PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
14 - Número 4059 ~ Miércoles 10 de Julio de 2019
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Cuando
tu vida se acerca a la vida de otro, te vuelves responsable por la forma en que
afectas los sentimientos de esa persona.
Amistad,
significa dejar de lado los propios problemas y sentimientos y tomarse el
tiempo para escuchar.
Implica
ayudar siempre que sea posible, aun cuando sea un inconveniente o represente
una carga.
La
amistad requiere fortaleza, paciencia y comprensión, pero más que nada, exige
mucho amor.
¡Buenos días!
Saber agradecer
Ser agradecidos es propio de corazones nobles. No es
lo común. Cuando Jesús curó a diez leprosos, sólo uno regresó a dar las
gracias. El reconocimiento de los favores recibidos hace quedar bien consigo
mismo por haber hecho lo que es justo y correcto. Desde luego, el que beneficia
a alguien debe hacerlo por pura bondad. Pero le es grato verse agradecido.
Hay que saber decir
“gracias”. Nuestros días están colmados de regalos que Dios nos envía. Si
supiéramos verlos y llevar la cuenta de todos, llegaríamos a la noche,
deslumbrados y radiantes ante tantos dones recibidos. Como niños en día de
Reyes. Y miraríamos agradecidos a Dios. Y fiados en que él nos lo da todo,
seríamos felices al saber que todos los días nos dará regalos nuevos y
distintos. Todo es don de Dios. Aún las cosas más pequeñas. Y don suyo es toda
esta colección de regalos que es la vida. Vida que será rosa o sombría, según
utilicemos esos dones. (Michel Quoist).
San Pablo exhortaba a los cristianos de Colosas a
“vivir dando gracias a Dios”. Ejercítate y verás que te ayuda a vivir la
relación con Dios de una forma concreta y existencial, descubriendo con gozo
los dones que te regala a cada paso. Es una oración que ensancha el corazón y
descansa la mente. Acostúmbrate a practicarla.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas del día
♥ Primera Lectura: Gn 41, 53-57; 42, 5-7a. 17-24a
♥ Salmo: Sal 32, 2-3. 10-11. 18-19
♥ SANTO EVANGELIO: Mt 10,1-7
En aquel tiempo, llamando a sus doce discípulos, les
dio poder sobre los espíritus inmundos para expulsarlos, y para curar toda
enfermedad y toda dolencia. Los nombres de los doce Apóstoles son éstos:
primero Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago el de Zebedeo y su
hermano Juan; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo el publicano; Santiago el de
Alfeo y Tadeo; Simón el Cananeo y Judas el Iscariote, el mismo que le entregó.
A éstos doce envió Jesús, después de darles estas instrucciones: «No toméis
camino de gentiles ni entréis en ciudad de samaritanos; dirigíos más bien a las
ovejas perdidas de la casa de Israel. Id proclamando que el Reino de los Cielos
está cerca».
♥ Comentario:
Hoy, el Evangelio nos muestra a Jesús enviando a sus
discípulos en misión: «A éstos doce envió Jesús, después de darles estas
instrucciones» (Mt 10,5). Los doce discípulos forman el “Colegio Apostólico”,
es decir “misionero”; la Iglesia, en su peregrinación terrena, es una comunidad
misionera, pues tiene su origen en el cumplimiento de la misión del Hijo y del
Espíritu Santo según los designios de Dios Padre. Lo mismo que Pedro y los
demás Apóstoles constituyen un solo Colegio Apostólico por institución del
Señor, así el Romano Pontífice, sucesor de Pedro, y los Obispos, sucesores de
los Apóstoles, forman un todo sobre el que recae el deber de anunciar el
Evangelio por toda la tierra.
Entre los discípulos enviados en misión encontramos a
aquellos a los que Cristo les ha conferido un lugar destacado y una mayor
responsabilidad, como Pedro; y a otros como Tadeo, del que casi no tenemos
noticias; ahora bien, los evangelios nos comunican la Buena Nueva, no están
hechos para satisfacer la curiosidad. Nosotros, por nuestra parte, debemos orar
por todos los obispos, por los célebres y por los no tan famosos, y vivir en
comunión con ellos: «Seguid todos al obispo, como Jesucristo al Padre, y al
colegio de los ancianos como a los Apóstoles» (San Ignacio de Antioquía). Jesús
no buscó personas instruidas, sino simplemente disponibles, capaces de seguirle
hasta el final. Esto me enseña que yo, como cristiano, también debo sentirme
responsable de una parte de la obra de la salvación de Jesús. ¿Alejo el mal?,
¿ayudo a mis hermanos?
