PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
15 - Número 4416 ~ Sábado 15 Agosto de 2020Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina) Alabado sea Jesucristo…
El
día 15 de agosto, nuestra Iglesia celebra la fiesta solemne de la Asunción de la Virgen María al cielo. El
Papa Pio XII proclamó solemnemente el dogma de la Asunción de María el 1° de
noviembre de 1950, en la Constitución 'Munificentisimus Deus':
"Después de elevar a Dios muchas y reiteradas
preces y de invocar la luz del Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios
omnipotente, que otorgó a la Virgen María su peculiar benevolencia; para honor
de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte;
para aumentar la gloria de la misma augusta Madre y para gozo y alegría de toda
la Iglesia, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los
bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos,
declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado que La Inmaculada Madre
de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrenal, fue
asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo".
¡Buenos días! Subes al cielo
Este es el día glorioso en que la Virgen Madre de
Dios subió a los cielos; todos la aclamamos, tributándole nuestra alabanza:
“Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. Dichosa eres
santa Virgen María, y digna de toda alabanza. De ti nació el sol de justicia,
Cristo, nuestro Dios”.
V. Bella y hermosa eres,
Hija de Jerusalén.
R. Bella y hermosa eres,
Hija de Jerusalén.
V. Subes al cielo,
resplandeciente como la aurora cuando amanece.
R. Hija de Jerusalén.
V. Gloria al Padre, y al
Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Bella y hermosa eres,
Hija de Jerusalén.
Los santos Padres en las homilías dirigidas al pueblo
en esta fiesta de la Asunción hablan como de algo ya conocido y aceptado por
todos. Destacan que el cuerpo sin vida de la Virgen María no se corrompió, y
pregonan su triunfo sobre la muerte y su glorificación en el cielo, a imitación
de su Hijo único Jesucristo.
* Enviado por el P.
Natalio
La Palabra de Dios Lecturas del día ♥ Primera Lectura: Ap 11:19; 12:1-6, 10
♥ Salmo: Sal 45:10-12, 16
♥ Segunda Lectura: 1 Cor 15,20-27
♥ Santo Evangelio: Lc 1,39-56
En aquellos días, se levantó María y se fue con
prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de
Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de
María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena del Espíritu
Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito
el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque,
apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno.
¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de
parte del Señor!».
Y dijo María: «Proclama mi alma la grandeza del Señor
y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador porque ha puesto los ojos en la
humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán
bienaventurada, porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su
nombre y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le
temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en su
propio corazón. Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes.
A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada. Acogió a
Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como había anunciado a
nuestros padres- en favor de Abraham y de su linaje por los siglos». María
permaneció con ella unos tres meses, y se volvió a su casa.
♥ Comentario:
Hoy celebramos la solemnidad de la Asunción de Santa
María en cuerpo y alma a los cielos. «Hoy —dice san Bernardo— sube al cielo la
Virgen llena de gloria, y colma de gozo a los ciudadanos celestes». Y añadirá
estas preciosas palabras: «¡Qué regalo más hermoso envía hoy nuestra tierra al
cielo! Con este gesto maravilloso de amistad —que es dar y recibir— se funden
lo humano y lo divino, lo terreno y lo celeste, lo humilde y lo sublime. El
fruto más granado de la tierra está allí, de donde proceden los mejores regalos
y los dones de más valor. Encumbrada a las alturas, la Virgen Santa prodigará
sus dones a los hombres».
El primer don que te prodiga es la Palabra, que Ella
supo guardar con tanta fidelidad en el corazón, y hacerla fructificar desde su
profundo silencio acogedor. Con esta Palabra en su espacio interior,
engendrando la Vida para los hombres en su vientre, «se levantó María y se fue
con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de
Zacarías y saludó a Isabel» (Lc 1,39-40). La presencia de María expande la
alegría: «Apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño
en mi seno» (Lc 1,44), exclama Isabel.
Sobre todo, nos hace el don de su alabanza, su misma
alegría hecha canto, su Magníficat: «Proclama mi alma la grandeza del Señor y
mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador...» (Lc 1,46-47). ¡Qué regalo más
hermoso nos devuelve hoy el cielo con el canto de María, hecho Palabra de Dios!
