PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
13 - Número 3777 ~ Viernes 21 de Setiembre de 2018
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Trata
de leer y estudiar siempre que puedas. Actualízate leyendo buenos libros para
alimentar también tu mente y espíritu.
Cuida
tu intelecto aumentando tu cultura. Estudiando, estarás ejercitando tu cerebro,
aprendiendo y vivenciando.
Abandona
tus futilidades que sólo sirven para dejarlo inseguro, vacío y cercano a las
tentaciones mundanas.
Discute
asuntos importantes con las personas, pero cultiva la humildad para no herir
susceptibilidades de nadie.
Lee
y aprende todo lo que puedas. Las personas se enorgullecerán de tenerte como
amigo.
¡Buenos días!
Clarividencia del Padre
Pío
Consta en la biografía de varios santos dedicados al
ministerio de la confesión, que Dios les regaló el don de la clarividencia, por
ejemplo a san Juan Bosco y al santo Cura de Ars. Por medio de este carisma
ayudaban a los penitentes a clarificar y ordenar su conciencia para recibir con
fruto el sacramento del perdón. Aquí tienes una curiosa anécdota del Padre Pío.
En la primavera de 1967,
en el tren del trayecto Nápoles-Foggia, se encontraron dos madres con sus
respectivas hijas que iban a ver al padre Pío para confesarse. Las dos chicas
se hicieron rápidamente amigas. María Teresa, que ya había estado con el
fraile, viendo a la otra en minifalda, le aconsejó que cambiara de ropa al
llegar a San Giovanni Rotondo, porque si no el santo fraile la haría alejarse
del confesionario. Las dos chicas fueron a una tienda, y la napolitana, compró
una falda larga. Pero, mirándose al espejo, dijo: “¡Si me viese mi novio,
pensaría que soy un payaso!”. Al otro día, la chica de Nápoles, que estaba
esperando, vio que se abría la ventanilla y oyó que le decían: “Fuera, ¡vete!
Yo no confieso a los payasos”.
Con el padre Pío, los trucos no funcionaban. Ella
pensaba que conformaría así al santo, pero por otro lado continuaría cediendo
para agradar a su novio. A Dios no le agradan los engaños. Por eso iluminó al
santo fraile. Un refrán popular dice: “No está bien encender una vela a Dios y
otra al diablo”. Dios quiere corazones enteros y no partidos.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas de hoy
♥ Primera Lectura: Ef 4, 1-7. 11-13
♥ Salmo: Sal 18, 2-5
♥ SANTO EVANGELIO: Mt 9,9-13
En aquel tiempo, cuando Jesús se iba de allí, al
pasar vio a un hombre llamado Mateo, sentado en el despacho de impuestos, y le
dice: «Sígueme». Él se levantó y le siguió. Y sucedió que estando Él a la mesa
en casa de Mateo, vinieron muchos publicanos y pecadores, y estaban a la mesa
con Jesús y sus discípulos. Al verlo los fariseos decían a los discípulos:
«¿Por qué come vuestro maestro con los publicanos y pecadores?». Mas Él, al
oírlo, dijo: «No necesitan médico los que están fuertes sino los que están mal.
Id, pues, a aprender qué significa aquello de: Misericordia quiero, que no
sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores».
♥ Comentario:
Hoy celebramos la fiesta del apóstol y evangelista
san Mateo. Él mismo nos cuenta en su Evangelio su conversión. Estaba sentado en
el lugar donde recaudaban los impuestos y Jesús le invitó a seguirlo. Mateo
—dice el Evangelio— «se levantó y le siguió» (Mt 9,9). Con Mateo llega al grupo
de los Doce un hombre totalmente diferente de los otros apóstoles, tanto por su
formación como por su posición social y riqueza. Su padre le había hecho
estudiar economía para poder fijar el precio del trigo y del vino, de los peces
que le traerían Pedro y Andrés y los hijos de Zebedeo y el de las perlas
preciosas de que habla el Evangelio.
