domingo, 14 de marzo de 2021

Pequeñas Semillitas 4609

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 16 - Número 4609 ~ Domingo 14 de Marzo de 2021.
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
En el evangelio de hoy, Jesús manifiesta que toda la historia de la salvación tiene un único motivo, que es el amor de Dios hacia nosotros. Este amor del Padre llegó hasta el extremo de darnos como regalo a su Hijo. Y todo esto para que participemos de la vida divina.
¿Por qué Dios nos ama tanto? Porque nos ha hecho hijos suyos. Nos ha hecho «a su imagen y semejanza» dándonos un alma espiritual, semejante a Él que es espíritu. Dios creador no tiene cuerpo. Jesucristo sí.
Por la gracia santificante nos da su naturaleza, lo mismo que un padre da su naturaleza a su hijo. Dios quiere que todos sus hijos se salven, y como somos pecadores manda a su Hijo para que nos redima.
Acojamos con fe este maravilloso regalo que Dios nos hace.
 
¡Buenos días María!
El santuario de Nuestra Señora de Pontmain, en Mayenne (Francia), celebró el 150 aniversario de la aparición de la Virgen María el 17 de enero de 2021, fecha que marcó el inicio de un año jubilar. El obispo Thierry Scherrer ha inaugurado un año jubilar del 17 de enero de 2021 al 16 de enero de 2022.
La aparición de la Virgen María tuvo lugar en Pontmain, durante la guerra con Prusia, el martes 17 de enero de 1871, entre las 18:30 y las 21:00 horas. Los niños leen el mensaje de la Virgen María: “Pero recen hijos míos, Dios les responderá en poco tiempo. Mi Hijo los escuchará”. Podemos pensar que el mensaje no ha perdido nada de su actualidad en este tiempo de pandemia. A lo largo del año jubilar, el equipo del santuario ha planeado actividades que permitirán a todos vivir "una peregrinación única", prometen los organizadores, anunciando las estrictas medidas sanitarias vigentes.
“Los peregrinos podrán recordar su bautismo, agradecer a Dios todos los dones recibidos y entrar en un proceso de conversión para vivir mejor como discípulos-misioneros de Cristo. También podrán recibir la indulgencia plenaria otorgada por el papa Francisco. Se trata de ser plenamente renovados por la Misericordia de Dios, incluidas las consecuencias de las malas acciones que hemos cometido”, explica el santuario.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: 2 Crón 36,14-16.19-23
 
Salmo: Sal 137 (136),1-2.3.4-5.6
 
Segunda Lectura: Efes 2, 4-10
 
Santo Evangelio: Jn 3,14-21
En aquel tiempo, Jesús dijo a Nicodemo: «Como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea tenga por Él vida eterna. Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él. El que cree en Él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el Nombre del Hijo único de Dios.
»Y el juicio está en que vino la luz al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal aborrece la luz y no va a la luz, para que no sean censuradas sus obras. Pero el que obra la verdad, va a la luz, para que quede de manifiesto que sus obras están hechas según Dios».
 
Comentario:
Hoy, la liturgia nos ofrece un aroma anticipado de la alegría pascual. Los ornamentos del celebrante son rosados. Es el domingo "laetare" que nos invita a una serena alegría. «Festejad a Jerusalén, gozad con ella todos los que la amáis...», canta la antífona de entrada.
Dios quiere que estemos contentos. La psicología más elemental nos dice que una persona que no vive contenta acaba enferma, de cuerpo y de espíritu. Ahora bien, nuestra alegría ha de estar bien fundamentada, ha de ser la expresión de la serenidad de vivir una vida con sentido pleno. De otro modo, la alegría degeneraría en superficialidad y majadería. Santa Teresa distinguía con acierto entre la "santa alegría" y la "loca alegría". Esta última es sólo exterior, dura poco y deja un regusto amargo.
Vivimos tiempos difíciles para la vida de fe. Pero también son tiempos apasionantes. Experimentamos, en cierta manera, el exilio babilónico que canta el salmo. Sí, también nosotros podemos vivir una experiencia de exilio «llorando la nostalgia de Sión» (Sal 136,1). Las dificultades exteriores y, sobre todo, el pecado nos pueden llevar cerca de los ríos de Babilonia. A pesar de todo, hay motivos de esperanza, y Dios nos continúa diciendo: «Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti» (Sal 136,6).
Podemos vivir siempre contentos porque Dios nos ama locamente, tanto que nos «dio a su Hijo único» (Jn 3,16). Pronto acompañaremos a este Hijo único en su camino de muerte y resurrección. Contemplaremos el amor de Aquel que tanto ama que se ha entregado por nosotros, por ti y por mí. Y nos llenaremos de amor y miraremos a Aquel que han traspasado (Jn 19,37), y crecerá en nosotros una alegría que nadie nos podrá quitar.
La verdadera alegría que ilumina nuestra vida no proviene de nuestro esfuerzo. San Pablo nos lo recuerda: no viene de vosotros, es un don de Dios, somos obra suya (Col 1,11). Dejémonos amar por Dios y amémosle, y la alegría será grande en la próxima Pascua y en la vida. Y no olvidemos dejarnos acariciar y regenerar por Dios con una buena confesión antes de Pascua.
* Rev. D. Joan Ant. MATEO i García (Tremp, Lleida, España)
 
