PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
14 - Número 4138 ~ Domingo 13 de Octubre de 2019
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Por
la gracia de Dios estamos de regreso con “Pequeñas Semillitas” luego de un
breve paréntesis de dos días por razones médicas.
Y
quiero que sean mis primeras y más importantes palabras el agradecimiento a
Dios porque en todo momento me acompañó y me acompaña en los momentos de alguna
dificultad. He sentido Su presencia y el amor incondicional de la Sma. Virgen
que siempre está junto a mí.
Agradezco
también a tantos lectores de esta humilde paginita que han rezado por mí en
estos días y les digo que sin ninguna duda sus oraciones han sido atendidas.
Y
es precisamente el agradecimiento el
tema central del Evangelio de este domingo. Muchas veces somos prontos para
pedir y tardos para agradecer...
A
Dios tenemos que darle gracias por infinidad de dones que nos ha otorgado:
comenzando por la vida, la salud -buena o mala- que tenemos, la familia, el
trabajo, las maravillas de la naturaleza que nos ha regalado, y finalmente darle
gracias por la fe que es el mayor tesoro que podemos tener en la Tierra.
Por
tanta cosas... ¡Gracias Señor!
¡Buenos días!
Callar
De vez
en cuando y por un lapso de toda una mañana o de una tarde entera, sumérgete en
baños de soledad y silencio. Es una disciplina excelente que fortalecerá tu
espíritu y te ayudará a encontrarte con tu ser más profundo y verdadero. No le
temas a la soledad. Aprende a amarla.
Callar de sí mismo, es humildad.
Callar los defectos ajenos, es caridad.
Callar las palabras inútiles, es penitencia.
Callar a tiempo, es prudencia.
Callar en el dolor, es heroísmo.
Si practicas estas máximas, serás feliz y harás
felices a los demás.
Tampoco
le temas al silencio. El silencio vitalizará tu mente y tu sistema nervioso, y
dotará de solidez y fuerza expresiva a tus palabras. No es que la relación
social sea mala, ni indeseable la comunicación hablada, pero a veces nos
enredamos demasiado en la palabrería del mundo. Regálate tiempos de soledad y
silencio.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas del día
♥ Primera Lectura: 2Rey 5, 10. 14-17
♥ Salmo: Sal 97, 1-4
♥ Segunda Lectura: 2Tim 2, 8-13
♥ Santo Evangelio: Lc 17,11-19
Un día, sucedió que, de camino a Jerusalén, Jesús
pasaba por los confines entre Samaría y Galilea, y, al entrar en un pueblo,
salieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia y,
levantando la voz, dijeron: «¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!». Al
verlos, les dijo: «Id y presentaos a los sacerdotes». Y sucedió que, mientras
iban, quedaron limpios.
Uno de ellos, viéndose curado, se volvió glorificando
a Dios en alta voz; y postrándose rostro en tierra a los pies de Jesús, le daba
gracias; y éste era un samaritano. Tomó la palabra Jesús y dijo: «¿No quedaron limpios
los diez? Los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar
gloria a Dios sino este extranjero?». Y le dijo: «Levántate y vete; tu fe te ha
salvado».
♥ Comentario:
Hoy podemos comprobar, ¡una vez más!, cómo nuestra
actitud de fe puede remover el corazón de Jesucristo. El hecho es que unos
leprosos, venciendo la reprobación social que sufrían los que tenían la lepra y
con una buena dosis de audacia, se acercan a Jesús y —podríamos decir entre
comillas— le obligan con su confiada petición: «¡Jesús, Maestro, ten compasión
de nosotros!» (Lc 17,13).
La respuesta es inmediata y fulminante: «Id y
presentaos a los sacerdotes» (Lc 17,14). Él, que es el Señor, muestra su poder,
ya que «mientras iban, quedaron limpios» (Lc 17,14).
Esto nos muestra que la medida de los milagros de
Cristo es, justamente, la medida de nuestra fe y confianza en Dios. ¿Qué hemos
de hacer nosotros —pobres criaturas— ante Dios, sino confiar en Él? Pero con
una fe operativa, que nos mueve a obedecer las indicaciones de Dios. Basta un
mínimo de sentido común para entender que «nada es demasiado difícil de creer
tocando a Aquel para quien nada es demasiado difícil de hacer» (J. H. Newman).