Su oficio, el de recaudador de impuestos, estaba mal
visto. Quienes lo ejercían eran considerados publicanos y pecadores. Estaba al
servicio del rey Herodes, señor de Galilea, un rey odiado por su pueblo y que
el Nuevo Testamento nos lo presenta como un adúltero, el asesino de Juan
Bautista y el que escarneció a Jesús el Viernes Santo. ¿Qué pensaría Mateo
cuando iba a rendir cuentas al rey Herodes? La conversión de Mateo debía
suponer una verdadera liberación, como lo demuestra el banquete al que invitó a
los publicanos y pecadores. Fue su manera de demostrar el agradecimiento al
Maestro por haber podido salir de una situación miserable y encontrar la
verdadera felicidad. San Beda el Venerable, comentando la conversión de Mateo,
escribe: «La conversión de un cobrador de impuestos da ejemplo de penitencia y
de indulgencia a otros cobradores de impuestos y pecadores (...). En el primer
instante de su conversión, atrae hacia Él, que es tanto como decir hacia la
salvación, a todo un grupo de pecadores».
En su conversión se hace presente la misericordia de
Dios como lo manifiestan las palabras de Jesús ante la crítica de los fariseos:
«Misericordia quiero, que no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos,
sino a pecadores» (Mt 9,13).
Rev. D. Joan PUJOL i Balcells (La Seu d'Urgell, Lleida, España)
Santoral Católico:
San Mateo
Apóstol y Evangelista
Nacido en Cafarnaún, era de profesión publicano o
recaudador de impuestos cuando Jesús lo llamó. Escribió en arameo el primero de
los evangelios, que relata así su vocación. Vio Jesús a un hombre llamado
Mateo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: «Sígueme». Él se
levantó y le siguió. Y estando en la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y
pecadores, que habían acudido, se sentaron con Jesús y sus discípulos. Los
fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos: «¿Cómo es que vuestro maestro
come con publicanos y pecadores?». Jesús lo oyó y dijo: «No tienen necesidad de
médico los sanos, sino los enfermos. Que no he venido a llamar a los justos,
sino a los pecadores». Y a partir de entonces el nombre de Mateo figura entre
los Doce elegidos por el Señor. En su evangelio proclama principalmente que
Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán, llevó a plenitud el Antiguo
Testamento. Por lo demás, poco sabemos de su actividad apostólica y de las
circunstancias de su martirio. Se dice que predicó en el Oriente.
Oración: Oh
Dios, que en tu infinita misericordia te dignaste elegir a san Mateo para
convertirlo de publicano en apóstol, concédenos que, fortalecidos con su
ejemplo y su intercesión, podamos seguirte siempre y permanecer unidos a ti con
fidelidad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa –
Catholic.net
Pensamiento del día
“Hay hombres que llegan a la
bondad por naturaleza: son afortunados. Otros llegan por convicción y son
sabios. Pero hay quienes llegan por naturaleza y convicción: son estos los que
marcan el límite de la evolución del ser humano”
José Luis Martín
Descalzo
Tema del día:
Anécdotas del Padre Pío
🌸 Hacía tanto tiempo que no iba a visitar al Padre Pío que me sentía
obsesionada por la idea de que se hubiera olvidado de mí.
Una mañana, después de haberle confiado, como de
costumbre, mi hija bajo su protección, fui a Misa. De regreso, encontré a la
pequeña saboreando un caramelo. Sorprendida le pregunté quién le había dado el
“melito”, como ella llamaba a los caramelitos, y muy contenta me señaló el
retrato del Padre Pío que dominaba sobre el corralito donde dejaba a la pequeña
durante mis breves ausencias.
No di ninguna importancia al episodio y no pensé más
en él.
Después de algún tiempo, no logrando sacarme de la
cabeza la idea de que el Padre Pío se hubiera olvidado de mí, pude finalmente
ir a visitarlo. Inmediatamente después de la confesión, cuando fui a besarle la
mano, me dijo riendo: “... ¿también tú querías un “melito”?
