domingo, 22 de septiembre de 2019

Pequeñas Semillitas 4119

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 14 - Número 4119 ~ Domingo 22 de Setiembre de 2019
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina) 
Alabado sea Jesucristo…
La parábola de hoy se presta a mala interpretación. Cristo alaba al administrador infiel, pero como es lógico Cristo no alaba el fraude, lo que alaba es la sagacidad en asegurarse el futuro. Hay que ser previsor del futuro.
Cristo nos recomienda que nos preparemos para la vida eterna. Muchos viven en este mundo como si aquí se acabara todo, y va a llegar el día en que nos van a pedir cuentas de lo que hicimos aquí. Y de nuestra conducta en la vida de la tierra va a depender nuestra vida eterna.
Cristo advierte de los que adoran el dinero: «No podéis servir a dos señores». Lo de adorar el dinero es algo sutil. El dinero es necesario para vivir. Preocuparnos por él es lógico y necesario. Lo desordenado es la preocupación excesiva, ponerlo por encima de todo, subordinarle a él valores superiores.
Los que adoran el dinero no aman a Dios sobre todas las cosas, como está mandado.
(P. Jorge Loring S. J.)

¡Buenos días!
El gato blanco
Intercambiar experiencias entre personas curtidas por la vida, es enriquecedor. Se aprende mucho sin necesidad de sufrirlo en la propia piel. Los clásicos decían, “de lo sucedido a uno sólo, aprendan todos”. Son consejos que siempre tienes que confrontarlos con tus propios conocimientos y aplicarlos con prudencia. Una fábula demuestra el valor de un consejo.

Cuando una familia se mudó de casa se olvidó de llevarse al hermoso gato blanco que tenía. Éste intentó sobrevivir como hacen los gatos pobres que cazan ratones y pájaros. Pero, nunca podía agarrar nada, a pesar de que no era de los más torpes. Un gato gris que lo observaba descubrió el secreto de su mala suerte y le aconsejó rebajar un poco el brillo de su traje, revolcándose en el polvo, ya que por su pelaje blanco, los ratones y pájaros de lejos lo veían venir y se escondían o escapaban. “Por eso, dijo, no cazas nada”. Así lo hizo  y pudo vivir bien.

Ayudar a los que se encuentran en dificultades es un aspecto práctico de la fraternidad humana. De este olvido de ti mismo, surgirá como por magia, tu propia felicidad y alegría, tu auténtica realización. Mira, pues, a tu alrededor: cuántos hoy necesitan de tu consejo, de tu sonrisa, de tu abrazo o simplemente de tu compañía.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Am 8, 4-7

Salmo: Sal 112, 1-2. 4-8

Segunda Lectura: 1Tim 2, 1-8

Santo Evangelio: Lc 16,1-13
En aquel tiempo, Jesús decía también a sus discípulos: «Había un hombre rico que tenía un administrador a quien acusaron ante él de malbaratar su hacienda; le llamó y le dijo: ‘¿Qué oigo decir de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no podrás seguir administrando’. Se dijo a sí mismo el administrador: ‘¿Qué haré, pues mi señor me quita la administración? Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer, para que cuando sea removido de la administración me reciban en sus casas’.
»Y convocando uno por uno a los deudores de su señor, dijo al primero: ‘¿Cuánto debes a mi señor?’. Respondió: ‘Cien medidas de aceite’. El le dijo: ‘Toma tu recibo, siéntate en seguida y escribe cincuenta’. Después dijo a otro: ‘Tú, ¿cuánto debes?’. Contestó: ‘Cien cargas de trigo’. Dícele: ‘Toma tu recibo y escribe ochenta’.
»El señor alabó al administrador injusto porque había obrado astutamente, pues los hijos de este mundo son más astutos con los de su generación que los hijos de la luz. Yo os digo: Haceos amigos con el dinero injusto, para que, cuando llegue a faltar, os reciban en las eternas moradas. El que es fiel en lo mínimo, lo es también en lo mucho; y el que es injusto en lo mínimo, también lo es en lo mucho. Si, pues, no fuisteis fieles en el dinero injusto, ¿quién os confiará lo verdadero? Y si no fuisteis fieles con lo ajeno, ¿quién os dará lo vuestro? Ningún criado puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al dinero».

