sábado, 28 de enero de 2023

Pequeñas Semillitas 5210

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 18 - Número 5210 ~ Sábado 28 de Enero de 2023
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
En consonancia con las palabras que hoy nos dirige el Padre Natalio en su espacio diario, te digo:
¡Tú puedes! ¡Sigue! ¡Continua! ¡No te rindas!
Una palabra de aliento puede marcar la diferencia entre rendirse o continuar.
Dios quiere que sus hijos no se rindan, que sean fuertes y que confíen en que todo en la vida tiene un plan perfecto.
¡No te rindas, continúa! Dios tiene un plan para ti.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Heb 11,1-2.8-19
 
Salmo: Lc 1,69-70.71-72.73-75
 
Santo Evangelio: Mc 4,35-41
Un día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos: «Pasemos a la otra orilla». Despiden a la gente y le llevan en la barca, como estaba; e iban otras barcas con Él. En esto, se levantó una fuerte borrasca y las olas irrumpían en la barca, de suerte que ya se anegaba la barca. Él estaba en popa, durmiendo sobre un cabezal. Le despiertan y le dicen: «Maestro, ¿no te importa que perezcamos?».
Él, habiéndose despertado, increpó al viento y dijo al mar: «¡Calla, enmudece!» El viento se calmó y sobrevino una gran bonanza. Y les dijo: «¿Por qué estáis con tanto miedo? ¿Cómo no tenéis fe?». Ellos se llenaron de gran temor y se decían unos a otros: «Pues ¿quién es éste que hasta el viento y el mar le obedecen?».
 
Comentario:
Hoy, el Señor riñe a los discípulos por su falta de fe: «¿Cómo no tenéis fe?» (Mc 4,40). Jesucristo ya había dado suficientes muestras de ser el Enviado y todavía no creen. No se dan cuenta de que, teniendo con ellos al mismo Señor, nada han de temer. Jesús hace un paralelismo claro entre “fe” y “valentía”.
En otro lugar del Evangelio, ante una situación en la que los Apóstoles dudan, se dice que todavía no podían creer porque no habían recibido el Espíritu Santo. Mucha paciencia le será necesaria al Señor para continuar enseñando a los primeros aquello que ellos mismos nos mostrarán después, y de lo que serán firmes y valientes testigos.
Estaría muy bien que nosotros también nos sintiéramos “reñidos”. ¡Con más motivo aun!: hemos recibido el Espíritu Santo que nos hace capaces de entender cómo realmente el Señor está con nosotros en el camino de la vida, si de verdad buscamos hacer siempre la voluntad del Padre. Objetivamente, no tenemos ningún motivo para la cobardía. Él es el único Señor del Universo, porque «hasta el viento y el mar le obedecen» (Mc 4,41), como afirman admirados los discípulos.
Entonces, ¿qué es lo que me da miedo? ¿Son motivos tan graves como para poner en entredicho el poder infinitamente grande como es el del Amor que el Señor nos tiene? Ésta es la pregunta que nuestros hermanos mártires supieron responder, no ya con palabras, sino con su propia vida. Como tantos hermanos nuestros que, con la gracia de Dios, cada día hacen de cada contradicción un paso más en el crecimiento de la fe y de la esperanza. Nosotros, ¿por qué no? ¿Es que no sentimos dentro de nosotros el deseo de amar al Señor con todo el pensamiento, con todas las fuerzas, con toda el alma?
Uno de los grandes ejemplos de valentía y de fe, lo tenemos en María, Auxilio de los cristianos, Reina de los confesores. Al pie de la Cruz supo mantener en pie la luz de la fe... ¡que se hizo resplandeciente en el día de la Resurrección!
* Rev. D. Joaquim FLURIACH i Domínguez (St. Esteve de P., Barcelona, España)
 
Santoral Católico:
Santo Tomás Aquino
Nació alrededor del año 1225, hijo de los condes de Aquino, en Roccasecca (Italia). Estudió en el monasterio de Montecasino y más tarde en Nápoles, donde conoció a los dominicos e ingresó en su Orden. Completó sus estudios en Colonia bajo la dirección de san Alberto Magno. Ya ordenado de sacerdote, marchó a la Universidad de París. Escribió muchas obras de filosofía y teología y ejerció también el profesorado, contribuyendo grandemente al desarrollo y sistematización de las ciencias eclesiásticas en su Orden y en la Iglesia. Su obra más conocida es la Suma Teológica. Decía: «Más he aprendido orando ante el crucifijo que de los libros». Después residió, como teólogo y maestro, en Nápoles, en Orvieto junto al Papa, en Roma, en París y una vez más en Nápoles. Cuando se dirigía al Concilio de Lyon, al que había sido invitado por el Papa, murió en Fossanova el 7 de marzo de 1274. Su fiesta se celebra el 28 de enero, día en que su cuerpo fue trasladado a Toulouse en el año 1369.
Oración: Oh Dios, que hiciste de santo Tomás de Aquino un varón preclaro por su anhelo de santidad y por su dedicación a las ciencias sagradas, concédenos entender lo que él enseñó e imitar el ejemplo que nos dejó en su vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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© Directorio Franciscano – ACI Prensa – Catholic.net
 
Pensamientos del día
«La fe se refiere a las cosas que no se ven, y la esperanza a las cosas que no están al alcance de la mano. Para alguien que tiene fe, no es necesaria ninguna explicación. Para aquel sin fe, no hay explicación posible»
🌞
«Esto es peculiar del superior, y por eso se tiene como propio de Dios tener misericordia, en la cual resplandece su omnipotencia de modo máximo. Justicia sin misericordia es crueldad»
 
Tema del día:
Benedicto testigo de Jesús
Una vez se le preguntó a uno de los mejores abogados de juicio en su ciudad así: ¿Qué es lo más importante para ganar un caso de corte? ¿Es un juez justo? ¿Es un jurado simpático? ¿Es un equipo de apoyo bueno? El abogado sin demora respondió. “No, lo más importante para ganar un caso de corte es un testigo creíble”.
 
