domingo, 29 de octubre de 2023

Pequeñas Semillitas 5468

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 18 - Número 5468 ~ Domingo 29 de Octubre de 2023
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
Eran los días últimos de Jesús. El evangelio nos trae en estos días diversos enfrentamientos verbales con sus adversarios, que eran sobre todo los fariseos y saduceos. Hoy nos presenta a un fariseo que con cierta mala intención le pregunta a Jesús cuál es el principal mandamiento de la ley. Esto se debía a que, además de los diez mandamientos, se habían acumulado diversas normas legales, por lo que entre los fariseos, más o menos entendidos en la Ley, tenían sus discusiones sobre lo que debería ser más importante.
Jesús enseña que lo más importante es el amor: el amor a Dios, como estaba claramente expresado en el Antiguo Testamento; pero que unido a este mandamiento, hay otro igualmente importante, que es el amor al prójimo. Hoy nos dice Jesús que el amor tiene dos direcciones, amar a Dios y amar al prójimo. Pero están unidos formando un solo motor. Son como dos alas de un ave que vuelan conjuntas. Querer amar a Dios sin amar al prójimo es como una trampa; pero querer amar al ser humano sin amar a Dios, es empequeñecer todo amor.
El evangelio de hoy nos invita a redescubrir lo esencial de nuestra fe en estos dos mandamientos inseparables: el amor a Dios y al prójimo. Recuperemos lo esencial.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Éx 22,20-26
 
Salmo: Sal 17, 2-3a. 3bc-4. 47 y 51ab
 
Segunda Lectura: 1Tes 1,5c-10
 
Santo Evangelio: Mt 22,34-40
En aquel tiempo, cuando oyeron los fariseos que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en grupo, y uno de ellos le preguntó con ánimo de ponerle a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento mayor de la Ley?». Él le dijo: ‘Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente’. Éste es el mayor y el primer mandamiento. El segundo es semejante a éste: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’. De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas».
 
Comentario:
Hoy nos recuerda la Iglesia un resumen de nuestra “actitud de vida” («De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas»: Mt 22,40). San Mateo y San Marcos lo ponen en labios de Jesucristo; San Lucas de un fariseo. Siempre en forma de diálogo. Probablemente le harían al Señor varias veces preguntas similares. Jesús responde con el comienzo del Shemá: oración compuesta por dos citas del Deuteronomio y una de Números, que los judíos fervientes recitaban al menos dos veces al día: «Oye Israel! El Señor tu Dios (...)». Recitándola se tiene conciencia de Dios en el quehacer cotidiano, a la vez que recuerda lo más importante de esta vida: Amar a Dios sobre todos los “diosecillos” y al prójimo como a sí mismo. Después, al acabar la Última Cena, y con el ejemplo del lavatorio de los pies, Jesús pronuncia un “mandamiento nuevo”: amarse como Él nos ama, con “fuerza divina” (cf. Jn 14,34-35).
Hace falta la decisión de practicar de hecho este dulce mandamiento —más que mandamiento, es elevación y capacidad— en el trato con los demás: hombres y cosas, trabajo y descanso, espíritu y materia, porque todo es criatura de Dios.
Por otro lado, al ser impregnados del Amor de Dios, que nos toca en todo nuestro ser, quedamos capacitados para responder “a lo divino” a este Amor. Dios Misericordioso no sólo quita el pecado del mundo (cf. Jn 1,29), sino que nos diviniza, somos “partícipes” (sólo Jesús es Hijo por Naturaleza) de la naturaleza divina; somos hijos del Padre en el Hijo por el Espíritu Santo. A san Josemaría le gustaba hablar de “endiosamiento”, palabra que tiene raigambre en los Padres de la Iglesia. Por ejemplo, escribía san Basilio: «Así como los cuerpos claros y trasparentes, cuando reciben luz, comienzan a irradiar luz por sí mismos, así relucen los que han sido iluminados por el Espíritu. Ello conlleva el don de la gracia, alegría interminable, permanencia en Dios... y la meta máxima: el Endiosamiento». ¡Deseémoslo!
* Dr. Johannes VILAR (Köln, Alemania) - Textos EVENGELI NET
 
