PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
15 - Número 4482 ~ Martes 20 de Octubre de 2020Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina) Alabado sea Jesucristo…
Hoy
te propongo que medites sobre la utilización que haces de tu tiempo. Hay que
tratar de realizar una distribución razonable del tiempo entre el trabajo, la
familia, la casa, los amigos, el ocio, etc. Este reparto del tiempo lo hacemos
con mayor o menor acierto.
Sin
embargo, hay un aspecto fundamental: es necesario que no perdamos el tiempo
inútilmente en nuestras vidas. Dios mismo nos pedirá cuenta de cómo hemos
empleado el tiempo de nuestra vida. Pregúntate si hay veces que pierdes
inútilmente tu tiempo y reflexiona para ver cómo puedes evitarlo.
¡Buenos días! Míreme la barba
Está comprobado por la experiencia que los
pensamientos que ocupan nuestra mente al quedar dormidos son, por lo general,
los primeros que encontramos al despertarnos y, muchas veces, si son
situaciones problemáticas, se presenta la oportuna solución de las mismas. Esto
puedes aplicarlo con regularidad para aprovechar la actividad nocturna del
subconsciente.
Antes de operarlo el
cirujano dijo al paciente:
—Manténgase tranquilo.
Conozco perfectamente mi oficio. Al ser anestesiado y caer en sueño profundo
duérmase mirando mi barba. Ella le dará confianza y cuando despierte, será lo
primero que verán sus ojos.
El enfermo se durmió
profundamente. Cuando recobró la conciencia, lleno de alegría su mirada se
encontró con la barba venerable.
—¡Oh, gracias profesor,
no he sentido ningún dolor!
—¡No soy ningún
profesor, soy san Pedro!
Bueno, después de tu sonrisa, te reitero que utilices
los últimos momentos de la jornada para sembrar en tu subconsciente preguntas y
planteos, con la segura esperanza de encontrar al despertar sorprendentes
pistas y aciertos. Acompaña este ejercicio con una oración de súplica como la
que hace el agricultor al sembrar el campo. Que el Señor te bendiga.
* Enviado por el P.
Natalio
La Palabra de Dios Lecturas del día ♥ Primera Lectura: Efesios 2:12-22
♥ Salmo: Sal 85 (84):9-14
♥ Santo Evangelio: Lc 12,35-38
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Estén
ceñidos vuestros lomos y las lámparas encendidas, y sed como hombres que
esperan a que su señor vuelva de la boda, para que, en cuanto llegue y llame,
al instante le abran. Dichosos los siervos, que el señor al venir encuentre
despiertos: yo os aseguro que se ceñirá, los hará ponerse a la mesa y, yendo de
uno a otro, les servirá. Que venga en la segunda vigilia o en la tercera, si
los encuentra así, ¡dichosos de ellos!».
♥ Comentario:
Hoy es preciso fijarse en estas palabras de Jesús:
«Sed como hombres que esperan a que su señor vuelva de la boda, para que, en
cuanto llegue y llame, al instante le abran» (Lc 12,36). ¡Qué alegría descubrir
que, aunque sea pecador y pequeño, yo mismo abriré la puerta al Señor cuando
venga! Sí, en el momento de la muerte seré yo quien abra la puerta o la cierre,
nadie podrá hacerlo por mí. «Persuadámonos de que Dios nos pedirá cuentas no
sólo de nuestras acciones y palabras, sino también de cómo hayamos usado el
tiempo» (San Gregorio Nacianceno).
Estar en la puerta y con los ojos abiertos es un
planteamiento clave y a mi alcance. No puedo distraerme. Estar distraído es
olvidar el objetivo, querer ir al cielo, pero sin una voluntad operativa; es
hacer pompas de jabón, sin un deseo comprometido y evaluable. Tener puesto el
delantal significa estar en la cocina, preparado hasta el último detalle. Mi
padre, que era agricultor, decía que no se puede sembrar si la tierra está
"enfadada"; para hacer una buena siembra hay que pasearse por el
campo y tocar las semillas con atención.