Palabras de San Juan Pablo II
“La Cuaresma es el tiempo en que el Señor Jesucristo nos hace un especial llamado a la conversión. En actitud orante y comprometida hemos de escuchar atentamente aquellas palabras ‘Mira que estoy a la puerta y llamo’ (Ap 3, 20). Sí, es el mismo Señor quien llama dulcemente al corazón de cada uno, sin forzarnos, esperando pacientemente que le abramos la puerta para entrar y sentarse a la mesa con nosotros”
 
Predicación del Evangelio:
Dios ama al mundo
No es una frase más. Palabras que se podrían eliminar del evangelio sin que nada importante cambiara. Es la afirmación que recoge el núcleo esencial de la fe cristiana. «Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único». Este amor de Dios es el origen y el fundamento de nuestra esperanza.
 
«Dios ama el mundo». Lo ama tal como es. Inacabado e incierto. Lleno de conflictos y contradicciones. Capaz de lo mejor y de lo peor. Este mundo no recorre su camino solo, perdido y desamparado. Dios lo envuelve con su amor por los cuatro costados. Esto tiene consecuencias de la máxima importancia.
 
Primero. Jesús es, antes que nada, el «regalo» que Dios ha hecho al mundo, no solo a los cristianos. Los investigadores pueden discutir sin fin sobre muchos aspectos de su figura histórica. Los teólogos pueden seguir desarrollando sus teorías más ingeniosas. Solo quien se acerca a Jesús como el gran regalo de Dios puede ir descubriendo en él, con emoción y gozo, la cercanía de Dios a todo ser humano.
 
Segundo. La razón de ser de la Iglesia, lo único que justifica su presencia en el mundo, es recordar el amor de Dios. Lo ha subrayado muchas veces el Vaticano II: la Iglesia «es enviada por Cristo a manifestar y comunicar el amor de Dios a todos los hombres». Nada hay más importante. Lo primero es comunicar ese amor de Dios a todo ser humano.
 
Tercero. Según el evangelista, Dios hace al mundo ese gran regalo que es Jesús, «no para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él». Es peligroso hacer de la denuncia y la condena del mundo moderno todo un programa pastoral. Solo con el corazón lleno de amor a todos podemos llamarnos unos a otros a la conversión. Si las personas se sienten condenadas por Dios, no les estamos transmitiendo el mensaje de Jesús, sino otra cosa: tal vez nuestro resentimiento y enojo.
 
Cuarto. En estos momentos en que todo parece confuso, incierto y desalentador, nada impide a cada uno introducir un poco de amor en el mundo. Es lo que hizo Jesús. No hay que esperar a nada. ¿Por qué no va a haber en estos momentos hombres y mujeres buenos que introducen en el mundo amor, amistad, compasión, justicia, sensibilidad y ayuda a los que sufren...? Estos construyen la Iglesia de Jesús, la Iglesia del amor.
(P. José Antonio Pagola)
 
De los envíos del P. Natalio
En un accidente…
La anécdota de hoy es una invitación a examinar si tienes una correcta jerarquía de los valores que orientan tu vida. Porque a veces puedes cometer el error de perder serenidad y alegría, fuerza y coraje de vivir por pérdidas que, si bien lamentables y dolorosas, no deben significar una catástrofe total. Como ves ésta es una reflexión de suma importancia.
 
