PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
14 - Número 4124 ~ 27 de Setiembre de 2019
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
¡No!
No te voy a decir que dejes de estar triste... así no funciona. Pero sí quiero
recordarte que las cosas van a mejorar. No hay días buenos y malos, solo unos
que enseñan más que otros, y siempre hay que seguir. Avanzar y confiar en el
proceso.
El
camino para sanar, puede ser largo o corto, dependerá mucho de tu disciplina y
constancia. Seguir adelante y confiar, aunque hayan recaídas no debes mirar
atrás.
Levántate,
pisa firma y continúa. Paz y bien.
¡Buenos días!
La Biblia
La
Biblia te ofrece la palabra sagrada, escrita por autores inspirados por Dios.
Sabía él muy bien en medio de qué tinieblas viviríamos sus hijos en los siglos
venideros, y por amor a nosotros asistió con sus dones a los escritores del
libro santo, para que consignaran todo y solo lo que él les inspiraba. Son
cartas de amor de Dios para ti. Debes leerlas pues con fe y amor.
En una de sus cartas, San Jerónimo, el máximo doctor
de la Sagrada Escritura, cuenta que era muy aficionado a leer autores profanos;
le encantaban los libros de Cicerón, Virgilio y Plauto. Pero un buen día
recibió una gracia singular: mientras dormía se vio transportado al tribunal de
Dios, que le preguntó con gran severidad quién era. "Soy cristiano",
respondió Jerónimo. Mientes —le replicó el soberano Juez—. Tú eres ciceroniano,
porque donde está tu tesoro, allí está tu corazón. Y dio orden que lo azotaran.
"Comprendí muy bien, al despertar —continúa el santo—, que aquello había
sido más que un sueño, pues aún llevaba marcados en mis espaldas los golpes del
látigo que había recibido. Desde entonces comencé a leer la Biblia con más
entusiasmo que el que había puesto en la lectura de los autores profanos”.
Al
leer la Palabra de Dios, no lo hagas como si leyeras un libro más. Empieza con
la invocación del Espíritu Santo para que su don de sabiduría disponga tu mente
a recibir el mensaje que Dios ha preparado especialmente para ti ese día. La
presencia de Dios en su Palabra es una realidad que hay que captar en la fe.
Que el Espíritu te guíe e ilumine.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas del día
♥ Primera Lectura: Ag 1, 15b—2, 9
♥ Salmo: Sal 42, 1-4
♥ Santo Evangelio: Lc 9,18-22
Sucedió que mientras Jesús estaba orando a solas, se
hallaban con Él los discípulos y les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy
yo?». Ellos respondieron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros,
que un profeta de los antiguos había resucitado». Les dijo: «Y vosotros, ¿quién
decís que soy yo?». Pedro le contestó: «El Cristo de Dios». Pero les mandó
enérgicamente que no dijeran esto a nadie. Dijo: «El Hijo del hombre debe
sufrir mucho, y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los
escribas, ser matado y resucitar al tercer día».
♥ Comentario:
Hoy, en el Evangelio, hay dos interrogantes que el
mismo Maestro formula a todos. El primer interrogante pide una respuesta
estadística, aproximada: «¿Quién dice la gente que soy yo?» (Lc 9,18). Hace que
nos giremos alrededor y contemplemos cómo resuelven la cuestión los otros: los
vecinos, los compañeros de trabajo, los amigos, los familiares más cercanos...
Miramos al entorno y nos sentimos más o menos responsables o cercanos —depende
de los casos— de algunas de estas respuestas que formulan quienes tienen que
ver con nosotros y con nuestro ámbito, “la gente”... Y la respuesta nos dice
mucho, nos informa, nos sitúa y hace que nos percatemos de aquello que desean,
necesitan, buscan los que viven a nuestro lado. Nos ayuda a sintonizar, a
descubrir un punto de encuentro con el otro para ir más allá...
Hay una segunda interrogación que pide por nosotros:
«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» (Lc 9,20). Es una cuestión fundamental
que llama a la puerta, que mendiga a cada uno de nosotros: una adhesión o un
rechazo; una veneración o una indiferencia; caminar con Él y en Él o finalizar
en un acercamiento de simple simpatía... Esta cuestión es delicada, es
determinante porque nos afecta. ¿Qué dicen nuestros labios y nuestras
actitudes? ¿Queremos ser fieles a Aquel que es y da sentido a nuestro ser? ¿Hay
en nosotros una sincera disposición a seguirlo en los caminos de la vida?