El cristiano no es un náufrago sin brújula, sino que sabe
de dónde viene, a dónde va y cómo llegar; conoce el objetivo, los medios para
ir y las dificultades. Tenerlo en cuenta nos ayudará a vigilar y a abrir la
puerta cuando el Señor nos avise. La exhortación a la vigilancia y a la
responsabilidad se repite con frecuencia en la predicación de Jesús por dos
razones obvias: porque Jesús nos ama y nos “vela”; el que ama no se duerme. Y,
porque el enemigo, el diablo, no para de tentarnos. El pensamiento del cielo y
del infierno no podrá distraernos nunca de las obligaciones de la vida
presente, pero es un pensamiento saludable y encarnado, y merece la
felicitación del Señor: «Que venga en la segunda vigilia o en la tercera, si
los encuentra así, ¡dichosos de ellos!» (Lc 12,38). Jesús, ayúdame a vivir
atento y vigilante cada día, amándote siempre.
* Rev. D. Miquel VENQUE
i To (Barcelona, España)
Santoral Católico: San Pedro de AlcántaraPenitente Nació en Alcántara, provincia de Cáceres en España,
el año 1499. Después de estudiar en Salamanca filosofía y derecho, ingresó en
la Orden franciscana y se ordenó de sacerdote. Ocupó en la Orden diversos
cargos. Austero consigo mismo, extremaba su dulzura con los demás. Llevado por
el celo de las almas, se dedicó a la predicación con gran fruto. En 1554 obtuvo
de la Santa Sede permiso para iniciar una observancia más fiel a la Regla de
San Francisco. Se le agregaron otros hermanos, a quienes formó en la vida de
penitencia y austeridad, en intensa oración y en la guarda estricta de la
pobreza, y así se formó la Reforma Alcantarina, que tantos frutos de santidad
daría a la Iglesia. Además, con sus consejos prestó ayuda a santa Teresa de
Jesús para la reforma del Carmelo. Escribió obras en que expuso su propia
experiencia ascética y contemplativa, fundada sobre todo en la devoción a la
pasión de Cristo. Murió en Arenas de San Pedro (Ávila) el 18 de octubre de
1562. [Dependiendo de las fuentes consultadas su memoria litúrgica figura tanto
el día 19 como el 20 de octubre)
Oración: Señor
y Dios nuestro, que hiciste resplandecer a san Pedro de Alcántara por su
admirable penitencia y su altísima contemplación, concédenos, por sus méritos,
que, caminando en austeridad de vida, alcancemos más fácilmente los bienes del
cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
* Directorio Franciscano
– Aciprensa
Pensamiento del día “No hay libertad para el hombredonde su seguridad, su vida y sus bienesestán a merced del capricho de un mandatario”(Juan B. Alberdi) Tema del día:Tener fe Tener fe es “ACEPTAR” lo que Dios permite en nuestra
vida aunque no lo entendamos, aunque no nos guste. Si tuviéramos la capacidad
de ver el fin desde el principio tal como Él lo ve, entonces podríamos saber
por qué a veces conduce nuestra vida por sendas extrañas y contrarias a nuestra
razón y a nuestros deseos.
Tener fe es “DAR” cuando no tenemos, cuando nosotros
mismos necesitamos. La fe siempre saca algo valioso de lo aparentemente
inexistente; puede hacer que brille el tesoro de la generosidad en medio de la
pobreza y el desamparo, llenando de gratitud tanto al que recibe, como al que
da.
Tener fe es “CREER” en lugar de recurrir a la duda,
que es lo más fácil. Si la llama de la confianza se extingue, entonces ya no
queda más remedio que entregarse al desánimo. Para muchos creer en nuestras
bondades, posibilidades y talentos, tanto como en los de nuestros semejantes,
es la energía que mueve la vida hacia grandes derroteros. Pero todavía hay una
forma más elevada de creer. Saber que nuestra vida está en las manos de Dios y
que Él es quien cuida de nosotros.
Tener fe es “GUIAR, DIRIGIR” nuestra vida, pero no
con la vista, sino con el corazón. La razón necesita muchas evidencias para
arriesgarse, el corazón necesita sólo un rayo de esperanza. Las cosas más
bellas y grandes que la vida nos regala no se pueden ver, ni siquiera palpar,
sólo se pueden acariciar con el espíritu.