🌸 No había remedios para mi cabello que iba desapareciendo de mi cabeza, y
sinceramente me disgustaba quedar calvo. Me dirigí al Padre Pío y le dije:
“Padre, ruegue para que no se me caiga el cabello”.
El Padre en ese momento bajaba por la escalera del
coro. Yo lo miraba ansioso esperando una contestación. Cuando estuvo cerca de
mí cambió el semblante y con una mirada expresiva señaló a alguien que estaba
detrás y me dijo: “Encomiéndate a él”. Me di vuelta. Detrás había un sacerdote
completamente calvo, con una cabeza tan brillante que parecía un espejo. Todos
nos echamos a reír.
🌸 Una señora devota del Padre Pío comió un día un par de higos de más.
Asaltada por los escrúpulos, pues le parecía que había cometido un pecado de
gula, prometió que iría en cuánto pudiera a confesarse con el Padre Pío. Al
tiempo se dirigió a San Giovanni Rotondo y al final de la confesión le dijo al
padre muy preocupada: “Padre, tengo la sensación de que me estoy olvidando de
algún pecado, quizá sea algo grave”. El Padre le dijo: “No se preocupe más. No
vale la pena. ¡Por dos higos!”.
🌸 Una vez un paisano del Padre Pío tenía un fuertísimo dolor de muelas. Como
el dolor no lo dejaba tranquilo su esposa le dijo: “¿Por qué no rezas al Padre
Pío para que te quite el dolor de muelas? Mira aquí está su foto, rézale”. El
hombre se enojó y gritó furibundo: “¿Con el dolor que tengo quieres que me
ponga a rezar?”. Inmediatamente cogió un zapato y lo lanzó con todas sus
fuerzas contra la foto del Padre Pío.
Algunos meses más tarde su esposa lo convenció de
irse a confesar con el Padre Pío a San Giovanni Rotondo. Se arrodilló en el
confesionario del Padre y, luego de decir todos los pecados que se acordaba, el
Padre le dijo: “¿Qué más recuerdas?” “Nada más”, contestó el hombre. “¿Nada
más? ¡¿Y qué hay del zapatazo que me
diste en plena cara?!”
🌸 Una señora sufría de tan terribles jaquecas que decidió poner una foto del
Padre Pío debajo de su almohada con la esperanza de que el dolor desaparecería.
Después de varias semanas el dolor de cabeza persistía y entonces su
temperamento italiano la hizo exclamar fuera de sí: -“Pues mira Padre Pío, como
no has querido quitarme la jaqueca te pondré debajo del colchón como castigo”.
Dicho y hecho. Enfadada puso la fotografía del padre debajo de su colchón.
A los pocos meses fue a San Giovanni Rotondo a
confesarse con el padre. Apenas se arrodilló frente al confesionario, el padre
la miró fijamente y cerró la puertecilla del confesionario con un soberano
golpe. La señora quedó petrificada pues no esperaba semejante reacción y no
pudo articular palabra. A los pocos minutos se abrió nuevamente la puertecilla
del confesionario y el padre le dijo sonriente: “No te gustó ¿verdad? ¡Pues a
mí tampoco me gustó que me pusieras debajo del colchón!”.
🌸 El padre Rafael, que fue su Prior de 1933 a 1940, dice: El 10 de junio de
1940 llegó al convento una señora con un hijo de seis años enfermo de
encefalitis. Al día siguiente escuchó la misa del padre Pío. Después de la
misa, al verlo pasar para ir a confesar, le presentó a su hijo en brazos toda
llorosa y desconsolada. El padre Pío la miró con compasión, le hizo una señal
de bendición y entró en el confesonario. La pobre madre, un poco decepcionada
pero con fe, se quedó en la iglesia a rezar hasta que el padre terminó de
confesar. Después se retiró ella al albergue donde acostó al niño, que al momento
se quedó dormido. Hacia las 5:30 p.m. el niño se despertó y se levantó solo
totalmente curado. A la mañana siguiente, la madre le agradeció al padre Pío,
que le respondió: “Agradéceselo a la Virgen que te ha dado esta gracia”. En ese
momento estaba presente el doctor Filippo De Capua, pediatra de Foggia, que vio
al niño antes y después de la curación.
