sábado, 22 de noviembre de 2025

Pequeñas Semillitas 6169

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 20 - Número 6169 ~ Sábado 22 de Noviembre de 2025
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
Dios está vivo en su Palabra para iluminarte, consolarte, fortalecerte… Pero debes acercarte a ella con verdadera fe. Antes de leerla es adecuado que te pongas en la presencia del Señor con alguna oración que te ambiente en un clima de devoción y acogida cordial del don de Dios. Puedes rezarle para ello al Espíritu Santo.
La actitud de humilde escucha es decisiva para leer con provecho, pero es un don que debes pedirle al Señor con la confianza de un hijo. Y el libro sagrado te animará con promesas de vida sin fin, será para ti una escalera para subir al cielo, te ofrecerá normas simples de vida inocente y te descubrirá el amor entrañable de Dios por ti. Que sea tu alimento cotidiano.
(PADRE NATALIO BÉRTOLO)
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
- SÁBADO 33 DEL TIEMPO ORDINARIO -
Primera Lectura: 1 Macabeos 6, 1-13
 
Salmo: Sal 9, 2-3. 4 y 6. 16b y 19
 
Santo Evangelio: Lc 20,27-40
En aquel tiempo, acercándose a Jesús algunos de los saduceos, esos que sostienen que no hay resurrección, le preguntaron: «Maestro, Moisés nos dejó escrito que si muere el hermano de alguno, que estaba casado y no tenía hijos, que su hermano tome a la mujer para dar descendencia a su hermano. Eran siete hermanos; habiendo tomado mujer el primero, murió sin hijos; y la tomó el segundo, luego el tercero; del mismo modo los siete murieron también sin dejar hijos. Finalmente, también murió la mujer. Ésta, pues, ¿de cuál de ellos será mujer en la resurrección? Porque los siete la tuvieron por mujer».
Jesús les dijo: «Los hijos de este mundo toman mujer o marido; pero los que alcancen a ser dignos de tener parte en aquel mundo y en la resurrección de entre los muertos, ni ellos tomarán mujer ni ellas marido, ni pueden ya morir, porque son como ángeles, y son hijos de Dios, siendo hijos de la resurrección. Y que los muertos resucitan lo ha indicado también Moisés en lo de la zarza, cuando llama al Señor el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. No es un Dios de muertos, sino de vivos, porque para Él todos viven».
Algunos de los escribas le dijeron: «Maestro, has hablado bien». Pues ya no se atrevían a preguntarle nada.
 
Comentario:
Hoy, la Palabra de Dios nos habla del tema capital de la resurrección de los muertos. Curiosamente, como los saduceos, también nosotros no nos cansamos de formular preguntas inútiles y fuera de lugar. Queremos solucionar las cosas del más allá con los criterios de aquí abajo, cuando en el mundo que está por venir todo será diferente: «Los que alcancen a ser dignos de tener parte en aquel mundo y en la resurrección de entre los muertos, ni ellos tomarán mujer ni ellas marido» (Lc 20,35). Partiendo de criterios equivocados llegamos a conclusiones erróneas.
Si nos amáramos más y mejor, no se nos antojaría extraño que en el cielo no haya el exclusivismo del amor que vivimos en la tierra, totalmente comprensible a causa de nuestra limitación, que nos dificulta el poder salir de nuestros círculos más próximos. Pero en el cielo nos amaremos todos y con un corazón puro, sin envidias ni recelos, y no solamente al esposo o a la esposa, a los hijos o a los de nuestra sangre, sino a todo el mundo, sin excepciones ni discriminaciones de lengua, nación, raza o cultura, ya que el «amor verdadero alcanza una gran fuerza» (San Paulino de Nola).
Nos hace un gran bien escuchar estas palabras de la Escritura que salen de los labios de Jesús. Nos hace bien, porque nos podría ocurrir que, agitados por tantas cosas que no nos dejan ni tiempo para pensar e influidos por una cultura ambiental que parece negar la vida eterna, llegáramos a estar tocados por la duda respecto a la resurrección de los muertos. Sí, nos hace un gran bien que el Señor mismo sea el que nos diga que hay un futuro más allá de la destrucción de nuestro cuerpo y de este mundo que pasa: «Y que los muertos resucitan lo ha indicado también Moisés en lo de la zarza, cuando llama al Señor el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. No es un Dios de muertos, sino de vivos, porque para Él todos viven» (Lc 20,37-38).
* Rev. D. Ramon CORTS i Blay (Barcelona, España) © Textos de Evangeli.net 
 
