PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
13 - Número 3610 ~ Sábado 3 de Marzo de 2018
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Todos nosotros,
llamados a la santidad, somos también el hijo pródigo. “La vida humana es, es
cierto modo, un constante volver hacia la casa de nuestro Padre. Volver
mediante la contrición... Volver por medio de ese sacramento del perdón en el
que, al confesar nuestros pecados, nos revestimos de Cristo y nos hacemos así
hermanos suyos, miembros de la familia de Dios “. Confiar en Dios requiere, de
cada uno de nosotros, que nos pongamos en sus manos. Esta confianza en Dios,
base de la conversión del corazón, requiere que auténticamente estemos dispuestos
a soltarnos en Él.
Pidámosle a
Jesucristo hacer de esta conversión del corazón, un soltar, un entregarnos
plenamente en nuestro interior y en nuestras obras a Dios. Sigamos el ejemplo
que Cristo nos da en la Eucaristía y transformemos nuestro corazón en un lugar
en el cual Dios nuestro Señor se encuentra auténticamente como en su casa, se
encuentra verdaderamente amado y se encuentra con el don total de cada uno de
nosotros.
P. Cipriano Sánchez
¡Buenos días!
Prodigios de misericordia
Los
salmos te ofrecen la oportunidad de descubrir pensamientos que impactan con
fuerza. Son como perlas que encuentras. Puedes subrayarlos y coleccionarlos.
Cuando tengas un conjunto apreciable, intenta unirlos con cierta lógica, y
tendrás un precioso collar de frases luminosas para guía, consuelo y animación
en tu camino. Es lo que aquí te presento: un bello collage.
En medio de tu templo, Señor, medito en tu
misericordia (48). Recuerdo las proezas del Señor, sí, recuerdo tus antiguos
portentos, medito todas tus obras, considero tus hazañas. ¡Oh Dios!, tus
caminos son santos. ¿Qué Dios es grande como nuestro Dios? (77). Bendito seas,
Señor, que has hecho por mí prodigios de misericordia. (31). Gustad y ved qué
bueno es el Señor (34). ¿Con qué pagaré al Señor todo el bien que me hizo?
(116). Bendice, alma mía al Señor y no olvides nunca sus beneficios (103). El
poderoso ha hecho obras grandes por mí, su nombre es santo y su misericordia
llega a sus fieles de generación en generación (Lc 1, 49-50).
Tener
fe es haber descubierto el inmenso amor que Dios tiene por ti; y, ante tan
enorme y fascinante hallazgo, organizar toda tu vida como una respuesta fiel y
coherente. El Espíritu de Dios, Espíritu de amor, te ayude a interiorizar este
pensamiento en la meditación, porque está en el centro de la auténtica relación
con el Señor. Que él te asista y te bendiga.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, viendo que todos los publicanos y los pecadores se acercaban a Jesús
para oírle, los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: «Este acoge a los
pecadores y come con ellos». Entonces les dijo esta parábola. «Un hombre tenía
dos hijos; y el menor de ellos dijo al padre: ‘Padre, dame la parte de la
hacienda que me corresponde’. Y él les repartió la hacienda. Pocos días después
el hijo menor lo reunió todo y se marchó a un país lejano donde malgastó su
hacienda viviendo como un libertino. Cuando hubo gastado todo, sobrevino un
hambre extrema en aquel país, y comenzó a pasar necesidad. Entonces, fue y se
ajustó con uno de los ciudadanos de aquel país, que le envió a sus fincas a
apacentar puercos. Y deseaba llenar su vientre con las algarrobas que comían
los puercos, pero nadie se las daba. Y entrando en sí mismo, dijo: ‘¡Cuántos
jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, mientras que yo aquí me muero
de hambre! Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo
y ante ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus
jornaleros’. Y, levantándose, partió hacia su padre.
»Estando
él todavía lejos, le vio su padre y, conmovido, corrió, se echó a su cuello y
le besó efusivamente. El hijo le dijo: ‘Padre, pequé contra el cielo y ante ti;
ya no merezco ser llamado hijo tuyo’. Pero el padre dijo a sus siervos: ‘Traed
aprisa el mejor vestido y vestidle, ponedle un anillo en su mano y unas
sandalias en los pies. Traed el novillo cebado, matadlo, y comamos y celebremos
una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba
perdido y ha sido hallado’. Y comenzaron la fiesta.
