PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
14 - Número 4168 ~ Miércoles 20 de Noviembre de 2019
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Todos
los bautizados estamos llamados a difundir el Evangelio de Cristo. No lo
haremos movidos por simple altruismo o valores efímeros: lo realizaremos en
nombre de Aquel que tanto nos quiere y tanto nos ama: Dios. Lo celebraremos
entonando cánticos de alabanza, domingo tras domingo o, lo meditaremos, desde
esa Palabra que nos invita a poner en danza, en movimiento, en práctica lo que
hemos aprendido, recibido y oído.
¿Que
algunos intentarán matar esta esperanza? ¡No importa! Dios seguirá, desde su
opción por el hombre, empeñado en enviarnos a su Hijo que, en el altar, se
ofrece por nuestra salvación. Nunca nos faltará la iniciativa de Dios. Nunca,
aunque nos pueda parecer lo contrario, dejará de llover desde el cielo gotas de
Gracia que nos hagan producir, no los frutos corruptos que el mundo impone,
gesta, ambiciona o desea, sino aquellos que Dios espera de una vida cristiana
viva y no arrasada.
¡Buenos días!
Cuida y ama tu matrimonio
Cuando
ya no valoras y amas a la persona que Dios puso a tu lado; cuando te haces como
ciego ante las inmensas riquezas espirituales y humanas que tiene tu cónyuge;
cuando desconoces u olvidas el por qué te enamoraste del que después sería
contigo un solo ser, poco a poco se hunde la estabilidad de tu matrimonio.
Mucha gente, por descuido y desidia, se encuentra el
día menos pensado con un vacío grande... "desapareció el ser amado",
se rompió la vinculación afectiva. No se dieron cuenta de que al no cultivar la
ternura, la escucha, el respeto, el dedicar tiempo al encuentro personal; todo
esto produjo un enfriamiento, y un triste alejamiento de ambos. Todo ocurre
gradualmente, y un día cualquiera, se levantan y se dan cuenta de que "se
les murió el amor"; que ya nada los une. Se fueron alejando y fabricando
un mundo de indiferencia. Ya no hay resonancia en las palabras, en los
suspiros, en los anhelos... un frío interno ha congelado sus almas. Al final,
dos extraños viviendo juntos.
Aprecia
y cuida tu matrimonio. Juntos arrodíllense e imploren al Señor que entre en sus
vidas, que sea él quien conduzca su matrimonio, quien los mantenga unidos hasta
el final. ¡Hasta que la muerte los separe! Y no se olviden, con Dios todo esto
es más fácil y posible, porque con él, ustedes son invencibles. (Anónimo).
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas del día
♥ Primera Lectura: 2Mac 7, 1. 20-31
♥ Salmo: Sal 16, 1. 5-6. 8b. 15
♥ Santo Evangelio: Lc 19,11-28
En aquel tiempo, Jesús estaba cerca de Jerusalén y
añadió una parábola, pues los que le acompañaban creían que el Reino de Dios
aparecería de un momento a otro. Dijo pues: «Un hombre noble marchó a un país
lejano, para recibir la investidura real y volverse. Habiendo llamado a diez
siervos suyos, les dio diez minas y les dijo: ‘Negociad hasta que vuelva’. Pero
sus ciudadanos le odiaban y enviaron detrás de él una embajada que dijese: ‘No
queremos que ése reine sobre nosotros’.
»Y sucedió que, cuando regresó, después de recibir la
investidura real, mandó llamar a aquellos siervos suyos, a los que había dado
el dinero, para saber lo que había ganado cada uno. Se presentó el primero y
dijo: ‘Señor, tu mina ha producido diez minas’. Le respondió: ‘¡Muy bien,
siervo bueno!; ya que has sido fiel en lo mínimo, toma el gobierno de diez
ciudades’. Vino el segundo y dijo: ‘Tu mina, Señor, ha producido cinco minas’.
Dijo a éste: ‘Ponte tú también al mando de cinco ciudades’. Vino el otro y dijo:
‘Señor, aquí tienes tu mina, que he tenido guardada en un lienzo; pues tenía
miedo de ti, que eres un hombre severo; que tomas lo que no pusiste, y cosechas
lo que no sembraste’. Dícele: ‘Por tu propia boca te juzgo, siervo malo; sabías
que yo soy un hombre severo, que tomo lo que no puse y cosecho lo que no
sembré; pues, ¿por qué no colocaste mi dinero en el banco? Y así, al volver yo,
lo habría cobrado con los intereses’.
