viernes, 3 de diciembre de 2010

Pequeñas Semillitas 1233

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 1233 ~ Viernes 3 de Diciembre de 2010
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)



Hola !!!
En muchos países latinoamericanos se celebra hoy el Día del Médico. El homenaje fue consagrado en 1933, al cumplirse el centenario del nacimiento del doctor Carlos Finlay (Cuba, 3 de diciembre de 1833), descubridor del agente transmisor de la fiebre amarilla, comenzando una lucha efectiva contra esta enfermedad, la cual azotaba de manera mortal a los pobladores de distintas ciudades. Saludamos pues a todos los médicos (colegas) que a diario están al lado de sus pacientes tratando de sanar sus dolencias físicas y espirituales, recordando lo que decía Hipócrates, el padre de la Medicina: "No intentes jamás curar el cuerpo, sin antes haber curado el alma"


La Palabra de Dios:
Evangelio del día


Cuando Jesús se iba de allí, al pasar le siguieron dos ciegos gritando: «¡Ten piedad de nosotros, Hijo de David!». Y al llegar a casa, se le acercaron los ciegos, y Jesús les dice: «¿Creéis que puedo hacer eso?». Dícenle: «Sí, Señor». Entonces les tocó los ojos diciendo: «Hágase en vosotros según vuestra fe». Y se abrieron sus ojos. Jesús les ordenó severamente: «¡Mirad que nadie lo sepa!». Pero ellos, en cuanto salieron, divulgaron su fama por toda aquella comarca.
(Mateo 9, 27-31)

Comentario
Hoy, en este primer viernes de Adviento, el Evangelio nos presenta tres personajes: Jesús en el centro de la escena, y dos ciegos que se le acercan llenos de fe y con el corazón esperanzado. Habían oído hablar de Él, de su ternura para con los enfermos y de su poder. Estos trazos le identificaban como el Mesías. ¿Quién mejor que Él podría hacerse cargo de su desgracia?
Los dos ciegos hacen piña y, en comunidad, se dirigen ambos hacia Jesús. Al unísono realizan una plegaria de petición al Enviado de Dios, al Mesías, a quien nombran con el título de “Hijo de David”. Quieren, con su plegaria, provocar la compasión de Jesús: «¡Ten piedad de nosotros, Hijo de David!» (Mt 9,27).
Jesús interpela su fe: «¿Creéis que puedo hacer eso?» (Mt 9,28). Si ellos se han acercado al Enviado de Dios es precisamente porque creen en Él. A una sola voz hacen una bella profesión de fe, respondiendo: «Sí, Señor» (Ibidem). Y Jesús concede la vista a aquellos que ya veían por la fe. En efecto, creer es ver con los ojos de nuestro interior.
Este tiempo de Adviento es el adecuado, también para nosotros, para buscar a Jesús con un gran deseo, como los dos ciegos, haciendo comunidad, haciendo Iglesia. Con la Iglesia proclamamos en el Espíritu Santo: «Ven, Señor Jesús» (cf. Ap 22,17-20). Jesús viene con su poder de abrir completamente los ojos de nuestro corazón, y hacer que veamos, que creamos. El Adviento es un tiempo fuerte de oración: tiempo para hacer plegaria de petición, y sobre todo, oración de profesión de fe. Tiempo de ver y de creer.
Recordemos las palabras del Principito: «Lo esencial sólo se ve con el corazón».
Fray Josep Mª MASSANA i Mola OFM (Barcelona, España)


Santoral Católico:
San Francisco Javier


El Papa Pío X nombró a San Francisco Javier como Patrono de todos los misioneros porque fue sin duda uno de los misioneros más grandes que han existido, siendo llamado con justa razón el "gigante de la historia de las misiones".

San Francisco Empezó a ser misionero a los 35 años y murió de sólo 46. En once años recorrió la India (país inmenso), el Japón y varios países más. Su deseo de ir a Japón era tan grande que exclamaba: "si no consigo barco, iré nadando". Fue un verdadero héroe misional.

El santo nació cerca de Pamplona (España) en el castillo de Javier, en el año 1506. Fue enviado a estudiar a la Universidad de París, y estando allí conoció a San Ignacio de Loyola con quien estableció una sólida y bonita amistad. San Ignacio le repetía constantemente la famosa frase de Jesucristo: "¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si se pierde a sí mismo?" y fue justamente esta amistad y las frecuentes pláticas e intensas oraciones lo que transformó por completo a San Francisco Javier, quien fue uno de los siete primeros religiosos con los cuales San Ignacio fundó la Compañía de Jesús o Comunidad de Padres Jesuitas.

Su gran anhelo era poder misionar y convertir a la gran nación china. Pero en ese lugar estaba prohibida la entrada a los blancos de Europa. Al fin consiguió que el capitán de un barco lo llevara a la isla desierta de San Cian, a 100 kilómetros de Hong - Kong, pero allí lo dejaron abandonado, se enfermó y consumido por la fiebre, murió el 3 de diciembre de 1552, pronunciando el nombre de Jesús, la edad de 46 años.

Años más tarde, sus compañeros de la congregación quisieron llevar sus restos a Goa, y encontraron su cuerpo incorrupto, conservándose así hasta nuestros días. San Francisco Javier fue declarado santo por el Sumo Pontífice en 1622 junto con Santa Teresa, San Ignacio, San Felipe y San Isidro.