Si no vemos más milagros es porque “obligamos” poco al Señor con nuestra falta
de confianza y de obediencia a su voluntad. Como dijo san Juan Crisóstomo, «un
poco de fe puede mucho».
Y, como coronación de la confianza en Dios, llega el
desbordamiento de la alegría y del agradecimiento: en efecto, «uno de ellos,
viéndose curado, se volvió glorificando a Dios en alta voz; y postrándose
rostro en tierra a los pies de Jesús, le daba gracias» (Lc 17,15-16).
Pero..., ¡qué lástima! De diez beneficiarios de aquel
gran milagro, sólo regresó uno. ¡Qué ingratos somos cuando olvidamos con tanta
facilidad que todo nos viene de Dios y que a él todo lo debemos! Hagamos el
propósito de obligarle mostrándonos confiados en Dios y agradecidos a Él.
Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)
Palabras de San Juan
Pablo II
“Para
nosotros, los cristianos, la acción de gracias se expresa plenamente en la
Eucaristía [...] En toda santa misa, bendecimos al Señor, Dios del universo,
presentándole el pan y el vino, frutos de la tierra y del trabajo de los
hombres [...] Gracias Señor por todo lo que producen la naturaleza y el
cansancio humano para nuestro sustento y para compartir nuestros recursos con
los necesitados”
Predicación del
Evangelio:
“¡Muchas gracias: èv
kharistô!”
Se haya visitado Grecia o no, hay que saber que èv kharistô quiere decir gracias.
Además, la acción de gracias por excelencia de los cristianos, es la Eucaristía.
Este es el tema clave del Evangelio de hoy.
En su marcha a Jerusalén, Jesús eligió pasar por el
país de los excluidos, la Samaria, donde diez leprosos -marginados entre los marginados- vienen a su encuentro. Reconocen que llevan
la marca de la lepra y del pecado, y es la preparación penitencia: “Señor, ten piedad de nosotros.” Llaman también a
Jesús por su nombre, en arameo: “Yéshuah”,
“Dios salva”. Por eso sube a Jerusalén.
Siguiendo su costumbre, se conmovió ante las víctimas
de la enfermedad y del pecado. Su primera palabra mira a reintegrar a los
leprosos en su comunidad, lo que harán los sacerdotes al constatar su curación.
Pero es el poder de la Palabra en el camino de fe la
que los ha curado: “En el curso de la ruta”, se han purificado. Sigue el Gloria
a Dios: “Uno de ellos, al ver que estaba curado, volvió sobre sus pasos,
glorificando a Dios a plena voz.” Después de haber acogido en su cuerpo la
fuerza de la Palabra, un leproso purificado se prosterna en tierra, un gesto
que, en la Biblia, se hace solo delante de Dios: es lo más visible y lo más
ferviente de los ‘Yo creo en Dios’. Proclama que Jesús es el Mesías, el Hijo de
Dios, digno de adoración igual que el Padre.
Testigo de su acción de gracias, Jesús pregunta:
“¿Dónde están los otros nueve?” Los hijos purificados y rescatados del primer
pueblo de la alianza, ¿se unirán a la asamblea de la fiesta cristiana? “Sólo
hay este extranjero...”
El leproso curado adora a Jesús “dándole gracias”: eukharistôn según el texto griego. Como
para la distribución del pan y la aventura de los discípulos de Emaús, la
narración nos lleva a la celebración eucarística. Es por la fuerza del Señor
por la que un leproso purificado celebra esta acción de gracias.
Todo se termina por el envío final en la paz, en
comunión con la asamblea de los pecadores perdonados y rescatados: “Levántate y
vete. Tu fe te ha salvado.”
Padre Felipe Santos, SDB
Nuevos vídeos
Hay
dos nuevos vídeos subidos al blog
de
"Pequeñas Semillitas" en
internet.