🌸 Cierto día, un comerciante de la ciudad de Pisa llega a San Giovanni
Rotondo a pedir al Padre Pío la sanación de una hija que estaba muy enferma.
Cuando estuvo frente al padre, éste lo miró y le dijo: "Tú estás mucho más
enfermo que tu hija. Yo te veo muerto".
—¿Qué dice, Padre? ¡Yo estoy muy bien! —¡Miserable!
-Le grita el Padre Pío-. ¡Infeliz! ¿Cómo puedes estar bien con tantos pecados
en la conciencia? ¡Estoy viendo por lo menos treinta y dos!
El hombre se sorprendió mucho, y terminó
arrodillándose para confesarse.
Terminada la confesión, el comerciante de Pisa decía
a todos: "¡Él sabía todo y me ha dicho todo!"
🌸 En una ocasión un hombre, relacionado con una organización criminal, había
decidido matar a su esposa. Para hacer creer que se trataba de un suicidio,
pensó acompañarla a San Giovanni Rotondo, simulando amor y fe. Era un ateo, que
no creía ni en Dios ni en el diablo. Aprovechando el viaje, entró en la
sacristía donde confesaba el P. Pío para ver este "típico fenómeno de
histerismo". Apenas el Padre Pío lo ve, se le acerca, lo aferra del brazo
y le grita: “¡Fuera, fuera, fuera! ¿No sabes que te está prohibido mancharte
las manos de sangre? ¡Vete!”
Todos los presentes quedaron aturdidos. Enloquecido,
el pobre infeliz huyó, como si le hubiera caído fuego encima. ¿Qué pasó en la noche?
Sólo Dios lo sabe y el Padre Pío. La mañana siguiente el hombre estaba a los
pies del Padre Pío, que lo recibió con amor, lo confesó, le dio la absolución y
luego lo abrazó tiernamente. Antes de que se retirara, le dijo: "Tú
siempre has deseado tener hijos, ¿no es verdad?” El hombre lo miró sorprendido,
y luego contestó: "Sí, y mucho"
"Bien, ahora no ofendas más al Señor y tendrás
un hijo". Un año después, retornaron los dos esposos para que les
bautizara al hijo.
🌸 Lo excepcional de los estigmas del Padre Pío servía siempre para atraer
desde lejos a los grandes pecadores. Sus respuestas, sencillas y profundas a la
vez, terminaban con las grandes objeciones que atormentaban toda una vida. —Padre, ¡Yo no creo en Dios! Le dijo un día
uno de esos grandes ateos. —Hijo mío, ¡pero Dios sí cree en ti! Contestó el Padre
Pío, y bien pronto, el ateo terminó arrodillándose para confesar sus pecados.
—Padre, le dijo otro, ¡he pecado demasiado, no tengo más la esperanza de ser
perdonado! —Hijo mío, Dios perdona sin cansarse a las almas más obstinadas: ¡le
costaste demasiado para que te abandone!
🌸 Declara el padre Alessio Parente:
Un día una señora me dijo: “El Padre Pío es un santo”. Y me contó que su única
hija había tenido una hemorragia interna y, a pesar de los esfuerzos de los
doctores, no pudieron hacer nada para salvarla. Decía: “Yo lloraba e invocaba
constantemente al Padre Pío”. De pronto, lo he visto a mi costado. Me ha puesto
una mano sobre mi espalda y me ha dicho: “No te preocupes, yo seré el doctor de
tu hija”. Después desapareció. En ese momento, mi hija se agitó en la cama y yo
pensé que era el fin. Llamé al doctor y pudo constatar que la hemorragia había
cesado. La misma mañana le dieron de alta en el hospital.
