PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
14 - Número 4150 ~ Viernes 25 de Octubre de 2019
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Un
día como hoy, hace 60 años, recibí mi Primera Comunión. Fue el Domingo 25 de
Octubre de 1959, en la iglesia Catedral de la ciudad de Santa Fe, Argentina,
luego de haber sido muy bien preparado por las monjitas del Colegio San José,
que estaba (y sigue estando) a una cuadra de distancia de la referida Catedral.
Todavía recuerdo que cantábamos esta canción:
Oh
Santo Altar, por ángeles guardado,
yo
vengo al fin con júbilo a tus pies;
aquí
mi Dios, de mí tan deseado,
se
ofrece a mí por primera vez.
Hora
feliz, en que el Señor del Cielo,
se
ofrece a mí, por la primera vez.
(La
canción completa se puede escuchar haciendo clic acá)
Doy
gracias a Dios por el don de la vida, por los padres que me dio, por los
educadores religiosos que tuve, por esa Primera Comunión (antesala de
muchísimas más a lo largo de mi vida), por tantos pecados que me perdona con su
abrazo misericordioso de Padre Bueno.
Estos
son momentos y recuerdos que hacen que las palabras no alcancen para
describirlos...
¡Buenos días!
Persevera en la oración
La
oración que haces al comenzar la jornada y al terminarla, es la expresión de tu
amor y confianza en Dios. Entre estos dos momentos, si amas de verdad a Dios
con toda el alma y con todas las fuerzas, como dice la Palabra, de alguna
manera el recuerdo y la presencia del Señor te acompañarán en las variadas
tareas de tu jornada.
Si deseas empezar a poseer la luz de Dios, ora. Si ya
estás encaminado hacia la bondad y quieres que la luz que te guió brille aún
más, ora. Si quieres la fe, ora; si quieres la esperanza, ora; si quieres la
obediencia, la castidad, la humildad, la mansedumbre, la fortaleza, ora. Sea
cual sea la virtud que deseas, ora. Cuanto más eres tentado, tanto más
persevera en la oración. Es por virtud de tu continua oración que mereces ser
tentado, y es por virtud de tu continua oración que mereces ser liberado de las
tentaciones. La oración, en efecto, te da luz, te libera de las tentaciones, te
vuelve puro, te une a Dios. (Santa Ángela de Foligno).
“Uno
puede orar en las calles, los talleres, las oficinas, las escuelas, y en el
recogimiento de la propia habitación o en medio de multitudes. De poco sirve
orar por la mañana, si se vive el resto del día como un ateo. La verdadera
oración moldea la vida y una vida auténtica exige la oración” (Alexis Carrel).
Que la oración gane espacios en tus jornadas.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas del día
♥ Primera Lectura: Rom 7, 18-25a
♥ Salmo: Sal 118, 66. 68. 76-77. 93-94
♥ Santo Evangelio: Lc 12,54-59
En aquel tiempo, Jesús decía a la gente: «Cuando veis
una nube que se levanta en el occidente, al momento decís: ‘Va a llover’, y así
sucede. Y cuando sopla el sur, decís: ‘Viene bochorno’, y así sucede.
¡Hipócritas! Sabéis explorar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no
exploráis, pues, este tiempo? ¿Por qué no juzgáis por vosotros mismos lo que es
justo? Cuando vayas con tu adversario al magistrado, procura en el camino
arreglarte con él, no sea que te arrastre ante el juez, y el juez te entregue
al alguacil y el alguacil te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí
hasta que no hayas pagado el último céntimo».
♥ Comentario:
Hoy, Jesús quiere que levantemos nuestra mirada hacia
el cielo. Esta mañana, después de tres días de lluvia persistente, el cielo ha
aparecido luminoso y claro en uno de los días más espléndidos. Vamos
entendiendo en el tema de cambios de tiempo, ya que ahora los meteorólogos son
casi como de la familia. En cambio, nos cuesta más entender en qué tiempo
estamos o vivimos: «Sabéis explorar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo
no exploráis, pues, este tiempo?» (Lc 12,56). Muchos de los que escuchaban a
Jesús dejaron perder una ocasión única en la historia de toda la Humanidad. No
vieron en Jesús al Hijo de Dios. No captaron el tiempo, la hora de la
salvación.