Para
verlos tienes que ir al final de esta página
Ofrecimiento para
sacerdotes y religiosas
Formulo
el siguiente ofrecimiento únicamente
para sacerdotes o religiosas que reciben diariamente "Pequeñas
Semillitas" por e-mail: Si desean recibir los comentarios del Evangelio
del domingo siguiente con dos o tres días de anticipación, para tener tiempo de
preparar sus meditaciones, homilías o demás trabajos pastorales sobre la
Palabra de Dios, pueden pedírmelo a info@pequesemillitas.com
Sólo
deben indicar claramente su nombre, su correo electrónico, ciudad de residencia
y a qué comunidad religiosa pertenecen.
Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas
diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la
tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y
allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por
la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos
por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque
prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para
dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas"
pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la
segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como
respuesta a nuestros pedidos de oración.
♡ Desde Cuba, Marlenis escribe y dice: “Agradezco a mi creador Dios por haber
sido escogida por Él, agradezco por los hijos que me ha regalo por mi
primogénito que es una bendición para mí y también por mis mellizos, que ya con
23 años, siguen siendo mis bebés. Agradezco por haber escogido mi familia y mi
esposo, le agradezco por haber puesto personas en mi camino para poder recibir
estas maravillosas Pequeñas Semillitas. Gracias y saludos para todo ese gran
colectivo. Dios los Bendiga siempre”
♡ También desde
Cuba, Brígida (de Las Tunas) expresa
su agradecimiento a Dios porque su pierna va recuperándose. Nos sumamos a su
acción de gracias y pedimos que Dios la bendiga y la acompañe siempre.
♡ Desde Montevideo,
Uruguay, Karen nos escribe para dar gracias a Dios y a las personas que rezaron
por la operación de próstata de su papá Roberto,
hombre octogenario, con otras patologías asociadas, que toleró bien la cirugía.
Igualmente seguimos rezando por la salud y el bienestar de Roberto.
♡ El autor de esta
página (Felipe) reitera su
agradecimiento a Dios, a la Santísima Virgen y a todos los que apoyaron con
oraciones la realización de un estudio médico de complejidad el día viernes
pasado, que por la bendición del Altísimo, salió muy bien.
Un minuto con María
El Santuario de Nuestra Señora del Pilar en Zaragoza
(España) es el lugar de culto mariano más antiguo de Europa, muy anterior a la
ocupación musulmana de Zaragoza en el 714.
La tradición nos dice que en el año 40, la Virgen habría
llegado a Zaragoza para consolar al apóstol Santiago y a los primeros siete
cristianos ibéricos, ya que tenían dificultades para implantar la fe en el
país. En esa fecha, María aún no había ascendido al Cielo y todavía vivía en
Jerusalén con el apóstol Juan. Ese día, Santiago planeaba anunciar su próximo
regreso a Palestina. De pronto, la noche se iluminó y una multitud de ángeles
se les apareció. Cantaron y llevaron a la Virgen María en una columna que
fijaron en el suelo al lado del apóstol.
La Virgen María luego se dirigió a él: "Este es, hijo
mío, el lugar marcado con una señal y está destinado a honrarme. Aquí, gracias
a ti, y en memoria mía, mi iglesia debe ser construida. Vigila esta columna
donde estoy, porque, asegúrate, es mi Hijo, tu Maestro, quien la envió desde el
cielo transportada por los ángeles (...) En este lugar, por mis oraciones e
intercesión, la fuerza del Altísimo hará maravillas para aquellos que me
invoquen en la necesidad donde sea que estén.
Fuente: Diccionario Enciclopédico de María - Autores:
P. R. Ambrogi y D. Le Tourneau, DDB
Cinco minutos con Jesús
Octubre 13
Amarás al Señor tu Dios
con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu.
El amor a Dios y el amor al prójimo son el compendio
de toda la Ley, y de esos dos preceptos cobran valor y significado los
restantes.
Jesucristo nos exige un amor total; no se contenta
con parcialidades, exige la totalidad de la entrega, tanto a Dios como al
prójimo; quiere que lo ames no de cualquier manera, sino con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu.
(Padre Alfonso Milagro)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
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