domingo, 18 de agosto de 2024

Pequeñas Semillitas 5728

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 19 - Número 5728 ~ Domingo 18 de Agosto de 2024
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
El DÍA DEL NIÑO es una conmemoración internacional para reafirmar los Derechos Universales de los niños.
En Argentina lo celebramos el tercer domingo de Agosto y es una fecha especial que se enfoca en difundir la importancia del bienestar y la aplicación de los derechos fundamentales de los infantes en el mundo.
Recordemos el Evangelio de ayer, donde Jesús decía: «Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis porque de los que son como éstos es el Reino de los Cielos».
Tal vez en otros países que leen esto, la celebración se haga en distintas fechas... Pero lo importante es manifestar a los niños, todos los días del año, el amor y los cuidados que ellos merecen.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Prv 9, 1-6
 
Salmo: Sal 33, 2-3. 10-11. 12-13. 14-15
 
Segunda Lectura: Ef 5, 15-20
 
Santo Evangelio: Jn 6,51-58
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: «Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo». Discutían entre sí los judíos y decían: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?». Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él. Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí. Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre».
 
Comentario:
Hoy continuamos con la lectura del Discurso del pan de vida que nos ocupa en estos domingos: «Yo soy el pan vivo, bajado del cielo» (Jn 6,51). Tiene una estructura, incluso literaria, muy bien pensada y llena de ricas enseñanzas. ¡Qué bonito sería que los cristianos conociésemos mejor la Sagrada Escritura! Nos encontraríamos con el mismo Misterio de Dios que se nos da como verdadero alimento de nuestras almas, con frecuencia amodorradas y hambrientas de eternidad. Es fantástica esta Palabra Viva, la única Escritura capaz de cambiar los corazones.
Jesucristo, que es Camino, Verdad y Vida, habla de sí mismo diciéndonos que es Pan. Y el pan, como bien sabemos, se hace para comerlo. Y para comer —debemos recordarlo— hay que tener hambre. ¿Cómo podremos entender qué significa, en el fondo, ser cristiano, si hemos perdido el hambre de Dios? Hambre de conocerle, hambre de tratarlo como a un buen Amigo, hambre de darlo a conocer, hambre de compartirlo, como se comparte el pan de la mesa. ¡Qué bella estampa ver al cabeza de familia cortando un buen pan, que antes se ha ganado con el esfuerzo de su trabajo, y lo da a manos llenas a sus hijos! Ahora, pues, es Jesús quien se da como Pan de Vida, y es Él mismo quien da la medida, y quien se da con una generosidad que hace temblar de emoción.
Pan de Vida..., ¿de qué Vida? Está claro que no nos alargará ni un día más nuestra permanencia en esta tierra; en todo caso, nos cambiará la calidad y la hondura de cada instante de nuestros días. Preguntémonos con honestidad: —Y yo, ¿qué vida quiero para mí? Y comparémosla con la orientación real con que vivimos. ¿Es esto lo que querías? ¿No crees que el horizonte puede ser todavía mucho más amplio? Pues mira: mucho más aun que todo lo que podamos imaginar tú y yo juntos... mucho más llena... mucho más hermosa... mucho más... es la Vida de Cristo palpitando en la Eucaristía. Y allí está, esperándonos para ser comido, esperando en la puerta de tu corazón, paciente, ardiente como quien sabe amar. Y después de esto, la Vida eterna: «El que coma este pan vivirá para siempre» (Jn 6,58). —¿Qué más quieres?
* Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España) © Textos de Evangeli.net
 
Pensamiento del día
«Muchas de las cosas que nosotros necesitamos pueden esperar, los niños no pueden esperar. Ahora es el momento: sus huesos están en formación, su sangre también lo está y sus sentidos se están desarrollando, a ellos nosotros no podemos contestarles mañana, su nombre es hoy»
(GABRIELA MISTRAL)
 
Predicación del Evangelio:
“Yo soy el Pan de vida”
Para encontrar a Jesús, una multitud de 5000 hombres debe ir a la búsqueda por la otra orilla. Y por casualidad, las barcas estaban a allí a su disposición. “Entonces la gente tomó las barcas” e hizo la travesía. Se recuerda que el domingo último toda la multitud quiso hacerlo rey.
 
Jesús se adapta a los campesinos galileos. En el borde del pozo, habló del agua, sed y de una fuente que salta hasta la vida eterna. En este lugar desértico, les habla de los símbolos diarios: el pan y el hambre. ¿De qué tienen hambre si hoy salieran cinco mil hombres en sus búsqueda?
 
El diagnóstico de Jesús es muy sencillo: lo que esperan no es el reino de Dios ni el discernimiento de los de los signos de los que hacen o forman su fe. Buscan simplemente ventajas materiales. Pero si da o hace signos desconcertantes o exigentes, lo dejarán aparte como se verá al final del discurso del Pan de vida.
 
Lejos de estar de acuerdo con los filósofos antiguos, Jesús no pide suprimir nuestros deseos, sino al contrario, quiere ampliarlos. Parece decirnos: “No os contentéis con un poco de vida cómoda en vuestro planeta, id más bien y desead la vida eterna”. Y busca estimular en cada persona aspiraciones y deseos mucho más elevados.
 
No trabajad por el alimento que perece” Y si se le pregunta: “¿Qué hay que hacer por las obras de Dios?” él responde: “La obra de Dios es que creáis en el que Dios ha enviado” Es el fin del cuarto evangelio.
 
