jueves, 13 de septiembre de 2018

Pequeñas Semillitas 3769

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 13 - Número 3769 ~ Jueves 13 de Setiembre de 2018
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina) 
Alabado sea Jesucristo…
Dame tiempo Señor, para que el mundo, la enfermedad y los agobios de la vida no me aparten de Ti.
Dame tiempo Señor, para gozar y recrear mi alma en tanta belleza gratuita como me has regalado.
Dame tiempo Señor, para contemplar los campos, saborear el agua, oler las flores y mirar las aves del cielo.
Dame tiempo Señor, para seguir tus huellas y ojalá mi torpeza no las haga borrar.
Dame tiempo Señor, para adorarte, alabarte y gozar siempre de Ti.
Dame Señor tu tiempo, para crecer en santidad, muriendo cada día un poco más.
Dame Señor tu tiempo, y enséñame Maestro a caminar por donde Tú caminas.
Dame Señor tu agua viva, para calmar mi sed de Dios.

¡Buenos días!

Regalos de Dios
Cuántas veces ansías quiméricos jardines que se divisan a lo lejos en el horizonte, mientras no aspiras la fragancia ni admiras la belleza del rosal plantado al pie de tu ventana. Gran parte de la infelicidad humana proviene de no valorar todo lo que tenemos e ilusionarnos por los bienes de los demás, sin pensar que también ellos tienen sus propias privaciones y sinsabores 

Es maravilloso, Señor, tener mis brazos perfectos, cuando hay tantos mutilados. Mis ojos miran, cuando tantos no tienen luz. Mi voz canta, cuando otros enmudecen. Mis manos trabajan, cuando tantos mendigan. Es maravilloso, Señor, volver a casa, cuando otros no tienen dónde ir.
Es bueno sonreír, amar, soñar, vivir, cuando tantos odian y mueren. Es maravilloso, Señor, tener un Dios para creer, cuando tantos no creen. Es maravilloso, Señor, tener tan poco que pedir y tanto que agradecer.

Enumera tus bendiciones, todo lo positivo y gratificante que descubres en tu vida cotidiana, y tendrás sentimientos de gratitud y alegría que te harán feliz. Está siempre vigilante para no dejarte atrapar de la insatisfacción y descontento que paralizarían tus energías. El desafío de tu vida es florecer allí donde Dios te ha puesto. Que él te proteja y bendiga.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios
Lecturas de hoy 
Primera Lectura: 1Cor 8, 1. 4b-13

Salmo: Sal 138, 1-3. 13-14b. 23-24

SANTO EVANGELIO: Lc 6,27-38
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Yo os digo a los que me escucháis: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odien, bendecid a los que os maldigan, rogad por los que os difamen. Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite el manto, no le niegues la túnica. A todo el que te pida, da, y al que tome lo tuyo, no se lo reclames. Y lo que queráis que os hagan los hombres, hacédselo vosotros igualmente. Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Pues también los pecadores aman a los que les aman. Si hacéis bien a los que os lo hacen a vosotros, ¿qué mérito tenéis? ¡También los pecadores hacen otro tanto! Si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir lo correspondiente. Más bien, amad a vuestros enemigos; haced el bien, y prestad sin esperar nada a cambio; y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo, porque Él es bueno con los ingratos y los perversos.
»Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que midáis se os medirá».