Pensamiento

“Los progresos de la medicina y de la bioingeniería
podrán considerarse verdaderos logros para la humanidad
cuando todas las personas tengan acceso a sus beneficios
y dejen de ser un privilegio para las minorías”

René Favaloro


Tema del día:
La acción misionera de la Iglesia


La misión es la primera acción en la que se basa la evangelización y tiene su fundamento en Dios mismo quien, habiéndose revelado, instituyó la Iglesia, para que continúe la acción, que el Padre había encomendado a su Hijo, Cristo. Es así, como el anuncio del Reino de Dios, pasa a ser para todos y responsabilidad de todos aquellos que han sido bautizados, siendo testimonio vivo del evangelio, con sus palabras y sus obras, para sí crear comunidades cristianas.

Del concepto misión, podemos decir, hoy en día, que todo lo que puede ser transformado por la acción salvífica del Evangelio, forma parte de ella, es decir, donde encontramos grupos de personas que no conocen a Jesucristo, por el Evangelio hay misión; donde existan comunidades cristianas no maduras, ahí hay misión; donde existan bautizados que han perdido la fe, también hay misión.

Además es completamente necesaria, pues si los hombres no se acercan a la Iglesia, es ella la que debe ir a la gente, saltando cualquier obstáculo que se le presente en dicha tarea.

Así, tenemos que puede suceder que la falta de testimonio cristiano, tanto a nivel personal como comunitario, la lucha entre fe y cultura y la falta de diálogo frente a situaciones nuevas, constituyen unas de las grandes dificultades de tipo histórico que se le presentan a la misión.

Por otro lado, la sobrevalorización de lo empírico y técnico, y por ende, el alejo a lo trascendente, además de la secularización, la fragmentación cultural, etcétera, constituyen otros de los grandes obstáculos culturales que se le presenta a la acción misionera de la Iglesia.

Esas dificultades, han logrado crear en el hombre un individualismo descomunal, que hace poco atrayente la invitación que la Iglesia le hace.

Como la Iglesia es “sacramento universal de salvación” y su misión es estar presente dentro de la sociedad, para ser la continuadora de la acción de Cristo, ella se humaniza, del modo que Dios se hace humano en su Hijo, asentando su misión en la humanidad.

A partir de lo anterior, podemos hablar de distintos grados misioneros de presencia de la Iglesia en el mundo: una individual, correspondiente a cada bautizado; otra de tipo laical y religiosa; y por último el magisterio y la palabra magisterial.

La Iglesia asume la cultura del mundo y la intenta purificar por medio del Evangelio, mediante un diálogo creativo entre cultura-palabra. Ello queda plasmado en lo que actualmente pasa con los laicos, quienes se han transformado en la presencia eclesial más eficaz para la misión.

Luis Marcel Acuña Leal
http://lacunaprf512.wordpress.com/


Meditación breve


Expreso salud y vitalidad radiantes. El cuerpo humano es complejo y hermoso. Cada célula, tejido y órgano es una obra maestra de ingeniería divina. Durante mis actividades diarias, mi cuerpo se protege, se repara, se regenera y se revitaliza. Es un regalo, digno de mi amor y cuidado. Reprimo cualquier pensamiento negativo acerca de mi ser físico y adopto un profundo sentimiento de gratitud por mi cuerpo.
Veo que mi cuerpo es bendecido con el poder y la fortaleza de Dios. Alabo y doy gracias por la vida divina que fluye por medio de mí. Al ver mi cuerpo como el canal y vehículo maravilloso que es, me siento más saludable. Expreso salud y vitalidad radiantes.
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual habéis recibido de Dios, y que no sois vuestros? 1 Corintios 6:19


Pedidos de oración


Pedimos oración por Luisa Fernanda, que vive en Guatemala y cuyos exámenes de tiroides salieron bastante mal. Además pronto debe viajar a España. Que el Señor la proteja en su salud y en su viaje.


Pedimos oración por Carlos Rafael S. O. que vive en Guatemala y que está sumido en el vicio de las drogas y apenas hace dos meses ha sido papá de un bebé. Que Dios con su infinita misericordia lo fortalezca para poder alejarse de esta situación que puede llegar a destruir su vida y la de su familia, y que la Santísima Virgen María acompañe y consuele a su mamá Tita.


Pedimos oración por María A. G. que vive en Presidencia Roque Saénz Peña, Chaco, Argentina, para que el Señor le conceda poder solucionar su problema intestinal y Juan Pablo II interceda por ella para lograr la curación del parkinson.


Pedimos oración por Alejandro, de Argentina, que no está pasando por un buen momento emocional, consecuencia de la incertidumbre económica que se vive en el país. Que en este tiempo de Adviento, el Señor lo ayude a superar esta situación y dé fuerzas a su esposa e hijos.


Pedimos oración por la salud del señor Angel Alberto P., de Buenos Aires, Argentina, que padece cáncer de próstata, para que el Señor lo bendiga con la gracia de sanarse.


Pedimos oración por la salud física y mental de Juan Alfonso L. Y. que vive en Chihuahua, México que padece arritmia cardíaca y un trastorno bipolar, y también por su esposa María L. B., ya que esta situación está afectando la relación matrimonial. Que la Virgen de Guadalupe interceda por ellos ante Jesús para que la situación mejore.


Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén


Ven Espíritu Santo...!


Espíritu Santo, que comprenda que aunque la sangre de Cristo y su pasión sean un remedio infalible y de una eficacia infinita que pueden dar la vida y la salud a todo el mundo, sin embargo de nada aprovecharía al pecador que rehúsa recibir su virtud. Dame Espíritu Santo la gracia y el favor necesarios para recibirla. Así sea.
P. Florentín Brusa cmf


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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