miércoles, 19 de noviembre de 2008

Pequeñas Semillitas 0559

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Número 0559 ~ Miércoles 19 de Noviembre de 2008
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)



Hola !!!
Estés donde estés; seas lo que seas; tengas lo que tengas; ocupes la posición que ocupes... siempre habrá alguien, que te estará observando. Alguien que anhela ser como tú, parecerse a ti, actuar como tú, estar donde tú estás. Tener lo que tú tienes, llegar a donde tú llegaste, o, quizás, ocupar tu posición.
Siempre serás un modelo para alguien. Con tus actos, con tus actitudes, con tus expresiones; con tu comportamiento....



La Palabra de Dios : Evangelio del día



En aquel tiempo, Jesús estaba cerca de Jerusalén y añadió una parábola, pues los que le acompañaban creían que el Reino de Dios aparecería de un momento a otro. Dijo pues: «Un hombre noble marchó a un país lejano, para recibir la investidura real y volverse. Habiendo llamado a diez siervos suyos, les dio diez minas y les dijo: ‘Negociad hasta que vuelva’. Pero sus ciudadanos le odiaban y enviaron detrás de él una embajada que dijese: ‘No queremos que ése reine sobre nosotros’.
»Y sucedió que, cuando regresó, después de recibir la investidura real, mandó llamar a aquellos siervos suyos, a los que había dado el dinero, para saber lo que había ganado cada uno. Se presentó el primero y dijo: ‘Señor, tu mina ha producido diez minas’. Le respondió: ‘¡Muy bien, siervo bueno!; ya que has sido fiel en lo mínimo, toma el gobierno de diez ciudades’. Vino el segundo y dijo: ‘Tu mina, Señor, ha producido cinco minas’. Dijo a éste: ‘Ponte tú también al mando de cinco ciudades’. Vino el otro y dijo: ‘Señor, aquí tienes tu mina, que he tenido guardada en un lienzo; pues tenía miedo de ti, que eres un hombre severo; que tomas lo que no pusiste, y cosechas lo que no sembraste’. Dícele: ‘Por tu propia boca te juzgo, siervo malo; sabías que yo soy un hombre severo, que tomo lo que no puse y cosecho lo que no sembré; pues, ¿por qué no colocaste mi dinero en el banco? Y así, al volver yo, lo habría cobrado con los intereses’.
»Y dijo a los presentes: ‘Quitadle la mina y dádsela al que tiene las diez minas’. Dijéronle: ‘Señor, tiene ya diez minas’. ‘Os digo que a todo el que tiene, se le dará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Y aquellos enemigos míos, los que no quisieron que yo reinara sobre ellos, traedlos aquí y matadlos delante de mí’».
Y habiendo dicho esto, marchaba por delante subiendo a Jerusalén.
(Lucas 19, 11-28)

Comentario
Hoy, el Evangelio nos propone la parábola de las minas: una cantidad de dinero que aquel noble repartió entre sus siervos, antes de marchar de viaje. Primero, fijémonos en la ocasión que provoca la parábola de Jesús. Él iba “subiendo” a Jerusalén, donde le esperaba la pasión y la consiguiente resurrección. Los discípulos «creían que el Reino de Dios aparecería de un momento a otro» (Lc 19,11). Es en estas circunstancias cuando Jesús propone esta parábola. Con ella, Jesús nos enseña que hemos de hacer rendir los dones y cualidades que Él nos ha dado, mejor dicho, que nos ha dejado a cada uno. No son “nuestros” de manera que podamos hacer con ellos lo que queramos. Él nos los ha dejado para que los hagamos rendir. Quienes han hecho rendir las minas —más o menos— son alabados y premiados por su Señor. Es el siervo perezoso, que guardó el dinero en un pañuelo sin hacerlo rendir, es el que es reprendido y condenado.
El cristiano, pues, ha de esperar —¡claro está!— el regreso de su Señor, Jesús. Pero con dos condiciones, si se quiere que el encuentro sea amistoso. La primera es que aleje la curiosidad malsana de querer saber la hora de la solemne y victoriosa vuelta del Señor. Vendrá, dice en otro lugar, cuando menos lo pensemos. ¡Fuera, por tanto, especulaciones sobre esto! Esperamos con esperanza, pero en una espera confiada sin malsana curiosidad. La segunda es que no perdamos el tiempo. La espera del encuentro y del final gozoso no puede ser excusa para no tomarnos en serio el momento presente. Precisamente, porque la alegría y el gozo del encuentro final será tanto mejor cuanto mayor sea la aportación que cada uno haya hecho por la causa del reino en la vida presente.
No falta, tampoco aquí, la grave advertencia de Jesús a los que se rebelan contra Él: «Aquellos enemigos míos, los que no quisieron que yo reinara sobre ellos, traedlos aquí y matadlos delante de mí» (Lc 19,27).
P. Pere Suñer i Puig SJ (Barcelona, España)