Como la obra está en sus inicios, Jesús se apresura a
dar una consigna de limitación: «No toméis camino de gentiles ni entréis en
ciudad de samaritanos; dirigíos más bien a las ovejas perdidas de la casa de
Israel. Id proclamando que el Reino de los Cielos está cerca» (Mt 10,5-6). Hoy
hay que hacer lo que se pueda, con la certeza de que Dios llamará a todos los
paganos y samaritanos en otra fase del trabajo misionero.
Rev. D. Fernando PERALES i Madueño (Terrassa, Barcelona, España)
Santoral Católico:
Manuel Ruiz y compañeros
Mártires
En la noche del 9 al 10 de julio de 1860, fueron
martirizados en Damasco, por la plebe drusa, ocho franciscanos, todos españoles
menos uno, y tres seglares nativos, por no querer renegar del cristianismo para
abrazar el Islam. Eran miembros de la Custodia de Tierra Santa y formaban la
comunidad de Damasco, parroquia, colegio y a la vez escuela de idiomas para los
misioneros. Indicamos sus nombres: Manuel Ruiz, guardián de la casa, nacido en
San Martín de Ollos (Santander); Carmelo Bolta, vicario, especialista en árabe
y maestro de los misioneros, nacido en Real de Gandía (Valencia); Engelberto
Kolland, políglota, natural del Tirol (Austria); Ascanio Nicanor, profesor del
colegio, nacido en Villarejo de Salvanés (Madrid); Nicolás Alberca, estudiante
de árabe, nacido en Aguilar de la Frontera (Córdoba); Pedro Soler, se preparaba
para la ordenación sacerdotal, nacido en Lorca (Murcia); Francisco Pinazo,
hermano profeso, nacido en Alpuente (Valencia); Juan Santiago Fernández,
hermano profeso, nacido en Moire (Orense); y los Massabki, Francisco, Mooti y
Rafael, tres hermanos de sangre, maronitas seglares.
Oración: Señor,
Dios, que concediste a los bienaventurados Manuel Ruiz y compañeros la gracia
de confirmar la fe en tu nombre al derramar la propia sangre; concédenos, por
los méritos y ejemplos de estos mártires, que se robustezca la fe de los fieles
y que todos los pueblos sean conducidos a la luz del Evangelio. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Catholic.net
Otros santos de hoy
Santas Anatolia y Victoria – San Canuto de Dinamarca –
Santas Rufina y Segunda – Santa Amelia – San Pedro Vincioli - San Cristóbal
Pensamiento del día
"Cuida de tu cuerpo
como si fueras a vivir siempre.
Cuida de tu alma como si
fueras a morir mañana"
(San Agustín)
Historias:
La cebolla
“Había una vez una vieja muy mala que murió. La mujer
no había realizado en su vida ni una sola acción buena y la echaron en el lago
de fuego. Pero el ángel de la guarda que estaba allí pensó:
- “¿Qué buena acción podría recordar para decírselo a
Dios?” Entonces recordó algo y se lo manifestó:
- Una vez arrancó de su huertecillo una cebolla y se
la dio a un pobre.
Y Dios le respondió complacido: “Toma tú mismo esa
cebolla y échasela al lago de forma que pueda agarrarse a ella. Si puedes
lograr sacarla del fuego, irá al purgatorio y luego al paraíso, pero si la
cebolla se rompe tendrá que quedarse donde está”.
El ángel corrió hasta donde estaba la mujer y le
alargó la cebolla:
- “Toma, mujer, agárrate fuerte, vamos a ver si te
puedo sacar”.
Y comenzó a tirar con cuidado. Cuando ya casi la
había sacado del todo, los demás pecadores que estaban en el lago de fuego se
dieron cuenta y empezaron todos a agarrarse a ella para poder también salir de
allí. Pero la mujer era mala, muy mala, y les daba patadas diciendo:
- “Me van a sacar solo a mí, no a vosotros: es mi
cebolla, no la vuestra”.
Pero apenas había pronunciado estas palabras, cuando
la cebolla se rompió en dos y la mujer volvió a caer en el lago de fuego. Allí
arde hasta el día de hoy. El ángel se echó a llorar y se fue. «No estamos
destinados a salvarnos solos».
