domingo, 12 de abril de 2020

Pequeñas Semillitas 4292

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 15 - Número 4292 ~ Domingo 12 de Abril de 2020
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
En cuanto se hace de día, tres mujeres van al sepulcro donde Jesús estaba enterrado y ven que no está su Cuerpo. Pedro y Juan corren al sepulcro y ven las vendas en el suelo. No le busquéis entre los muertos, porque su tumba, abierta, está vacía. Jesús ya no está, o por mejor decir, está más presente entre nosotros pero de otra manera. No vivo en el recuerdo, como puede estarlo un ser querido o alguien admirado que murió. No... ¡Jesús vive! Pero vive de otra manera: su alma volvió a su cuerpo; su Cuerpo que es desde ahora glorioso ya no está sujeto al espacio y al tiempo. Juan vio los lienzos vacíos y caídos: Jesús se había marchado y ¿por qué hueco de los lienzos? Por ninguno.
A Juan le bastó ver los lienzos de esa manera para darse cuenta de que Jesús había resucitado. Había vencido a la muerte no por el hecho de no morir, sino por resucitar. ¡Era verdad lo que había predicho! ¡Y era verdad todo lo que había dicho! Jesús, Señor de la vida y de la muerte, había querido padecer todo aquello; había sido Él quien se había entregado, porque, como la semilla de trigo, era necesario morir para dar la vida a los demás.
* Jesús Martínez García

¡Buenos días!
Oración Pascual
En la alegría de esta Pascua, nuestra fe nos reúne en torno a Jesús resucitado, eternamente vivo, para cantar el poder de Dios que ha hecho maravillas. Que la resurrección de Jesucristo renueve nuestras vidas, nos llene de su amor y de su paz, y nos lleve a ser luz de esperanza para nuestros hermanos. Aquí tienes una oración adecuada para expresar tus sentimientos en este día.

Gracias, Jesús, porque eres resurrección y vida eterna para todos los que creen en ti. Alabado y bendito seas porque has resucitado lleno de gloria por el poder del Padre. Seas bendito y alabado por siempre, vencedor de la muerte, que me has abierto las puertas del cielo para gozar de la misma vida de Dios. Gracias, Jesús, porque tu resurrección me trae alegría, paz y esperanza. Gracias, Jesús, que me has hecho pasar de la muerte a la vida y me alientas a vivir como resucitado. Gracias, porque vives resucitado en medio de nosotros alentando mi alegría pascual y fortaleciendo mi fe y esperanza. Jesús, que vives para siempre junto al Padre, ayúdame a ser alegre testigo de tu resurrección en medio de los hombres, mis hermanos. Amén.

Proclamamos hoy nuestra fe en Cristo muerto y resucitado; proclamamos nuestra esperanza en el hombre redimido y hecho hijo de Dios. Damos testimonio hoy del Amor que nos salva y que alienta en nosotros el amor fraterno. Por todo esto comparto contigo la vivísima alegría de la Pascua, deseándote de corazón, los dones y la gracia de Jesús resucitado. ¡Muy felices Pascuas!
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Hech 10, 34a. 37-43

Salmo: Sal 117, 1-2. 16-17. 22-23

Segunda Lectura: Col 3, 1-4

Santo Evangelio: Jn 20,1-9
El primer día de la semana va María Magdalena de madrugada al sepulcro cuando todavía estaba oscuro, y ve la piedra quitada del sepulcro. Echa a correr y llega donde Simón Pedro y donde el otro discípulo a quien Jesús quería y les dice: «Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto».
Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante más rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro. Se inclinó y vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llega también Simón Pedro siguiéndole, entra en el sepulcro y ve las vendas en el suelo, y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a las vendas, sino plegado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó, pues hasta entonces no habían comprendido que según la Escritura Jesús debía resucitar de entre los muertos.

