miércoles, 29 de enero de 2025

Pequeñas Semillitas 5885

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 20 - Número 5885 ~ Miércoles 29 de Enero de 2025
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
El arzobispo vietnamita Nguyen Van Thuan nos relata su experiencia: “Cuando me arrestaron, tuve que marcharme enseguida, con las manos vacías. Al día siguiente me permitieron escribir a los míos para pedir lo más necesario: ropa, dentífrico, etc. Les puse: Por favor, envíenme también un poco de vino como medicina contra el dolor de estómago. Los fieles comprendieron enseguida. Me enviaron una botellita de vino de misa, con la etiqueta: Medicina contra el dolor de estómago, y hostias hábilmente escondidas en el paquete.
Nunca podré expresar mi gran alegría: diariamente con tres gotas de vino y una de agua en la palma de la mano, celebré la misa. ¡Éste era mi altar y ésta mi catedral! Era la verdadera medicina del alma y del cuerpo. A cada paso tenía ocasión de extender los brazos y clavarme en la cruz con Jesús, de beber con él el cáliz más amargo. Cada día al recitar las palabras de la consagración confirmaba con toda el alma un nuevo pacto eterno entre Jesús y yo, mediante su sangre mezclada con la mía. ¡Han sido las misas más hermosas de mi vida!”
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
(Miércoles III del Tiempo Ordinario, ciclo C)
Primera Lectura: Hebreos 10, 11-18
 
Salmo: Sal 109, 1.2. 3. 4
 
Santo Evangelio: Mc 4,1-20
En aquel tiempo, Jesús se puso otra vez a enseñar a orillas del mar. Y se reunió tanta gente junto a Él que hubo de subir a una barca y, ya en el mar, se sentó; toda la gente estaba en tierra a la orilla del mar. Les enseñaba muchas cosas por medio de parábolas. Les decía en su instrucción: «Escuchad. Una vez salió un sembrador a sembrar. Y sucedió que, al sembrar, una parte cayó a lo largo del camino; vinieron las aves y se la comieron. Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde no tenía mucha tierra, y brotó enseguida por no tener hondura de tierra; pero cuando salió el sol se agostó y, por no tener raíz, se secó. Otra parte cayó entre abrojos; crecieron los abrojos y la ahogaron, y no dio fruto. Otras partes cayeron en tierra buena y, creciendo y desarrollándose, dieron fruto; unas produjeron treinta, otras sesenta, otras ciento». Y decía: «Quien tenga oídos para oír, que oiga».
Cuando quedó a solas, los que le seguían a una con los Doce le preguntaban sobre las parábolas. Él les dijo: «A vosotros se os ha dado comprender el misterio del Reino de Dios, pero a los que están fuera todo se les presenta en parábolas, para que por mucho que miren no vean, por mucho que oigan no entiendan, no sea que se conviertan y se les perdone».
Y les dice: «¿No entendéis esta parábola? ¿Cómo, entonces, comprenderéis todas las parábolas? El sembrador siembra la Palabra. Los que están a lo largo del camino donde se siembra la Palabra son aquellos que, en cuanto la oyen, viene Satanás y se lleva la Palabra sembrada en ellos. De igual modo, los sembrados en terreno pedregoso son los que, al oír la Palabra, al punto la reciben con alegría, pero no tienen raíz en sí mismos, sino que son inconstantes; y en cuanto se presenta una tribulación o persecución por causa de la Palabra, sucumben enseguida. Y otros son los sembrados entre los abrojos; son los que han oído la Palabra, pero las preocupaciones del mundo, la seducción de las riquezas y las demás concupiscencias les invaden y ahogan la Palabra, y queda sin fruto. Y los sembrados en tierra buena son aquellos que oyen la Palabra, la acogen y dan fruto, unos treinta, otros sesenta, otros ciento».
 
