domingo, 5 de diciembre de 2010

Pequeñas Semillitas 1235

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 1235 ~ Domingo 5 de Diciembre de 2010
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)



Hola !!!
La proclamación del anuncio de la proximidad del Reino no se hace en Jerusalén, lugar donde reside el poder económico, político y religioso, sino en el desierto. “Los de la capital” tienen que salir de su privilegio. Hay lugares donde no es posible convertirse porque no permiten hacerse sencillo e ir donde van quienes de verdad buscan.
¿Las predicaciones actuales se realizan desde el desierto o desde “Jerusalén”? Juan, con su presencia y su palabra, denuncia y anuncia, invita a la conversión, a cambiar de mentalidad y de actitud, a actuar de cara a Dios. La llamada, siempre en clave de esperanza, es una invitación a un cambio profundo: “no cambiaremos la vida, si no cambiamos de vida”.


La Palabra de Dios:
Evangelio del día


Por aquellos días se presentó Juan el Bautista, proclamando en el desierto de Judea: «Convertíos porque ha llegado el Reino de los Cielos». Éste es aquél de quien habla el profeta Isaías cuando dice: ‘Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas’. Tenía Juan su vestido hecho de pelos de camello, con un cinturón de cuero a sus lomos, y su comida eran langostas y miel silvestre. Acudía entonces a él Jerusalén, toda Judea y toda la región del Jordán, y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados.
Pero viendo él venir muchos fariseos y saduceos al bautismo, les dijo: «Raza de víboras, ¿quién os ha enseñado a huir de la ira inminente? Dad, pues, fruto digno de conversión, y no creáis que basta con decir en vuestro interior: ‘Tenemos por padre a Abraham’; porque os digo que puede Dios de estas piedras dar hijos a Abraham. Ya está el hacha puesta a la raíz de los árboles; y todo árbol que no dé buen fruto será cortado y arrojado al fuego. Yo os bautizo en agua para conversión; pero aquel que viene detrás de mí es más fuerte que yo, y no soy digno de llevarle las sandalias. Él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. En su mano tiene el bieldo y va a limpiar su era: recogerá su trigo en el granero, pero la paja la quemará con fuego que no se apaga».
(Mateo 3, 1-12)

Comentario
Hoy, el Evangelio de san Mateo nos presenta a Juan el Bautista invitándonos a la conversión: «Convertíos porque ha llegado el Reino de los Cielos» (Mt 3,2).
A él acudían muchas personas buscando bautizarse y «confesando sus pecados» (Mt 3,6). Pero dentro de tanta gente, Juan pone la mirada en algunos en particular, los fariseos y saduceos, tan necesitados de conversión como obstinados en negar tal necesidad. A ellos se dirigen las palabras del Bautista: «Dad fruto digno de conversión» (Mt 3,8).
Habiendo ya comenzado el tiempo de Adviento, tiempo de gozosa espera, nos encontramos con la exhortación de Juan, que nos hace comprender que esta espera no se identifica con el “quietismo”, ni se arriesga a pensar que ya estamos salvados por ser cristianos. Esta espera es la búsqueda dinámica de la misericordia de Dios, es conversión de corazón, es búsqueda de la presencia del Señor que vino, viene y vendrá.
El tiempo de Adviento, en definitiva, es «conversión que pasa del corazón a las obras y, consiguientemente, a la vida entera del cristiano» (Juan Pablo II).
Aprovechemos, hermanos, este tiempo oportuno que nos regala el Señor para renovar nuestra opción por Jesucristo, quitando de nuestro corazón y de nuestra vida todo lo que no nos permita recibirlo adecuadamente. La voz del Bautista sigue resonando en el desierto de nuestros días: «Preparad el camino al Señor, enderezad sus sendas» (Mt 3,3).
Así como Juan fue para su tiempo esa “voz que clama en el desierto”, así también los cristianos somos invitados por el Señor a ser voces que clamen a los hombres el anhelo de la vigilante espera: «Preparemos los caminos, ya se acerca el Salvador y salgamos, peregrinos, al encuentro del Señor. Ven, Señor, a libertarnos, ven tu pueblo a redimir; purifica nuestras vidas y no tardes en venir» (Himno de Adviento de la Liturgia de las Horas).
Pbro. Walter Hugo PERELLÓ (Rafaela, Argentina)


Santoral Católico:
San Sabas, Abad


Nació en Turquía en el año 439. Era hijo de un comandante del ejército, quien tuvo que partir a lejanas tierras y lo dejó confiado a un tío. Apenas a los ocho años, sufrió el desprecio de sus parientes, los cuales se rehusaban a educarlo. San Sabas, se fue a un monasterio, y después de pasar varios años como monje ejemplar en su tierra, decidió partir a Jerusalén para aprender la santidad con los monjes de ese país.

Se dedicó a una vida llena de oración y penitencia. Trabajaba diez horas al día, hacía canastos y los vendía para poder llevar alimentos a los más ancianos y débiles.

El santo pasó cuatro años seguidos en el desierto sin hablar con nadie. Luego empezaron a llegar monjes a pedirle que los dirigiera hacia la santidad a lo que el santo accedió. Llegó a tener 150 monjes cerca del Mar Muerto, y cuando tuvo 50 años fue ordenado sacerdote por el Arzobispo de Jerusalén, y nombrado jefe de todos los monjes de Tierra Santa. Con la herencia que le dejaron sus padres construyó dos hospitales.