En este canto hallamos los indicios para aprender cómo se funden lo humano y lo
divino, lo terreno y lo celeste, y llegar a responder como Ella al regalo que
nos hace Dios en su Hijo, a través de su Santa Madre: para ser un regalo de
Dios para el mundo, y mañana un regalo de nuestra humanidad a Dios, siguiendo
el ejemplo de María, que nos precede en esta glorificación a la que estamos
destinados.
* P. Abad Dom Josep
ALEGRE Abad de Santa Mª de Poblet (Tarragona, España)
Santoral Católico: La Asunción de la Virgen
MaríaSolemnidad Litúrgica La Madre de Dios fue asociada estrechamente, por
voluntad del Padre, a los misterios de su Hijo. Así, al igual que Jesús,
también ella murió y fue sepultada. Pero, como dice el Prefacio, «el Señor no
quiso que conociera la corrupción del sepulcro la mujer que, por obra del
Espíritu, concibió en su seno al autor de la vida». Al respecto escribía Pío
XII: «A la manera que la gloriosa resurrección de Cristo fue parte esencial y
último trofeo de su más absoluta victoria sobre la muerte y el pecado, así la
lucha de la bienaventurada Virgen, común con su Hijo, había de concluir con la
glorificación de su cuerpo virginal... Por eso, la augusta Madre de Dios,
misteriosamente unida a Jesucristo desde toda la eternidad, consiguió, al fin,
como corona suprema de sus privilegios, ser conservada inmune de la corrupción
del sepulcro y, del mismo modo que antes su Hijo, vencida la muerte, ser
levantada en cuerpo y alma a la suprema gloria del cielo». Y la Constitución
papal que en 1950 declaró el dogma de la Asunción concluía con esta definición:
«Que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su
vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial».
Oración: Dios todopoderoso y eterno, que has
elevado en cuerpo y alma a los cielos a la inmaculada Virgen María, Madre de tu
Hijo, concédenos, te rogamos, que, aspirando siempre a las realidades divinas,
lleguemos a participar con ella de su misma gloria en el cielo. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
* Directorio Franciscano
– Aciprensa – Catholic.net
Pensamiento del día “Nuestra aspiración a la
vida eternaparece cobrar alas y remontarse
a cimas maravillosas,al reflexionar que nuestra Madre
Celeste está allá arriba,nos ve y nos contempla con
su mirada llena de ternura”(San Pablo VI) Tema del día:María asunta al cielo Hay dos fechas en el calendario de la Iglesia
universal que marcan todo el esplendor espiritual de María: es el comienzo y el
final de toda su existencia en esta tierra: la Inmaculada Concepción y la
Asunción al Cielo. En diferentes pueblos y en varias naciones hay advocaciones
marianas que encierran en sí toda la vida y belleza espiritual de María y por
lo tanto todo eso lo celebran en fechas determinadas; pero en la Iglesia
universal estas dos son las dos grandes celebraciones en honor a María. A ellas
dos podemos añadir el 1 de Enero, fiesta de la Madre de Dios.
La Asunción es una fiesta muy antigua y expresa un
sentimiento del pueblo cristiano. No lo narra el Nuevo Testamento, pero se fue
trasmitiendo en el pueblo cristiano, de modo que se levantaron muchos templos y
catedrales en honor de María en su Asunción. Desde 1950 es dogma de fe, cuando
el papa Pío XII, habiendo escuchado el parecer de toda la Iglesia, determinó
que todos lo tenemos que creer.
Asunción al Cielo, significa que fue a gozar con Dios
en el Cielo en cuerpo y alma, con todo su ser humano. No se trata de si hizo un
viaje por los aires o qué dirección tomó. Es una manera simbólica o metafórica
de expresar la gran verdad de que todo su ser comienza a vivir una vida más
especial en la presencia de Dios. El papa no quiso determinar si esto fue en el
momento de la muerte o tuvo una resurrección semejante a la de Jesucristo. Sólo
dijo: “cumplido el curso de su vida mortal”. Eso nos basta para que en este día
nos gocemos por la grandeza que Dios ha realizado con su madre. Alabemos con
ella a Dios por este gran beneficio y avivemos nuestra esperanza de poder un
día estar gozando con nuestra Madre en el Cielo.
Para poder llegar un día también nosotros al Cielo,
hoy la Iglesia nos invita a imitar lo más posible la vida de María. No es mucho
lo que los evangelios nos cuentan sobre su vida, ya que lo principal que
intentaban era reproducir la doctrina de Jesús. Pero hay datos muy expresivos.
