miércoles, 12 de enero de 2022

Pequeñas Semillitas 4874

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 17 - Número 4874 ~ Miércoles 12 de Enero de 2022
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
¿Qué hago cuando un problema parece insoluble? Me dejo llevar y permito que Dios me indique la solución.
Si no estoy seguro con respecto al futuro o tengo dificultades para desprenderme del pasado, no me aflijo.  Sé que ahora mismo Dios está conmigo.  Me dejo llevar y que Dios me guíe en el momento presente. Dejo de preocuparme por cómo creo que se debería hacer algo y permito que Dios me guíe hacia la mejor manera de hacerlo. No me dejo abrumar por la cantidad de tareas que tengo ante mí.  Antes bien, permito que me guíe el espíritu de Dios, paso a paso, hacia una nueva vida de paz, felicidad y satisfacción.
Dios jamás me fallará.  Cuando me dejo llevar, cuando dejo que Dios se haga cargo de mi vida, comprendo que los aparentes obstáculos son, en realidad, oportunidades de nuevas bendiciones.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: 1 Sam 3,1-10.19-20
 
Salmo: Sal 39,2.5.7-8a.8b-9.10
 
Santo Evangelio: Mc 1,29-39
En aquel tiempo, Jesús, saliendo de la sinagoga se fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre; y le hablan de ella. Se acercó y, tomándola de la mano, la levantó. La fiebre la dejó y ella se puso a servirles.
Al atardecer, a la puesta del sol, le trajeron todos los enfermos y endemoniados; la ciudad entera estaba agolpada a la puerta. Jesús curó a muchos que se encontraban mal de diversas enfermedades y expulsó muchos demonios. Y no dejaba hablar a los demonios, pues le conocían.
De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se levantó, salió y fue a un lugar solitario y allí se puso a hacer oración. Simón y sus compañeros fueron en su busca; al encontrarle, le dicen: «Todos te buscan». Él les dice: «Vayamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para que también allí predique; pues para eso he salido». Y recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando los demonios.
 
Comentario:
Hoy, vemos claramente cómo Jesús dividía la jornada. Por un lado, se dedicaba a la oración, y, por otro, a su misión de predicar con palabras y con obras. Contemplación y acción. Oración y trabajo. Estar con Dios y estar con los hombres.
En efecto, vemos a Jesús entregado en cuerpo y alma a su tarea de Mesías y Salvador: cura a los enfermos, como a la suegra de san Pedro y muchos otros, consuela a los tristes, expulsa demonios, predica. Todos le llevan sus enfermos y endemoniados. Todos quieren escucharlo: «Todos te buscan» (Mc 1,37), le dicen los discípulos. Seguro que debía tener una actividad frecuentemente muy agotadora, que casi no le dejaba ni respirar.
Pero Jesús se procuraba también tiempo de soledad para dedicarse a la oración: «De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se levantó, salió y fue a un lugar solitario y allí se puso a hacer oración» (Mc 1,35). En otros lugares de los Evangelios vemos a Jesús dedicado a la oración en otras horas e, incluso, muy entrada la noche. Sabía distribuirse el tiempo sabiamente, a fin de que su jornada tuviera un equilibrio razonable de trabajo y oración.
Nosotros decimos frecuentemente: —¡No tengo tiempo! Estamos ocupados con el trabajo del hogar, con el trabajo profesional, y con las innumerables tareas que llenan nuestra agenda. Con frecuencia nos creemos dispensados de la oración diaria. Realizamos un montón de cosas importantes, eso sí, pero corremos el riesgo de olvidar la más necesaria: la oración. Hemos de crear un equilibrio para poder hacer las unas sin desatender las otras.
San Francisco nos lo plantea así: «Hay que trabajar fiel y devotamente, sin apagar el espíritu de la santa oración y devoción, al cual han de servir las otras cosas temporales».
Quizá nos debiéramos organizar un poco más. Disciplinarnos, “domesticando” el tiempo. Lo que es importante ha de caber. Pero más todavía lo que es necesario.
* Fray Josep Mª MASSANA i Mola OFM (Barcelona, España)
 