Comentario:
Hoy el Evangelio nos presenta la figura del administrador infiel: un hombre que se aprovechaba del oficio para robar a su amo. Era un simple administrador, y actuaba como el amo. Conviene que tengamos presente:
1) Los bienes materiales son realidades buenas, porque han salido de las manos de Dios. Por tanto, los hemos de amar.
2) Pero no los podemos “adorar” como si fuesen Dios y el fin de nuestra existencia; hemos de estar desprendidos de ellos. Las riquezas son para servir a Dios y a nuestros hermanos los hombres; no han de servir para destronar a Dios de nuestro corazón y de nuestras obras: «No podéis servir a Dios y al dinero» (Lc 16,13).
3) No somos los amos de los bienes materiales, sino simples administradores; por tanto, no solamente los hemos de conservar, sino también hacerlos producir al máximo, dentro de nuestras posibilidades. La parábola de los talentos lo enseña claramente (cf. Mt 25,14-30).
4) No podemos caer en la avaricia; hemos de practicar la liberalidad, que es una virtud cristiana que hemos de vivir todos, los ricos y los pobres, cada uno según sus circunstancias. ¡Hemos de dar a los otros!
¿Y si ya tengo suficientes bienes para cubrir mis gastos? Sí; también te has de esforzar por multiplicarlos y poder dar más (parroquia, diócesis, Cáritas, apostolado). Recuerda las palabras de san Ambrosio: «No es una parte de tus bienes lo que tú das al pobre; lo que le das ya le pertenece. Porque lo que ha sido dado para el uso de todos, tú te lo apropias. La tierra ha sido dada para todo el mundo, y no solamente para los ricos».
¿Eres un egoísta que sólo piensa en acumular bienes materiales para ti, como el administrador del Evangelio, mintiendo, robando, practicando la cicatería y la dureza de corazón, que te impiden conmoverte ante las necesidades de los otros? ¿No piensas frecuentemente en las palabras de san Pablo: «Dios ama al que da con alegría» (2Cor 9,7)? ¡Sé generoso!
Rev. D. Joan MARQUÉS i Suriñach (Vilamarí, Girona, España)

Palabras de San Juan Pablo II
"Hasta que quienes ocupan puestos de responsabilidad no acepten cuestionarse con valentía su modo de administrar el poder y de procurar el bienestar de sus pueblos, será difícil imaginar que se pueda progresar verdaderamente hacia la paz"

Predicación del Evangelio:
Denunciar la deshonestidad
Esta parábola del administrador deshonesto y astuto es un texto desconcertante, más aún, escandaloso, pues nos da la impresión de que se alaba el comportamiento antiético. La situación que se describe coincide con lo que han vivido algunas personas que tienen propiedades en el campo. Un día descubren que el administrador de la finca, a quien consideraban de absoluta confianza, lleva años robando.

El dueño reacciona de una manera normal: siente rabia por la traición, desilusión por haber sido víctima de un engaño; y lo despide por justa causa, después de pedirle que haga entrega del cargo. Hasta este momento nos encontramos frente al guión de un drama que se ha repetido innumerables veces.

Lo que sigue es lo sorprendente: como este mayordomo se va a quedar sin empleo, se gana los favores de los que tenían deudas con su patrón modificando los pagarés firmados. Y para sorpresa de todos, recibe el reconocimiento del jefe: “Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido”. ¡El ladrón resultó condecorado!

Los expertos en la literatura bíblica establecen una distinción entre los actos deshonestos y la actitud del que no se deja amilanar por las crisis:
- La condena ética por los comportamientos deshonestos aparece con claridad meridiana en la primera lectura, tomada del profeta Amós, quien denuncia las trampas que se habían generalizado entre los comerciantes de su época, que alteraban las medidas y las pesas, y se aprovechaban de la situación desesperada de los pobres.
- Parecería, pues, que el Evangelio valora la prontitud con la que el hombre buscó una solución a la crisis. ¡De todas maneras queda flotando una cierta ambigüedad!

A continuación, el evangelista Lucas hace una afirmación muy pertinente: “Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos que los hijos de la luz”.

Este texto nos obliga a reflexionar sobre el comportamiento de las gentes honestas, que se acobardan ante la prepotencia de los malos:
- Con frecuencia, la sociedad guarda un silencio cómplice ante violaciones flagrantes de la ley: no denuncian por temor o porque quieren evitar incomodidades.
- En las instituciones circulan rumores sobre comportamientos que están en contra de la ética empresarial (por ejemplo, comisiones indebidas, acoso sexual, competencia desleal, acoso laboral) Todo el mundo habla en voz baja, pero nadie confirma. El chisme sigue circulando hasta que estalla el escándalo; resulta que casi todo el mundo sabía, pero ninguno se atrevió a denunciar.
- Estos comportamientos de complicidad pasiva también se dan en la vida de la Iglesia: permanecemos como espectadores pasivos ante los ataques de los que es víctima.
- ¡Atención! Ser hijos leales de la Iglesia no quiere decir que tratemos de ocultar la verdad por dolorosa que ésta sea. Ser hijos leales de la Iglesia no significa que tratemos de minimizar la gravedad de los hechos. Los que piensan que debemos obrar de esta manera le prestan un flaco servicio a la verdad, la cual debe brillar por encima de cualquier otra consideración.
- Ser leales con la Iglesia exige de nosotros dar la cara, reconocer lo que haya que reconocer, ilustrar a las personas menos formadas para que comprendan la miseria humana y no se hundan en el pesimismo; debemos entender que la Iglesia es, al mismo tiempo, santa y pecadora: santa por Cristo, su fundador, y por su doctrina; pecadora porque sus miembros somos seres  de carne y hueso.