En el evangelio encontramos tal testigo en el caso de Jesús: se llamó Juan el Bautista, y dio testimonio del Mesías hasta su muerte. Nosotros acabamos de perder a uno de los grandes testigos de nuestros tiempos. El papa Benedicto XVI, como Juan, vivió para dar testimonio a Jesucristo.
 
Benedicto era hombre de la verdad. No buscaba la opinión favorable de la prensa o de los políticos. En una declaración famosa él criticó la “teología de liberación”, que fue la moda en teología en el último cuarto del siglo pasado.
 
Entonces era el encargado del departamento vaticano de asuntos de la fe. El entonces Cardenal Ratzinger no condenó la teología de liberación sino advirtió a los adherentes que, si profesaban solo la liberación de la opresión social y no la del pecado personal, no serían fieles al evangelio.
 
También Benedicto era persona de humildad. A medida que estaba debilitándose, él no se aferró el papado. Aunque tenía la atención del mundo, renunció el oficio cuando se le dio cuenta de que no podía llevar a cabo bien sus responsabilidades.
 
Más que antes, nos hace falta testimonio como lo del papa Benedicto. De hecho, es necesario que todos nosotros participantes en la misa dominical demos testimonio a Jesucristo. El mundo está perdiendo su sentido bueno en una inundación de preocupación excesiva del yo. El secularismo ha eliminado referencia a Dios como autoridad fuera de la persona que requiere atención.
 
El individualismo ha facilitado tragedias como el rompimiento de la familia nuclear. Y el relativismo ha producido contradicciones como el cambio del género y el matrimonio homosexual. Cristo nos pide que amemos a aquellos que piensen y actúen en modos diferentes. Pero también nos enseña que hay verdades transcendentes para ser defendidas a pesar de que piensen los demás.
 
El papa Benedicto murió con un testimonio de su amor a Jesús en sus labios. Sus últimas palabras fueron: “Jesús, te amo”. Quizás podríamos dar testimonio a Jesús por ensayar lo que queremos ser nuestras palabras finales. Después de despedirnos de nuestros seres queridos, quisiéramos decir algo como: “Confío en ti, Señor”. Que repitamos estas palabras a otra persona todos los días.
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* P. Carmelo Mele O.P.
 
Biblioteca de archivos
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Humor de sábados
Consejos de niños
1. Nunca le confíes a tu perro que cuide tu comida. (Patricio, 10 años)
2. Cuando tu papa esté enojado y te pregunte "¿Qué, acaso parezco un idiota?", no le contestes. (Susana, 11 años)
3. Nunca le digas a tu mamá que la dieta no le está sirviendo. (Miguel, 14 años)
4. No comas demasiadas ciruelas pasas. (Jorge, 9 años)
5. Nunca orines en una cerca eléctrica. (Roberto, 13 años)
6. No te pongas en cuclillas si estás usando espuelas. (Nora, 13 años)
7. Cuando tu mamá esté enojada con tu papá, no dejes que cepille tu cabello. (Eugenia, 11 años)
8. Nunca dejes en el mismo cuarto a tu tarea y a tu hermanito de tres años. (Tita, 10 años)
9. Los perros tienen mal aliento, aun después de darles una pastilla de menta. (Andrés, 9 años)
10. No es posible esconder un pedazo de brócoli dentro de un vaso de leche. (Omar, 8 años)
11. Si quieres que te den un gato, primero pide un ponny. (Noemí, 15 años)
12. Los marcadores de tinta no sirven como lápiz labial. (Lola, 9 años)
13. No molestes a tu hermana si tiene un bate de béisbol en las manos. (Juan, 10 años)
14. Si sacaste una mala calificación en la escuela, enséñasela a tu mamá cuanto esté hablando por teléfono. (Alexia, 13 años)
15. Nunca trates de bautizar a un gato. (Elena, 8 años)
 
Recordando al Padre Natalio
Si queremos…
Cuando tu vida se encrespa con alguna tormenta, no pierdas el ánimo, porque hay dentro de ti fuerzas insospechadas. Entre todas sobresale una que debes valorar, cuidar, entrenar y servirte de ella: la voluntad. El éxito comienza siempre con una voluntad decidida a permanecer firme en la lucha, ése es el gran regalo de Dios. Utilízalo con humildad.
 
Muchas veces nos conformamos en vez de arriesgarnos, sin pensar que cada día que pasa nunca volverá. Debemos recordar que: Nada está escrito. Nada está hecho. Nada es imposible. Todo depende de nuestra voluntad, don precioso de Dios. Es una fuerza que nos sale de adentro. Basta decir: "¡Sí, puedo!" a cada desafío. Cuando estamos decididos, cuando de verdad queremos algo, no hay obstáculo capaz de interponerse. Si queremos... podemos llegar más lejos. Si queremos... podemos llegar más alto. Si queremos... podemos hacer lo que sea. Sólo hay que proponérselo, y trabajar para lograrlo. ¡Yo sé que tú puedes!
 
Ejercitar la paciencia es un buen modo de fortalecer la voluntad: paciencia para escuchar a los inoportunos, para controlar los impulsos, para no contestar mal… Lo que hay que hacer, se hace, ¡ahora! Sin aplazarlo. Si algo supone esfuerzo, esa es una buena razón para hacerlo. Ahí radica la clave de la superación personal. Como ejercitas tus músculos, ejercita tu voluntad.
(P. Natalio)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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