PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
15 - Número 4523 ~ Lunes 7 de Diciembre de 2020Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina) Alabado sea Jesucristo…
Los
grandes testigos del Adviento son tres: el profeta Isaías, Juan el Bautista y
la Virgen María.
Isaías
anuncia cómo será el Mesías que vendrá. Sacude la conciencia del pueblo para
crear en él actitud de espera. Exige pureza de corazón.
Juan
el Bautista señala quién es el Mesías, que ya ha venido. Él mismo es modelo de
austeridad y de ardiente espera.
María
es la figura clave del Adviento. En ella culmina la espera de Israel. Es la más
fiel acogedora de la palabra hecha carne. La recibe en su seno y en su corazón.
Ella le prestó su vida y su sangre. María es Jesús comenzado. Ella hizo posible
la primera Navidad y es modelo y cauce para todas las venidas de Dios a los
hombres. María, por su fidelidad, es tipo y madre de la Iglesia.
¡Buenos días! Aceptar en paz
Para la persona de fe, todo sucede porque lo quiere o
lo permite Dios. Y él es experto en sacar bien del mal. Imagínate el río de
bendiciones que bajó del Calvario donde murió Jesús en la cruz. También él
tiene proyectos de salvación para cada una de tus contradicciones aceptadas en
paz.
Un profesor de química
al mismo tiempo que hacía experimentos solía dejar enseñanzas inolvidables. Una
vez tenía en la mano una botella de leche, y a propósito la dejó caer en la
batea del agua. Quedaron los vidrios y toda la leche se escurrió por el
desagüe. “La leche está perdida, dijo. No podemos rescatarla más. Seamos más
cuidadosos y no lloremos nunca por la leche derramada”.
Hay una oración muy buena para rezar si nos suceden
esas cosas desagradables que no tienen más solución: “Señor, concédeme
fortaleza para solucionar lo que tiene solución; pero, valor para aceptar lo
que ya no tiene solución; y sabiduría para reconocer la diferencia”. Es una
sabia lección que se resume así: “Aceptar, olvidar, y seguir adelante”.
* Enviado por el P.
Natalio
La Palabra de Dios Lecturas del día ♥ Primera Lectura: Isaías 35:1-10
♥ Salmo: Sal 85:9-14
♥ Santo Evangelio: Lc 5,17-26
Un día que Jesús estaba enseñando, había sentados
algunos fariseos y doctores de la ley que habían venido de todos los pueblos de
Galilea y Judea, y de Jerusalén. El poder del Señor le hacía obrar curaciones.
En esto, unos hombres trajeron en una camilla a un paralítico y trataban de
introducirle, para ponerle delante de Él. Pero no encontrando por dónde
meterle, a causa de la multitud, subieron al terrado, le bajaron con la camilla
a través de las tejas, y le pusieron en medio, delante de Jesús. Viendo Jesús
la fe de ellos, dijo: «Hombre, tus pecados te quedan perdonados».
Los escribas y fariseos empezaron a pensar: «¿Quién
es éste, que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?».
Conociendo Jesús sus pensamientos, les dijo: «¿Qué estáis pensando en vuestros
corazones? ¿Qué es más fácil, decir: ‘Tus pecados te quedan perdonados’, o
decir: ‘Levántate y anda’? Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en
la tierra poder de perdonar pecados -dijo al paralítico- ‘A ti te digo, levántate,
toma tu camilla y vete a tu casa’». Y al instante, levantándose delante de
ellos, tomó la camilla en que yacía y se fue a su casa, glorificando a Dios. El
asombro se apoderó de todos, y glorificaban a Dios. Y llenos de temor, decían:
«Hoy hemos visto cosas increíbles».
♥ Comentario:
Hoy, el Señor enseña y cura a la vez. Hoy vemos al
Señor que enseñaba a los que se consideraban muy sabios en aquellos tiempos:
los fariseos y los maestros de la ley. A veces, nosotros podemos pensar que por
el siglo en que vivimos o por los estudios que hemos hecho, poco nos queda para
aprender. Esta lógica no sobrenatural nos lleva frecuentemente a querer hacer
que los caminos de Dios sean los nuestros y no al revés.