San Juan introduce una comparación sacada de la primera lectura: “En el desierto nuestros padres comieron el maná...” Este procedimiento era muy conocido por los rabinos judíos de su época. El maná, o el nuevo Pan del cielo, es el mismo Jesús. Se revela una vez más bajo el nombre Yo Soy, pues en el Éxodo es Dios mismo quien aplacó el hambre y la sed de su Pueblo.
.
(P. Felipe Santos - Imagen de Facebook)
 
Nuevo vídeo y artículo
 
Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet
referido al Evangelio de este Domingo.
Para verlo tienes que ir al final de esta página:
 
Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
sobre el tema de la Asunción de la Virgen María
Puedes acceder en la dirección:
 
Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.
 
💕 Desde la ciudad de Córdoba, Argentina, nos escribe Graciela H. y dice: «Recibí el informe de mi biopsia de tiroides, había un pequeñísimo carcinoma de menos de 2 milímetros. Al sacar toda la glándula, y al no haber invasión y todas las paredes libres, quedé sana. No necesito ningún tratamiento. Solo control con mi endocrinóloga. La cirujana y su ayudante me abrazaron y me dijeron que gracias a Dios decidí operarme. Agradezco infinitamente todas las oraciones. Jesús y la Virgen estuvieron a mi lado y bendijeron las manos de los médicos.»
 
💕 Desde Buenos Aires, Argentina, todos los que conocemos y queremos a María Rosa Emch, “tía del corazón” de Pequeñas Semillitas, damos gracias a Dios por su cumpleaños número 88 que festejó el día de la Asunción de la Virgen María: 15 de agosto.
 
💕 Desde Córdoba, Argentina, Ana María M., de 64 años de edad, agradece a Dios y a los orantes porque su operación ocular fue extensa pero salió bien.
 
Bendito seas, Dios mío, porque a pesar de ser yo indigno de toda ayuda, tu generosidad e infinita bondad nunca dejan de otorgar el bien aún a los ingratos y a los que se han apartado de ti. Conviértenos a ti, para que seamos agradecidos, humildes y piadosos, pues Tú eres nuestra salud, nuestra fortaleza y nuestra salvación.
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Leemos en Juan 6, 53-57: “Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del Hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros... El que come mi carne habita en mí y yo en él”.
Cristo se nos ofrece como verdadera comida que repone nuestras fuerzas y nos invita a “comerle”, nos invita y anima a que utilicemos el alimento que nos ofrece y que es su propio cuerpo y su propia sangre, su propia vida, Él mismo. Es decir, Jesús nos regala el don de la Eucaristía y nos pide que vayamos a comulgar. No hacerlo cuando se está bien preparado para ello– es algo que va contra nuestros propios intereses. Pero tras este regalo del Señor lo que queda patente es su amor. Cristo nos ama y porque nos ama desea ayudarnos, sostenernos en nuestras luchas. Consolarnos en nuestras tribulaciones, acompañarnos en los momentos de dolor y de alegría. Cristo nos ama y la Eucaristía es una de las pruebas mayores de ese infinito amor. Sabiendo esto, debemos preguntarnos: ¿Le amamos nosotros? ¿Correspondemos a su amor con todas nuestras fuerzas? ¿Le decimos que puede contar con nosotros lo mismo que Él nos dice que podemos contar con Él?
La respuesta al amor es el amor. Por eso, aprendamos a amar a Cristo intentando tener su misma medida. Vivamos en Él, comulgando y rezando, trabajando y ayudando al prójimo, estando en gracia de Dios con la confesión. Vivamos en Él para que Él pueda disfrutar de vivir en nosotros. Vivamos con Él, con su fuerza, para poder dar la respuesta de amor que él tiene derecho a esperar de nosotros. Vivamos por Él, movidos por el agradecimiento a Él, que ha hecho tanto por nosotros. Así cumpliremos lo que decimos en la Misa: “Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos”.
Propósito: Comulgar todas las veces que sea posible, pero hacerlo bien preparado. Por lo tanto, confesar si se tienen pecados graves o si hace tiempo que no se confiesa.
(Padre Santiago Martín)
 
Extractos de cartas del Padre Pío
(Recopilación: P. Gianluigi Pasquale en “365 días con el Padre Pío”)
18 de agosto
Sea siempre bendito Dios, que sólo sabe obrar grandes maravillas en un alma siempre recalcitrante con Él, en un alma receptáculo de infinitas inmundicias: Él ha querido hacer de mí un ejemplo de gracia; me quiere poner como modelo ante todos los pecadores, para que nadie se desanime. Dirijan, pues, los pecadores sus miradas a mí, el mayor de los pecadores, y esperen en Dios.
Pecadores, fijad vuestra atención en mí, que soy un malvadísimo, y animaos a no desesperar de la salvación, porque el Señor no sólo me ha perdonado los pecados, sino que ha querido enriquecerme con las más preciosas gracias. (…) Perdóname: es un loco de amor por su Dios el que te habla; él merece tu compasión.
(16 de noviembre de 1914, a Raffaelina Cerase, Ep. II, 226)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
 
PÁGINAS DE FELIPE DE URCA:
 
”PEQUEÑAS SEMILLITAS”
”JUAN PABLO II INOLVIDABLE”
FACEBOOK de “FELIPE DE URCA”
FACEBOOK de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”
Canal de WHATSAPP de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”
”X” (ex TWITTER) de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”
INSTAGRAM: FELIPE DE URCA

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.