En medio de la deshonestidad de su comportamiento es posible rescatar la prontitud con que salió al  paso de los acontecimientos que lo amenazaban. Dejemos a un lado nuestra pasividad como ciudadanos y como miembros de la Iglesia. Reaccionemos. Denunciemos. Participemos. De lo contrario nuestro silencio será aprovechado por los enemigos de la sociedad y de la Iglesia.
Padre Jorge Humberto Peláez S. J.

Nuevos vídeos

Hay dos nuevos vídeos subidos al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
Para verlos tienes que ir al final de esta página

Ofrecimiento para sacerdotes y religiosas
  
Formulo el siguiente ofrecimiento únicamente para sacerdotes o religiosas que reciben diariamente "Pequeñas Semillitas" por e-mail: Si desean recibir los comentarios del Evangelio del domingo siguiente con dos o tres días de anticipación, para tener tiempo de preparar sus meditaciones, homilías o demás trabajos pastorales sobre la Palabra de Dios, pueden pedírmelo a info@pequesemillitas.com
Sólo deben indicar claramente su nombre, su correo electrónico, ciudad de residencia y a qué comunidad religiosa pertenecen.
  
Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.

 Desde Bogotá, Colombia, nuestro lector Carlos C. O. escribe y dice: “Deseo agradecer al Señor todas sus bondades para con mi amada familia, siempre donadas con la segura intercesión de nuestra Madre, la Virgen Santísima; especialmente doy gracias por la iluminación que realizó el Espíritu Santo a mi hijo Carlos en la sustentación de su Proyecto ante Jurado para obtener el título de Master en la Universidad de Warwick (Reino Unido) en la cual inicia, en forma concreta, su Doctorado en Economía. Igualmente agradezco su intervención en los estudios de Maestría que realiza mi hija María Paula, quien ya inicia la construcción de su Proyecto de Investigación para grado, iluminada por el Santo Espíritu de Dios. También agradezco a quienes oraron por la salud de mi tía Cecilia, quien ya se encuentra en casa en franca recuperación. Igualmente por la salud de mi amada esposa María Trinidad, cuyos resultados de sus exámenes clínicos y de su radiografía sacro-lumbar salieron muy bien, gracias a nuestro Señor y la segura intercesión de la Virgen María”.

Desde España, nuestra lectora Ana Pilar F. R., agradece a Dios y a todos los que rezaron por los resultados de sus análisis de control (ella es trasplantada renal) que por la misericordia divina, han sido muy satisfactorios.

Un minuto con María
En una colina rocosa que domina al pequeño pueblo de Medjugorje, dos chicas afirmaron haber visto a la “Gospa” (palabra croata para la Madre Bendita). Al día siguiente, cuatro de sus amigos se unieron a ellas y afirmaron haberla visto también. Hoy, millones de peregrinos de todo el mundo vienen a ver a la “Gospa”. Si sé todo esto es porque nuestra bendita Madre también me invitó a rezar en ese lugar de Bosnia-Herzegovina, llamado Medjugorje, en un momento de problemas, durante la guerra de los Balcanes que comenzó en 1991. María poco a poco me mostró lo que esperaba de mí. Muchas personas se opusieron a mi visita porque nos estábamos matando entre hermanos y vecinos. Fue una guerra totalmente demoníaca.
El gobierno de mi país, Canadá, me envió una carta oficial diciendo que "no podrían protegerme si al estar ahí me pasaba algo". Pero yo no tenía miedo. Mi esposo y mi director espiritual estaban de acuerdo en que yo había sido llamada a ir. Pasé 18 días en este pueblo tranquilo, lleno de rosas y amor, mientras la guerra estaba en su apogeo. Durante el viaje de regreso, en el autobús que me llevó al aeropuerto, solo repetí esta oración: “Por favor, Gospa, si me permites volver, nunca te pediré otro favor”.
Desde entonces, he podido traer a más de 1.000 personas a esta aldea de oración. He sido testigo de cambios profundos en muchos peregrinos que volvieron al sacramento de la Confesión después de 20, 30 o 40 años; he visto curaciones en la vida de las personas..., todo gracias a esta pequeña oración que salió espontáneamente de mi corazón: “Si me permites volver, nunca más te pediré ningún otro favor”. ¡Este otoño será mi peregrinación numero 50 a Medjugorje! ¡La Gospa respondió a mi oración de una manera mucho más generosa de lo que podría haber imaginado!
(Patricia Duggan, julio 2019)

Cinco minutos con Jesús
Setiembre 22
Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo: que, siendo buenos hijos tuyos, hagamos lo que tú nos mandas y lo hagamos como hijos y no como siervos; es decir, con amor y por amor. Y que hagamos y aceptemos tu voluntad cuando regala, como cuando crucifica, pues tu voluntad siempre es justa y santa.
(Padre Alfonso Milagro)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

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