El Concilio Vaticano II, en la Constitución Gaudium et Spes (n. 4), actualiza el
Evangelio de hoy: «Pesa sobre la Iglesia el deber permanente de escrutar a
fondo los signos de los tiempos e interpretarlos a la luz del Evangelio (…). Es
necesario, por tanto, conocer y comprender el mundo en que vivimos y sus esperanzas,
sus aspiraciones, su modo de ser, frecuentemente dramático».
Cuando observamos la historia, no nos cuesta mucho
señalar las ocasiones perdidas por la Iglesia por no haber descubierto el
momento entonces vivido. Pero, Señor: ¿cuántas ocasiones no habremos perdido
ahora por no descubrir los signos de los tiempos o, lo que es lo mismo, por no
vivir e iluminar la problemática actual con la luz del Evangelio? «¿Por qué no
juzgáis por vosotros mismos lo que es justo?» (Lc 12,57), nos vuelve a recordar
hoy Jesús.
No vivimos en un mundo de maldad, aunque también haya
bastante. Dios no ha abandonado su mundo. Como recordaba san Juan de la Cruz,
habitamos en una tierra en la que anduvo el mismo Dios y que Él llenó de
hermosura. Santa Teresa de Calcuta captó los signos de los tiempos, y el
tiempo, nuestro tiempo, ha entendido a Santa Teresa de Calcuta. Que ella nos
estimule. No dejemos de mirar hacia lo alto sin perder de vista la tierra.
Rev. D. Frederic RÀFOLS i Vidal (Barcelona, España)
Santoral Católico:
Santos Frutos, Valentín
y Engracia
Mártires
Según la tradición, Frutos nació en Segovia (España)
en el seno de una familia noble. En la segunda mitad del siglo VII, junto con
sus hermanos Valentín y Engracia, vendió sus bienes, los distribuyó a los
pobres y se retiró a vivir como ermitaño en las cercanías de Segovia, en una
zona de montañas escarpadas, donde murió hacia el año 715.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa
Pensamiento del día
“¡Señor Jesús!
Hace 60 años, en mi Primera
Comunión,
llegaste a mi alma por vez
primera.
Quiero vivir bajo tu mirada.
Caminar sin cansancio hasta
encontrarte.
Y así sentir la paz y el
gozo
que tu infinito Amor me da. Amén”.
Temas Médicos:
Ante el enfermo terminal
Fijemos nuestra atención en el enfermo, en sus deseos
y temores, en su fragilidad y su dolor, en su dependencia cada vez mayor de las
manos y de la honestidad del equipo médico.
¿Qué merece un enfermo? Merece que sea visto siempre
como un ser humano. Pase lo que pase, conserva siempre su dignidad. Posee un
valor inmenso, con unas necesidades muy grandes en su cuerpo y, no hay que
olvidarlo, en su espíritu.
Merece, por lo mismo, ser respetado en sus deseos
legítimos y ser atendido en su enfermedad. Aunque sea un enfermo “terminal” al
que le quedan pocas semanas de vida, su mirada, su corazón, su fragilidad, han
de ser tratados con pericia y, sobre todo, con cariño.
No podemos despreciarle o dejarle de lado. Aunque
cueste dinero, aunque ocupe una cama y aparatos muy sofisticados, aunque su
acercamiento a la muerte nos lleve a pensar que sería mejor “adelantar” su
muerte. Nunca será justo actuar contra su vida y contra sus derechos
fundamentales.
Dentro del marco del respeto, el enfermo o, cuando él
no pueda hablar, sus familiares, tiene el derecho de decir “basta” ante
tratamientos que no sean capaces de curarle y que alarguen dolorosamente su
camino hacia la muerte. No es justo “ensañarse” contra sus deseos y probar en un
cuerpo herido aparatos y métodos que sólo sirven para prolongar, unos días o
meses, una vida cuando el enfermo dice “ya déjenme morir en paz”.