Santoral Católico



San Odón


Odón en germano significa: "superior de muchos". Este santo se hizo famoso porque fue el superior del monasterio más célebre de su tiempo, el de Cluny, y porque tuvo bajo su dirección más de mil monjes en diversos conventos.

Su nacimiento fue el fruto de muchas oraciones de sus padres, que deseaban tener un hijo pero la esterilidad no les permitía tenerlo. Nació el 25 de diciembre del 879. Cuando era joven empezó a sentir terribles dolores de cabeza y ningún médico lograba curarlo. Al fin su padre y él prometieron a Dios que se iría de religioso si se curaba. La curación le llegó muy pronto.

Un día leyó las Reglas que San Benito hizo para sus monasterios y se dio cuenta de que él estaba muy lejos de la santidad, y entonces pidió ser admitido como monje en un convento de San Benito.

El año 910 fue fundado el famoso Monasterio benedictino de Cluny (en Francia) y el fundador lo llevó a él como ayudante. Después de la muerte del fundador quedó Odón como Superior del inmenso monasterio.

Por muchos años fue Odón el superior casi irremplazable de Cluny, y como allí se refugiaban grandes pecadores que deseaban llevar una vida de santidad y de penitencia, él gobernaba de manera muy rígida, porque era necesario que quien se iba a de religioso lo hiciera con toda seriedad. Y así logró llevar a sus religiosos a un alto grado de santidad.

Al principio Odón se dedicaba más al estudio que a la oración, pero en una visión, contempló que su alma era como un vaso muy hermoso pero lleno de serpientes. Con esto comprendió que si no se dedicaba totalmente a la oración y a la meditación no sería agradable a Dios, y desde entonces su vida fue un orar continuo y fervoroso y un meditar constante en temas religiosos.

Él mismo narraba que cuando era un joven monje una noche a medianoche, en pleno invierno, mientras iba al templo a la oración, se encontró con un mendigo que tiritaba de frío. Él le regaló su manto, pero tuvo que tiritar también de frío durante toda la oración. Mas al llegar a su celda se encontró con una moneda de oro sobre su cama, y con eso compró un nuevo manto.

Odón insistía muchísimo en que se rezaran con gran fervor los salmos y en que se observara un gran silencio en el monasterio. Y fue formando monjes tan fervorosos que con ellos logró fundar otros 15 monasterios más.

El Sumo Pontífice lo llamó varias veces a Roma para que le ayudara a calmar las guerras civiles, y con su gran ascendiente y su mucha fama de santidad lograba que se hicieran las paces entre los que guerreaban.

A veces al llegar a algunos monasterios relajados a exigir estricta observancia fue recibido con amenazas muy serias, pero luego al conocerlo más de cerca, los revoltosos se calmaban y se volvían sus grandes amigos y le obedecían totalmente.

Al morir el 19 de noviembre del año 942, dejaba monasterios muy fervorosos por muchos sitios importantes de Europa y con ello contribuyó inmensamente al resurgimiento del espíritu religioso.



Pensamiento


"Con frecuencia subestimamos el poder de una caricia, de una sonrisa, de una palabra de bondad, de un oído atento, de un halago honesto o un pequeño acto de caridad... todos los cuales tienen el gran potencial de cambiar una vida"



Tema del día : El dolor



El dolor en sí mismo no es un mal que tengamos que evitar a toda costa.

El dolor es un maestro que nos puede enseñar muchas cosas.

El dolor nos instruye, nos dice que cambiemos, que dejemos de hacer una cosa y emprendamos otra, que dejemos de pensar en cierta forma y empecemos a pensar en forma diferente. Y cuando nos negamos a escuchar al dolor y a sus enseñanzas, lo único que nos queda es convertirnos en escapistas.

