento de muchos criollos, generaban no pocas preocupaciones. El comercio con los ingleses y la circulación de ideas liberales hacían que la sociedad de los estratos sociales definidos y duraderos comenzara a resquebrajarse.
 
El 13 de mayo de 1810, los habitantes de Buenos Aires pudieron confirmar los rumores que circulaban intensamente: la Junta Central de Sevilla, último bastión de la Corona española en pie, había caído también a manos de los ejércitos napoleónicos. Inmediatamente, el virrey Cisneros advirtió que se crearía una nueva regencia americana en representación de Fernando VII y en defensa de la Corona. Pero la Junta que lo había nombrado había desaparecido y los patriotas porteños creyeron que era momento de convocar a un Cabildo Abierto que discutiera los pasos a seguir.
 
El 19 y 20 de mayo, las reuniones fueron febriles. El 21 de mayo, una multitud, encabezada por Domingo French y Antonio Luis Beruti, se reunió con las armas en la mano para exigir el Cabildo Abierto y la renuncia del virrey. Llevaban el retrato de Fernando VII y una cinta blanca, símbolo de la unidad criollo-española. El Jefe del regimiento de Patricios, Cornelio Saavedra, logró calmar los ánimos, pero la convocatoria para el día siguiente era un hecho.
 
El 22 de mayo, “la parte más sana y principal del vecindario” concurrió al Cabildo. Como el día anterior, la plaza estaba llena, mientras transcurrían las acaloradas discusiones, que se extendieron durante 15 horas. Se discutía qué hacer tras haber caído Sevilla en manos de los franceses. Los más conspicuos defensores del statu quo, entre quienes se encontraban el obispo Benito de Lué y Riega y el fiscal Manuel Genaro Villota, sostenían que los americanos debían obediencia a los españoles. Pero los criollos, en boca de Juan José Castelli y Juan José Paso, exigían la conformación de juntas autóctonas, porque consideraban que, desparecido el virrey, el poder había regresado al pueblo.
 
Se votó en la noche del 22 y el 23 por la mañana se realizó el conteo de votos. Triunfó ampliamente la opción de deponer al virrey y delegar el poder en el Cabildo. Sin embargo, ese mismo día el Cabildo daría su golpe contrarrevolucionario nombrando una junta presidida por al virrey depuesto, algo que concretaría el 24 por la mañana y que resultaría inadmisible para los partidarios del cambio.
 
La junta propuesta por el Cabildo se componía, además de Cisneros, por una vocalía integrada por Cornelio Saavedra y Juan José Castelli (criollos) y el párroco de Monserrat, Juan Nepomuceno Solá, y el comerciante José de los Santos Inchaurregui (españoles). De inmediato, desde los suburbios porteños cundió el descontento general. Castelli y Saavedra, que no habían sido siquiera consultados, renunciaron a integrar la junta, y patricios y Arribeños tomaron las armas. Recomenzaron así las discusiones de los patriotas.
 
El 25 de mayo, las protestas eran ya incontenibles. La misma multitud de días atrás ocupaba nuevamente la plaza.  El movimiento patriota se había instalado cerca del Cabildo, el cual reunido desde temprano había rechazado la renuncia de la Junta. Ni los jefes militares estaban ya del lado del virrey. Los cabildantes debieron finalmente solicitar la renuncia de Cisneros y aceptar la propuesta de nombrar una nueva junta. Así, nacía el primer gobierno patrio.
 
Saavedra fue el presidente. Lo secundaron Mariano Moreno, Juan José Paso, Manuel Alberti, Miguel Azcuénaga, Manuel Belgrano, Juan José Castelli, Juan Larrea y Domingo Matheu. Todos juraron en nombre de Fernando VII, pero algunos creían que era sólo cuestión de tiempo para que esto dejara de ser así. Años de guerra deberían pasar antes de que el 9 de julio de 1816 se declarara la independencia.
(Fuente: elhistoriador.com.ar)
 
Poesía:
Patria
 
Patria es la tierra donde se ha sufrido.
Patria es la tierra donde se ha soñado.
Patria es la tierra donde se ha luchado.
Patria es la tierra donde se ha vencido.
 
Patria es la selva, es el oscuro nido,
la cruz del cementerio abandonado,
la voz de los clarines, que ha rasgado
con su flecha de bronce nuestro oído.
 
Patria es la errante barca del marino,
que en el enorme piélago sonoro
deja una blanca estela en su camino.
 
Y patria es el airón de la bandera,
que ciñe con relámpagos de oro,
el sol, como una virgen cabellera.
(Leopoldo Díaz)
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Cada uno de nosotros se hace la pregunta del nacimiento de Dios en nuestro interior. A cada instante el Ángel nos interpela y constata que el Señor está con nosotros, que nos ama no importa quienes seamos o lo que hayamos hecho. Pero esto no se detiene aquí.
Dios bendice también el fruto de nuestras entrañas, lo que producimos y lo que creamos. La mayor cosa extraordinaria del mundo es que el hombre participa en la creación divina. La más grande blasfemia y causa de desdicha es impedir a la fuerza de la creación individual renovarse.
Si respondemos con un « si » a la invitación de Dios, Él hará crecer lo que poseemos en germen, Él mismo crecerá en nosotros, se hará intimo o aún más íntimo en nuestro ser, para hacer surgir nuestra verdadera personalidad, que se esconde bajo las máscaras y las heridas que la vida del mundo nos ha impuesto; ya que nuestro verdadero yo es como una semilla sumergida profundamente en nosotros.
Cuando aceptamos como María a Cristo en nuestra vida, le permitimos actuar y desarrollar un modo de existencia que no se limita a nuestro mundo temporal sino que se inscribe desde ahora en la Eternidad.
 
Oración por la Patria
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Nos sentimos heridos y agobiados.
Precisamos tu alivio y fortaleza.
Queremos ser nación, una nación cuya identidad
sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común.
Danos la valentía de la libertad de los hijos de Dios
para amar a todos sin excluir a nadie,
privilegiando a los pobres y perdonando a los que nos ofenden,
aborreciendo el odio y construyendo la paz.
Concédenos la sabiduría del diálogo
y la alegría de la esperanza que no defrauda.
Tú nos convocas. Aquí estamos, Señor,
cercanos a María, que desde Luján nos dice:
¡Argentina! ¡Canta y camina!
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Amén.
 
Año de San José 
San José, hombre justo y modelo de virtudes,
es el Patrono Universal de la santa Iglesia,
y por lo tanto de todos nosotros.
Es el santo que tuvo en la tierra
la misión más grande y noble:
proteger al Niño Dios y su Santísima Madre.
 
Mayo 25
Después de un tiempo el ángel vuelve a avisarles que ya pueden volver a Nazaret; ellos tuvieron miedo de volver, mas el ángel les dice que vuelvan lo mismo; serán protegidos por Dios y nada les pasará. Pidamos a María y a José esa total confianza en la divina providencia. Amén.
(P. Florentín Brusa, cmf)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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AMDG

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