PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
12 - Número 3432 ~ Domingo 27 de Agosto de 2017
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Si
hoy Jesús hiciera esta pregunta “¿Quién dicen que soy?” en nuestro entorno,
¿qué diría la gente? ¿Y qué diríamos nosotros mismos? Lo que importa en el
cristiano –sobre todo cuando va a recibir la Comunión o la Confirmación– no es
qué opinión tiene sobre Jesús, sobre la Iglesia, los sacramentos o sobre María,
sino si realmente sabe quién es Jesús, quién es María, qué es la Iglesia,
quiénes son los sacerdotes, etc. Para eso es la catequesis, para aprender estas
realidades impresionantes que la fe nos enseña, y vivamos de ellas.
Porque
ser cristiano consiste en conocer y seguir a ese Hombre que es a la vez Dios,
en vivir de sus sacramentos porque Él está ahí, y vivir según sus palabras
porque son palabras de Dios. Desde el inicio del cristianismo, los fieles
vivieron así, siguiendo a aquel Hombre, y dieron sus vidas día a día por Él, y
por eso dieron la vida en el martirio: por defender esa verdad.
¿Comparo
a Jesucristo con filósofos de otras religiones que dan consejos para ser
buenos, o sé que Jesús no se puede comparar a nadie? ¿Leo el Evangelio, hablo
con Jesús? ¿Qué debería leer o con quién podría hablar para conocer mejor quién
es Jesús? ¿Es para mí Jesucristo el norte y la guía de mi vida? ¿Sería capaz de
dar la vida por su causa? ¿La estoy dando día a día?
© P. Jesús Martínez García
¡Buenos días!
Como una escoba
Cuando
Bernardita Soubirous era religiosa de las Hermanas de la Caridad, una hermana
de la comunidad le enseñó una foto de los lugares de Lourdes y manifestaba la
grandeza de haber sido elegida para tan gran honor como es la visión de la
Virgen. Bernardita se limitó a sonreír y, con aparente ingenuidad, preguntó:
— Hermana, ¿para qué sirve una escoba?
— Para barrer. Bernardita siguió preguntando:
— ¿Y después?
— Se guarda en su sitio, detrás de la puerta.
— Así ha hecho la Virgen conmigo. Me usó y me ha
vuelto a poner en mi sitio. Y yo estoy muy bien.
La
humildad lleva al hombre a ubicarse con verdad ante Dios, nuestro creador.
Él ve los corazones y conoce nuestros
sentimientos. Dice Dios (Is. 66, 2): “En ése tengo puestos mis ojos, en el
humilde y abatido, en el que se estremece ante mis palabras”. La humildad va de
la mano con el santo temor de Dios.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús hizo esta
pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del
hombre?». Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros,
que Jeremías o uno de los profetas». Díceles Él: «Y vosotros, ¿quién decís que
soy yo?». Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo».
Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no
te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los
cielos. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré
mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré
las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en
los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos».
Entonces mandó a sus discípulos que no dijesen a nadie que Él era el Cristo. (Mt 16,13-20)
Comentario:
Hoy,
la profesión de fe de Pedro en Cesarea de Filipo abre la última etapa del
ministerio público de Jesús preparándonos al acontecimiento supremo de su
muerte y resurrección. Después de la multiplicación de los panes y los peces,
Jesús decide retirarse por un tiempo con sus apóstoles para intensificar su
formación. En ellos empieza hacerse visible la Iglesia, semilla del Reino de
Dios en el mundo.
Hace
dos domingos, al contemplar como Pedro andaba sobre las aguas y se hundía en
ellas, escuchábamos la reprensión de Jesús: «¡Qué poca fe! ¿Por qué has
dudado?» (Mt 14,31). Hoy, la reconvención se troca en elogio: «Bienaventurado eres
Simón, hijo de Jonás» (Mt 16,17). Pedro es dichoso porque ha abierto su corazón
a la revelación divina y ha reconocido en Jesucristo al Hijo de Dios Salvador.
A lo largo de la historia se nos plantean las mismas preguntas: «¿Quién dicen
los hombres que es el Hijo del hombre? (…). Y vosotros, ¿quién decís que soy
yo?» (Mt 16,13.15). También nosotros, en un momento u otro, hemos tenido que
responder quién es Jesús para mí y qué reconozco en Él; de una fe recibida y
transmitida por unos testigos (padres, catequistas, sacerdotes, maestros,
amigos…) hemos pasado a una fe personalizada en Jesucristo, de la que también
nos hemos convertido en testigos, ya que en eso consiste el núcleo esencial de
la fe cristiana.
Solamente
desde la fe y la comunión con Jesucristo venceremos el poder del mal. El Reino
de la muerte se manifiesta entre nosotros, nos causa sufrimiento y nos plantea
muchos interrogantes; sin embargo, también el Reino de Dios se hace presente en
medio de nosotros y desvela la esperanza; y la Iglesia, sacramento del Reino de
Dios en el mundo, cimentada en la roca de la fe confesada por Pedro, nos hace
nacer a la esperanza y a la alegría de la vida eterna. Mientras haya humanidad
en el mundo, será preciso dar esperanza, y mientras sea preciso dar esperanza,
será necesaria la misión de la Iglesia; por eso, el poder del infierno no la
derrotará, ya que Cristo, presente en su pueblo, así nos lo garantiza.