»Su
hijo mayor estaba en el campo y, al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la
música y las danzas; y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era
aquello. El le dijo: ‘Ha vuelto tu hermano y tu padre ha matado el novillo
cebado, porque le ha recobrado sano’. Él se irritó y no quería entrar. Salió su
padre, y le suplicaba. Pero él replicó a su padre: ‘Hace tantos años que te
sirvo, y jamás dejé de cumplir una orden tuya, pero nunca me has dado un
cabrito para tener una fiesta con mis amigos; y ¡ahora que ha venido ese hijo
tuyo, que ha devorado tu hacienda con prostitutas, has matado para él el
novillo cebado!’ Pero él le dijo: ‘Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo
mío es tuyo; pero convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano
tuyo estaba muerto, y ha vuelto a la vida; estaba perdido, y ha sido hallado’».
(Lc 15,1-3.11-32)
Comentario:
Hoy
vemos la misericordia, la nota distintiva de Dios Padre, en el momento en que contemplamos
una Humanidad “huérfana”, porque —desmemoriada— no sabe que es hija de Dios.
Cronin habla de un hijo que marchó de casa, malgastó dinero, salud, el honor de
la familia... cayó en la cárcel. Poco antes de salir en libertad, escribió a su
casa: si le perdonaban, que pusieran un pañuelo blanco en el manzano, tocando
la vía del tren. Si lo veía, volvería a casa; si no, ya no le verían más. El
día que salió, llegando, no se atrevía a mirar... ¿Habría pañuelo? «¡Abre tus
ojos!... ¡mira!», le dice un compañero. Y se quedó boquiabierto: en el manzano
no había un solo pañuelo blanco, sino centenares; estaba lleno de pañuelos
blancos.
Nos
recuerda aquel cuadro de Rembrandt en el que se ve cómo el hijo que regresa,
desvalido y hambriento, es abrazado por un anciano, con dos manos diferentes:
una de padre que le abraza fuerte; la otra de madre, afectuosa y dulce, le acaricia.
Dios es padre y madre...
«Padre,
he pecado» (cf. Lc 15,21), queremos decir también nosotros, y sentir el abrazo
de Dios en el sacramento de la confesión, y participar en la fiesta de la
Eucaristía: «Comamos y celebremos una fiesta, porque este hijo mío estaba
muerto y ha vuelto a la vida» (Lc 15,23-24). Así, ya que «Dios nos espera
—¡cada día!— como aquel padre de la parábola esperaba a su hijo pródigo» (San
Josemaría), recorramos el camino con Jesús hacia el encuentro con el Padre,
donde todo se aclara: «El misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio
del Verbo encarnado» (Concilio Vaticano II).
El
protagonista es siempre el Padre. Que el desierto de la Cuaresma nos lleve a
interiorizar esta llamada a participar en la misericordia divina, ya que la
vida es un ir regresando al Padre.
Rev. D. Llucià POU i Sabater (Granada, España)
Santoral Católico:
Santa Teresa Eustoquio
Virgen Fundadora
Nació
en Bérgamo (Italia) el año 1801, de familia noble y piadosa. Recibió una
educación exquisita, y desde su juventud siguió un intenso proceso de
purificación interior, que le hizo vivir con angustia la experiencia mística de
la ausencia de Dios. Superadas sus dudas y ansiedades, pasó un tiempo con las
benedictinas, pero comprendió que su camino hacia Dios era otro. Se dedicó a la
enseñanza, y así llegó a fundar en 1831 la Congregación de las Hijas del
Sagrado Corazón, en medio de una sociedad atribulada por las revueltas de
Italia, el jansenismo y las secuelas de la Revolución Francesa. Sensible a las
necesidades de su tiempo, la caridad la llevó a ella y a sus religiosas a
cuidarse incluso de situaciones graves y arriesgadas: atienden a las jóvenes en
peligro, a los hogares deshechos, a los niños sin familia; enseñan en las
escuelas públicas, dan catecismo, asisten a los enfermos. Murió en Brescia el 3
de marzo de 1852. Fue canonizada por Juan Pablo II en 2001.
© Directorio Franciscano - Aciprensa
Palabras del Santo Padre Pío
"No
te detengas en la búsqueda de la verdad
y
en la conquista del sumo Bien.
¿Por
qué les tiene que preocupar
el
que Jesús los quiera llevar a la patria celestial
por
los desiertos o por los campos,
si
por los primeros y por los segundos
se
llega del mismo modo a la eterna bienaventuranza?"
AVISO IMPORTANTE
“Pequeñas Semillitas” no se editará
desde el 10 al 31 de marzo por vacaciones.
Volveremos el Domingo de Pascua de Resurrección (1 de
abril).
Muchas gracias.
Grandes
Biografías:
Martin Luther King
Clérigo
y Premio Nóbel estadounidense, uno de los principales líderes del movimiento
para la defensa de los derechos civiles e importante defensor de la resistencia
no violenta a la represión racial.
King
nació en Atlanta (Georgia), el 15 de enero de 1929, hijo mayor de un ministro
baptista. Ingresó en el Morehouse College a los 15 años y fue ordenado ministro
baptista a los 17. Graduado en el Crozer Theological Seminary en 1951, realizó
su trabajo de postrado en la Universidad de Boston.