En la actitud de quienes quieren la curación de su
amigo vemos los esfuerzos humanos para conseguir lo que realmente desean. Lo
que querían era algo muy bueno: que el enfermo pudiera andar. Pero no es
suficiente con esto. Nuestro Señor quiere hacer con nosotros una sanación
completa. Y por eso comienza con lo que Él ha venido a realizar en este mundo,
lo que su santo nombre significa: Salvar al hombre de sus pecados.
—La fuente más profunda de mis males son siempre mis
pecados: «Hombre, tus pecados te quedan perdonados» (Lc 5,20). Muy
frecuentemente, nuestra oración o nuestro interés es puramente material, pero
el Señor sabe lo que nos conviene más. Como en aquellos tiempos, los
consultorios de los médicos están llenos de enfermos. Pero, como aquellos
hombres, tenemos el riesgo de no ir con tanta diligencia al lugar donde
realmente nos restablecemos plenamente: al encuentro con el Señor en el sacramento
de la Penitencia.
Punto fundamental en todo tiempo para el creyente es
el encuentro sincero con Jesucristo misericordioso. Él, rico en misericordia,
nos recuerda especialmente hoy que en este Adviento no podemos descuidar el
necesario perdón que Él da a manos llenas. Y, si es preciso, echemos los
impedimentos —el tejado— que nos impiden verle. —Yo también necesito retirar
las tejas de mis prejuicios, de mis comodidades, de mis ocupaciones, de las
desconfianzas, que son un obstáculo para “mirar de tejas arriba”.
* Rev. D. Joan Carles
MONTSERRAT i Pulido (Cerdanyola del Vallès, Barcelona, España)
Santoral Católico: San AmbrosioObispo y Doctor de la
Iglesia Nació en Tréveris (Alemania) hacia el año 340 de
familia romana cristiana. Estudió en Roma derecho y retórica, y comenzó una
brillante carrera en la administración civil del Imperio. El año 374, siendo
Prefecto de Milán, intervino para impedir tumultos con motivo de la elección
del nuevo obispo para la ciudad, y, cuando todavía era catecúmeno y se
preparaba para el bautismo, fue elegido él por aclamación para ocupar aquella
sede; rápidamente fue bautizado, instruido, y por último ordenado de obispo el
7 de diciembre. Por sus dotes personales y por la formación que adquirió, fue
consejero de emperadores, apóstol de la caridad, reformador litúrgico, formador
de almas (convirtió y bautizó a san Agustín), animador de la vida de
consagración a Dios, comentarista de la Escritura y autor de numerosas obras de
teología y espiritualidad, defensor de la doctrina católica frente al
arrianismo y de la libertad de la Iglesia. Murió el 4 de abril del año 397 y su
memoria se celebra el 7 de diciembre, aniversario de su consagración episcopal.
Oración: Señor
y Dios nuestro, tú que hiciste al obispo san Ambrosio doctor esclarecido de la
fe católica y ejemplo admirable de fortaleza apostólica, suscita en medio de tu
pueblo hombres que, viviendo según tu voluntad, gobiernen a tu Iglesia con
sabiduría y fortaleza. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
* Directorio Franciscano
– Aciprensa – Catholic.net
Pensamiento del día “El Adviento que estamos viviendo nos invita a
detenernos en silencio para captar una presencia. Es una invitación a
comprender que los acontecimientos de cada día son gestos que Dios nos dirige,
signos de Su atención por cada uno de nosotros".
(Benedicto XVI)
Historias: Dos conversiones
logradaspor la imagen de la
Inmaculada 🌸 A una de las residencias de nuestra
humilde Congregación en este reino, vino una mujer a decir a uno de nuestros
padres que su marido hacía muchos años que no se confesaba, y que la pobre no
sabía qué hacer para convencerlo, porque en hablándole de confesión la
apaleaba. El padre le dijo que le diera una imagen de María Inmaculada. Al caer
la tarde, la mujer de nuevo le rogó al marido que se confesara, y como no le
hacía caso, le dio la estampa de la Virgen. Y apenas la recibió le dijo: Bueno
¿cuándo quieres que me confiese? Estoy pronto. La mujer se puso a llorar de
alegría al ver cambio tan repentino. Llegada la mañana fue con su marido a
nuestra iglesia. Al preguntarle el padre cuánto tiempo hacía que no se
confesaba, le respondió que hacía veinte años. “Y ¿qué le movió a venir a
confesar?”, le dijo el padre. “Yo estaba obstinado –le respondió– pero ayer me
dio mi mujer una estampa de nuestra Señora y al instante sentí cambiado el corazón,
tanto que cada momento me parecía mil años esperando que se hiciera el día para
poder venir a confesarme”. Se confesó con gran dolor, cambió de vida y continuó
durante mucho tiempo confesándose con el mismo padre.
