domingo, 2 de febrero de 2020

Pequeñas Semillitas 4233

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 15 - Número 4233 ~ Domingo 2 de Febrero de 2020
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
La Iglesia celebra hoy la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, en simultáneo con la fiesta de la Presentación del Señor. “La vida consagrada con María, esperanza de un mundo sufriente” es el lema de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada en este año 2020.
Se cumplen 20 años del Gran Jubileo 2000, convocado por san Juan Pablo II con el objetivo de que la Iglesia se preparara para cruzar el umbral del tercer milenio de la era cristiana, la cual comenzara 2000 años atrás, con el nacimiento de Cristo, punto culminante de la historia de la salvación.
Desafíos, renovación, recursos... son los aspectos que preocupan a los consagrados y consagradas hoy en día. Y para ellos, todos nosotros debemos elevar nuestra oración a Dios.

¡Buenos días!
Rescate heroico
La oración humilde y confiada es el poder que Dios pone en tus manos para que, como un niño sencillo, le pidas lo que necesites. Pero no debes suplicarle con desesperanza, ni con una oración agitada, como si quisieras exigirle el cumplimiento de tus deseos. A Dios hay que dejarle ser Dios y actuar con plena libertad. Él te ama, y sabe lo que más te conviene.

En la guerra de Corea, un soldado quedó gravemente herido a diez metros de una cueva donde se ocultaban sus compañeros. El fuego era tan intenso que resultaba arriesgado recoger al herido: significaba muerte segura. Desde la cueva escuchaban los gritos de socorro del caído. Un soldado que había mirado con frecuencia su reloj, salió de repente, arrastrándose hasta el compañero. Lo agarró y con suma lentitud lo arrastró hasta la cueva, mientras el ataque era intenso a su alrededor. Y, ¡cosa extraña!, ambos llegaron sin ser tocados por bala alguna. Al preguntar al héroe por qué esperó tanto para rescatar al herido, respondió: "Sabía que mi madre a esa hora todos los días estaría orando por mí”.

“Descarguen en el Señor sus inquietudes, ya que él se ocupa de ustedes”. En la Biblia, encontrarás esta exhortación y otras semejantes. Te ayudarán a fortalecer la confianza en Dios. Él te ofrece refugio “a la sombra de sus alas mientras vienen calamidades” de cualquier clase y magnitud. “No temas, contigo estoy. Yo te amo”,  te asegura Dios.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Mal 3, 1-4

Salmo: Sal 23, 7-10

Segunda Lectura: Heb 2, 14-18

Santo Evangelio: Lc 2,22-40
Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: «Todo varón primogénito será consagrado al Señor» y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor.
Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor. Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre Él, le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu salvación, la que has preparado a la vista de todos los pueblos, luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel». Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de Él.
Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Éste está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción —¡y a ti misma una espada te atravesará el alma!— a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones».
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad avanzada; después de casarse había vivido siete años con su marido, y permaneció viuda hasta los ochenta y cuatro años; no se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día en ayunos y oraciones. Como se presentase en aquella misma hora, alababa a Dios y hablaba del Niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén. Así que cumplieron todas las cosas según la Ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El Niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre Él.

Comentario:
Hoy, aguantando el frío del invierno, Simeón aguarda la llegada del Mesías. Hace quinientos años, cuando se comenzaba a levantar el Templo, hubo una penuria tan grande que los constructores se desanimaron. Fue entonces cuando Ageo profetizó: «La gloria de este templo será más grande que la del anterior, dice el Señor del universo, y en este lugar yo daré la paz» (Ag 2,9); y añadió que «los tesoros más preciados de todas las naciones vendrán aquí» (Ag 2,7). Frase que admite diversos significados: «el más preciado», dirán algunos, «el deseado de todas las naciones», afirmará san Jerónimo.
A Simeón «le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor» (Lc 2,26), y hoy, «movido por el Espíritu», ha subido al Templo. Él no es levita, ni escriba, ni doctor de la Ley, tan sólo es un hombre «justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel» (Lc 2,25). Pero el Espíritu sopla allí donde quiere (cf. Jn 3,8).
Ahora comprueba con extrañeza que no se ha hecho ningún preparativo, no se ven banderas, ni guirnaldas, ni escudos en ningún sitio. José y María cruzan la explanada llevando el Niño en brazos. «¡Puertas, levantad vuestros dinteles, alzaos, portones antiguos, para que entre el rey de la gloria!» (Sal 24,7), clama el salmista.
Simeón se avanza a saludar a la Madre con los brazos extendidos, recibe al Niño y bendice a Dios, diciendo: «Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu salvación, la que has preparado a la vista de todos los pueblos, luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel» (Lc 2,29-32).
Después dice a María: «¡y a ti misma una espada te atravesará el alma!» (Lc 2,35). ¡Madre!, —le digo— cuando llegue el momento de ir a la casa del Padre, llévame en brazos como a Jesús, que también yo soy hijo tuyo y niño.
Rev. D. Lluís RAVENTÓS i Artés (Tarragona, España)

Palabras de San Juan Pablo II 
“Debemos perdonar siempre,
recordando que nosotros mismos
hemos necesitado el perdón.
Tenemos necesidad de ser perdonados
mucho más a menudo que de perdonar”

Predicación del Evangelio:
Presentación del Señor
Hoy celebra la Iglesia la fiesta de la Presentación de Jesús en el templo. Es una fiesta principalmente del Señor. Por eso, al ser en domingo, se antepone a la liturgia dominical.