Pensamiento del día
«Debes amar a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente; es decir, tus pensamientos, tus palabras, tus acciones deben ser para Él; has de pensar sólo en Él, vivir sólo por Él, desearlo sólo a Él. Si lo posees, posees todo; si lo pierdes, pierdes todo. ¿Qué has amado hasta este momento? No lo podrías pensar sin avergonzarte. ¡Oh Jesús! hazte conocer de los hombres y te amarán. Porque te conozco poco es que te amo poco.»
(SAN AGUSTÍN)
 
Predicación del Evangelio:
El primer mandamiento
“Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley? Él le dijo: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser». Este mandamiento es el principal y primero” (Mt 22,37)
 
Es lo que Dios ordenó a Israel, ahí se resumen la Ley y los Profetas. Y no puede ser de otra manera, pues todo lo creado está sujeto a Dios, y la criatura libre, debe libremente tener como su Señor a Dios.
 
Además, Dios es la suma Bondad, sumamente amable, es el Amor. No se trata de una odiosa obligación de someterse a quien es eterno y poderoso, sino de amar a nuestro Padre celestial.
 
La virtud del orden inclina a quien la posee a tener unas prioridades a lo largo del día y de la semana. También lleva a poner cada cosa en su sitio; pero sobre todo a tener unas prioridades en la inteligencia y en los afectos, dando importancia a lo que la tiene, dedicando el tiempo necesario a cada asunto, y no más que el necesario.
 
El orden exterior es una manifestación del orden interior de la persona. Cada uno ordena su vida según un criterio. Los ficheros de libros, por ejemplo se ordenan
por orden alfabético, por materias, por autores, etc. El criterio en nuestra vida por el que ordenemos nuestros actos tiene que ser la santidad, es decir, la caridad con Dios. Todo, absolutamente todo tiene que estar sometido a este fin. Incluso el amor a los demás y el trabajo.
 
Lo primero es Dios: lo principal en la semana –incluso en el día– es dar culto a Dios. Lo primero es la oración, las normas de piedad, y, sobre todo, la participación en la Misa. Salvo urgente y grave necesidad, hay que hacer antes las normas de piedad que otras “obligaciones”, que sí pueden esperar. El Cielo no puede esperar.
 
Tenemos que hacer examen para ver cuáles son nuestras las prioridades, a qué le damos más importancia, a qué dedicamos más tiempo.
 
¿Dónde tengo el corazón, en qué pienso habitualmente? ¿A quién hago yo esperar? ¿Dedico mucho tiempo a mis cosas, a mis aficiones? ¿Es ése el momento en que debo de hacerlo? ¿Están mis amores ordenados a Dios, o realmente amo a alguna persona como si fuera un dios?
 
Señor, que no me entren las prisas para tus cosas. ¿Cómo te puedo demostrar mejor mi cariño?
 
(P. Jesús Martínez García)
 
Poesía
Soneto de lo posible
 
Puede ser que una vez, en un desvelo,
descubramos que el mundo es una fiesta,
y encontremos al fin esa respuesta
que desde siempre nos esconde el cielo.
 
Puede ser que una noche, en algún vuelo,
ganemos sin querer alguna apuesta…
y advirtamos que un alma está dispuesta
a servirnos de paz y de consuelo.
 
Puede ser que el transcurso de los años
nos vaya proponiendo otra corriente
dejándonos con suerte y sin extraños,
 
y aunque en la piel nos queden cicatrices…
desde el viejo pasado hasta el presente,
puede ser que logremos ser felices.
.
(Mario Benedetti)
 
Nuevo vídeo y artículo
 
Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet
referido al Evangelio de este Domingo.
Para verlo tienes que ir al final de esta página:
 
Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
sobre el tema: Oración por la PAZ de san Juan Pablo II
Puedes acceder en la dirección:
 
Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.
 