Los
estudios de King en Crozer y Boston le llevaron a investigar los trabajos del
nacionalista indio Mahatma Gandhi, cuyas ideas se convirtieron en el centro de
su propia filosofía de protesta no violenta. En 1954 King aceptó el
nombramiento de pastor en la Iglesia baptista de Dexter Avenue en Montgomery
(Alabama).
Ese
mismo año, el Tribunal Supremo de Estados Unidos prohibió la educación pública
segregacionista que mantenían numerosos estados del sur. En 1955 se pidió a
King que dirigiera un boicot contra una compañía de transportes públicos en
Montgomery, a raíz del arresto de una mujer negra tras negarse a dejar su
asiento a un pasajero blanco. Durante la protesta de 381 días, King fue
arrestado y encarcelado, su vivienda fue destrozada y recibió muchas amenazas
contra su vida. El boicot finalizó en 1956 con una orden del Tribunal Supremo
prohibiendo la segregación en el transporte público de la ciudad.
El
boicot de Montgomery fue una victoria evidente de la protesta no violenta y
King surgió como un líder muy respetado. Conscientes de ello, los clérigos
negros de todo el Sur fundaron la Conferencia de Líderes Cristianos del Sur
(SCLC), siendo elegido King su presidente.
En
una visita a la India en 1959 King pudo desarrollar más claramente su comprensión
del satyagraha, principio de persuasión no violenta de Gandhi, que King había
determinado utilizar como principal instrumento de protesta social. Al año
siguiente dejó su pastorado en Montgomery para ejercer con su padre en la
Iglesia baptista de Ebenezer en Atlanta, movimiento estratégico para permitirle
participar más eficazmente en el liderazgo nacional del floreciente movimiento
de derechos civiles.
En
ese momento el liderazgo negro sufría una transformación radical. En un
principio centrado en la reconciliación, ahora pedía un cambio 'por cualquier
medio posible'. Las diferencias de ideología y jurisdicción entre la SCLC y
otros grupos (Poder Negro y Musulmanes Negros) fue inevitable, pero el
prestigio de King aseguró que la no violencia, siguiera siendo la estrategia
principal de resistencia. En 1963 dirigió una multitudinaria campaña a favor de
los derechos civiles en Birmingham (Alabama) para lograr el censo de votantes
negros, acabar con la segregación y conseguir una mejor educación y alojamiento
en los estados del sur. Durante estas campañas no violentas fue arrestado
varias veces. Dirigió la histórica 'marcha' a Washington (28 de agosto de 1963)
donde pronunció su famoso discurso 'I have a dream' ('Yo tengo un sueño'). En
1964 King fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz.
Según
pasaba el tiempo, King se preocupó cada vez más por la variedad de formas que
la violencia puede adoptar. También fue evidente que muchas ciudades de los
estados del norte que habían enviado manifestantes a la protesta en el sur eran
descuidados en la corrección de la discriminación racial. Al final, King creyó
que la guerra que entonces continuaba con pleno vigor en Vietnam hacía inviable
la solución de los problemas locales de las relaciones humanas.
En
estos dos últimos aspectos, las estrategias de King fueron objetadas. En
Chicago, donde se lanzó su primera campaña importante en el norte, los
baptistas negros locales se le opusieron públicamente. También allí los
manifestantes se enfrentaron con bandas de blancos, armados con palos y
dirigidos por neonazis uniformados y miembros del Ku Klux Klan. Por lo que se
refiere a la guerra del Vietnam, muchos sintieron que sus problemas perdían
prioridad y que el liderazgo negro debería concentrarse en la lucha de la injusticia
racial dentro de Estados Unidos. Sin embargo, a comienzos de 1967, King se
había asociado a los dirigentes del movimiento contra la guerra,
independientemente de su color.
La
posterior preocupación de King por Vietnam y su determinación en dirigir una
'marcha del pueblo pobre' sobre Washington incrementaron las posibilidades de
que se atentara contra su vida. El 4 de abril de 1968 King fue asesinado en
Memphis (Tennessee). James Earl Ray, un preso blanco que había escapado de la
prisión, fue arrestado por el asesinato; declarado culpable, en marzo de 1969
fue sentenciado a 99 años de cárcel. En 1986, el tercer lunes de cada mes de
enero fue designado fiesta nacional en conmemoración de los derechos civiles de
los negros (Martin Luther King había nacido el 15 de enero). Su lugar de
nacimiento y tumba en Atlanta fueron designados lugares históricos nacionales.