¿Estamos dispuestos a acompañarlo a la Jerusalén de la cruz y de la gloria?
«Es un camino de cruz y resurrección (...). La cruz
es exaltación de Cristo. Lo dijo Él mismo: ‘Cuando sea levantado, atraeré a
todos hacia mí’. (...) La cruz, pues, es gloria y exaltación de Cristo» (San
Andrés de Creta). ¿Dispuestos para avanzar hacia Jerusalén? Solamente con Él y
en Él, ¿verdad?
Rev. D. Pere OLIVA i March (Sant Feliu de Torelló, Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Vicente de Paúl
Sacerdote y Fundador
Nació en Pouy, distrito de Tarbes (Mediodía-Pirineos,
Francia) el año 1581, en el seno de una familia de humildes labriegos. Después
de estudiar en Dax, Zaragoza y Toulouse, fue ordenado de sacerdote a los 19
años de edad. Lleno de espíritu sacerdotal, en cualquier persona que sufriera
veía el rostro de su Señor. Capturado por los piratas turcos cuando navegaba de
Marsella a Narbona, fue vendido como esclavo en Túnez. Liberado y vuelto a su
patria, ejerció de párroco en París, entregándose al servicio de los pobres, y,
luego, de capellán en las galeras, atendiendo con solicitud a los remeros
galeotes. A raíz de sus experiencias como párroco en zonas rurales, fundó la
Congregación de la Misión (Padres Paúles), destinada sobre todo al servicio de
los campesinos pobres y a la formación del clero. Fundó también, con la
colaboración de santa Luisa de Marillac, la Compañía de las Hijas de la
Caridad. Murió en París el 27 de septiembre de 1660. León XIII lo proclamó patrono
de las obras de caridad.
Oración: Señor,
Dios nuestro, que dotaste de virtudes apostólicas a tu presbítero san Vicente
de Paúl para que entregara su vida al servicio de los pobres y a la formación
del clero, concédenos, te rogamos, que, impulsados por su mismo espíritu,
amemos cuanto él amó y practiquemos sus enseñanzas. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa
Pensamiento del día
«Después del soberano amor
de Dios, la segunda cosa que Dios les pide, es que se amen mutuamente como
hermanas que Él unió con lazos de su amor. No podemos asegurar mejor nuestra
felicidad que viviendo y muriendo en el servicio de los pobres. Dios ama a los
pobres y por consiguiente a quienes aman a los pobres»
(San Vicente de
Paúl)
Tema del día:
Sociedad de San Vicente
de Paúl
La Sociedad de San Vicente de Paúl nació en París, en
un grupo de estudiantes católicos llamado Conferencia de Historia, a la que
animaba Emmanuel Bailly. En aquellos tiempos, poco después de la Revolución,
las peleas por ideas eran ariscas, Bailly reunía a algunos estudiantes
cristianos para tratar temas de historia, derecho, literatura y filosofía.
Entre ellos, un joven estudiante de derecho llegado de Lyon, Federico Ozanam.
En el alba de la revolución industrial, Ozanam es un
convencido de la profunda convergencia del Evangelio con la «Declaración de los
Derechos del Hombre» de 1789 y los principios de «Libertad, Igualdad y
Fraternidad». A veces, las discusiones se tornaban en tormentas. Un día, uno de
los estudiantes, alabando el escepticismo de Byron, objetó: «El Cristianismo
hizo, en otros tiempos, prodigios pero actualmente ¡está muerto! ¿Vosotros que
os enorgullecéis de ser católicos, que hacéis? ¿Dónde están vuestras obras, las
obras que den prueba de vuestra fe y que nos inciten a adoptarla?». Atónitos
ante tal objeción, Ozanam y unos cuantos amigos se dijeron: «No hablemos tanto
de caridad… ¡Mejor será que la practiquemos y socorramos a los pobres!. «Uno de
ellos, Le Taillandier, les propone reunirse entre cristianos, no para conversar
sino para actuar. Realizar una «Conferencia de Caridad». Encargaron a Ozanam de
exponer esta idea a Emmanuel Bailly y de proponerle la fundación de una obra
para jóvenes y cuyo ideal de caridad se materializaría en la visita a los
pobres. Bailly aprobó sus intenciones y acepto dirigir aquel nuevo grupo.