Jesús es presentado o se presenta y se ofrece, como cuando al entrar en el mundo se ofrecía: “Heme aquí que vengo a hacer tu voluntad”, un ofrecimiento que será continuo hasta llegar a la cruz. Pero también es fiesta de María: Ella es la que presenta a Jesús y se ofrece con su Hijo. Al ponerlo en las manos de Simeón, podemos decir que lo está presentando a todo el mundo. También quiere realizar algo que ordena la Ley. Se trataba de la Purificación de las madres a los 40 días de nacer el hijo. Por ello debían dar una ofrenda. Ellos como eran pobres, dieron dos tórtolas o pichones. Con ello el evangelista presenta a José y María como cumplidores de la Ley, personas religiosas y justas. Había también otra ofrenda, que era de cinco monedas de plata, como rescate del primogénito. Quizá san Lucas no lo menciona, para que quede más claro que aquel niño no les pertenece, sino que es propiedad de Dios.

Esta fiesta era muy antigua en Jerusalén, de la cual ya se habla por el año 350. Lo de la procesión de las candelas fue más tarde. Después, esta procesión de candelas quedó como algo propio de la liturgia, hasta llamarse la fiesta de la Candelaria. Es a Cristo, como luz del mundo, a quien queremos celebrar. Jesús es la luz del mundo y para el mundo, es revelación de Dios para todos los pueblos de la tierra. En aquel momento los ancianos Simeón y Ana son como los representantes de las esperanzas y anhelos de la raza humana. Simeón ve realizada su vida y dice que “ya puede irse en paz”. De hecho, en Jesús se cumplen todos los anhelos humanos. Podrá tener uno todos los adelantos materiales; pero su plena realización como persona humana y sobrenatural, en sus alegrías y tristezas, en sus relaciones con los demás y en su posibilidad de llegar a Dios, será sólo por medio de Jesucristo. Los grandes éxitos o fracasos no son por cambios políticos o sociales, sino por el cambio en el corazón.

Las palabras de Simeón para María son como una nueva anunciación, la de la misión universal. Así lo dice Juan Pablo II en la “Redemptoris Mater”: “El anuncio de Simeón parece como un segundo anuncio a María, dado que le indica la concreta dimensión histórica en la cual el Hijo cumplirá su misión, es decir, en la incomprensión y en el dolor” (nº 16). La misión de Jesús no será fácil, irá acompañada de conflicto y persecución. Por eso, hay quienes dicen que este misterio es más bien doloroso que gozoso. Comienza el misterio del sufrimiento de María, que tendrá su culminación al pie de la cruz. En verdad que una espada atravesaría su alma.

Esta fiesta nos debe estimular a realizar cada vez más una de las más hermosas oraciones y actitudes ante Dios: la de presentarnos y ofrecernos ante Él. Decía san Pablo: “Os ruego, hermanos, que ofrezcáis vuestros cuerpos, como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios; éste es el culto que debéis ofrecer” (Rom 12, 1). Hay que saber ofrecer a Dios, desde la mañana a la noche, nuestros pensamientos, afectos, deseos, planes, fracasos, alegrías y tristezas, todo nuestro ser y poseer. Esta es la ofrenda que agrada a Dios. Y para presentarnos ante Dios, estemos presentables. Claro que sabemos que cuanto más humildemente nos presentemos, Él, Padre lleno de misericordia, nos irá haciendo más presentables, limpiando nuestra alma.

Jesús es nuestra Luz. Decía san Sofronio, patriarca de Jerusalén, por el año 635: “Por eso vamos en procesión con velas en nuestras manos y nos apresuramos llevando luces; queremos demostrar que la Luz ha brillado sobre nosotros y queremos significar la gloria que debe venirnos a través de Él. Por eso corramos juntos al encuentro con Dios”. En verdad somos peregrinos en esta vida; pero caminamos guiados por la luz de Cristo y sostenidos por la esperanza de encontrar finalmente al Señor de la gloria en su Reino eterno. Que así se lo pidamos a Dios en esta fiesta.
Padre Silverio Velasco

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Ofrecimiento para sacerdotes y religiosas
  
Formulo el siguiente ofrecimiento únicamente para sacerdotes o religiosas que reciben diariamente "Pequeñas Semillitas" por e-mail: Si desean recibir los comentarios del Evangelio del domingo siguiente con dos o tres días de anticipación, para tener tiempo de preparar sus meditaciones, homilías o demás trabajos pastorales sobre la Palabra de Dios, pueden pedírmelo a feluzul@gmail.com  
Sólo deben indicar claramente su nombre, su correo electrónico, ciudad de residencia y a qué comunidad religiosa pertenecen.
  
Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.

 Desde Colombia llega un agradecimiento a Dios y a quienes rezaron por la señora Mélida R. de Q., que se recupera satisfactoriamente luego de su mastectomía total izquierda practicada días atrás en Bucaramanga, Departamento de Santander.

Desde Tennessee, USA., Ana J. da gracias a Dios y a las oraciones recibidas con motivo de la endoscopía respiratoria que se le realizó días atrás, esperando ahora que los resultados sean favorables y los tratamientos eficaces.

Desde Florida, USA, llegan buenas noticias sobre la evolución de Avistin, el niño prematuro por el que venimos rezando. Sigue internado y evoluciona bien, tolerando la alimentación por biberón y por sonda. Seguimos orando por él y su familia.

¡Hasta mañana! con Madre Teresa
Febrero 2
Oigamos a María para que nos enseñe, como hizo con su Hijo Jesús, a ser mansos y humildes de corazón, y de esta manera poder dar gloria a nuestro Padre que está en los cielos.
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

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