Santoral Católico:
Santa Cecilia
Virgen romana y mártir en la primera mitad del siglo III. Aunque son inciertas las noticias sobre su persona, su época y su muerte, consta que ya en el siglo V se le dedicó una basílica en el Trastévere de Roma. Su culto se difundió ampliamente a partir del relato de su martirio o Passio, que es del siglo VI, en el que es ensalzada como ejemplo perfecto de la mujer cristiana, que abrazó la virginidad y sufrió el martirio por amor a Cristo. Según esa fuente, Cecilia, que era de familia noble, fue dada en matrimonio a Valeriano; pero la misma noche de bodas, Cecilia, mientras sonaba un órgano y cantando a Dios en su corazón, manifestó a su esposo que se había consagrado a Dios; él la respetó; más aún, se convirtió y murió mártir también. Desde el siglo XV se celebra a Cecilia como patrona de los músicos.
Oración: Acoge nuestras súplicas, Señor, y, por intercesión de santa Cecilia, dígnate escucharnos con bondad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
(Directorio Franciscano – ACI Prensa – Catholic.net)
 
Pensamiento del día
«El verbo leer, como el verbo amar y el verbo soñar, no soporta ‘el modo imperativo’. Yo siempre les aconsejé a mis estudiantes que si un libro los aburre lo dejen; que no lo lean porque es famoso, que no lean un libro porque es moderno, que no lean un libro porque es antiguo. La lectura debe ser una de las formas de la felicidad y no se puede obligar a nadie a ser feliz»
(JORGE LUIS BORGES)
 
Tema del día:
Coraje
Hay que tener coraje para enfrentarse con alguna bestia salvaje. Pero más coraje hay que tener para enfrentarse con el mundo, que está en poder de Satanás, que es la peor Bestia que podamos imaginar.
 
Y hay que tener coraje también para enfrentarnos a la propia bestia qua cada hombre lleva en su interior, es decir, la carne con todas sus pasiones desordenadas.
 
Estos tiempos son malos, y necesitamos de mucho coraje para enfrentar las burlas y escarnios de quienes no creen y se mofan de la religión.
 
Coraje también se necesita para extirpar de raíz las malas costumbres y apegos desordenados que tenemos a las criaturas, y animarnos a seguir a Cristo por el camino estrecho de la cruz y del cumplimiento del deber.
 
En definitiva, para ser héroes, no es necesario emprender una aventura a parajes distantes y peligrosos, sino que basta que nos decidamos a tratar de vivir en gracia de Dios, y los enemigos aparecen solos, por todas partes.
 
Tratemos de ser santos de verdad, y veremos cómo por todos lados surgen enemigos que con lisonjas o amenazas, querrán desalentarnos y acobardarnos. Es aquí donde necesitamos poner coraje, porque el Cielo es de los esforzados y no de los miedosos.
 
Biblioteca de “Pequeñas Semillitas”
 
Contiene más de 370 artículos que han sido publicados
y que podrás leer o bajar a tu dispositivo.
Para entrar en la Biblioteca hacer clic acá.
 
Humor de sábados
Seguimos con los médicos

§ En el consultorio, el paciente le muestra a su médico los resultados de sus análisis. El médico los observa con cara de preocupación y le dice al paciente:
- Vamos a tener que mandarle a hacer una plaquita.
- De tórax, Doctor?
- No... De Mármol.

