PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
14 - Número 3947 ~ Martes 19 de Marzo de 2019
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Hoy
celebramos a SAN JOSÉ, que es el patrono Universal de la Iglesia, patrono de la
buena muerte y patrono de los seminarios. Fue escogido por Dios como fidelísimo
guardián de los tesoros celestiales, que eran Jesús y María. Con fe acogió al
Niño que había comenzado a vivir en el seno de María, y a ellos, a Jesús y
María, les entregó su vida sin escatimar sacrificios.
No
ha habido en el mundo santo más feliz ni padre más afortunado. ¡Qué felicidad
la suya al ver a su lado al Hijo de Dios!
Amado
San José, queremos poner bajo tu protección a nuestra familia, para que cada
uno de nosotros viva en la fidelidad al Espíritu, en la escucha y cumplimiento
de la Palabra de Dios. Sé para nosotros el modelo del amor desinteresado, que
busca en primer lugar la felicidad de mi familia. Amén.
¡Buenos días!
“Es muy prometedor”
Es responsable quien asume con honradez sus deberes y
compromisos. Lo que hay que hacer lo hace sin indecisiones, ni excusas. Tienes
responsabilidad si respondes de tus actos. ¿Ante quién? Ante tu conciencia,
ante la sociedad y ante Dios. La persona responsable es un tesoro que todos
buscan y aprecian. Sé tú uno de ellos.
- Dígame, entrenador,
¿usted cree que mi hijo tiene futuro en el fútbol?
- Vea, señor, su hijo es
muy prometedor.
- ¿Tiene talento?
- No, hace tres años que
viene prometiendo que va a jugar bien.
Buscar pretextos o eludir compromisos, son faltas de
responsabilidad. Valora las cosas importantes, sé consciente de la repercusión
de tus actos y huye de la frivolidad. Ser responsable implica además tener
iniciativa. No es simplemente hacer lo que debes, sino hacerlo de la mejor
manera posible. Esto es clave para tu desarrollo espiritual.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas del día
♥ Primera Lectura: 2Sam 7, 4-5. 12-14. 16
♥ Salmo: Sal 88, 2-5. 27. 29
♥ Segunda Lectura: Rom 4, 13. 16-18. 22
♥ SANTO EVANGELIO: Mt 1,16.18-21.24a
Jacob engendró a José, el esposo de María, de la que
nació Jesús, llamado Cristo. La generación de Jesucristo fue de esta manera: Su
madre, María, estaba desposada con José y, antes de empezar a estar juntos
ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo. Su marido José, como
era justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto.
Así lo tenía planeado, cuando el Ángel del Señor se
le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a
María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz
un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus
pecados». Despertado José del sueño, hizo como el Ángel del Señor le había
mandado.
♥ Comentario:
Hoy, celebra la Iglesia la solemnidad de San José, el
esposo de María. Es como un paréntesis alegre dentro de la austeridad de la Cuaresma.
Pero la alegría de esta fiesta no es un obstáculo para continuar avanzando en
el camino de conversión, propio del tiempo cuaresmal.
Bueno es aquel que, elevando su mirada, hace
esfuerzos para que la propia vida se acomode al plan de Dios. Y es bueno aquel
que, mirando a los otros, procura interpretar siempre en buen sentido todas las
acciones que realizan y salvar la buena fama. En los dos aspectos de bondad, se
nos presenta a San José en el Evangelio de hoy.
Dios tiene sobre cada uno de nosotros un plan de
amor, ya que «Dios es amor» (1Jn 4,8). Pero la dureza de la vida hace que
algunas veces no lo sepamos descubrir. Lógicamente, nos quejamos y nos resistimos
a aceptar las cruces.
No le debió ser fácil a San José ver que María «antes
de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu
Santo» (Mt 1,18). Se había propuesto deshacer el acuerdo matrimonial, pero «en
secreto» (Mt 1,19). Y a la vez, «cuando el Ángel del Señor se le apareció en
sueños» (Mt 1,20), revelándole que él tenía que ser el padre legal del Niño, lo
aceptó inmediatamente «y tomó consigo a su mujer» (Mt 1,24).
La Cuaresma es una buena ocasión para descubrir qué
espera Dios de nosotros, y reforzar nuestro deseo de llevarlo a la práctica.