Mensaje
de María Reina de la Paz
Mensaje
de María Reina de la Paz del 2 de marzo de 2018
“Queridos
hijos, grandes obras ha hecho en mí el Padre Celestial, como las hace en todos
aquellos que tiernamente lo aman y le sirven con fe. Hijos míos, el Padre
Celestial os ama y por su amor yo estoy aquí con vosotros. Él os habla, ¿por
qué no queréis ver los signos? Con Él todo es más fácil: el dolor vivido con Él
se vuelve más tenue porque existe la fe. La fe ayuda en el dolor y sin la fe el
dolor lleva a la desesperación. El dolor vivido y ofrecido a Dios enaltece.
¿Acaso no ha sido mi Hijo quien por su doloroso sacrificio ha salvado el mundo?
Como Madre suya estaba con Él en el dolor y en el sufrimiento, como estoy con
todos vosotros. Hijos míos, estoy con vosotros en la vida, en el dolor, en el
sufrimiento, en la alegría y en el amor. Por eso tened esperanza. La esperanza
hace comprender que la vida está ahí. Hijos míos yo os hablo, mi voz habla a
vuestra alma, mi Corazón habla a vuestro corazón. ¡Oh apóstoles de mi amor!,
cuánto os ama mi Corazón materno, cuántas cosas deseo enseñaros. Cuánto desea mi
Corazón materno que estéis completos, y podéis estarlo solamente cuando en
vosotros el alma, el cuerpo y el amor estén unidos. Os ruego, como hijos míos:
orad por la Iglesia y sus servidores —vuestros pastores; que la Iglesia sea
como mi Hijo la desea: pura como agua de manantial y llena de amor. ¡Os doy las
gracias!”
Cada día de Cuaresma
Todos somos como el hijo pródigo
I.
Todos somos hijos de Dios y, siendo hijos, somos también herederos (Romanos 8,
17). La herencia es un conjunto de bienes incalculables y de felicidad sin
límites, que sólo en el Cielo alcanzará su plenitud y seguridad completa. Hasta
entonces tenemos la posibilidad de marcharnos lejos de la casa paterna y
malgastar los bienes de modo indigno a nuestra condición de hijos de Dios.
Cuando el hombre peca gravemente, se pierde para Dios, y también para sí mismo,
pues el pecado desorienta su camino hacia el Cielo; es la mayor tragedia que
puede sucederle a un cristiano. Se aparta radicalmente del principio de vida,
que es Dios, por la pérdida de la gracia santificante; pierde los méritos que
ha logrado durante su vida, se incapacita para adquirir otros nuevos, y queda
de algún modo sujeto a la esclavitud del demonio. Fuera de Dios es imposible la
felicidad, incluso aunque durante un tiempo pueda parecer otra cosa.
II.
En el examen de conciencia se confronta nuestra vida con lo que Dios esperaba,
y espera de ella. En el examen, con la ayuda de la gracia, nos conocemos como
en realidad somos. Los santos se han reconocido siempre pecadores porque, por
su correspondencia a la gracia, han abierto las ventanas de su conciencia, de
par en par, a la luz de Dios, y han podido conocer bien su alma. En el examen
también descubriremos las omisiones en el cumplimiento de nuestro compromiso de
amor a Dios y a los hombres, y nos preguntaremos: ¿a qué se deben tantos
descuidos? La soberbia también tratará de impedir que nos veamos tal como
somos: han cerrado sus oídos y tapado sus ojos, a fin de no ver con ellos
(Mateo 13, 15).
III.
Todos nosotros, llamados a la santidad, somos también el hijo pródigo. “La vida
humana es, es cierto modo, un constante volver hacia la casa de nuestro Padre.
Volver mediante la contrición... Volver por medio de ese sacramento del perdón
en el que, al confesar nuestros pecados, nos revestimos de Cristo y nos hacemos
así hermanos suyos, miembros de la familia de Dios “(San Josemaría Escrivá, ‘Es
Cristo que pasa’). Hemos de acercarnos a la Confesión sin desfigurar la falta
ni justificarla. Con humildad, sencillez y sinceridad. Con verdadero dolor por
haber ofendido a nuestro Padre. El Señor, por Su misericordia, nos devuelve en
la Confesión lo que habíamos perdido por el pecado: la gracia y la dignidad de
hijos de Dios. Y la vuelta acaba siempre en una fiesta llena de alegría.
© Francisco Fernández Carvajal
Los cinco minutos del Espíritu Santo
Marzo 3
Repitamos
dulcemente esta oración, que se utiliza en la Liturgia oriental para invocar al
Espíritu Santo:
"Rey
celeste, Espíritu consolador, Espíritu de verdad, que estás presente en todas
partes y lo llenas todo.
Tesoro
de todo bien y fuente de vida, ven.
Habita
en nosotros, purifícanos y sálvanos, tú que eres bueno. Amén."
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el
más pequeñito de todos)
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