Comentario:
Hoy, en el Evangelio, el Señor nos pide por dos veces que amemos a los enemigos. Y seguidamente da tres concreciones positivas de este mandato: haced bien a los que os odien, bendecid a los que os maldigan, rogad por los que os difamen. Es un mandato que parece difícil de cumplir: ¿cómo podemos amar a quienes no nos aman? Es más, ¿cómo podemos amar a quienes sabemos cierto que nos quieren mal? Llegar a amar de este modo es un don de Dios, pero es preciso que estemos abiertos a él. Bien mirado, amar a los enemigos es lo más sabio humanamente hablando: el enemigo amado se verá desarmado; amarlo puede ser la condición de posibilidad para que deje de ser enemigo. En la misma línea, Jesús continúa diciendo: «Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra» (Lc 6,29). Podría parecer un exceso de mansedumbre. Ahora bien, ¿qué hizo Jesús al ser abofeteado en su pasión? Ciertamente no contraatacó, pero respondió con una firmeza tal, llena de caridad, que debió hacer reflexionar a aquel siervo airado: «Si he hablado mal, di en qué, pero si he hablado como es debido, ¿por qué me pegas?» (Jn 18,22-23).
En todas las religiones hay una máxima de oro: «No hagas a nadie lo que no quieres que te hagan a ti». Jesús es el único que la formula en positivo: «Lo que queráis que os hagan los hombres, hacédselo vosotros igualmente» (Lc 6,31). Esta regla de oro es el fundamento de toda la moral. Comentando este versículo, nos alecciona san Juan Crisóstomo: «Todavía hay más, porque Jesús no dijo únicamente: ‘desead todo bien para los demás’, sino ‘haced el bien a los demás’»; por eso, la máxima de oro propuesta por Jesús no se puede quedar en un mero deseo, sino que debe traducirse en obras.
Rev. D. Jaume AYMAR i Ragolta (Badalona, Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Juan Crisóstomo
Obispo y Doctor de la Iglesia 
[Murió el 14 de septiembre y su fiesta se celebra el 13 de mismo mes]. Nació en Antioquía hacia el año 349, hijo de un funcionario imperial. Después de recibir una excelente formación clásica, se dedicó a la vida ascética y monástica. Más tarde, en el 386, fue ordenado de sacerdote y ejerció, con gran provecho, el ministerio de la predicación. El año 397 fue elegido obispo de Constantinopla, cargo en el que se comportó como un pastor ejemplar, esforzándose por llevar a cabo una profunda reforma de las costumbres del clero y de los fieles. La oposición de la corte imperial, cuyos excesos denunciaba, y de los envidiosos lo llevó por dos veces al destierro. Agotado por tantas penalidades, murió deportado en Comana del Ponto (Turquía), el 14 de septiembre del año 407. Contribuyó en gran manera, por su palabra y sus escritos, al enriquecimiento y explicación de la doctrina católica, hasta el punto de merecer el sobrenombre de Crisóstomo, es decir: «Boca de oro».
Oración: Oh Dios, fortaleza de los que esperan en ti, que has hecho brillar en la Iglesia a san Juan Crisóstomo por su admirable elocuencia y su capacidad de sacrificio, te pedimos que, instruidos por sus enseñanzas, nos llene de fuerza el ejemplo de su valerosa paciencia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa – Catholic.net

Pensamiento del día

María, por voluntad de Dios, estuvo de pie,
sufrió intensamente con su Hijo
y se unió a su sacrificio con corazón de madre que, llena de amor,
daba amorosamente su consentimiento a la inmolación del su Hijo”
Lumen Gentium 59

Tema del día:
Criterios para el calendario litúrgico
¿Qué criterio se utiliza para asignar un día concreto a los santos? Normalmente se celebra la fiesta el día de su "nacimiento", pero no te confundas de nacimiento...

Empecemos por hacer un poco de historia. Hace muchos, muchos siglos, cuando el cristianismo estaba en sus comienzos y no estaba en la cabeza de nadie un concepto como el de calendario litúrgico, se comenzó a celebrar la Eucaristía sobre la sepultura de los mártires, y a venerar su memoria. Al principio, eran los considerados santos de un modo público. Para venerar su memoria, se escogía, con bastante lógica, el aniversario de su martirio. Lo llamaban dies natalis. Literalmente significa el día del nacimiento, el cumpleaños. Pero el “nacimiento” era aquí en realidad el nacimiento a la vida eterna, a la gloria.

El dies natalis – el aniversario del fallecimiento – siguió siendo a lo largo de los siglos, y es todavía, el criterio principal para asignar un día concreto a cada santo.

Sin embargo, no siempre es posible utilizarlo. En algún caso no se conoce con exactitud esa fecha. En otros, coincide con fechas de especial solemnidad, que conviene despejar de otras celebraciones.

Lo que se hace entonces es buscar una fecha apropiada, atendiendo a varias circunstancias. La principal son los calendarios locales. Me explicaré. Muchos santos han sido venerados en ámbitos reducidos – una diócesis, un país – antes de ser considerados santos por la Iglesia universal. Y en esos casos se traslada al calendario universal la fecha que se utilizaba localmente.