§ Una francesa se lo hace estirar todo: la nariz, la piel de la cara, etc...
Finalmente, el cirujano plástico le pregunta:
- ¿Desea la señora algo más?
- Sí. Quisiera tener los ojos más grandes y expresivos.
 - Nada más fácil, señora. Enfermera: ¡traiga la cuenta, por favor!

§ Un anciana a su odontólogo:
- Vengo a que me saque los dientes...
- Pero señora, si usted no tiene dientes.
- Sí doctor; acabo de tragármelos.
  
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Si no te amas a ti mismo nunca podrás amar a alguien más. Si no puedes tratarte amorosamente no puedes tratar amorosamente a los demás. Es psicológicamente imposible.
Cualquiera que sea la manera en que estás contigo, así estás con los otros. Esta es una idea básica, acéptala. Si te odias a ti mismo odiarás a otros; y te han enseñado a odiarte. Nunca alguien te ha dicho, “¡Ámate a ti mismo!”. La misma idea parece absurda: ¿amarse a uno mismo? La misma idea no tiene sentido: ¿amarse a uno mismo? Siempre pensamos que para amar uno necesita a alguien más. Pero si no lo aprendes contigo no podrás practicarlo con otros.
Te han dicho, condicionándote constantemente, que tú no tienes ningún valor. De todas las maneras posibles te han dicho, te han demostrado, que eres indigno, que no eres lo que deberías ser, que no eres aceptado así como eres. Hay muchos “deberías” que pesan sobre tu cabeza, y esos “deberías” son casi imposibles de satisfacer. Y cuando no puedes satisfacerlos, cuando no cumples esos objetivos, te sientes condenado. Un odio profundo surge hacia ti.
El primer paso es: Acéptate como eres; suelta todos los “deberías”. ¡No lleves ningún “debería” en tu corazón! Tú no debes ser alguien diferente; no se espera que hagas algo que no es propio de ti. Sólo has de ser tú mismo. Relájate y sólo sé tú mismo. Sé respetuoso con tu individualidad, y ten el valor de plasmar tu propia firma. No sigas copiando las firmas de otros.
🌸
Así como los niños están perdidos si quieren hacer su propia voluntad, puesto que no tienen experiencia del mundo y de la vida y necesitan un padre y una madre que los guíe, que piensen por ellos, que los cuiden y los orienten por el camino del bien; así también nosotros, que queremos ser infantes en la vida espiritual, debemos renunciar a nuestra propia voluntad para seguir la voluntad de Dios, que sabe guiarnos por el camino de la vida espiritual, tan desconocido para nosotros, y en el que hay tantos peligros y tantas emboscadas del Maligno, que espera a la vera del camino para desviarnos de él.
Por eso tenemos que fiarnos de Dios, de la Virgen, de nuestro Ángel Custodio, y seguir sus consejos, seguir su voluntad, la voluntad de Dios, porque si queremos hacer lo que se nos da la gana, muy pronto estaremos enredados en pecados y en problemas de todo tipo, con peligro de perdernos para siempre en el Infierno.
Tenemos que aprender a ser niños dóciles, porque hay muchos peligros en la vida, y nadie puede andar por un país desconocido sin un guía experto, y más si en dicho país hay fieras dispuestas a despedazar o peligros de valles y quebradas abruptos. Y así es la vida del hombre sobre la tierra, que más que enemigos y peligros materiales, tiene enemigos y peligros espirituales, que no sorteará si no es dócil a Dios.
 
Un año con María
Noviembre 22: Aprender
Uno tiene que arrepentirse, responsabilizarse y luego abandonar la culpa. Ese es el proceso de la Paz, porque si no, vives en el cementerio de la culpa. Hay que soltar o enterrar la muerte de la culpa.
María nos enseña en el libro de los Hechos de los Apóstoles que Ella no se detiene en la culpa de los discípulos, no mira el abandono de ellos hacia Jesús, ve el amor de su Hijo hacia ellos.
(PADRE LUIS ZAZANO)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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