PEQUEÑAS SEMILLITAS Año
17 - Número 4974 ~ Jueves 28 de Abril de 2022Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina) ¡Alabado sea Jesucristo!
Pidamos a Dios sabiduría para comprender que las cosas se acaban. El
tenerlas será por un tiempo limitado.
¿Cómo reaccionamos cuando se nos daña o se nos pierde una cosa? Si nuestra
respuesta interna es una serena aceptación, estamos cultivando nuestra
objetividad para evitar mortificarnos.
El día de nuestra muerte tendremos que dejar, por fuerza, todas
"nuestras cosas". Lo mejor entonces, es que, desde ya, vayamos
desapegándonos de las cosas, no sólo para morir tranquilos sino para vivir
serenos.
Cicerón decía: “No es rico el que mucho tiene sino el que nada desea”.
La Palabra de Dios Lecturas del día ♡ Primera Lectura: Hch 5,27-33
♡ Salmo: Sal 33,2.9.17-18.19-20
♡ Santo Evangelio: Jn 3,31-36
El que viene de arriba está por encima de todos: el que es de la tierra,
es de la tierra y habla de la tierra. El que viene del cielo, da testimonio de
lo que ha visto y oído, y su testimonio nadie lo acepta. El que acepta su
testimonio certifica que Dios es veraz. Porque aquel a quien Dios ha enviado
habla las palabras de Dios, porque da el Espíritu sin medida. El Padre ama al
Hijo y ha puesto todo en su mano. El que cree en el Hijo tiene vida eterna; el
que rehúsa creer en el Hijo, no verá la vida, sino que la cólera de Dios
permanece sobre él.
♡ Comentario:
Hoy, el Evangelio nos invita a dejar de ser “terrenales”, a dejar de ser
hombres que sólo hablan de cosas mundanas, para hablar y movernos como «el que
viene de arriba» (Jn 3,31), que es Jesús. En este texto vemos —una vez más— que
en la radicalidad evangélica no hay término medio. Es necesario que en todo
momento y circunstancia nos esforcemos por tener el pensamiento de Dios,
ambicionemos tener los mismos sentimientos de Cristo y aspiremos a mirar a los
hombres y las circunstancias con la misma mirada del Verbo hecho hombre. Si
actuamos como “el que viene de arriba” descubriremos el montón de cosas
positivas que pasan continuamente a nuestro alrededor, porque el amor de Dios
es acción continua a favor del hombre. Si venimos de lo alto amaremos a todo el
mundo sin excepción, siendo nuestra vida una tarjeta de invitación para hacer
lo mismo.
«El que viene de arriba está por encima de todos» (Jn 3,31), por esto
puede servir a cada hombre y a cada mujer justo en aquello que necesita; además
«da testimonio de lo que ha visto y oído» (Jn 3,32). Y su servicio tiene el
sello de la gratuidad. Esta actitud de servir sin esperar nada a cambio, sin
necesitar la respuesta del otro, crea un ambiente profundamente humano y de
respeto al libre albedrío de la persona; esta actitud se contagia y los otros
se sienten libremente movidos a responder y actuar de la misma manera.
Servicio y testimonio siempre van juntos, el uno y el otro se identifican.
Nuestro mundo tiene necesidad de aquello que es auténtico: ¿qué más auténtico
que las palabras de Dios?, ¿qué más auténtico que quien «da el Espíritu sin
medida» (Jn 3,34)? Es por esto que «el que acepta su testimonio certifica que
Dios es veraz» (Jn 3,33).
“Creer en el Hijo” quiere decir tener vida eterna, significa que el día
del Juicio no pesa encima del creyente porque ya ha sido juzgado y con un
juicio favorable; en cambio, «el que rehúsa creer en el Hijo, no verá la vida,
sino que la cólera de Dios permanece sobre él» (Jn 3,36) mientras no crea.