Meditaciones de
“Pequeñas Semillitas”
La lucha será cada vez mayor. La lucha entre el Bien y
el Mal irá recrudeciendo cada vez más, porque una parte de los hombres se
santifica más, y otra parte de ellos, la mayoría, se hace cada vez más malvada.
Ya lo dice el Apocalipsis: “Que el santo se santifique más, y el pecador siga
pecando más todavía. Vuelvo pronto”. Cada día que pasa, el Mal descubre más su
rostro y ya actúa a cara descubierta, sin disfrazarse. Es que el demonio sabe
que le va quedando poco tiempo y que será vencido por Cristo y su Madre,
entonces redobla su astucia y maldad. Él se está haciendo cada vez más agresivo
porque ve que va perdiendo su poder, entonces causa accidentes, destruye
familias y actúa con violencia. Y no debemos esperar que esto mejore, sino que
el diablo irá perdiendo poder y entonces usará toda su potencia para destruir
todo lo que pueda, no solo las almas sino también el planeta y el mundo. Pero
el vencedor será Jesús, que por medio de su Madre aplastará nuevamente la
cabeza de la serpiente infernal. Vienen tiempos difíciles, y esto no es para
que nos amedrentemos sino para que tomemos las precauciones necesarias al
respecto, es decir, para que oremos más y preparemos nuestro ánimo a la batalla
que se nos acerca. ¡Ven Señor Jesús!
Sitio Santísima Virgen
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los
que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para
que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto
con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de
Jesús y del Inmaculado Corazón de María;
por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y
martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros
hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el
abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por
los pacientes internados en la Casa de la Bondad en Córdoba (Argentina); por los niños con cáncer
y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por
los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las
víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad
de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento;
por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Rezamos por el eterno descanso del alma de la Hermana Jeanne Moceyunas, superiora de
la Congregación de las Hermanas de San Casimiro, en Córdoba, Argentina, que en
el día de ayer fue llamada al cielo junto al Padre celestial.
Continuamos unidos en oración por medio del rezo del
Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones,
alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y
pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por
la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por
la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los
jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que
no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos
haciéndolo.
Cinco minutos del
Espíritu Santo
Setiembre 21
Hoy es la fiesta de San Mateo. El cambio que él vivió
en su vida nos hace ver hasta qué punto el Espíritu Santo puede modificar
nuestros planes y llevarnos a dónde no imaginamos.
Mateo era un cobrador de impuestos, alguien tan
enamorado del dinero que era capaz de aceptar cualquier trabajo, aunque tuviera
que explotar a su propio pueblo para enriquecerse. Ciertamente, los pobres
pescadores de Galilea habrán sentido un fuerte rechazo hacia este explotador
que estaba al servicio del poder extranjero.
Por eso, en la conversión de Mateo se manifiesta lo
que puede llegar a hacer el Espíritu Santo en un corazón humano, la maravillosa
liberación que puede producirse cuando alguien se deja tocar y seducir por su
fuego. Porque aquel esclavo de las seguridades económicas, al escuchar el
"sígueme" de Jesús, abandonó la mesa de cobrador de impuestos y lo
siguió (Mateo 9,9). Mateo era uno de esos pecadores que Jesús quería convertir,
y por eso se acercaba a él y lo invitaba a seguirlo.
El Evangelio de San Mateo se detiene a narrar la
cercanía de Jesús con los pecadores, su compasión y su amor, porque esa actitud
de Jesús fue la que él mismo reconoció en sus ojos y en su voz cuando Jesús
pasó por su mesa de cobrador de impuestos, y simplemente le dijo sígueme.
Sólo el Espíritu Santo nos hace capaces de escuchar
ese llamado y de seguirlo hasta el fin.
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito
de todos)
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