La primera reunión tuvo lugar el 23 de Abril de 1833.
El grupo adopta como patrón a San Vicente de Paúl y se coloca bajo la
protección de la Virgen María.
Federico Ozanam -hoy Beato- escribía el 24 de Julio
de 1834 a uno de sus primos: «Yo quisiera que todos los jóvenes de cerebro y
corazón se unan en pro de alguna actividad caritativa y que se constituya, en
todo el país, una extensa asociación generosa para aliviar a las gentes
desfavorecidas». No tardó mucho en realizarse su deseo: ¡De Noviembre a
Diciembre de ese mismo año, el grupo pasaba de los 100 miembros! Conviene por
lo tanto, entre indecisiones y penas, escindirse. El 24 de Enero de 1835 se
crean dos «secciones» y Ozanam es vice-presidente de la primera. Ha nacido la
Sociedad de San Vicente de Paúl. El ejemplo cunde en el país. Los estudiantes
que se marchan al terminar sus estudios fundan Conferencias; en Nîmes
(10-2-1835), Lyon (16-8-1836) y luego Rennes, Nantes…
Al principio, no había prácticamente mujeres en la
Universidad y por lo tanto ninguna mujer participó en la creación. Sin embargo,
pese a la presencia de las «Damas de la Caridad», obra fundada por el propio
San Vicente de Paúl y de las «Louise de Marillac», obra para señoritas,
aparecieron mujeres que deseaban incorporarse a la Sociedad y adherirse a los
principios de sus fundadores.
Los miembros de la Sociedad se reúnen en equipos
llamados tradicionalmente "Conferencias" que se constituyen en
diversos grupos sociales: la parroquia, el barrio, la empresa, un movimiento de
jóvenes, un grupo de matrimonios, un centro apostólico. Cada Conferencia tiene
un asistente eclesiástico o Consejero espiritual que participa de las reuniones
para ilustrar y desarrollar su espiritualidad.
En la actualidad la Sociedad de San Vicente de Paúl se
halla presente y activa en 159 países de los cinco continentes. En todo el
mundo hay 47.000 Conferencias (grupos o equipos de trabajo) y en Argentina son
52. El número de socios en el mundo es
de 800.000 y los colaboradores alrededor de 1.500.000. Las dos terceras partes
de las Conferencias se encuentran en países en vías de desarrollo, por lo que
la Sociedad puede considerarse precursora en cuanto a la ayuda fraterna en el
tercer mundo, en un espíritu de reparto, solidaridad y hermanamiento. «Los
pobres ayudan a los más pobres».
Se puede decir que el crecimiento de la Sociedad es
la respuesta a las necesidades que se presentan y que difieren en el tiempo y
en los países. «Fiel a sus fundadores, es su constante preocupación el
renovarse y adaptarse a las circunstancias cambiantes del mundo… Su acción
abarca cualquier forma de ayuda con un contacto de persona a persona, al objeto
de aliviar los sufrimientos y promover la dignidad y la integridad del hombre.»
Los Vicentinos deben esforzarse continuamente, más
allá del aspecto individualizado habitual de sus acciones, en percibir el
aspecto institucionalizado y amplio de toda intervención humanitaria. La
sencilla buena voluntad no es suficiente ya. Debe dejar paso a una vocación
benéfica seria, con lucidez, organizada y respetuosa de la dignidad del
prójimo, con capacidad para ayudar al pobre a salir por sus propios medios de
su pobreza.
Oración por la canonización
del Beato Federico Ozanam
Señor...
Has hecho del Beato Federico Ozanam un testigo del
Evangelio, maravillado con el misterio de la Iglesia.
Has inspirado su lucha contra la miseria y la
injusticia y le has dotado de una incansable generosidad al servicio de
cualquier hombre que sufre.
En familia, se reveló hijo, hermano, esposo y padre
de excepción.
En el mundo, su ardiente pasión por la verdad iluminó
su pensamiento, su enseñanza y sus escritos.
A nuestra Sociedad, que concibió como una red
universal de caridad, insufló el espíritu de amor, audacia y humildad heredado
de San Vicente de Paúl.
En cada uno de los aspectos de su breve existencia,
aparece su visión profética de la sociedad tanto como la evidencia de sus
virtudes.
Por estas múltiples dotes, te damos gracias, Señor, y
solicitamos –si tal es tu voluntad– la gracia de un milagro, por la intercesión
del Beato Federico Ozanam.