Comentario:
Hoy escuchamos de labios del Señor la “Parábola del sembrador”. La escena es totalmente actual. El Señor no deja de “sembrar”. También en nuestros días es una multitud la que escucha a Jesús por boca de su Vicario —el Papa—, de sus ministros y de sus fieles laicos: a todos los bautizados Cristo nos ha otorgado una participación en su misión sacerdotal. Hay “hambre” de Jesús. Nunca como ahora la Iglesia había sido tan católica, ya que bajo sus “alas” cobija hombres y mujeres de los cinco continentes y de todas las razas. Él nos envió al mundo entero (cf. Mc 16,15) y, a pesar de las sombras del panorama, se ha hecho realidad el mandato apostólico de Jesucristo.
El mar, la barca y las playas son substituidos por estadios, pantallas y modernos medios de comunicación y de transporte. Pero Jesús es hoy el mismo de ayer. Tampoco ha cambiado el hombre y su necesidad de enseñanza para poder amar. También hoy hay quien —por gracia y gratuita elección divina: ¡es un misterio!— recibe y entiende más directamente la Palabra. Como también hay muchas almas que necesitan una explicación más descriptiva y más pausada de la Revelación.
En todo caso, a unos y otros, Dios nos pide frutos de santidad. El Espíritu Santo nos ayuda a ello, pero no prescinde de nuestra colaboración. En primer lugar, es necesaria la diligencia. Si uno responde a medias, es decir, si se mantiene en la “frontera” del camino sin entrar plenamente en él, será víctima fácil de Satanás.
Segundo, la constancia en la oración —el diálogo—, para profundizar en el conocimiento y amor a Jesucristo: «¿Santo sin oración...? —No creo en esa santidad» (San Josemaría).
Finalmente, el espíritu de pobreza y desprendimiento evitará que nos “ahoguemos” por el camino. Las cosas claras: «Nadie puede servir a dos señores...» (Mt 6,24).
En Santa María encontramos el mejor modelo de correspondencia a la llamada de Dios.
* Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España) © Textos de Evangeli.net 

Santoral Católico:
San Sulpicio Severo
Fue obispo de Bourges, en Aquitania (hoy Francia), y senador de las Galias. San Gregorio de Tours lo alabó por su sabiduría, su celo pastoral y su diligencia en restaurar la disciplina. Murió en su sede episcopal el año 591.
Para más información hacer clic acá.
(Directorio Franciscano – ACI Prensa – Catholic.net)
 
Pensamiento del día
«Anunciamos la venida de Cristo, pero no una sola, sino también una segunda. La primera llevaba consigo un significado de sufrimiento; esta otra, en cambio, llevará la diadema del reino divino»
(SAN CIRILO DE JERUSALÉN)
 
Tema del día:
Silencio en torno a San José
En los dos últimos siglos crece la devoción a san José en toda la Iglesia.
 
Un amigo universitario se lamentaba de que los Evangelios canónicos hablaran muy poco de san José y que no citan absolutamente ni una palabra. “Sí –decía–, ya sé que el “silencio” de san José habla muy alto. Pero... ¿Por qué hay tan poca cosa del que fue padre según la ley de Jesús y esposo de María de Nazaret?”
 
Me pilló con el paso cambiado. No me esperaba esta pregunta. Pero me obligó a reflexionar. ¿Por qué san José está mudo en los cuatro Evangelios? No hablemos de los evangelios apócrifos, sino de los textos revelados, canónicos.
 
“Vamos a leer despacito los evangelios, le dije a mi amigo. Estoy de acuerdo contigo, pero déjame preguntarte... ¿Debían los Evangelios decir más sobre san José? San José habla a los corazones de quienes a él se encomiendan”. Y así fue que le pregunté: “¿Ya rezas a San José? Es difícil conocer a alguien si no se le trata”.
 
Esta es la clave: San José es el gran Patrono de la Iglesia Universal, el santo del Silencio, el Patriarca e intercesor de las familias (especialmente de los padres), el Santo de la Buena Muerte… O sea que san José se le conoce cuando se le trata personalmente. San José acude a atender a nuestras necesidades materiales y espirituales cuando se piden con fe y con humildad. Es un gran intercesor, porque es escuchado por la Virgen María, su esposa, y Jesús. ¿Va a dejar de atender Jesús una cosa que le pide quien hizo de padre, san José?
 
Si leemos los Evangelios, vemos que solo Mateo y Lucas se ocupan del Santo Patriarca. Si nos adentramos un poco y queremos revivir las escenas en las que se narra la presencia de san José vemos que el Esposo de María actúa siempre con diligencia a los requerimientos, tanto de María como de los ángeles. Y si es así ¿no será de la misma manera que atenderá a los nuestros?
 
Los ángeles, enviados por Dios, dan a conocer la vocación de José a la castidad “en sueños”, cuando el ángel le dice (Mt, 1, 19-21) “no temas recibir a María, tu esposa, pues lo concebido en ella es obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”. San José, que la quería “repudiar en secreto”, no entendía el embarazo de la Virgen, tan alegre siempre, tan piadosa, tan entregada a Dios…
 
Entendió José que el ángel le proponía vivir castamente con su amada esposa María, pues su hijo sería el Redentor de todos los hombres. María debía mantener su virginidad por ser la Madre de Dios, y él, san José, debía defender, tanto la virginidad de María como a Jesús Hijo de Dios.
 
Y así hizo; José aceptó la vocación personal que le pedía el Señor mediante ángel, pues “hizo lo que el ángel del Señor le había ordenado y recibió a su esposa. Y sin que antes la conociera, dio a luz un hijo y le puso por nombre Jesús”. No hacen falta palabras para comentar esto.
 