Pidamos al buen Dios «por intercesión del Esposo de María», como diremos en la
colecta de la misa, que avancemos en nuestro camino de conversión imitando a
San José en la aceptación de la voluntad de Dios y en el ejercicio de la
caridad con el prójimo. A la vez, tengamos presente que «toda la Iglesia santa
está endeudada con la Virgen Madre, ya que por Ella recibió a Cristo, así
también, después de Ella, San José es el más digno de nuestro agradecimiento y
reverencia» (San Bernardino de Siena).
Mons. Ramon MALLA i Call Obispo Emérito de Lleida (Lleida, España)
Santoral Católico:
San José
Casto Esposo de la Virgen María
La fiesta del Padre nutricio de Jesús se extendió en
la Iglesia a partir del siglo XV, cuando fue propagada por san Bernardino de
Siena y Juan Gerson. Los evangelios nos lo inscriben enmarcado en la historia
de la salvación. José, de oficio carpintero en el pueblecito de Nazaret, se
sintió turbado cuando comprobó que María, su esposa, con la que no había
cohabitado, estaba encinta. Pero el Señor le hizo comprender que el estado de
su mujer era obra del Espíritu, y él la acogió, secundando los planes de Dios.
Con María marchó a Belén, donde nació Jesús, y en todo momento José se cuidó
del sustento y protección de la Madre y del Hijo. Con ellos estuvo en la adoración
de los pastores y de los reyes, en la circuncisión del Niño y en su
presentación en el Templo, en la huida a Egipto, estancia allí y regreso a
Nazaret, donde Jesús fue creciendo al amparo de sus padres. Por último vivió
con María el dolor y el gozo de hallar a Jesús cuando creían haberlo perdido en
Jerusalén. Dios confió a José la custodia discreta pero eficaz de María y de
Jesús, y, con razón, Pío IX lo declaró en 1870 Patrono de la Iglesia universal.
Oración: Dios
todopoderoso, que confiaste los primeros misterios de la salvación de los
hombres a la fiel custodia de san José, haz que, por su intercesión, la Iglesia
los conserve fielmente y los lleve a plenitud en su misión salvadora. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa –
Catholic.net
Palabras de San Juan
Pablo II
"Desde
los primeros siglos, los Padres de la Iglesia,
inspirándose
en el Evangelio, han subrayado que San José,
al
igual que cuidó amorosamente a María
y
se dedicó con gozoso empeño a la educación de Jesucristo,
también
custodia y protege su cuerpo místico, la Iglesia,
de
la que la Virgen Santa es figura y modelo"
Tema del día:
El silencio de san José
En estos días del Adviento, la liturgia nos invita a
contemplar de modo especial a la Virgen María y a san José, que vivieron con
intensidad única el tiempo de la espera y de la preparación del nacimiento de
Jesús. Hoy deseo dirigir mi mirada a la figura de san José.
Desde luego, la función de san José no puede
reducirse a un aspecto legal. Es modelo del hombre "justo" (Mt 1,
19), que en perfecta sintonía con su esposa acoge al Hijo de Dios hecho hombre
y vela por su crecimiento humano. Por eso, en los días que preceden a la
Navidad, es muy oportuno entablar una especie de coloquio espiritual con san
José, para que él nos ayude a vivir en plenitud este gran misterio de la fe.
El amado Papa Juan Pablo II, que era muy devoto de
san José, nos ha dejado una admirable meditación dedicada a él en la
exhortación apostólica Redemptoris Custos,
"Custodio del Redentor". Entre los muchos aspectos que pone de
relieve, pondera en especial el silencio de san José. Su silencio estaba
impregnado de contemplación del misterio de Dios, con una actitud de total
disponibilidad a la voluntad divina. En otras palabras, el silencio de san José
no manifiesta un vacío interior, sino, al contrario, la plenitud de fe que
lleva en su corazón y que guía todos sus pensamientos y todos sus actos.
Un silencio gracias al cual san José, al unísono con
María, guarda la palabra de Dios, conocida a través de las sagradas Escrituras,
confrontándola continuamente con los acontecimientos de la vida de Jesús; un
silencio entretejido de oración constante, oración de bendición del Señor, de
adoración de su santísima voluntad y de confianza sin reservas en su
providencia.
No se exagera si se piensa que, precisamente de su
"padre" José, Jesús aprendió, en el plano humano, la fuerte
interioridad que es presupuesto de la auténtica justicia, la "justicia
superior", que él un día enseñará a sus discípulos (cf. Mt 5, 20).