Tener fe es “LEVANTARSE” cuando se ha caído. Los
reveses y fracasos en cualquier área de la vida nos entristecen, pero es más
triste quedarse lamentándose en el frío suelo de la autocompasión, atrapado por
la frustración y la amargura.
Tener fe es “ARRIESGAR” todo a cambio de un sueño, de
un amor, de un ideal. Nada de lo que merece la pena en esta vida puede lograrse
sin esa dosis de sacrificio que implica desprenderse de algo o de alguien, a
fin de adquirir eso que mejore nuestro propio mundo y el de los demás.
Tener fe es “VER” positivamente hacia adelante, no
importa cuán incierto parezca el futuro o cuán doloroso el pasado. Quien tiene
fe hace del hoy un fundamento del mañana y trata de vivirlo de tal manera que
cuando sea parte de su pasado, pueda verlo como un grato recuerdo.
Tener fe es “CONFIAR” pero confiar no sólo en las
cosas y en las personas, sino en el Dios que obra, actúa y habla a través de
las personas. Muchos confían en lo material, pero viven relaciones huecas con
sus semejantes. Cierto que siempre habrá gente que lastime y traicione tu
confianza, así que lo que tienes que hacer es seguir confiando y sólo ser más
cuidadoso con aquel en quien confías dos veces.
Tener fe es “BUSCAR” lo imposible: sonreír cuando tus
días se encuentran nublados y tus ojos se han secado de tanto llorar. Tener fe
es no dejar nunca de desnudar tus labios con una sonrisa, ni siquiera cuando
estés triste, porque nunca sabes cuándo tu sonrisa puede dar luz y esperanza a
la vida de alguien que se encuentre en peor situación que la tuya.
Tener fe es “ANDAR” por los caminos de la vida de la
misma forma en que lo hace un niño. Tomados de la mano de nuestro padre. Tener
fe es dejar nuestros problemas en manos de DIOS y arrojarnos a sus brazos antes
que al abismo de la desesperación. Fe es descansar en Él para que nos cargue,
en vez de cargar nosotros nuestra propia colección de problemas.
“Que en tu vida haya suficiente fe para afrontar y
esperar que las situaciones difíciles cambien, y la necesaria humildad para
aceptar que muchas veces el que tiene que cambiar, eres tú”
(José Luis Prieto)
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ese modo ayudan a sembrar en el mundo la alegría del Evangelio.
Meditaciones de
“Pequeñas Semillitas” El alma, como los animales y las plantas, necesita
aire. ¿Cuentan nuestras vidas con el suficiente espacio vacío como para alimentar
nuestro espíritu? Al vivir en ciudades y estar inmersos en redes de trabajo,
amistades y proyectos, en ocasiones descuidamos nuestra necesidad de detenernos
y mirar.
Tal necesidad es bastante específica: estar en la
naturaleza, con un clima agradable y sin demasiadas cosas que hacer. Que el
mundo siga su marcha sin nosotros durante un tiempo. Que las cosas pasen frente
a nuestros ojos: las nubes, los botes o la ondulante hierba.
¡Bendita inactividad! ¡Bendita falta de atención!
Cuando retomamos nuestro rumbo nos sentimos más frescos gracias a ese
interludio de pasividad. Recordemos la receta y démonos un tiempo para
detenernos y mirar.
Si no me tomo el tiempo, éste me tomará a mí. Mejor
que la decisión sea mía.
¡Hasta mañana! con Madre
Teresa Octubre 20
Ama la oración. Siente a menudo durante el día la
necesidad de orar y esfuérzate por hacer oración. La oración ensancha el
corazón, hasta que es capaz de contener el don que Dios hace de sí mismo. Pide
y busca, y tu corazón crecerá hasta recibirlo y consérvalo como algo propio.
FELIPE -Jardinero
de Dios-(el más pequeñito de
todos) 🌸BLOG ”PEQUEÑAS
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¡Buenos días!
La Palabra de Dios
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¡Hasta mañana! con Madre
Teresa
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