»Y dijo a los presentes: ‘Quitadle la mina y dádsela
al que tiene las diez minas’. Dijéronle: ‘Señor, tiene ya diez minas’. ‘Os digo
que a todo el que tiene, se le dará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se
le quitará. Y aquellos enemigos míos, los que no quisieron que yo reinara sobre
ellos, traedlos aquí y matadlos delante de mí’».
Y habiendo dicho esto, marchaba por delante subiendo
a Jerusalén.
♥ Comentario:
Hoy, el Evangelio nos propone la parábola de las
minas: una cantidad de dinero que aquel noble repartió entre sus siervos, antes
de marchar de viaje. Primero, fijémonos en la ocasión que provoca la parábola
de Jesús. Él iba “subiendo” a Jerusalén, donde le esperaba la pasión y la
consiguiente resurrección. Los discípulos «creían que el Reino de Dios
aparecería de un momento a otro» (Lc 19,11). Es en estas circunstancias cuando
Jesús propone esta parábola. Con ella, Jesús nos enseña que hemos de hacer
rendir los dones y cualidades que Él nos ha dado, mejor dicho, que nos ha
dejado a cada uno. No son “nuestros” de manera que podamos hacer con ellos lo
que queramos. Él nos los ha dejado para que los hagamos rendir. Quienes han
hecho rendir las minas —más o menos— son alabados y premiados por su Señor. Es
el siervo perezoso, que guardó el dinero en un pañuelo sin hacerlo rendir, el
que es reprendido y condenado.
El cristiano, pues, ha de esperar —¡claro está!— el
regreso de su Señor, Jesús. Pero con dos condiciones, si se quiere que el
encuentro sea amistoso. La primera es que aleje la curiosidad malsana de querer
saber la hora de la solemne y victoriosa vuelta del Señor. Vendrá, dice en otro
lugar, cuando menos lo pensemos. ¡Fuera, por tanto, especulaciones sobre esto!
Esperamos con esperanza, pero en una espera confiada sin malsana curiosidad. La
segunda es que no perdamos el tiempo. La espera del encuentro y del final
gozoso no puede ser excusa para no tomarnos en serio el momento presente.
Precisamente, porque la alegría y el gozo del encuentro final será tanto mejor
cuanto mayor sea la aportación que cada uno haya hecho por la causa del reino
en la vida presente.
No falta, tampoco aquí, la grave advertencia de Jesús
a los que se rebelan contra Él: «Aquellos enemigos míos, los que no quisieron
que yo reinara sobre ellos, traedlos aquí y matadlos delante de mí» (Lc 19,27).
P. Pere SUÑER i Puig SJ (Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Edmundo
Mártir
Nació de familia sajona en torno al año 841, y siendo
aún muy joven fue coronado rey de la Inglaterra oriental (condados de Norfolk y
Suffolk). En el gobierno mostró un gran sentido de la justicia, una enorme
equidad y responsabilidad en sus decisiones, a la vez que una profunda piedad
cristiana. En la guerra con los daneses, paganos, cayó prisionero. Le
exigieron, para quedar en libertad, que firmara un tratado contrario a la
justicia y a la religión, y que renegara de su fe. Él se negó y lo decapitaron.
Era el año 869.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano –
Catholic.net
Palabras de Benedicto
XVI
“No tengamos miedo de
combatir el mal junto a Jesús.
No tengamos miedo de
afrontar, también nosotros,
el combate contra el
espíritu del mal:
lo importante es que lo
hagamos con Él, con Cristo, el vencedor”
Tema del día:
La palabra SHALOM
La palabra SHALOM...
es una palabra hebrea que acostumbra a traducirse al español como
"PAZ". Pero su profundidad y
significado tienen un alcance mucho mayor...
SHALOM no es una simple ausencia de conflicto, entre
naciones o entre personas, ni una simple tranquilidad en nuestros días
calmos. En su raíz semita (sh-l-m)
significa "estar lleno, sentirse completo, abarcado, en plenitud".
SHALOM es una vivencia plena de todos los dones de
Dios; la alegría, la abundancia, la comunión, la fecundidad, la belleza, la
compasión, la creatividad, la esperanza, la libertad...
SHALOM no es sólo un sentimiento o situación
existencial, sí una experiencia de una vida recreada, llena de sentido.