San José calla, pero actúa, calla pero cumple, calla pero realiza y acaba lo que se le ha encomendado. En otras palabras, su silencio no es producto del buenismo, sino fruto de una madura reflexión y aceptación del papel que Dios le ha propuesto. Tampoco su silencio es quietismo, sino que toma iniciativas: hace lo que hay que hacer, sin remilgos, cumpliendo en todo la voluntad de Dios.
 
O sea que a san José se le conoce más si se le trata, si se reza con él, si se le piden favores. Existe una analogía entre san José y el José bíblico, hijo de Jacob, hijo de Israel. José de Canaán sabía descifrar los sueños, y san José recibió los mandatos de Dios entre sueños.
 
Cuando alcanzó el favor del Faraón y José dirigió los destinos de Egipto, el pueblo egipcio pasaba hambre en los años de sequía. Cuando el pueblo se dirigía al Faraón para que les proporcionara comida, este les decía: “¡Id a José!”, que es el que soluciona los problemas. José solucionaba los problemas porque había almacenado grandes cantidades de trigo durante los siete años de las vacas gordas. Y ahora parece que también Jesús y María dicen a las nuevas generaciones: “Id a san José”, “encomendad esta cuestión difícil a san José”.
.
(Salvador Aragonés - Aleteia)
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
La esperanza es siempre la actitud de un creyente. Esperanza que nace no sólo en sus limitadas capacidades, sino en la presencia de quien ha mostrado que es confiable, no falla y siempre da una nueva oportunidad: Dios. El creyente no está supeditado a sus fuerzas, sino que siempre cuenta con la fuerza de Dios, que actúa en él desde dentro. Tener esperanza es una consecuencia de la opción de fe. No sé en qué situación estés en estos momentos, pero lo que sí sé es que desde tu relación con Jesús de Nazaret debes tener esperanza en que vas a salir adelante, en que vas a encontrar una nueva posibilidad, que una puerta se va a abrir, que no todo está perdido. Acepta lo que la lógica demuestra y las limitaciones que tienes, pero trasciende y encuentra en la acción de Dios otras posibilidades que, seguramente, están allí presentes y no has podido encontrar. La fe tiene que hacerte un verdadero guerrero, uno que lucha con la certeza de que encontrará caminos de solución a lo que está viviendo. La fe no es fanatismo, ni es correr tras de lo irracional. La fe es descubrir en la persona de Jesús posibilidades razonables y lógicas que desde nuestra condición no hemos podido encontrar. En ese contexto hay que entender los milagros y estar seguros de que acontecen cuando abrimos el corazón y dejamos que Él nos muestre su poder. Hoy vive tu fe y lánzate con mucha esperanza a encontrar soluciones. No tengas miedo, confía que con Él podrás vencer todo lo que estás viviendo (Filipenses 4,13). (P. Alberto Linero)
🌸
El famoso inventor Benjamín Franklin fue enviado como embajador a Francia.
Francia se hallaba paralizada por el veneno del ateísmo. El señor Franklin fue invitado a unirse a una sociedad atea de hombres literatos para el exterminio de la Biblia.  
Él se unió. Pronto le llegó su turno de leer una producción literaria ante la sociedad de ateos. El señor Franklin tradujo el francés y leyó, de su propia escritura a mano, la historia de amor de Rut y Booz.
Cuando el señor Franklin terminó, y todavía se le aplaudía, el presidente dijo: 
- Doctor Franklin, esa es la más grande historia de amor jamás escrita en cualquier idioma.
De nuevo los miembros aplaudieron. El presidente agregó:
- Doctor Franklin, esta sociedad le pide a usted el derecho de publicar su historia de amor, y de darle la mayor circulación posible. ¿Podemos publicar su historia de amor? 
El Señor Franklin le explicó que tal cosa era imposible. El presidente le preguntó: 
- ¿Por qué no podemos publicar su historia de amor?
- Porque ya ha sido publicada.
- Entonces, ¿podemos saber dónde fue publicada?  
El señor Franklin se levantó, sacó de su bolsa un libro, lo puso en la mesa y dijo: 
- En esta Santa Biblia que ustedes quieren destruir.
Esa declaración fue un golpe maestro que rompió la columna vertebral de la sociedad de ateos, y le dio a Francia otra oportunidad en el mundo. La Biblia es indestructible.
🌸
Un misionero en China cuenta lo siguiente:
Una mujer fue traída al hospital para ser curada, pero su enfermedad resultó incurable. Ella ignoraba la condición de su cuerpo, pero ignoraba también el plan de la salvación.
La enfermera que le asistía, se apresuró a decirle la antigua historia de Cristo y de su amor. El mensaje fue nuevo y maravilloso para esta mujer pagana; pero creyó en el acto las buenas nuevas de la salvación libremente ofrecida.
Entonces tuvo un deseo ardiente de ir a sus amigos con el precioso mensaje del amor del salvador.  Dijo un día a la enfermera: -Le suplico pregunte al Doctor en cuanto tiempo estaré curada. La enfermera volvió con el mensaje: -Los médicos me dicen que tengo que decirle la verdad: jamás se curará. -Y ¿Cuánto tiempo viviré?  -Tres meses con el cuidado y asistencia que tiene ahora.  -¿Y cuánto tiempo viviré si vuelvo a mi antiguo pueblo con el bendito mensaje del cielo?  -Quizá no más de tres semanas.
A esta contestación la recién convertida exclamo: -Alcánceme mi ropa, saldré hoy.  -No pudieron disuadirla porque dijo:  -¿Piensa usted que me preocupa la perdida de unas semanas de vida, cuando tengo nuevas tan buenas que decir a mi pueblo, donde nunca han oído del Salvador ni del Evangelio, y donde sin saberlo están perdidos?
 