* Rev. D. Melcior QUEROL i Solà (Ribes de Freser, Girona, España)
Santoral Católico: San Luis María Grignión de MontfortPresbítero y Fundador Nació en Montfort
(Bretaña, Francia) el año 1673. Estudió en Rennes y París y, ordenado de
sacerdote en 1700, recorrió las regiones del oeste francés como misionero
apostólico, dando misiones populares y anunciando el misterio de la Sabiduría
eterna, Cristo encarnado y crucificado, y enseñando el camino de santidad
"a Jesús por María" (la esclavitud mariana). Cultivó una intensa
devoción a la Virgen María y fundó tres congregaciones religiosas: la Compañía
de María (instituto masculino), los Hermanos de la Instrucción cristiana de San
Gabriel y las Hijas de la Sabiduría. Dejó muchos escritos, principalmente sobre
espiritualidad mariana, entre los que destacan ‘El Secreto de María’ y el ‘Tratado
de la verdadera devoción a la Santísima Virgen’. Murió en Saint Laurent-sur-Sévre,
diócesis de Luçon, el 28 de abril de 1716.
Oración: Oh Dios,
sabiduría eterna, que hiciste al presbítero san Luis María insigne testigo y
maestro de la total consagración a Cristo, tu Hijo, por mano de su Madre, la
bienaventurada Virgen María; concédenos que, siguiendo su mismo camino
espiritual, podamos extender tu reino en el mundo. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa – Catholic.net
Pensamiento del día “Oh amadísimo Jesús, dígname dejarme derramar mi
gratitud ante ti, por la gracia que me has otorgado al darme a tu santa Madre
mediante la devoción de la Santa Servidumbre, para que ella pueda ser mi
abogada en presencia de tu majestad, y mi apoyo en mi extrema miseria”.
(San Luis María Grignión)
Tema del día: Conozcamos las
indulgencias Todo pecado lleva
consigo una culpa y una pena. Culpa es la ofensa hecha a Dios; pena es el
castigo que dicha ofensa merece. La culpa de los pecados se borra a través de
la confesión. La pena, llamada 'pena temporal', hay que expiarla en esta vida o
en el purgatorio. En la vida se satisface con todo acto de amor de Dios y toda
obra buena hecha en estado de gracia, así como a través de las indulgencias.
La indulgencia es la
remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados en cuanto
a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones,
consigue por mediación de la Iglesia (..). (Código de Derecho Canónico de 1983,
Libro I, Título IV, Capítulo IV, Canon 992).
Las indulgencias se
pueden ganar para uno mismo o aplicarlas a los difuntos (uno por indulgencia).
Nunca pueden aplicarse las indulgencias a otras personas vivas. Las indulgencias se agrupan en dos tipos:
* Indulgencias
plenarias: borran todo resto de pecado dejando el alma dispuesta para entrar
inmediatamente en el cielo.
* Indulgencias
parciales: borran parte de la pena que los pecados cometidos reclaman.
1) INDULGENCIAS
PLENARIAS
Las condiciones para
conseguir la valiosa indulgencia plenaria son:
1.- Los mismos
requisitos que en las indulgencias parciales, es decir:
- Realizar la acción que
la Iglesia premia con esta indulgencia.
- Estar en gracia de
Dios antes de acabar la obra premiada.
- Tener intención, al
menos general, de ganar la indulgencia.
2.- Tener la disposición
interior de un desapego total del pecado, incluso venial.
3.- Confesarse, al menos
quince días antes o después de realizar la acción premiada (sin olvidar que hay
que estar en gracia de Dios antes de acabar la acción).
4.- Rezar por las
intenciones del Papa un Padrenuestro y un Avemaría, u otras oraciones. Se
necesita una oración para cada indulgencia plenaria.
5.- Comulgar, en ese
mismo periodo de tiempo. Se necesita una comunión para cada indulgencia
plenaria.
Hay que tener en cuenta
también lo siguiente:
- Sólo se puede ganar
una indulgencia plenaria cada día, excepto en caso de muerte.
- La oración por el Papa
y la comunión ha de hacerse el mismo día.
- Una misma confesión
puede servir para ganar varias indulgencias plenarias.
- Cada indulgencia puede
aplicarse a uno mismo o al alma de un difunto, pero no es aplicable a otra
persona viva en la tierra. Es decir, puedes sacar un alma del purgatorio
dedicándole una indulgencia plenaria.
- Algunas indulgencias
sólo pueden aplicarse a los difuntos. Un ejemplo es rezar por ellos en un cementerio,
ya que se consigue una indulgencia parcial, que será plenaria si se hace los
días 1 al 8 de noviembre (una cada día).
¿Qué acciones
están premiadas con indulgencia plenaria?