Por tres veces fue enviado a Constantinopla, residencia del emperador, a obtener que este no apoyara a los herejes y que favoreciera la Tierra Santa. San Sabas llegó a dirigir personalmente a muchos monjes y entre sus dirigidos hay varios santos canonizados como San Juan Damasceno y San Teodoro.

Murió el 5 de diciembre del año 532, a los 94 años de edad. Su monasterio, cerca del Mar Muerto, es uno de los tres monasterios más antiguos que existen en el mundo.


Palabras de Juan Pablo II

"El creyente, como Juan Bautista,
debe ser la voz que proclama la salvación del Señor,
adhiriéndose plenamente a su Evangelio
y testimoniándolo visiblemente en el mundo"


Tema del día:
No olvidar la conversión


"Conviértanse porque está cerca el reino de Dios". Según Mateo, éstas son las primeras palabras que pronuncia Juan en el desierto de Judea. Y éstas son también las primeras que pronuncia Jesús, al comenzar su actividad profética, a orillas del lago de Galilea.

Con la predicación del Bautista comienza ya a escucharse la llamada a la conversión que centrará todo el mensaje de Jesús. No ha hecho todavía su aparición, y Juan está ya llamando a un cambio radical pues Dios quiere reorientar la vida hacia su verdadera meta.

Esta conversión no consiste en hacer penitencia. No basta tampoco pertenecer al pueblo elegido. No es suficiente recibir el bautismo del Jordán. Es necesario "dar el fruto que pide la conversión": una vida nueva, orientada a acoger el reino de Dios.

Esta llamada que comienza a escucharse ya en el desierto será el núcleo del mensaje de Jesús, la pasión que animará su vida entera. Viene a decir así: "Comienza un tiempo nuevo. Se acerca Dios. No quiere dejaros solos frente a vuestros problemas y conflictos. Os quiere ver compartiendo la vida como hermanos. Acoged a Dios como Padre de todos. No olvidéis que estáis llamados a una Fiesta final en torno a su mesa".

No nos hemos de resignar a vivir en una Iglesia sin conversión al reino de Dios. No nos está permitido a seguir a Jesús sin acoger su proyecto. El concilio Vaticano II lo ha declarado de manera clara y firme: "La Iglesia, al prestar ayuda al mundo y al recibir del mundo múltiple ayuda, no tiene más que una aspiración: que venga el reino de Dios y se realice la salvación del género humano.

Esta conversión no es sólo un cambio individual de cada uno, sino el clima que hemos de crear en la Iglesia, pues toda ella ha de vivir acogiendo el reino de Dios. No consiste tampoco en cumplir con más fidelidad las prácticas religiosas, sino en "buscar el reino de Dios y su justicia" en la sociedad.

No es suficiente cuidar en las comunidades cristianas la celebración digna de los "sacramentos" de la Iglesia. Es necesario, además, promover los "signos" del reino que Jesús practicaba: la acogida a los más débiles; la compasión hacia los que sufren; la creación de una sociedad reconciliada; el ofrecimiento gratuito del perdón; la defensa de toda persona.

Por eso, animado por un deseo profundo de conversión, el Vaticano II dice así: "La liturgia no agota toda la actividad de la Iglesia, pues para que los hombres puedan llegar a la celebración, es necesario que antes sean llamados a la fe y la conversión". No lo tendríamos que olvidar.

José Antonio Pagola


Nuevos videos y artículos

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Meditación breve


El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, del pan , de la harina, del vestido, del zapato y de las medicinas, dependen de las decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales.
Bertolt Brecht


Nunca nos olvidemos de agradecer


Alguna vez leí que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.


Desde Nuevo Laredo, México, nos escriben para agradecer a Dios Todopoderoso y a todas las personas que rezaron por el niño Alejandrito, de 7 años, que fue operado a corazón abierto el 25 de noviembre en Monterrey y se recupera favorablemente pues la cirugía fue un exito. Nos sumamos a las oraciones de agradecimiento.


Una querida amiga de Rosario, Argentina, ha cumplido el día 1º de diciembre sus primeros 26 años de feliz matrimonio. Para Silvia Gómez y para Omar Zeballos nuestras felicitaciones y que el Señor bendiga por siempre su unión y su familia.


Desde Toluca, México, nos escribe María del Carmen para agradecer a Dios, a la Virgen de Guadalupe y a todos los que rezaron por la operación de hernia hiatal de su hijo Felipe, que salió muy bien, y también por su nieta Ainara, de 10 meses, que vive en Cuernavaca y ya la dieron de alta de la neumonía que padecía.


Nuestra lectora amiga Lesbia B., desde Guatemala nos escribe y nos dice: Hace un año yo pedí oración por mi nietecito Carlos Eduardo F. B. por una operación muy delicada en su espaldita, donde le colocaron 32 tornillitos en las vértebras, de lo cual agradecí con todo mi corazón a todos mis hermanos de Pequeñas Semillas y a mis hermanos lectores por las oraciones, dicha operación y recuperación ha sido un éxito, gracias a nuestra Madrecita María y a su amadísimo hijo, nuestro Señor Jesús que puso su mano sanadora en él, y como Médico de Médicos, los dirigió para que todo saliera bien.


Ven Espíritu Santo...!


Espíritu Santo, un navío con su experto piloto, con diestros marineros, con velas, cables y todo lo necesario para una buena navegación, sin viento favorable no puede avanzar. Así pasa con nosotros si Tú estás ausente. Dame las mejores disposiciones y las dotes necesarias para estar siempre a tu disposición. Así sea.
P. Florentín Brusa cmf


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-

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