Otros criterios se pueden referir a efemérides, a sucesos de particular importancia en la vida del santo en cuestión. Por ejemplo, si se trata de un Papa, puede ser el aniversario del día de su elección. Éste es el caso de san Juan Pablo II, ya que el 2 de abril, fecha en que falleció, es una fecha en la que la mayoría de los años habría que trasladar varios días la celebración, por coincidir con Semana Santa o la semana de Pascua.

Lo que no se hace es elegir el día del cumpleaños, pues se considera que lo celebrado no es la llegada a este mundo, sino su triunfo final al acabar esta vida.

¿Y a veces se cambia? La fecha no cambia, lo que ocurre es que en algunos casos se traslada, por no poderse celebrar ese año en la fecha propia. Pongamos un caso: el año pasado (2017): La solemnidad de san José se celebra el 19 de marzo. Pero ese año el 19 de marzo fue un domingo de Cuaresma, y ninguna festividad puede desplazar a un domingo de Cuaresma. Por eso se trasladó a la fecha más cercana posible, y así, en 2017, el día de san José se celebró el 20 de marzo.
© Julio de la Vega-Hazas – Aleteia

Nuevo vídeo

Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
Para verlo tienes que ir al final de esta página

Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
 
Si hoy tú estás triste, perdido, con miedo, sin solución... ¡Haz una oración!
Si estás enfermo, carente, sin esperanza en el corazón… ¡Haz una oración!
¡Dios te oye a ti! La línea está siempre libre, ni necesita conexión... La llamada es gratuita, ni precisa suscripción.
Basta que te abras, que abras bien tu corazón. Él está siempre presente y extiende siempre Su mano.
Pero... Cuando estuvieres contento, sin poder contar tus horas de alegría, queda un poco en silencio y... ¡haz una oración!
Dejo aquí una verdad: Aquel que merece oír tus lamentaciones, también merece oír tus horas de felicidad.
Leticia Thompson  

Pedidos de oración 
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los pacientes internados en la Casa de la Bondad en  Córdoba (Argentina); por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio. 

Pedimos oración para Elsa S., de Buenos Aires, Argentina, que ha cursado una severa infección tratada con antibióticos por espacio de 15 días. Ahora deberá repetir los análisis y rogamos al Señor que los resultados sean favorables.

Pedimos oración para Tatiana V., de 27 años de edad, de Bogotá, Colombia, estudiante universitaria, quien se encuentra sufriendo de leucemia, y además le han diagnosticado púrpura. Es una chica de fe que tiene muchos deseos de vivir y que sus esfuerzos se notan en su voluntad para salir adelante. Le colocamos en las Santas y Venerables Manos del Señor, siempre confiados en la intercesión de nuestra Madre, la Virgen Santísima. Ella se abandona a la Voluntad del Señor, siempre con la fe y la esperanza de su sanación.

Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Cinco minutos del Espíritu Santo 
Setiembre 13
Podríamos decir que entrar en la presencia del Espíritu Santo no es un esfuerzo por estar atentos con la claridad de la mente, sino más bien dejarnos inundar por él poco a poco.
Pero en realidad él está siempre inundándonos, aunque estemos distraídos, dormidos, u ocupados en un trabajo exigente. También cuando pasamos un momento de oración distraídos, sólo pensando en nuestros proyectos, él está, esperando que lo reconozcamos, en lo más hondo de nuestra intimidad.
Por eso algunos dicen que en realidad no se trata de que él entre en nosotros, sino de entrar nosotros en él, de penetrar en su presencia, de habitar en su amor y en su luz que siempre nos superan.
Pero nosotros estamos siempre dentro del Espíritu divino, sumergidos en él que nos envuelve, nos sostiene y nos lleva dentro de sí permanentemente. Él está llenando todo espacio, todo tiempo y todo lugar, y nunca podemos estar fuera de él, o escondidos de su presencia permanente:
"¿Adónde iré lejos de tu espíritu? ¿Adónde huiré de tu presencia? Si subo hasta los cielos, allí estás tú, si bajo hasta el abismo, allí te encuentras tú. Si tomo las alas de la aurora y voy a parar a los confines del océano, también allí tu mano me conduce, tu brazo me sostiene" (Salmo 139,7-10).
Entrar en su presencia es sobre todo arrojarnos, llenos de confianza y gratitud, deseosos y necesitados, en sus brazos de amor. Es penetrar allí donde siempre estamos, pero entrar con toda la fuerza de nuestro deseo.
* Mons. Víctor Manuel Fernández 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

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