Cualquier día se puede
obtener una indulgencia plenaria, si se cumplen las 5 condiciones comentadas
anteriormente y se realiza una de las acciones siguientes:
- Adoración a la
Eucaristía durante media hora.
- Realización del Vía
Crucis, recorriendo las quince estaciones erigidas meditando la Pasión del
Señor.
- Rezo del Santo Rosario
(5 misterios seguidos) en una iglesia, o en familia, o acompañado de otros.
- Lectura o audición de
la Sagrada escritura durante media hora.
Indulgencias
plenarias en circunstancias especiales
En determinadas
ocasiones pueden ganarse indulgencias plenarias si se cumplen las 5 condiciones
mencionadas anteriormente, más una de las siguientes acciones. Por ejemplo:
- Rezar un padrenuestro
y un credo en un santuario o basílica (se concede una vez al año por santuario)
- Recibir la bendición
papal Urbi et Orbi (o escucharla por radio o televisión, en directo).
- Realizar ejercicios
espirituales de al menos tres días completos.
- Asistir a una primera
Comunión.
- En el momento de la
muerte a quien hubiere rezado algo durante su vida. En este caso no se precisa
la confesión, ni la comunión, ni la oración por el Papa; pero es necesario
estar bien dispuesto: en gracia de Dios, rechazando cualquier pecado, y
habiendo deseado alguna vez ganar esta indulgencia.
Indulgencias
plenarias en fechas especiales
Hay varios días al año
donde se pueden conseguir indulgencias plenarias. Para ello, además de cumplir
con las 5 condiciones mencionadas anteriormente, basta realizar una de las
siguientes acciones en los días señalados:
- 1 de enero: recitando
solemnemente el "Veni Creator" en una iglesia.
- Los viernes de
Cuaresma: después de comulgar, rezando ante un crucifijo la oración
"Miradme o mi amado y buen Jesús".
- En los oficios de
Semana Santa:
. Jueves Santo: recitando el "Tantum
ergo" durante la exposición que sigue a la Misa.
. Viernes Santo: asistiendo a los oficios.
. Sábado Santo: renovando las promesas
bautismales en la Vigilia Pascual.
- Domingo de la Divina
Misericordia (domingo siguiente al de Resurrección)
- Pentecostés: recitando
solemnemente el "Veni Creator" en una iglesia.
- Corpus Christi:
participando en la procesión eucarística (dentro o fuera de la iglesia).
- 2 de agosto: rezando
un padrenuestro y un credo en la catedral o parroquia.
- 31 de diciembre:
recitando solemnemente un "Te Deum" en una iglesia, dando
gracias a Dios por los beneficios recibidos el último año.
Indulgencias
plenarias particulares
Muchas instituciones
gozan de indulgencias en determinados días del año, coincidiendo normalmente
con fechas o santos propios. Hay un caso especialmente interesante, pues
quienes llevan el escapulario del Carmen se unen a la familia carmelita y
pueden ganar indulgencia plenaria el día en que le imponen el escapulario y los
siguientes días (cumpliendo con las 5 condiciones mencionadas antes):
16 de mayo (San Simón
Stock).
16 de julio (Virgen del
Carmen).
20 de julio (San Elías
Profeta).
1 de octubre (Santa
Teresa de Lisieux).
15 de octubre (Santa
Teresa de Jesús).
14 de noviembre (Todos
los Santos Carmelitas).
14 de diciembre (San
Juan de la Cruz).
2) INDULGENCIAS
PARCIALES
Condiciones para
conseguir una indulgencia parcial
Cada día pueden ganarse
muchas indulgencias parciales, con cumplir sólo tres condiciones: estar en
gracia de Dios, realizar las obras que la Iglesia premia con esa indulgencia, y
tener intención, al menos general, de ganar la indulgencia.
Beneficios que
aportan las indulgencias parciales
Las indulgencias
parciales proporcionan una remisión de la pena del mismo valor que el otorgado
por esa misma acción. Dicho de otro modo: en las indulgencias parciales, la
Iglesia duplica el mérito de esas acciones.
Oraciones
premiadas con indulgencia parcial
Se indican a
continuación unas cuantas (todas ellas deben rezarse piadosamente, como es
lógico):
- El Ángelus, el
Magnificat, la Salve, el Acordaos, las Letanías u otras oraciones marianas
aprobadas. Lo mismo a San José o al propio ángel custodio. También con el
Credo.