Hoy en el evangelio se nos narra la visita que hizo María a su prima Isabel.
María se había enterado por el ángel de la Anunciación, que su prima, ya con
muchos años, estaba esperando a un niño y ya estaba en el sexto mes. María
piensa en atenderla durante esos últimos tres meses y va “de prisa” hacia la
montaña, donde vivía Isabel. Nos muestra en primer lugar la caridad, que en
cierto sentido es olvido de sus propias necesidades para atender a las
necesidades del prójimo.
También nos enseña la alegría, el optimismo y la
esperanza. Este gozo se expresa con ese ir “de prisa”, en el sentido material y
espiritual. Y con gozo porque dentro de sí tenía ya a Jesús. Nuestra vida debe
estar llena de gozo sabiendo que dentro de nuestro ser habita la Santísima
Trinidad, y especialmente en la comunión con Jesús.
Este gozo se hizo palabra en el saludo de María y en
la felicitación de Isabel cuando, llena del Espíritu Santo, comprendió quién
era la que venía a visitarla. María ya estaba llena del Espíritu Santo, porque
tenía en sí a Jesús, Hijo de Dios. Y donde está Jesús tiene que estar el
Espíritu Santo. Por eso María en su respuesta habla con la virtud y gracia del
Espíritu, glorificando a Dios, con la oración del Magnificat.
En el Magnificat aparece la acción de Dios sobre
ella: “Miró la humillación de su esclava e hizo cosas grandes”. Dios mira al
humilde para dar. Le había dado cosas grandes: ser Inmaculada, llena de gracia,
corredentora, medianera universal de las gracias y por fin la daría el llevarla
al Cielo en cuerpo y alma. Aparece la acción de María para con Dios, que es
alabar y dar gracias, que es reconocer que todo lo que tiene es recibido de la
bondad de Dios. Y aparece nuestra acción para con María: “Desde ahora me
felicitarán todas las generaciones”. Estas alabanzas que hoy damos a María en
definitiva son para Dios, autor de todas las bondades. Y muestra también
nuestra esperanza de que, si seguimos sus pasos en esta vida, como Cristo
resucitó primero, también nuestra vida terminará en una resurrección eterna.
(P. Silverio Velasco)
Poesía: La Asunción de la Virgen¿A dónde va, cuando se va, la llama?¿A dónde va, cuando se va, la rosa?¿Qué regazo, qué esfera deleitosa,qué amor del Padre la alza y la reclama? Esta vez como aquélla, aunque distinto;el Hijo ascendió al Padre en pura flecha.Hoy va la Madre al Hijo, va derecha,al Uno y Trino, al trono en su recinto. Por eso el aire, el cielo, rasga, horada,profundiza en columna que no cesa,se nos va, se nos pierde, pinceladade espuma azul en el azul sorpresa. No se nos pierde, no; se va y se queda.Coronada de cielos, tierra añoray baja en descensión de Mediadora,rampa de amor, dulcísima vereda.Gerardo Diego (1896-1987) Ofrecimiento para
sacerdotes y religiosas
Formulo
el siguiente ofrecimiento únicamente
para sacerdotes o religiosas que reciben diariamente "Pequeñas
Semillitas" por e-mail: Si desean recibir los comentarios del Evangelio
del domingo siguiente con dos o tres días de anticipación, para tener tiempo de
preparar sus meditaciones, homilías o demás trabajos pastorales sobre la
Palabra de Dios, pueden pedírmelo a feluzul@gmail.com
Sólo
deben indicar claramente su nombre, su correo electrónico, ciudad de residencia
y a qué comunidad religiosa pertenecen.
¡Hasta mañana! con Madre
Teresa Agosto 15
La grandeza de María reside en su humildad. Jesús,
quien vivió en estrechísimo contacto con ella, parecía querer que nosotros
aprendiéramos de él y de ella una lección solamente: ser mansos y humildes de
corazón. Supliquemos a María que haga nuestro corazón “manso y humilde” así
como modeló el corazón de su Hijo. Pues, por medio de ella y en ella, fue como
se forjó el corazón de Jesús.
FELIPE -Jardinero
de Dios-(el más pequeñito de
todos) 🌸BLOG ”PEQUEÑAS
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¡Buenos días!
La Palabra de Dios
Santoral Católico:
Poesía:
¡Hasta mañana! con Madre
Teresa
FELIPE
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