Comentario:
Hoy «es el día que hizo el Señor», iremos cantando a lo largo de toda la Pascua. Y es que esta expresión del Salmo 117 inunda la celebración de la fe cristiana. El Padre ha resucitado a su Hijo Jesucristo, el Amado, Aquél en quien se complace porque ha amado hasta dar su vida por todos.
Vivamos la Pascua con mucha alegría. Cristo ha resucitado: celebrémoslo llenos de alegría y de amor. Hoy, Jesucristo ha vencido a la muerte, al pecado, a la tristeza... y nos ha abierto las puertas de la nueva vida, la auténtica vida, la que el Espíritu Santo va dándonos por pura gracia. ¡Que nadie esté triste! Cristo es nuestra Paz y nuestro Camino para siempre. Él hoy «manifiesta plenamente el hombre al mismo hombre y le descubre su altísima vocación» (Concilio Vaticano II, Gaudium et Spes 22).
El gran signo que hoy nos da el Evangelio es que el sepulcro de Jesús está vacío. Ya no tenemos que buscar entre los muertos a Aquel que vive, porque ha resucitado. Y los discípulos, que después le verán Resucitado, es decir, lo experimentarán vivo en un encuentro de fe maravilloso, captan que hay un vacío en el lugar de su sepultura. Sepulcro vacío y apariciones serán las grandes señales para la fe del creyente. El Evangelio dice que «entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó» (Jn 20,8). Supo captar por la fe que aquel vacío y, a la vez, aquella sábana de amortajar y aquel sudario bien doblados eran pequeñas señales del paso de Dios, de la nueva vida. El amor sabe captar aquello que otros no captan, y tiene suficiente con pequeños signos. El «discípulo a quien Jesús quería» (Jn 20,2) se guiaba por el amor que había recibido de Cristo.
“Ver y creer” de los discípulos que han de ser también los nuestros. Renovemos nuestra fe pascual. Que Cristo sea en todo nuestro Señor. Dejemos que su Vida vivifique a la nuestra y renovemos la gracia del bautismo que hemos recibido. Hagámonos apóstoles y discípulos suyos. Guiémonos por el amor y anunciemos a todo el mundo la felicidad de creer en Jesucristo. Seamos testigos esperanzados de su Resurrección.
* Mons. Joan Enric VIVES i Sicília Obispo de Urgell (Lleida, España)

Palabras de San Juan Pablo II
“Que la imagen del hombre nuevo,
que resplandece en el rostro de Cristo,
impulse a todos a reconocer
el valor intangible de la vida humana;
que suscite respuestas adecuadas
a la exigencia cada vez más sentida
de justicia e iguales oportunidades
en los diversos ámbitos de la vida social;
que lleve a los individuos y a los Estados
al pleno respeto de los derechos esenciales y auténticos
arraigados en la naturaleza misma del ser humano.”

Predicación del Evangelio:
El Resucitado está con nosotros
Se dice que es difícil encontrar asiento en la sinagoga en sólo dos días del año. Todos los judíos quieren participar en los ritos del Año Nuevo Judío y el Día del Perdón. Fuera de estos días no hay ningún problema acomodarse en los templos. En muchos países es igual con los católicos en las fiestas de la Navidad y la Pascua. Pero este año es diferente.  No habrá nadie en la misa de la Pascua menos el sacerdote, el diácono, y -tal vez- la organista.

La gente estará en sus casas con algunos sufriendo la soledad. Se han advertidos los ancianos que no debieran atrapar el virus. También aquellas personas que viven solas se sentirán desertadas sin la oportunidad de salir con sus amistades. Sí, es cierto estas gentes pueden hablar con otros por teléfono y con redes sociales. Pero aparatos casi nunca reemplazan la presencia física de otra persona.

Esta Pascua habrá más sentido del aislamiento, abandono, y tal vez la desesperación que nunca en el pasado recordado. La experiencia de Cristo en la cruz en el Evangelio según San Mateo será vivida por muchas personas. Lo han abandonado sus discípulos, los que han llegado a la cruz se burlan de él, y las tinieblas crean el temor en todos. Las palabras de Jesús –las únicas que emite de la cruz– revelan su angustia. No más llama a Dios “Padre” como en el jardín. Dice “Dios mío…” como cualquier otra persona en la agonía.