- Rezar con devoción
filial por el Papa una oración aprobada.
- Rezar agradecido la
oración por los benefactores.
- Rezar antes y después
de comer una oración aprobada de súplica y de acción de gracias. Lo mismo al
empezar y acabar el día o el trabajo.
- Visitar al Santísimo
adorándolo; rezar una comunión espiritual; recitar una de las oraciones
aprobadas de acción de gracias tras la Comunión (ej.: Alma de Cristo; Miradme o
mi amado y buen Jesús).
- Hacer examen de
conciencia con propósito de enmendarse; rezar el Yo Confieso u otro acto de
contrición aprobado.
- Hacer la señal de la
cruz diciendo En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Otros ejemplos de
indulgencias parciales
Si falta algún requisito
a una indulgencia plenaria, suele alcanzarse una indulgencia parcial. Además de
esto, hay muchas acciones premiadas por la iglesia con indulgencia parcial.
Digamos unas cuantas:
- Decir mentalmente una
oración breve al trabajar o al soportar los sufrimientos de la vida.
- Dedicarse uno mismo o
gastar bienes en servicio a los demás, por amor a Dios.
- Privarse libremente de
algo grato y correcto, con espíritu de penitencia.
- Dar testimonio de la
propia fe; trabajar en la enseñanza o trasmisión de la doctrina cristiana.
- Usar piadosamente un
objeto de piedad bendecido (crucifijo, rosario, escapulario o medalla).
- Dedicar un tiempo a la
oración.
- Asistir devotamente a
cualquier predicación de la palabra de Dios.
- Asistir piadosamente a
una novena pública (por ejemplo, la de la Inmaculada Concepción).
No se incluye la
participación en la misa ni en los sacramentos entre las indulgencias, pues ya
tienen en sí mismos una gran eficacia santificadora y de purificación.
(Web Católico de
Javier)
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas” Omraam Mikhaël Aïvanhov fue un filósofo, pedagogo, y místico macedonio. De
él tomamos esta reflexión:
"No podéis perder aquello que poseéis realmente; solo podéis perder
lo que no os pertenece, es decir, lo que todavía no forma parte de vosotros.
Por un momento tenéis fe, y después dudáis… Por un momento estáis en la
luz y, poco después, estáis en la oscuridad… Por un momento amáis, y después
perdéis vuestro amor… Ello significa que ni la fe, ni la luz ni el amor os
pertenecen. Vosotros mismos os debéis volver fe, luz, amor. Como Jesús, que
decía: «Yo soy la luz del mundo…». Se identificaba con la luz. No dijo que la
luz estaba en él o con él, sino que él era la luz. Hay en esta fórmula toda una
ciencia para meditar."
Un minuto para volar Abril 28
Jesús nos invita a subir con él a su barca, a
navegar con él mar adentro. Pero ¿hacia dónde vamos? No vamos a un lugar lejano
o extraño. Vamos juntos hacia cada persona que nos encontremos, hacia cada
circunstancia que nos toque enfrentar. Vamos juntos para vivir todo con amor y
por amor, sea lo que fuere. Ser navegante es estar siempre desinstalado, es
salir de la propia comodidad para ir al encuentro de todos, lindos o feos
agradables o incómodos. Cada ser humano es mi puerto.
(Mons. Víctor
M. Fernández)
La Palabra de Dios
Santoral Católico:
Pensamiento del día
Tema del día:
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Un minuto para volar
Eliana María
ResponderEliminarGracias por la evangelización a través de este medio que Dios le bendiga y La Virgen María lo proteja
ResponderEliminarFelipe, en estos momentos tengo a mi esposa, la madre de mis dos nietas y ellas también, con covid. Todo en estos días. Espero no caer aunque el médico nos ha dicho que lo más probable es que el resto también lo pasaremos. El tener las tres vacunas nos ayudará. Sí ves que abro tú WhatsApp, los leeré. Avisaré cuando se pase.
ResponderEliminarJosé Luis Sevillano - España
Querido José Luis: en la edición de "Pequeñas Semillitas" del día viernes 29 de abril, están incluidos tú y tu familia en los pedidos de oración, para que Dios les conceda una pronta y total recuperación. También están en mis oraciones personales.
EliminarGracias por la compañía, en este camino de la vida.
Eliminar