No nos confundamos: no es matar a un enfermo el
suspender tratamientos que el mismo enfermo ya no desea de modo razonable,
porque los considera excesivos o porque acepta que la vida merece rendirse ante
el proceso de una enfermedad incurable. En cambio, sí es matarlo quitarle
tratamientos necesarios para su supervivencia y pedidos por el mismo enfermo,
si éste considera que vale la pena alargar unas semanas o unos meses su
existencia terrena.
Por lo tanto, los tratamientos que no curan y que
prolongan la lenta agonía del enfermo pueden ser suspendidos. En ese caso,
habrá que mantener aquellas atenciones mínimas que todo ser humano merece:
alimentación, hidratación, limpieza, tratamiento del dolor a través del uso de
calmantes o analgésicos.
Demos al enfermo terminal todo lo que merece y todo
lo que pida de modo legítimo. No pensemos nunca en acelerar su muerte, pero
tampoco alarguemos sus sufrimientos con tratamientos inútiles que un enfermo ya
no desee. De este modo, mantendremos el respeto a su dignidad y a su autonomía
legítima, mientras le ofrecemos todo aquello que pueda ayudarle un poco en los
últimos días de su existencia entre nosotros.
Autor: Padre Fernando Pascual, L.C.
Meditaciones de
“Pequeñas Semillitas”
El famoso escritor y médico inglés A. J. Cronin
estaba en una oportunidad visitando la ciudad de Roma. Un día se fue a dar un
paseo por las afueras de la ciudad y se perdió. Buscaba quién le diera alguna
información para volver al hotel, donde le esperaban sus amigos, cuando vio una
capilla y entró. Era la capilla, que recuerda cómo Jesucristo le salió al paso
a san Pedro durante la persecución de Nerón y Pedro le dijo: “¿Quo vadis,
Domine?” (¿A dónde vas, Señor?). Este suceso está relatado en la famosa novela
“Quo vadis” del novelista polaco Sienkievicz, premio nobel de literatura de
1905. También se hizo famosa la película que hicieron sobre esta novela y que
también se llama “Quo vadis”.
Pues bien, estando en aquella capilla, Cronin sintió
que Jesús le decía: ‘¿A dónde vas?’ Como si le preguntara: ‘¿Cuál es el sentido
de tu vida?’ Cronin se hizo católico y desde aquel día, en que oyó la voz de
Jesús en su corazón, procuró vivir como un verdadero discípulo de Jesús hasta
las últimas consecuencias.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los
que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para
que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto
con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de
Jesús y del Inmaculado Corazón de María;
por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los
cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras patologías graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración para Antonio G., (12 años de edad), argentino que reside en Túnez.
Operado hace 48 hs. por un diente que se alojó escondido en su paladar y
debieron extraerlo en una cirugía muy larga y dolorosa. Su recuperación total
insumirá unos 3 meses según el dentista. No podrá comer normalmente por un
largo período. Le suplicamos a la Virgen que lo proteja y ayude a tener una
rápida recuperación.
Pedimos oración para Marisol R. S., de Chile, 52 años de edad, a quien hoy realizan una
biopsia por un tumor en una mama. Invocamos para ella la protección de la
Santísima Virgen para que Ella ruegue a Jesús por la sanidad de Marisol y que
todo sea solo una falsa alarma.
Continuamos unidos en oración por medio del rezo del
Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras
preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de
nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz,
rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia
sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser
abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los
deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin
rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Cinco minutos con Jesús
Octubre 25
Jesús nos propone tres aspectos, tres grados, tres
dimensiones en nuestras relaciones con nuestro prójimo.
Sean misericordiosos... y la misericordia, la compasión,
se realiza con el prójimo; el que es misericordioso no se atreverá nunca a
hacer sufrir a los demás y cuando ve que los demás sufren, se siente tocado por
ese mismo sufrimiento.
No juzguen... esto es también difícil de
practicar; Jesús nos dice que no juzguemos; no estamos en condiciones de
hacerlo porque no conocemos la profundidad, las intenciones o los móviles de
los demás a los que pretendemos enjuiciar.
Perdonen... no queramos ser jueces, pero
tampoco pretendamos ser verdugos.
(Padre Alfonso Milagro)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
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