🌸 En otro lugar de la diócesis de
Salerno, mientras dábamos la santa misión, había un hombre muy enemistado con
otro que le había ofendido. Uno de nuestros padres le habló del perdón de las
injurias, pero él le respondió: “Padre ¿me ha visto en la misión? No; y es por
esto. Ya comprendo que estoy condenado, pero no hay remedio, me tengo que
vengar”. El padre se esforzó por convertirlo, pero viendo que perdía el tiempo
le dijo: “Recíbame esta estampa de nuestra Señora”. “Y ¿para qué quiero esta
estampa?”, le respondió; sin embargo, la aceptó. Y al punto, olvidando sus
rencores accedió gustoso a lo que el padre le pedía. “Padre ¿quiere que perdone
a mi enemigo? Estoy pronto a realizarlo”. Y se aplazó la reconciliación para la
mañana siguiente. Mas llegada la mañana había cambiado de propósito y no quería
ni oír hablar de reconciliación. El padre le volvió a ofrecer otra estampa de
la Virgen. Por nada la quería recibir. Por fin, de mala gana, la recibió. Y
apenas la tuvo en la mano dijo: “Se acabó ¿dónde está el notario?” Se hizo la
reconciliación y se confesó.
("Las Glorias de
María" - San Alfonso María de Ligorio)
Meditaciones de Adviento Considera como el Verbo eterno es aquel Dios
infinitamente feliz en sí mismo; de manera que su felicidad no puede ser ya más
grande, ni la salvación de todos los hombres podía aumentarla, ni disminuirla
cosa alguna. Y con todo, ha hecho, y padecido tanto por salvar a nosotros,
miserables gusanos, que si su bienaventuranza (dice santo Tomás) hubiese
dependido de la del hombre, no habría podido padecer ni sufrir más.
Y en verdad, si Jesucristo no pudiera haber sido
bienaventurado sin redimirnos ¿cómo hubiera podido humillarse más de lo que se
ha humillado, hasta tomar sobre sí nuestras enfermedades, los abatimientos de
la infancia, las miserias de la vida humana, y una muerte tan cruel e
ignominiosa?
Solo un Dios era capaz de amar con tanto exceso a
nosotros, miserables pecadores, que éramos tan indignos de ser amados. Dice un
devoto autor, que si Jesucristo nos hubiese permitido pedirle las pruebas más
grandes de su amor, ¿quién jamás se habría atrevido a demandarle que se hiciese
niño como nosotros, que se vistiese de todas nuestras miserias, y además fuese
el más pobre entre todos los hombres, el más vilipendiado y el más maltratado,
hasta morir por manos de verdugos y a fuerza de tormentos sobre un infame
patíbulo, maldecido y abandonado de todos, hasta de su mismo Padre que
desampara el Hijo, por no dejarnos sepultados en nuestras ruinas?
Pero lo que nosotros no nos habríamos ni aun atrevido
a pensar, el Hijo de Dios lo pensó, y lo ha ejecutado. Desde niño se ha
sacrificado por nosotros a las penas, a los oprobios y a la muerte. Nos ha
amado, y por amor se nos ha dado a sí mismo, a fin de que ofreciéndole por
víctima al Padre en satisfacción de nuestras deudas, podamos por sus méritos
alcanzar de la bondad divina cuantas gracias deseemos: víctima más estimada al
Padre, que si le fuesen ofrecidas las de todos los hombres, y de todos los
Ángeles. Ofrezcamos, pues, nosotros siempre a Dios los méritos de Jesucristo, y
por ellos pidamos y esperemos todo bien.