Pero Dios no lo ha olvidado. Los eventos que pasan después que expira muestran el acompañamiento de Dios Padres por la ordalía. El velo en el templo se rasga, la tierra se tiembla, y los soldados romanos lo proclaman a Jesús “’Hijo de Dios’”. Después un día completo hay aún mayor testimonio de la presencia del Padre a su Hijo. El sepulcro de Jesús se abre con un terremoto. La guardia puesta para mantener al muerto como muerto se hace como muerta mientras el muerto se levanta a nueva vida. Entonces Jesús aparece a las mujeres asegurándoles que ha resucitado. También las envía en una misión a sus discípulos.

San Pablo dice en la Carta a los Romanos que si hemos muerto con Cristo, viviremos con él. El pecado no más nos tendrá presos. Más bien estaremos libertados de los confines mezquinos del yo para vivir el amor ancho y beneficioso de Jesús. Podemos ver este amor de Cristo en los santos, tanto aquellos canonizados por la Iglesia como los que muestran el amor extraordinario entre nosotros ahora. Se ven muchos actuando como santos estos días trabajando contra la Covid-19. Una médica joven atienda a pacientes todo el día sin tiempo para consultar a sus colegas. Dice ella: “Es muy duro lo que estamos viviendo, pero intento vivirlo desde Dios. Esto me ayuda a tener alegría y profundidad”.

Un amigo me preguntó: “¿Dónde está Dios en toda esta pandemia?” No es fácil contestar con el prospectivo de muchos muriendo y muchísimos sin trabajo y recursos. Pero ahora con la fiesta de Pascua podemos responder con alguna confianza. Dios está recordando a todos que no vivimos por nosotros mismos sino por los demás. Por esta razón nos quedamos en la casa para que no se propague el virus. Dios está instigando actos de caridad en todos lados. Muchas familias ya están haciendo sándwiches para los desamparados. También Dios está inspirando a los científicos a buscar un remedio a Covid-19. Haber resucitado a Jesús, Dios está recreando a nosotros como nuevos hombres y mujeres. No somos abandonados. Jesús, el resucitado Hijo de Dios, está con nosotros.
* Padre Carmelo Mele

Poesía
¿Qué quieres?
¿Qué quiero, mi Jesús?… Quiero quererte,
quiero cuanto hay en mí del todo darte
sin tener más placer que el agradarte,
sin tener más temor que el ofenderte.

Quiero olvidarlo todo y conocerte,
quiero dejarlo todo por buscarte,
quiero perderlo todo por hallarte,
quiero ignorarlo todo por saberte.

Quiero, amable Jesús, abismarme
en ese dulce hueco de tu herida,
y en sus divinas llamas abrasarme.

Quiero, por fin, en Ti transfigurarme,
morir a mí, para vivir tu vida,
perderme en Ti, Jesús, y no encontrarme. 
Pedro Calderón de la Barca (1600-1681)

Nuevo vídeo y artículos

Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
Para verlo tienes que ir al final de esta página

Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
Puedes acceder en la dirección:

Ofrecimiento para sacerdotes y religiosas
  
Formulo el siguiente ofrecimiento únicamente para sacerdotes o religiosas que reciben diariamente "Pequeñas Semillitas" por e-mail: Si desean recibir los comentarios del Evangelio del domingo siguiente con dos o tres días de anticipación, para tener tiempo de preparar sus meditaciones, homilías o demás trabajos pastorales sobre la Palabra de Dios, pueden pedírmelo a feluzul@gmail.com  
Sólo deben indicar claramente su nombre, su correo electrónico, ciudad de residencia y a qué comunidad religiosa pertenecen.

¡Hasta mañana! con Madre Teresa
Abril 12
En la confesión lo primero es la realidad de mi pecado. Para la mayoría de nosotros existe el peligro de olvidar que somos pecadores y que debemos acudir a la confesión como pecadores que somos. Tenemos que acudir a Dios para decirle nuestro desconsuelo por todo lo que hemos hecho y que haya podido herirle.
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

🌸
BLOG ”PEQUEÑAS SEMILLITAS
🌸
FACEBOOK de “FELIPE DE URCA”
🌸
FACEBOOK de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”
🌸
TWITTER de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”
🌸
INSTAGRAM: FELIPE DE URCA
🌸

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.