SHALOM es vivir entero en la vida, o sea, estar
entero en sí mismo, poner todo en todo lo que se es y lo que se hace.
SHALOM significa habitar cada rincón del propio ser y
de su propia historia.
SHALOM es la paz de los que dan lo mejor de sí mismo
y no tienen vergüenza de no ser infalibles.
SHALOM es una experiencia de la totalidad humana, la
sensación de que todas las dimensiones de nuestra personalidad caminan como una
sola en el amor.
SHALOM es la paz de los corazones sabios que ven todo
con su real tamaño, ven pequeño lo que es pequeño, y ven grande lo que es
grande. Por eso, no se asustan con facilidad y tienen una manera especial para
maravillarse...
SHALOM es la paz de los viejos sabios que sonríen con
los ojos, y la paz de los niños cuando en brazos de la madre se alimentan de su
leche...
SHALOM es "estar de bien" con la Vida,
consigo propio, con Dios, con los Hombres y con el Universo.
Meditaciones de
“Pequeñas Semillitas”
Jesús, en el Evangelio, se retiraba a orar cada vez
que debía tomar una decisión importante, como por ejemplo elegir a sus doce
apóstoles. También estuvo rezando en el Huerto de los Olivos antes de enfrentar
su tremenda Pasión.
Así también debemos preceder nosotros, y cuando
tengamos que tomar alguna decisión importante, dediquemos un buen tiempo antes
a la oración, porque el Señor nos quiere iluminar, pero si no le pedimos luz a
través de la oración, no tendremos la claridad suficiente para acertar en la
elección correcta.
Cuanto más recemos, tanto mejor haremos la elección
apropiada, porque la oración aclara los más oscuros caminos, y el Señor no deja
desamparado y a la deriva a quien se refugia en Él, y a Él le pide consejo mediante
la oración.
No es que si rezamos vendrá un ángel a decirnos lo
que tenemos que hacer, pero al menos tendremos suficiente luz para elegir lo
correcto.
Por eso también es bueno rezar por los sucesos
futuros, para que Dios ya desde ahora vaya predisponiendo las cosas para que
todo se cumpla según su voluntad adorable. Si rezamos ya desde ahora para lo
que vendrá, estamos seguros de que saldremos victoriosos en todos los
aconteceres del tiempo futuro.
(Portal de oración)
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los
que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para
que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto
con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de
Jesús y del Inmaculado Corazón de María;
por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los
cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras patologías graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por el eterno descanso de las almas
de Beatriz y Rodolfo, de Córdoba,
Argentina, que ayer fueron llamados ante el Padre celestial.
Pedimos oración para para Josh E, en Santa Clara, California, por un problema legal
(judicial) que afectaría en gran forma a su único hijo. Que el Señor Jesús, que
conoce en detalle lo que sucede, le conceda su ayuda para que todo se resuelva
con bien.
Pedimos oración para dos personas de Colombia: la
niña Sara Daniela A. M., de 16 año,
quien presenta síntomas de una enfermedad aún no diagnosticada (se sospecha
eventual anorexia temprana), por lo que la colocamos en las Santas Manos de
nuestro Señor Jesucristo para que obre el milagro de la salud en ella, siempre
con la segura intercesión de nuestra Madre, la Virgen María. Y para María
Edilma T., con cáncer, a quien han vuelto a practicar radio y quimioterapia,
rogando para ella la acción sanadora del Señor de los Milagros.
Continuamos unidos en oración por medio del rezo del
Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras
preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de
nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz,
rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia
sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser
abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los
deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin
rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Cinco minutos con Jesús
Noviembre 20
El hecho de que Jesús se apartara, este buscar la
soledad para entregarse a la oración, lo vemos repetidas veces en distintos
pasajes del Evangelio, y esto es no poco aleccionador para el apostolado.
No pienses que tanto más apostolado realizarás cuanto
más te muevas o más hables o más te preocupes; el verdadero apostolado es
fruto, no de un temperamento inquieto o dinámico, sino de una fuerza interior
comunicada por el Espíritu Santo.
Trabaja mucho en tu apostolado, preocúpate por los
demás, pero reza mucho más al Padre de todas las luces, para que tu apostolado
sea eficiente.
(Padre Alfonso Milagro)
FELIPE
-Jardinero
de Dios-
(el más pequeñito de
todos)
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