Pedidos de oración
🙏 Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la PAZ en el mundo; por el fin de los ataques a la Iglesia Católica en Nicaragua, por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África (Nigeria), y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras patologías graves; por los jóvenes, especialmente los que han caído en las drogas o cualquier tipo de adicción, por las víctimas de trata, por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por todos nuestros hermanos de diversos países, como Cuba, Nicaragua y Venezuela, sometidos a crueles dictaduras que se ven forzados a emigrar en busca de mejores horizontes en otras tierras;  por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, por lo no nacidos, por la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio. Para lectores argentinos, pedimos especial oración por la recuperación de la República Argentina en el marco de la democracia, la justicia y la honestidad de los gobernantes.
 
🙏 Hoy vamos a rezar por todas aquellas personas de diversas partes del mundo que están atravesando situaciones de salud, de familia, de falta de trabajo, psicológicas... o de cualquier otra naturaleza, y no tienen fe ni creencia religiosa, como tampoco poseen a otras personas que recen por ellos. Entonces, vamos a rezar nosotros para que Dios, con su infinita misericordia esté siempre cercano y los ayude.
 
🙏 Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin, rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Oremos: Tú quisiste, Señor, que tu hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia. Escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
 
Requisitos para ‘Pedidos de oración’ 
1) Nombres completos y apellido de la persona por la que se pide (no publicaremos apellido o solamente pondremos la primera letra).
2) Ciudad y país donde vive la persona por la que se pide.
3) Descripción del problema que tiene.
4) Los Pedidos de Oración se deben enviar a feluzul@gmail.com y deben redactarse de manera breve y resumida.
5) Enviar con tiempo la solicitud de oración (un día antes de su publicación). Se publican sólo los días lunes, miércoles y viernes.
6) Los pedidos que no traigan toda la información detallada en los puntos 1, 2 y 3, lamentablemente no serán publicados.
 
Un año con María
Enero 29: Dios nos pone compañía
Desde sus inicios Moisés es acompañado, por el simple motivo de ser tartamudo, por eso mismo Moisés le dirá a Dios “mira que no sé hablar”. Dios sabe tus debilidades y errores, también sabe tus límites. Es por ello que siempre pondrá en tu camino compañeros de vida para ayudarte a cumplir la misión con la que fuiste enviado, pero eso sí, vos no los corras.
En la vida de Moisés aparecen muchas personas, pero me quedo con Josué y con Miriam. Pues lo acompañan en esta dura misión de conducir al pueblo a la tierra prometida. Nunca asumas el peso solo de guiar, aprende a compartir tus pasos con alguien, habla lo que te pasa y lo que sientes, no dejes que te tome la soledad y recuerda que es el mismo Dios quien te va poniendo personas en las distintas etapas de tu vida.
María acompaña a Jesús y también a toda la Iglesia, es Ella quien se convierte en compañera y también fue acompañada por San José. El acompañar es un arte, porque implica saber que hay momentos en los que se asume la vida del otro y se entiende lo que pasa en el otro. Esto lo vemos también en María cuando acompaña a Isabel: las compañías pueden ser momentáneas pero son en momentos determinantes en la vida de uno, las compañías no absorben tu misión sino que acompañan y plenifican. Así lo hizo María tanto con Isabel como con Jesús y también con los apóstoles.
(Padre Luis Zazano)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
 
PÁGINAS DE FELIPE DE URCA:
 
”PEQUEÑAS SEMILLITAS”
”JUAN PABLO II INOLVIDABLE”
FACEBOOK de “FELIPE DE URCA”
FACEBOOK de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”
Canal de WHATSAPP de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”
”X” (ex TWITTER) de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”
INSTAGRAM: FELIPE DE URCA

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.