Rev. D. Joaquim MESEGUER García (Sant Quirze del
Vallès, Barcelona, España)
Palabras de San Juan Pablo II
“Los
jóvenes tienen necesidad de Cristo, pero saben que también Cristo ha querido
tener necesidad de ellos. Queridos muchachos y muchachas: confiad en Él,
escuchad sus enseñanzas, mirad su rostro, perseverad en la escucha de su
palabra. Dejad que sea Él quien oriente vuestra búsqueda y vuestras
aspiraciones, vuestros ideales y los anhelos de vuestro corazón. Sed testigos
convencidos y mansos de la verdad, que persuade por sí misma a los que se abren
a ella. El amor a Jesús os colmará de una alegría íntima e intensa; la alegría
unida a la paz del corazón, que sólo Él sabe dar a sus amigos”
Predicación del Evangelio:
La gran pregunta
En
el inicio de la televisión norteamericana un programa de concurso llamó la
atención de todos. Se dice que todo el mundo vio “The $ 64.000 Question” (la
pregunta que vale $ 64.000) desde el Presidente de la República hasta el
criminal en la calle. Las reglas eran sencillas: se le preguntó al concursante
una pregunta inicial cuya respuesta correcta valió un dólar. Si la respondió bien, se duplicaron el valor
y la dificultad de la próxima pregunta. Cuando llegó a la pregunta que valió el
máximo de $ 64.000, el suspenso estuvo palpable. Los millones de
telespectadores se maravillaron al ver los genios identificar detalles
minuciosos como la firma de Shakespeare. En el evangelio hoy Jesús tiene una
pregunta para sus discípulos que vale mucho más que $ 64.000.
Jesús
pregunta a sus discípulos quien piensa la gente es él. Sus respuestas son
previsibles. Lo ve como un profeta, como el fogoso Elías o el sufrido Jeremías.
Es como muchos en la sociedad hoy respondería. Según la opinión de muchos Jesús
es no más que un gran líder religioso como Mohamed o un reformador venerable
como Mahatma Gandhi. Se puede decir que estas respuestas tienen algún sentido.
Sin embargo, apenas captan toda la realidad que es Jesús.
A
pesar de lo que opinan los demás, nosotros buscamos una comprensión más
profunda de quien es Jesús. Pues consideramos nuestra vocación en la vida a
seguirlo. Él mismo nos pregunta a sus discípulos: “Y ustedes ¿quién dicen que
soy yo?” Simón no demora para contestar
de parte de los discípulos y de nosotros también: “Tú eres el Mesías…” Eso es,
Jesús es el enviado de Dios a su pueblo para liberarlo del apuro en que se
encuentra. Además añade Pedro: “…el Hijo de Dios vivo”. Como Su Padre Dios,
Jesús tiene el poder para conceder la vida.
Hoy
en día muchos encuentran como el apuro más apremiante el recurso a la
violencia. En Europa los radicales musulmanes tienen a la gente asustada. A lo
mejor no falta el llamado a vengarse de parte de muchos nativos en los países
allá. En Latinoamérica los narcotraficantes y las pandillas están aterrorizando
ambos a los pobres y los ricos. Ya en los Estados Unidos los extremistas en la
derecha y en la izquierda amenazan a uno y otro de modo que se parezca que la
sociedad esté cayendo en la anarquía.
En
estos tiempos duros nosotros cristianos debemos ser muy deliberados en nuestro
seguimiento de Jesucristo. Él no superó las fuerzas del mal con armas sino con
la justicia que su Padre Dios le otorgó. Seguirlo significa que vamos a vivir
como imágenes suyas. No vamos a gritar a quienes discrepamos sino a dialogar
con ellos con respeto. Tampoco vamos a golpear a nadie. En cuanto a nuestros
hijos buscaremos otros modos apropiados para castigarlos. Igualmente ustedes
muchachos tienen que comprometerse a no pelear con nadie. Y vamos a estar
tranquilos en las carreteras rehusando a maldecir y dispuestos a dar el paso.
¿Por qué? Es preciso que nos recordemos cómo somos hermanos de Jesús destinados
a vivir con Él en la vida eterna.
© P. Carmelo Mele OP
Nuevo vídeo
Hay
un nuevo vídeo subido al blog
de
"Pequeñas Semillitas" en
internet.
Para
verlo tienes que ir al final de esta página
Ofrecimiento para sacerdotes y religiosas
Formulo
el siguiente ofrecimiento únicamente
para sacerdotes o religiosas que reciben diariamente "Pequeñas Semillitas"
por e-mail: Si desean recibir el power point y los comentarios del Evangelio
del domingo siguiente con dos o tres días de anticipación, para tener tiempo de
preparar sus meditaciones, homilías o demás trabajos pastorales sobre la
Palabra de Dios, pueden pedírmelo a feluzul@gmail.com
Sólo
deben indicar claramente su nombre, su correo electrónico, ciudad de residencia
y a qué comunidad religiosa pertenecen.
Agradecimientos
Imaginemos
que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las
oraciones de las personas en la tierra:
Una
es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que
atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que
llegan en todo momento.
La
otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y
en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega
ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde
esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por
semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina:
agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros
pedidos de oración.
Lamentablemente hace dos semanas no ha llegado ninguna
nota de agradecimiento a Dios por los favores recibidos…
Los cinco minutos de María
Agosto 27
Si
quieres aprender a servir a los hombres por lo que valen y por lo que Cristo
siente por ellos, acércate a María.
Ella
te hará ver en cada uno de los hombres el precio de la sangre de su divino
Hijo, se hará ver también en cada uno a su propio Hijo, que vive o quiere vivir
en él. Ella te dirá que cuenta contigo en la obra de la salvación de los
hombres y que espera que no defraudes la esperanza que ha puesto en ti.
Virgen, ideal de santidad, ayúdame a seguir de verdad
a Jesús que no vino a ser servido sino a servir.
* P. Alfonso Milagro
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el
más pequeñito de todos)
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