Santoral Católico:
San Arcadio de Mauritania
Mártir
Se desconoce la fecha exacta de su martirio, pero parece que tuvo lugar en alguna ciudad de Mauritania, probablemente en Cesarea, la capital. Las persecuciones estaban en todo su furor y miles de cristianos eran torturados por los soldados romanos sin esperar la sentencia del juez.
En tan terribles circunstancias, San Arcadio se retiró a la soledad. Sin embargo, el gobernador de la ciudad al saber que no se había presentado a los sacrificios públicos, capturó a un pariente y lo mantuvo como rehén hasta que el prófugo se presentara. Al saberlo, el mártir volvió a la ciudad y se entregó al juez quien lo obligó a que sacrificase a los dioses. Ante su negativa, el juez lo condenó a muerte, cortando cada uno de sus miembros de manera lenta. Al encontrarse totalmente mutilado, el mártir se dirigió a la comunidad pagana, exhortándolos a abandonar a sus dioses falsos y a adorar al único Dios verdadero, el Señor Jesús.
Los paganos se quedaron maravillados de tanto valor y los cristianos recogieron su cadáver y empezaron a honrarlo como a un gran santo.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa – Catholic.net
 
Pensamiento del día
 
“El que no sabe y no sabe, es un necio; apártate de él.
El que no sabe y sabe que no sabe, es sencillo; instrúyelo.
El que sabe y no sabe que sabe, está dormido; despiértalo.
El que sabe y sabe que sabe, es sabio; síguelo”.
 
Tema del día:
Decálogo del optimista
1. Los optimistas se aman, procuran un alto nivel de autoestima, se valoran y aprovechan lo mejor posible sus talentos personales innatos.
 
2. Los optimistas aceptan a los demás como son, y no malgastan energías queriendo cambiarlos, sólo influyen en ellos con paciencia y tolerancia.
 
3. Los optimistas son espirituales, cultivan una excelente relación con Dios y tienen en su fe una viva fuente de luz y de esperanza.
 
4. Los optimistas disfrutan del "aquí" y el "ahora", no viajan al pasado con el sentimiento de culpa ni el rencor, ni al futuro con angustia. Disfrutan con buen humor y con amor.
 
5. Los optimistas ven oportunidades en las dificultades, cuentan con la lección que nos ofrecen los errores y tienen habilidad para aprender de los fracasos.
 
6. Los optimistas son entusiastas, dan la vida por sus sueños y están convencidos de que la confianza y el compromiso personal obran milagros.
 
7. Los optimistas son íntegros y de principios sólidos, por eso disfrutan de paz interior y la irradian y comparten, aún en medio de problemas y crisis.
 
8. Los optimistas no se desgastan en la crítica destructiva y ven la envidia como un veneno. No son espectadores de las crisis sino protagonistas del cambio.
 
9. Los optimistas cuidan sus relaciones interpersonales con esmero, saben trabajar en equipo y son animosos sembradores de fe, esperanza y alegrías.
 
10. Los optimistas también tienen épocas difíciles, pero no se rinden ni se dejan aplastar por su peso, ya que saben que aún la noche más oscura tiene un claro amanecer y que por encima de las nubes más densas sigue brillando el sol; que todo túnel, por más largo y oscuro que sea siempre tendrá otra salida y que todo río siempre tiene dos orillas.
* Autor: Gonzalo Gallo G. (Oasis)
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
¿Cuál es nuestra prioridad?
"Una gripe, nos llena de angustia. Un pecado, nos da igual. Un poco de tos, nos hace tomar inmediatamente un antibiótico, acumular faltas (pecados), lo consideramos tema para beatos. Nos asusta la muerte, pero no la condenación. Curioso… Nuestra esperanza ¿está fundada en la vida terrenal, o en la Vida eterna?
Nos vamos a operar y nos entran unos miedos absurdos a morir, como si el superar una operación nos garantizara la inmortalidad. Sin embargo, no vamos a confesarnos y a comulgar antes de entrar al quirófano y si alguien nos lo sugiere, respondemos con mala disposición.
Cuando hay un enfermo en una casa o en un hospital se llama al médico ante cualquier pequeña variación en la temperatura corporal, pero, al sacerdote sólo se le llama cuando ya no está consciente o incluso, cuando ya ha fallecido. ¿Qué Sacramento puede recibir uno, después de muerto? Ninguno.
(P. Garrigou Lagrange. La vida eterna y la profundidad del alma)
 
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras patologías graves; por los jóvenes, especialmente los que han caído en las drogas o cualquier tipo de adicción, por las víctimas de trata, por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, por lo no nacidos, por la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio. En este tiempo pedimos especiales oraciones por todas las personas que en diversos países del mundo han sido afectadas por el coronavirus, rogando que el Sagrado Corazón de Jesús nos proteja ante esta terrible pandemia, y que con fe y esperanza, y siguiendo las indicaciones médicas de prevención, el riesgo de contagio vaya disminuyendo en todo el planeta y los que están enfermos se sanen. Para lectores argentinos, pedimos especial oración por la salvación de Argentina en el marco de la justicia.
 
