jueves, 19 de enero de 2023

Pequeñas Semillitas 5201

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 18 - Número 5201 ~ Jueves 19 de Enero de 2023
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
Casi siempre pedimos al Cielo los favores y las gracias que necesitamos… Hoy vamos a hacer una plegaria de agradecimiento:
Gracias mi Señor Jesús, porque sólo Tú puedes transformar una mala situación en una gran bendición.
Madre celestial, es por tu amorosa, constante y oportuna intercesión que alcanzamos las gracias que Tu amado Hijo nos concede si es la Voluntad del Padre y para nuestro bien el obtenerlas.
Gracias Madre por llevarnos a tu Hijo. Gracias Jesús por llevarnos al Padre. Gracias Señor, por Tu inabarcable e inagotable misericordia.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Heb 7,25—8,6
 
Salmo: Sal 39,7-8a.8b-9.10.17
 
Santo Evangelio: Mc 3,7-12
En aquel tiempo, Jesús se retiró con sus discípulos hacia el mar, y le siguió una gran muchedumbre de Galilea. También de Judea, de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán, de los alrededores de Tiro y Sidón, una gran muchedumbre, al oír lo que hacía, acudió a Él. Entonces, a causa de la multitud, dijo a sus discípulos que le prepararan una pequeña barca, para que no le aplastaran. Pues curó a muchos, de suerte que cuantos padecían dolencias se le echaban encima para tocarle. Y los espíritus inmundos, al verle, se arrojaban a sus pies y gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios». Pero Él les mandaba enérgicamente que no le descubrieran.
 
Comentario:
Hoy, todavía reciente el bautismo de Juan en las aguas del río Jordán, deberíamos recordar el talante de conversión de nuestro propio bautismo. Todos fuimos bautizados en un solo Señor, una sola fe, «en un solo Espíritu para formar un solo cuerpo» (1Cor 12,13). He aquí el ideal de unidad: formar un solo cuerpo, ser en Cristo una sola cosa, para que el mundo crea.
En el Evangelio de hoy vemos cómo «una gran muchedumbre de Galilea» y también otra mucha gente procedente de otros lugares (cf. Mc 3,7-8) se acercan al Señor. Y Él acoge y procura el bien para todos, sin excepción. Esto lo hemos de tener muy presente durante el octavario de oración para la unidad de los cristianos.
Démonos cuenta de cómo, a lo largo de los siglos, los cristianos nos hemos dividido en católicos, ortodoxos, anglicanos, luteranos, y un largo etcétera de confesiones cristianas. Pecado histórico contra una de las notas esenciales de la Iglesia: la unidad.
Pero aterricemos en nuestra realidad eclesial de hoy. La de nuestro obispado, la de nuestra parroquia. La de nuestro grupo cristiano. ¿Somos realmente una sola cosa? ¿Realmente nuestra relación de unidad es motivo de conversión para los alejados de la Iglesia? «Que todos sean uno, para que el mundo crea» (Jn 17,21), ruega Jesús al Padre. Éste es el reto. Que los paganos vean cómo se relaciona un grupo de creyentes, que congregados por el Espíritu Santo en la Iglesia de Cristo tienen un solo corazón y una sola alma (cf. Hch 4,32-34).
Recordemos que, como fruto de la Eucaristía —a la vez que la unión de cada uno con Jesús— se ha de manifestar la unidad de la Asamblea, ya que nos alimentamos del mismo Pan para ser un solo cuerpo. Por tanto, lo que los sacramentos significan, y la gracia que contienen, exigen de nosotros gestos de comunión hacia los otros. Nuestra conversión es a la unidad trinitaria (lo cual es un don que viene de lo alto) y nuestra tarea santificadora no puede obviar los gestos de comunión, de comprensión, de acogida y de perdón hacia los demás.
* Rev. D. Melcior QUEROL i Solà (Ribes de Freser, Girona, España)
 
Santoral Católico:
San José Sebastián Pelczar
Nació en 1842 en Korczyna (Polonia), cerca de Krosno. Desde niño mostró aptitudes extraordinarias para el estudio. Ordenado de sacerdote en Przemysl, completó sus estudios en Roma. Al regresar a su patria, fue profesor de teología en el seminario de su diócesis y en la Universidad Jaguellónica de Cracovia, de la que llegó a ser rector. Además, trabajó de forma incansable en la difusión de la cultura en su pueblo y en obras sociales. El 18 de abril de 1893 hizo la profesión de terciario franciscano ante la tumba de San Francisco en Asís. En 1894 fundó la congregación de Esclavas del Sagrado Corazón, con el fin de proclamar su Reino mediante el amor a las jóvenes, los enfermos y todos los necesitados. En 1899 fue nombrado obispo de Przemysl y, durante 25 años, actuó como un valiente y celoso pastor en obras apostólicas y sociales. Fue autor de numerosos escritos. Murió en Przemysl el 28 de marzo de 1924. Su memoria se celebra el 19 de enero. Lo canonizó san Juan Pablo II el año 2003.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – ACI Prensa
 
Pensamiento del día
 
“Si puedes curar, cura.
Si no puedes curar, alivia.
Si no puedes aliviar, consuela…
Si no puedes consolar, acompaña.”
 
Historias:
¿Un milagro del papa Benedicto XVI?
El Papa Benedicto XVI falleció el 31 de diciembre de 2022 y el 5 de enero de este año fue sepultado en el Vaticano. Solo unos días después algunos ya hablan de un presunto milagro obrado por su intercesión.
 
Diversas publicaciones en redes sociales se refieren a un “hermoso milagro” al recordar la historia del P. Peter Srsich, de la Arquidiócesis de Denver (Estados Unidos).
 