Un hombre tiene un accidente con su coche y llega la policía al lugar del suceso. Allí se encontraron al accidentado en el suelo gritando entre sollozos por su coche que estaba destrozado. Los policías entonces le dicen: —Pero, ¡hombre!, ¡Cómo se lamenta por su coche...! ¿No se da cuenta que ha perdido su brazo izquierdo? El hombre, con cara de terror, grita:
 —¡Cómo! ¡Que he perdido mi brazo izquierdo! ¡Dios mío, mi Rólex! ¿Dónde está mi Rólex?
 
El divino Maestro presentó este problema con una pregunta que nos lleva más allá de los límites terrenos: “¿De qué le vale al hombre ganar todo el mundo, si pierde su vida?”. La vida a la que se refiere Jesús es la vida que él vino a ofrecer en abundancia, la vida eterna que esperamos gozar en la visión del Sumo Bien. Don Bosco lo decía con sencillez: “Un rinconcito de Cielo lo arregla todo”. Que este pensamiento de fe te aliente en las penas.
* P. Natalio
 
Poesía
Cuando éramos niños 
Cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta
un charco era un océano
la muerte lisa y llana
no existía
 
Luego cuando muchachos
los viejos eran gente de cuarenta
un estanque era océano
la muerte solamente
una palabra
 
Ya cuando nos casamos
los ancianos estaban en cincuenta
un lago era un océano
la muerte era la muerte
de los otros
 
Ahora veteranos
ya le dimos alcance a la verdad
el océano es por fin el océano
pero la muerte empieza a ser
la nuestra.
 
(M. Benedetti)
 
Nuevo vídeo
 
Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
Para verlo tienes que ir al final de esta página:
 
Reflexiones de Cuaresma
Día 26º. Domingo 14 de Marzo.
Dolor de los pecados. ¿Qué crimen tan brutal ha cometido este hombre, que ha tenido que pagarlo con una muerte tan horrorosa?, preguntó un mahometano a un sacerdote refiriéndose a un crucifijo que tenía en la mesa. -Él no cometió ningún crimen -respondió éste-; era completamente inocente.
-Pues, ¿Quién lo clavó en este madero?
-Fuimos nosotros los hombres quienes lo hicimos con nuestros pecados -exclamó con tristeza el sacerdote.
-Ahora comprendo -añadió lleno de compasión el mahometano- por qué tienes siempre la imagen del crucificado.
¿Has pensado alguna vez que el pecado supone volver a crucificar al Señor? El Señor espera, una vez que nos ha redimido, que le amemos con obras. Y amar a Dios supone también decirle muchas veces: ¡lo siento! Procura, cuando vayas a preparar tu confesión, pedir mucho perdón a Jesús por los pecados, y también pídele que te dé dolor por ellos, dolor de amor.
Si tienes a mano un crucifijo ahora, puedes hablar con Jesús en la Cruz comentando esto; Jesús, que no me acostumbre a verte crucificado; cada vez que vea un crucifijo trataré de acordarme de decirte: ¡Te amo!
Coméntale a Dios con tus palabras algo de lo que has leído. Después termina con una oración final.
 
Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.
 
 La familia Niño Melo, de Colombia, agradece a todas las personas que oraron por la salud y pronta recuperación de su hijo, hermano y padre Fernando, quien fue intervenido en su cerebro la semana anterior y cuya operación fue exitosa por la Gracia de nuestro Señor Jesucristo y la segura intercesión de nuestra Madre la Virgen María. El Padre Celestial ha hecho Su obra milagrosa y ahora Fernando se encuentra gozando de la compañía de su familia en casa.
 
Paola, de Buenos Aires, Argentina, agradece a Dios, a la Santísima Virgen María, y a su propia mamá que la protege desde el cielo, porque luego de bastante tiempo, ha conseguido trabajo e inicia mañana. Que los ángeles te acompañen querida Paola.
 
Año de San José
 
San José, hombre justo y modelo de virtudes,
es el Patrono Universal de la santa Iglesia,
y por lo tanto de todos nosotros.
Es el santo que tuvo en la tierra
la misión más grande y noble:
proteger al Niño Dios y su Santísima Madre.
 
Marzo 14
Haz glorioso San José que todos los cristianos seamos como dijo Jesús, sal y luz. Sal del mundo que nos Revenga de la corrupción del pecado, y luz que a todos ilumine el camino del cielo. Así sea.
(P. Florentín Brusa, cmf)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
BLOG ”PEQUEÑAS SEMILLITAS
FACEBOOK de “FELIPE DE URCA”
FACEBOOK de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”
TWITTER de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”
INSTAGRAM: FELIPE DE URCA
 
AMDG

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.