¡Que la Iglesia proclame su santidad, tan
providencial para los tiempos presentes!
Te lo rogamos por Nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
Mensaje de María Reina
de la Paz
Mensaje de María Reina
de la Paz del 25 de setiembre de 2019
“Queridos hijos, Hoy los invito a orar por mis
intenciones a fin de que los pueda ayudar. Hijitos, recen el Rosario y mediten
los misterios del Rosario, porque también ustedes en su vida atraviesan por
alegrías y tristezas. De ese modo, convierten los misterios en su vida, porque
la vida es un misterio hasta que no la ponen en las manos de Dios. Así tendrán
la experiencia de la fe, como cuando Pedro encontró a Jesús, y el Espíritu
Santo le llenó su corazón. También ustedes, hijitos, están llamados a testimoniar
viviendo el amor con que Dios los envuelve día a día con mi presencia. Por eso,
hijitos, sean abiertos y oren con el corazón en la fe. Gracias por haber
respondido a mi llamado.”
Meditaciones de
“Pequeñas Semillitas”
Señor, Dios de la paz, Tú que creaste a los hombres
para ser herederos de tu gloria. Te bendecimos y agradecemos porque nos
enviaste a Jesús, tu hijo muy amado. Tú hiciste de Él, en el misterio de su
Pascua, el realizador de nuestra salvación, la fuente de toda paz, el lazo de
toda fraternidad. Te agradecemos por los deseos, esfuerzos y realizaciones que
tu Espíritu de paz suscitó en nuestros días, para sustituir el odio por el
amor, la desconfianza por la comprensión, la indiferencia por la solidaridad.
Abre todavía más nuestro espíritu y nuestro corazón para las exigencias
concretas del amor a todos nuestros hermanos, para que seamos, cada vez más,
artífices de la PAZ. Acuérdate, oh Padre, de todos los que luchan, sufren y
mueren para el nacimiento de un mundo más fraterno. Que para los hombres de
todas las razas y lenguas venga tu Reino de justicia, paz y amor. Amen.
(San Pablo VI)
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos,
seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los que
componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que
seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el
Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y
del Inmaculado Corazón de María; por la
conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos
perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por
nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las
enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el
hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras patologías graves; por el
drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta
de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración para el niño Carlos Alejandro M. G., al que le han salido manchas en la piel,
diagnosticadas como vitíligo, para que el Divino Niño Jesús lo ayude en la
curación. Y para su abuela Martha P.
rogando que Cristo y su Santísima Madre la Virgen María le alivien la ansiedad
y el nerviosismo con que vive y le den mucha paz espiritual.
Pedimos oración para Ricardo, de Argentina, para que el Señor le conceda la gracia de
poder controlar su temperamento nervioso, le conceda salud física, psíquica y
espiritual y le permita tener siempre trabajo.
Pedimos oración para María Inés, de Tres Arroyos, Argentina, de 38 años de edad, que en
los últimos tiempos ha tenido que afrontar difíciles pruebas: dos pérdidas de
seres queridos por accidentes, dos embarazos complicados, un hijo nacido con
malformaciones que necesitaron cirugías, problemas económicos, etc. Todo ello
le produce depresión y pérdida de la voz. La encomendamos particularmente a la
medicación de la Santísima Virgen, para que Ella pida a Jesús curación a sus
problemas y a la vez la acompañe, la sostenga y la fortalezca.
Continuamos unidos en oración por medio del rezo del
Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras
preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de
nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz,
rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia
sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser
abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los
deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin
rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Cinco minutos con Jesús
Setiembre 27
El Señor no prohíbe un prudente cuidado y moderada
preocupación por las cosas materiales; la prudencia en la previsión del futuro,
para nosotros y para los demás, es una virtud, no sólo humana, sino también
cristiana.
Pero no es posible que un hijo de Dios se preocupe de
tal forma por las cosas materiales, que pierda de vista las espirituales.
El desprendimiento de lo material, por la pobreza
evangélica, ha de llevarnos a vivir preocupados de un modo intenso por lo
espiritual; que lo material ocupe en nuestra vida solamente el lugar necesario.
Dichoso el que, dando a las cosas terrenas la
atención necesaria, pone su principal cuidado en que venga el Reino de Dios.
Cuidemos de las cosas de Dios y Dios cuidará de
nuestras cosas.
(Padre Alfonso Milagro)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
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