El cáncer y la “lejanía” de Dios
 
En el año 2011, luego de varios exámenes, los médicos revelaron que lo que parecía una neumonía, era en realidad un tumor del tamaño de una pelota de béisbol, que estaba “en mi pecho entre la caja torácica y los pulmones, que colapsó mi pulmón izquierdo y estaba presionando mi corazón”, relató Srsich al Denver Catholic en 2021.
 
“Descubrimos que era un linfoma de Hodgkin en etapa cuatro, que era un tumor, y también vimos otros tumores en el sistema sanguíneo”, contó el sacerdote.
 
“Es una de esas cosas que parecen que pesan una tonelada de ladrillos cuando tienes 16 años” pero “tenía mi fe, así que comencé con una buena mentalidad, un buen deseo de sufrir bien, y lo tiré por la ventana casi de inmediato cuando comencé a sufrir de verdad”, recordó el P. Srsich.
 
Para combatir el cáncer, Srsich tuvo que soportar inicialmente siete rondas de quimioterapia y 21 días de radiación. “El cáncer realmente no me afectó mucho, pero la quimioterapia fue lo que me derribó y me golpeó”, indicó.
 
“Entonces, mientras pasaba por eso, la pérdida de cabello, los efectos secundarios, todo eso, fue cuando decidí que Dios no existía y que todo lo que había aprendido y creía eran una tontería, pero fue en esos momentos en que Dios decidió abrirse paso”.
 
El encuentro con el Papa Benedicto XVI y la cura
 
Aún enfermo, pero ya con 17 años, la fundación Make a Wish le ofreció cumplirle un deseo y él pidió ver al Papa Benedicto XVI.
 
Pese al sufrimiento, su inquietud vocacional seguía en pie y ahora quería ver al Santo Padre.  Su deseo se hizo realidad en junio de 2012, durante una audiencia general del Papa Benedicto XVI en la Plaza de San Pedro en el Vaticano.
 
“Tuve como 30 segundos o un minuto para hablar con él, así que le dije lo básico de mi historia: tenía cáncer, quería ser sacerdote. ¿Me puede dar su bendición?”, relató el joven presbítero.
 
“Me dio su bendición. Fue un gran regalo poder conocer al Santo Padre, estrechar su mano y recibir su bendición. Fue una poderosa experiencia conocer al Papa”, dijo Srsich.
 
Benedicto XVI lo bendijo colocando su mano derecha en el pecho del joven, sobre el lugar donde estaba ubicado el tumor.
 
Tiempo después, ya curado, ingresó al Seminario St. John Vianney. Fue ordenado diácono en febrero de 2020; y sacerdote el 15 de mayo de 2021.
 
“Es una gran vida ser sacerdote”, resaltó el P. Srsich. “Todas las pruebas, todos los sufrimientos valieron la pena”, concluyó.
-
(Walter Sánchez Silva para ACIprensa)
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
A veces nos invade el pesimismo, la tristeza o la sensación de que todo va mal… en el mundo, en mi trabajo, en mi familia, en mi vida.
Y es que somos frágiles, y el maligno siempre está atento para aprovecharse de esa fragilidad y procurar hacernos sentir que las cosas no funcionan o que no vale el esfuerzo por hacerlas mejores… ¡Pero no es así!
Cada nuevo amanecer o cada niño que nace, es una prueba más que Dios renueva su confianza en nosotros y nos otorga una nueva oportunidad de encaminar nuestros pasos hacia Él corrigiendo errores, superando dificultades, venciendo fragilidades propias de nuestra humana condición.
Dios quiere mostrarnos que más allá de todo lo malo y negativo que hay en el mundo, todavía hay muchas personas buenas, muchas familias bien constituidas, mucha gente que ama y ayuda al prójimo, muchas buenas noticias que superan a las malas, muchos cristianos que rezan y muchos no cristianos que se convierten, muchos motivos para renovar la fe, la esperanza y crecer en el amor.
Demos gracias a Dios porque nos permite a cada momento experimentar Su presencia llena de amor misericordioso en nuestras vidas. Él renueva todos los días su alianza con nosotros, y nos dice “Yo hago nuevas todas las cosas” (Ap 21,5).
 
Recordando al Padre Natalio
“A mí me lo hicieron”
Vivir la caridad cristiana no es fácil. En verdad está por encima de nuestra capacidad humana. Por eso es indispensable suplicar con humildad y constancia al Señor el don de la fraternidad para poder elevarnos sobre nuestros egoísmos, retraimientos, susceptibilidades… Pero cuando el amor de Dios nos invade podemos “disculpar, soportar y esperar sin límites”.
 
Cuando llegaban voluntarios a la puerta de la casa de Madre Teresa para compartir con ella y las hermanas la ayuda a los más necesitados, solía decirles con las manos bien abiertas: “Lo primero que deben aprender es qué son los cinco dedos. Significan cinco palabras dichas por Jesús a sus discípulos: “A mí me lo hicieron”. Es decir, cada vez que hagan esto a uno de mis pequeños, es como si me lo hicieran a mí. No lo olviden. El agonizante cubierto de gusanos entre la inmundicia de Calcuta es Cristo mismo, así como lo es el niño leproso, el enfermo de Sida rechazado por su familia, el joven que muere en las aceras de Nueva York, víctima de una sobredosis”.
 
Hay personas pobres que distribuyen sonrisas. Existen personas que sufren pero nos comunican alegría. Por allí van personas incomprendidas que saben comprendernos. Yo conozco personas que fueron ofendidas y supieron perdonar. Conozco todas esas personas… y su secreto es amar.
(P. Natalio)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
BLOG ”PEQUEÑAS SEMILLITAS
FACEBOOK de “FELIPE DE URCA”
TWITTER de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”
INSTAGRAM: FELIPE DE URCA
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.