Meditaciones de
“Pequeñas Semillitas”
No tiene derecho a criticar el que no elogia
habitualmente. Un padre que jamás alaba las cosas que su hijo hace bien –y todo
el mundo hace muchas cosas bien–, ¿qué derecho tendría a reprenderlo cuando se
equivoca? Un jefe que jamás estimula a sus colaboradores, ¿no se despoja de
razón para corregir cuando estos fallan? El que en política jamás encuentra
nada válido en sus gobernantes, ¿no demuestra en sus críticas que, o es
neurótico o tiene anteojeras políticas para reprocharlos? La crítica valiosa es
la de quien, estando en principio siempre dispuesto al elogio, se ve, en algún
caso, obligado a criticar.
No se debe criticar nada que no se ame. Si toda
crítica va dirigida a conseguir el bien y no a destruir, ¿no es lógico que sólo
se critique aquello cuyo bien se quiere? Criticamos con derecho a los
gobernantes cuando de hecho queremos a nuestro país, y lo demostramos a diario
con nuestro trabajo. Tenemos derecho a criticar a la Iglesia si la amamos. Y
con tanta más razón criticamos al hijo o al esposo cuanto más les demostremos
constantemente nuestro amor. La crítica del enemigo ni crea nada, ni nada
aporta. Lógicamente, cuando se critica lo que se ama se critica con amor, con
tanta delicadeza como la que se emplea al curar una herida. Por ello, en una
crítica rebozada de ironías o sarcasmos, puede haber un desahogo del que
critica, no una esperanza de verdadera mejoría.
Nunca se debe formular una crítica sin que, antes, el
propio crítico se haya preguntado por la parte de responsabilidad que él tiene
en lo que reprocha. Lo cierto es que cuando algo marcha mal, nadie de los que
rodean ese mal puede estar seguro de tener limpias sus manos. ¿Cómo criticar a
un país que produce poco, si no empezamos todos a cumplir nuestro deber?
¿Criticar a la jerarquía por la mala marcha de la Iglesia, no será una excusa
para tapar nuestros errores? ¿Retar a un hijo porque llega tarde a casa no es
un pretexto cuando no se ha empezado por hacer llevadera la convivencia
adentro? Es evidente que se critica de manera distinta cuando uno se siente
involucrado en lo que se discute. Y en verdad, sólo debería criticarse “desde
dentro”, comenzando por la confesión de nuestra propia culpa. El criticado
entenderá mucho mejor su error si empezamos a compartir con él el nuestro.
Porque no entenderá la crítica como una agresión hecha desde afuera, sino como
una colaboración practicada desde dentro. Desde dentro del corazón.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los
que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para
que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto
con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de
Jesús y del Inmaculado Corazón de María;
por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y
martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros
hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el
abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por
los pacientes internados en la Casa de la Bondad en Córdoba (Argentina); por los niños con cáncer
y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por
los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las
víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad
de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento;
por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración para dos hermanos de Chiquinquirá,
Colombia: Maria Camila, médico que
quiere especializarse y no ha sido fácil el ingreso, y Daniela, quien termino odontología y empieza su año rural en la
ciudad de Pasto. Que la Virgen patrona de Colombia, las proteja y pida a Jesús
por ellas, para que logren plasmar sus vocaciones con felicidad.
Continuamos unidos en oración por medio del rezo del
Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras
preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de
nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz,
rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia
sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser
abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los
deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin
rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Cinco minutos con Jesús
Julio 10
Jesús nos ha llamado a amarnos los unos a los otros y
el cumplimiento de este mandamiento distingue al cristiano del que no lo es. En esto todos reconocerán que ustedes son
mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a los otros (Jn 13,35).
El amor a Dios se ha de vivir y se ha de expresar en
al amor al prójimo. El amor al prójimo no puede limitarse a ser meramente
antropológico, es decir, amar al hombre por el hombre, sino que en el cristiano
ha de ser teológico, en cuanto el cristiano reconoce a Dios en su prójimo y ama
a Dios en el prójimo.
Por eso, lo que hagamos a alguno de nuestros
hermanos, en último término es a Dios a quien se lo hacemos, todo el secreto
del cristianismo consiste en saber descubrir a Dios, que está en los seres de
la naturaleza, pero muy en particular y de un modo muy paternal en sus hijos
que sufren.
(Padre Alfonso Milagro)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito
de todos)
Páginas de Felipe de Urca:
|
”PEQUEÑAS SEMILLITAS”
|
”JUAN PABLO II INOLVIDABLE”
|
FACEBOOK de “FELIPE DE URCA”
|
FACEBOOK de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”
|
TWITTER de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”
|
INSTAGRAM: FELIPE DE URCA
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.