Dejémonos "contagiar" por el silencio de
san José. Nos es muy necesario, en un mundo a menudo demasiado ruidoso, que no
favorece el recogimiento y la escucha de la voz de Dios. Cultivemos el
recogimiento interior, para acoger y tener siempre a Jesús en nuestra vida.
Autor: SS Benedicto XVI | Fuente: Catholic.net
Cuaresma
día a día
Día 14º. Martes 19 de
marzo
Callar. Después de ser condenado, Pilatos
ordena que azoten a Jesús. Dos soldados brutales descargan toda su fuerza sobre
la espalda de Jesús. Noventa golpes pueden contarse en la sábana santa. Cada
látigo tenía varias cuerdas y la punta de las cuerdas poseía pequeños trozos de
plomo sin pulir, con puntas y salientes que hirieron todo el cuerpo de nuestro
Dios. Jesús lo sufrió por ti y por mí. Era tan doloroso que muchos de los
condenados morían en la flagelación. María, nuestra madre, lo ve todo y sufre,
pero se calla, porque quiere que Jesús nos salve y para ello debe morir.
Madre, haz que sepa callar; no contestar a mis
padres, no protestar, no decir siempre la última palabra. Aunque sea injusto, o
tenga motivos para protestar, que me calle. También Tú podrías haber dicho
muchas cosas, y te callaste. Me cuesta pero ayúdame: que sepa callar.
Continúa hablándole a Dios con tus palabras
Web Católico de Javier
Mes de San José
Día 19º- Ejemplo de
prudencia.
Tu prudencia, querido santo, se manifestó en la
correcta valoración de las circunstancias para tomar en tu vida aquellas
decisiones que mejor favorecían a tu propia familia.
Haz, oh san José, que yo
no tome decisiones importantes sin antes valorar bien a quienes realmente
puedan afectar.
Web Católico de Javier
Nuevo vídeo
Hay
un nuevo vídeo subido al blog
de
"Pequeñas Semillitas" en
internet.
Para
verlo tienes que ir al final de esta página
Un minuto con María
Colocado a la cabeza de la familia del Señor, san
José de Nazaret ha cumplido con generosidad la misión de gracia recibida en la
economía de la Salvación al asumir el lugar de un padre para Jesús. Al
adherirse plenamente al misterio salvífico de la humanidad en sus inicios, se
ha convertido en un modelo ejemplar de esa generosa humildad que la fe
cristiana exalta en el más alto grado, como testigo de estas virtudes comunes,
humanas y sencillas, necesarias al hombre para que se convierta en discípulo
virtuoso y auténtico de Cristo.
Es en la implementación de estas mismas virtudes que
este hombre justo, que cuidó a la Madre de Dios con amor y se dedicó con feliz
devoción a la educación de Jesucristo, se convirtió en el guardián de los
tesoros preciosos de Dios Padre y en sostén del Cuerpo Místico, es decir, de la
Iglesia.
Durante el Concilio Vaticano II, san Juan XXIII tomó
la decisión de agregar su nombre al Canon Romano. Luego, la Congregación para
el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, en virtud de las facultades
otorgadas por el papa Francisco, decretó que el nombre de san José, cónyuge de
la Virgen María, fuera agregado a las Plegarias Eucarísticas II, III y IV en la
tercera edición típica del Misal Romano, después del nombre de la
Bienaventurada siempre Virgen María.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los
que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para
que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto
con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de
Jesús y del Inmaculado Corazón de María;
por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y
martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros
hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el
abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por
los pacientes internados en la Casa de la Bondad en Córdoba (Argentina); por los niños con cáncer
y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por
los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las
víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad
de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento;
por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Cinco minutos con Jesús
Marzo 19
La justicia de José consiste, sin duda, en que no
quiere encubrir con su nombre a un niño cuya filiación ignora, pero también en
que, convencido de la virtud de María, se niega a entregar al riguroso procedimiento
de la ley este misterio que no comprende.
Como en la vida de San José, también a veces se nos
presentan situaciones difíciles y oscuras; dentro de los planes de Dios se
hallan con frecuencia las pruebas y las tribulaciones, que sirven para purificarnos
y acercarnos más a Dios.
De ahí que a esas pruebas y tribulaciones las debemos
recibir como venidas de las manos de Dios y, en consecuencia como medios para
nuestra propia santificación; nunca nos enviaría Dios el dolor y la prueba, si
no pudieran redundar en beneficio espiritual nuestro.
(Padre Alfonso Milagro)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito
de todos)
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