Efectivamente, lo que decimos es: no voy a escuchar, no voy a aprender, no voy a cambiar.

Las personas abiertas y que van creciendo no toman a regañadientes la pedagogía del dolor y buscan el cambio. Intentan respuestas y correcciones adecuadas.

Los otros no escuchan las enseñanzas del dolor. Se contentan con establecerse y vivir con el 10 % de su potencial humano. Se contentan con morir, sin haber realmente vivido.

Mediante las verdaderas y permanentes relaciones del amor, podemos recobrar la aceptación de nosotros mismos, la realización de lo que valemos. Si poseemos estas dos cualidades, todo lo demás se irá desplazando en dirección del crecimiento, por el sendero de la paz.

Cuando faltan el amor y el sentido del valor personal, lo único que queda es una existencia parcial. Y así solo podremos lograr una fracción de lo que pudimos haber logrado y sido.

La Gloria de Dios que consiste en que la persona viva plenamente, habrá quedado recortada. Aprendamos del dolor!!!

Autor: J. Powell



Meditación breve


Acceder a un callado momento con Dios significa volver la espalda a la actividad exterior, aspirar hondo y relajarse plenamente, hasta alcanzar un estado de calma.
En silencio voy más allá del reposo. Se me abre la puerta de un sitio de quietud interior donde comulgo con Dios. En este sitio de silencio y comunión conozco el tierno toque de Dios, que me llena el cuerpo y aquieta la mente. Siento el cálido fulgor del amor divino que se alza suavemente dentro de mí, calmando y sanando mi cuerpo, mi mente y mis emociones. Sé y entiendo el amor incondicional de Dios por mí.
En silencio con Dios recuerdo quién soy yo. Me colma la paz que sobrepasa todo entendimiento. Desde este lugar vuelvo a mi diario vivir y saboreo la plenitud de la vida.
En un callado momento con Dios conozco su tierno toque.
Gra Baq



Pedidos de oración



Pedimos oración por Carlos Eugenio, que es hermano de nuestra lectora mexicana Rosa Elena Lugo Azuela, y es ministro de la Eucaristía. Este hermano es soltero, vive solo, está enfermo y se niega a atender su salud. Por ello rogamos al Jesús de la Eucaristía que sane el cuerpo y el alma de Carlos Eugenio por los méritos de su cruz.


Pedimos oración por la salud de Agustina V., lectora argentina de "Pequeñas Semillitas", que tiene problemas renales por los que se tiene que dializar día por medio. Que el Señor la mire con bondad y le conceda la salud que tanto necesita.


Pedimos oración por la salud de Dardo D., de 37 años de edad, que vive en G. Chávez, Buenos Aires, Argentina, que está bajo plan de quimioterapia por un tumor maligno de testículo con metástasis. Dardo es muy joven y tiene tres hijos. Pedimos a la Santísima Virgen María que interceda para que se recupere la salud de este hijo suyo.


Pedimos oración por Liliana A., que vive en Devoto, provincia de Córdoba, Argentina y que está padeciendo una muy seria enfermedad por la que necesita de todas nuestras oraciones y de la mirada bondadosa de Jesús que la restablezca pronto su salud.


Pedimos oración por la señora Nilda Beatriz M., de 62 años de edad, que vive en el Chaco, Argentina, y que padece de artritis reumatoidea desde hace más de 20 años, siendo ésta una enfermedad muy dolorosa y a la vez invalidante. Roguemos que el buen Jesús con su infinito amor le procure un alivio en sus molestias y facilidad en sus desplazamientos.


Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.



Los cinco minutos de María - por Alfonso Milagro



Nunca diga tu boca lo que tu pensamiento no acepta; nunca diga tu boca lo que tu vida no predica y nunca vivas como no piensas que se debe vivir.
Pocas son las ocasiones en las que el Evangelio nos menciona a la Virgen María; menos aún las veces en las que ella tomó la palabra; pero las pocas palabras suyas que nos han sido transmitidas brillan por su prudencia y por su mesura, como dándonos ejemplo y enseñándonos el modo en que nosotros debemos hablar: siempre verazmente y con debida prudencia.

Nuestra Señora de la verdad, que nos sumemos a tu canto profético proclamando la libertad de los hijos de Dios y el cumplimiento de la promesa.


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-

pequesemillitas@gmail.com

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