(San Alfonso María de Ligorio)
Pedidos de oración ♦ Pedimos oración por la Santa Iglesia
Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los
obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el
triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María; por la conversión de todos los pueblos; por
la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio
Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por
diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia
de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con
cáncer y otras patologías graves; por los jóvenes, especialmente los que han
caído en las drogas o cualquier tipo de adicción, por las víctimas de trata, por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, por lo no nacidos, por la fidelidad de
los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por
el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio. En este tiempo pedimos
especiales oraciones por todas las personas que en diversos países del mundo
han sido afectadas por el coronavirus, rogando que el Sagrado Corazón de Jesús
nos proteja ante esta terrible pandemia, y que con fe y esperanza, y siguiendo
las indicaciones médicas de prevención, el riesgo de contagio vaya disminuyendo
en todo el planeta y los que están enfermos se sanen.
♦ Pedimos oración
por el eterno descanso del alma de Olga
Inés R., de Salta, Argentina, que ha sido llamada por el Padre Celestial a
su presencia.
♦ Pedimos oración para Javiera, de Chile, 29 años, operada
hace poco tiempo de los intestinos, y cursando un pos operatorio complicado,
con dolores y otras dificultades, por lo que le rogamos a Jesús que esté junto
a ella, la alivie y la sane.
♦ Pedimos oración para Regina A. E., de Nueva Jersey, USA, que
tiene un tumor avanzado por lo que comienza con radiación y quimioterapia. Que
Dios misericordioso haga que estos procedimientos sean efectivos para controlar
la enfermedad.
♦ Pedimos oración para Cristela L. y su esposo Jaime V., de México. En un par de días
fallecieron la mamá y el papá de ella por Covid 19, y además ambos han
contraído la enfermedad. Que la Virgen de Guadalupe los proteja y ruegue a
Jesús por su curación física y espiritual.
♦ Pedimos oración para dos personas de
Canals, Córdoba, Argentina: María Susana,
70 años, con problemas hepáticos y que hoy tendrá ecografía para aclarar
diagnóstico; y Cristian, de 40 años
de edad, con enfermedad grave y avanzada. Que María de Adviento los proteja con
su amor maternal.
♦ Pedimos oración para Brenda S., que vive en Salta,
Argentina, tiene 25 años y está enferma sin diagnóstico aún, por lo que está
siendo estudiada. Que la Virgen del Milagro de Salta la proteja, todo salga
bien y se cure pronto.
♦ Pedimos oración
para Marcelo, de Buenos Aires,
Argentina, 50 años, que ha sido operado de cáncer de lengua hace un par de
semanas, y está en período de recuperación, con buena evolución. Que Jesús lo
siga ayudando.
¡Buenos días!
La Palabra de Dios
Santoral Católico:
Pensamiento del día
Historias:
Meditaciones de Adviento
Pedidos de oración
♦ Seguimos rezando por Maximiliano, de Maipú, Mendoza, Argentina, ya en su casa luego de una neumonía muy severa, rogando a María Inmaculada que lo acompañe hasta su completa recuperación.
♦ Continuamos unidos en oración por
medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita
todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero
en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por
la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la
violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser
abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los
deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin
rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que tu hijo unigénito soportara
nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia. Escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos
enfermos y conceda a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la
enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha
llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención
del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
¡Hasta mañana! con Madre
Teresa Diciembre 7
Todo lo que hacemos es por Jesús, con Jesús y
ofrecido a Jesús.
Por Jesús: toda nuestra vida se dirige a él, a su
servicio; nosotros vivimos sólo para él, para amarlo y servirlo, para hacer que
sea conocido y amado.
Con Jesús: él nos da la fuerza, el consuelo y la
felicidad de trabajar para él; él nos acompaña en nuestro camino, él nos
conduce y nos guía. Nosotros estamos con Jesús, en el camino de Emaús, donde lo
hemos reconocido.
Ofrecido a Jesús: lo servimos en nuestro prójimo; lo
vemos en los pobres; cuidamos de él en los enfermos; le consolamos en nuestros
hermanos y hermanas que sufren.
FELIPE -Jardinero
de Dios-(el más pequeñito de
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¡Hasta mañana! con Madre
Teresa
FELIPE
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