Pedimos oración por todos los países de Latinoamérica, para que no caigan en las garras nefastas del comunismo y/o gobiernos populistas que tienden hacia lo dictatorial, sin tener interés en las necesidades de los pueblos, sino en satisfacer las propias ambiciones desmedidas de los políticos enquistados en los diversos gobiernos.
 
Pedimos oración por tantas personas que en estos momentos están contagiadas de Covid-19 en diversas ciudades y países (muchas de ellas de mi parroquia). La gran mayoría de ellos, por estar vacunados, hacen un proceso leve, tipo resfrío o gripe, sin necesitar internación, pero ocasionando un altísimo número de población “aislada”, sin poder concurrir a sus trabajos con las consecuencias imaginables que ello produce. Pero, por desgracia, hay muchas otras personas que se han negado a la vacunación y ellos están desarrollando cuadros graves, con internación (incluso en terapia intensiva) y muerte. Rogamos que todos tomen conciencia, sean cuidadosos de las normas de prevención y por sobre todas las cosas que accedan a la vacunación, que ha demostrado ser muy efectiva.
 
Pedimos oración para Laura Sofía, de Asunción, Paraguay, mujer joven (35 años) madre de cuatro hijos, que está sumida en la oscuridad de las adicciones, y por tal motivo se va de su casa por algunos días sin que nadie sepa su paradero, dejando a su familia (incluso a su madre Isabel que es lectora de esta página) en la incertidumbre y desesperación. Que Jesús, el Buen Pastor, busque y rescate a esta querida ovejita, y la vuelva al corral de la normalidad.
 
Pedimos oración para la señora Lucrecia Ester C., de Córdoba, Argentina, 85 años de edad, afectada de varias enfermedades crónicas (cardiopatía, dificultad para respirar y caminar, artrosis, etc.) Ha tenido una caída en su domicilio con varias lesiones y heridas que la tienen muy dolorida. Invocamos a la Santísima Virgen rogando que Ella sea mediadora ante Dios de estas súplicas para que sus molestias se alivien.
 
Pedimos oración para este grupo familiar de Escobar, Buenos Aires Argentina: Patricia, Manuela, Matías, Lucca, Lorenzo, Belén, Matías, Raúl, y demás integrantes, todos positivos al Covid-19, algunos con síntomas y otros asintomáticos. Que el Señor les conceda una pronta y total recuperación.
 
Pedimos oración por un matrimonio de Lima, Perú, ambos afectados de Covid-19: Marcela CH. y Mario M., y también para Milagros S., de 40 años de la misma ciudad y con la misma enfermedad. ¡Te rogamos Señor por ellos!
 
Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin, rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que tu hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia. Escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos y conceda a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
 
Requisitos para ‘Pedidos de oración’ 
1) Nombres completos y apellido de la persona por la que se pide (no publicaremos apellido o solamente pondremos la primera letra).
2) Ciudad y país donde vive la persona por la que se pide.
3) Descripción del problema que tiene.
4) Los Pedidos de Oración se deben enviar a feluzul@gmail.com  y deben redactarse de manera breve y resumida.
5) Enviar con tiempo la solicitud de oración (un día antes de su publicación). Se publican sólo los días lunes, miércoles y viernes.
 
Un minuto para volar
 
Enero 12
Controlar, esta es la causa de muchas enfermedades, nerviosismos y preocupaciones. A veces queremos controlar a otras personas y las espiamos para ver lo que están haciendo. Pero otras veces queremos controlar la vida misma, y eso ya es imposible. No podemos aferrarla. Siempre nos sorprende. Queremos que suceda algo y ocurre otra cosa. Por eso, no hay nada mejor que estar siempre disponibles, para aceptar cualquier desafío que la vida nos presente. Y será mejor todavía si nos entregamos a Dios y oramos como Carlos de Foucauld: “Señor, haz de mí lo que quieras, sea lo que sea, estoy dispuesto a todo”.
(Mons. Víctor M. Fernández)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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2 comentarios:

  1. Que bueno Felipe que esta de vuelta, que el Señor lo cuide mucho y asi pueda seguir con esta gran obra de las semillitas. Bendiciones

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  2. Cuando reflexione, sobre lo que había sido mi vida, mi reacción ante las dificultades,... Fue entonces cuando confirme que no había estado solo y que cuando estuve a punto de tirar la toalla, apareció alguien, sucedió algo que me volvió a poner de pié y en el camino. Procuro tenerlo presente.
    José Luis Sevillano - España

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