💕 Desde Canadá, escribe Elena y dice: “Agradecemos a Dios Padre, Hijo y al Santo Espíritu de Dios, y a la Virgencita nuestra Madre, por responder nuestras plegarias por la salud de mi hija Katia Elena. Luego de cuatro cirugías, está en casa con cuidados en dos heridas abiertas aun; pero, con la Mano Divina obrando diariamente en ella y fortificando su fe, su cuerpo y alma e igual dando fuerzas a toda nuestra familia.
 
💕 Desde Colombia, nuestra lectora Ileana C. agradece a la infinita misericordia de Dios por la liberación de 22 personas colombianas que estaban retenidos por la dictadura de Nicaragua desde hace años y ahora expulsados de ese país, entre ellos su hijo Luis Felipe, que luego de once años y cuatro meses llega de regreso a Medellín. Nos sumamos a la oración de acción de gracias y seguimos rezando por las personas injustamente detenidas por el dictador nicaragüense, entre ellos el obispo Rolando Álvarez.
 
💕 Desde San Lorenzo, Santa Fe, Argentina, la familia de Pamela P., de 42 años de edad, agradece a Dios y a los orantes por la recuperación que ha experimentado su salud luego de padecer neumonía bilateral, siendo que además ella está inmunosuprimida por padecer nefritis lúpica. Nos sumamos a la plegaria de acción de gracias.
 
Bendito seas, Dios mío, porque a pesar de ser yo indigno de toda ayuda, tu generosidad e infinita bondad nunca dejan de otorgar el bien aún a los ingratos y a los que se han apartado de ti. Conviértenos a ti, para que seamos agradecidos, humildes y piadosos, pues Tú eres nuestra salud, nuestra fortaleza y nuestra salvación.
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
El dolor puede conducir a una triste rebelión en las personas que no lo quieren aceptar. Sin embargo, el dolor es siempre una oportunidad que el hombre tiene para crecer interiormente.
Todos nos habremos admirado alguna vez de la gran altura de espíritu de las personas que sufren serenamente. De aquellos a quienes los años de sufrimiento les han hecho madurar. De aquellos a quienes la enfermedad ha producido tesoros de fortaleza y humildad. Se descubre en todos, al final de su vida, una serie de rasgos que difícilmente habrían surgido si no hubieran sufrido tanto.
La vida de todos los hombres tiene unas cosas buenas y otras menos buenas. Lo que no podemos pretender es que, por tener fe, nuestra vida tenga que ser como una balsa o disfrutar de la felicidad de un cuento de hadas, o vivir en un perpetuo descanso físico, psíquico y afectivo. No podemos pretender que los problemas tengan que desaparecer por sí solos por el mero hecho de creer en Dios. O que los dolores de cabeza deban convertirse en efluvios místicos. O que las preocupaciones tengan también que desvanecerse como por arte de magia. Es verdad que la fe ayuda a afrontar esas situaciones y a estar alegre, pero no las hace desaparecer. Las personas con fe no dejan de ser personas normales.
(Alfonso Aguiló)
 
Recordando al Padre Natalio
A María Inmaculada
San Francisco de Asís decía: “Cuando digo el Avemaría, los cielos sonríen, los ángeles cantan y los demonios tiemblan y huyen”. Don Bosco recordaba a los chicos: “María nos asegura que, si somos devotos suyos, nos tendrá como hijos suyos, nos cubrirá con su manto, nos colmará de bendiciones en este mundo para obtenernos después el Paraíso”. Te presento hoy una sencilla y hermosa oración para celebrar a nuestra Madre Inmaculada.
 
Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti celestial princesa, Virgen Sagrada María, yo te ofrezco en este día, alma, vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.
 
Concluye esta breve plegaria con un acto de gran confianza: la entrega y abandono en su poderosa protección e intercesión maternal. ¿Por qué no memorizarla y decirla al menos una vez cada día? Que el nombre de María sea alegría para tu corazón, miel para tus labios y melodía para tus oídos, como decía san Antonio de Padua.
(P. Natalio)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
 
 
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