domingo, 22 de enero de 2023

Pequeñas Semillitas 5204

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 18 - Número 5204 ~ Domingo 22 de Enero de 2023
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
Jesús llamaba a sus apóstoles por sus nombres, a cada uno por el suyo. Porque cada uno era una persona eternamente pensada por Dios, y para cada uno tenía prevista una misión. Descubrir la propia vocación divina no es otra cosa que adivinar qué quiere Dios para mí, es decir para qué he nacido.
También nosotros somos fruto de un querer de Dios, por eso estamos en el mundo. Y nos ha llamado el Señor para que formemos parte de la Iglesia, unos como sacerdotes, otros como religiosos, otros como fieles laicos; pero todos con ese sentido vocacional y de misión de nuestras vidas.
Gracias Señor porque me has llamado, porque entiendo lo que significa mi vida, y porque quieres contar conmigo para ‘pescar’ a las personas es decir, para que les ayude a descubrir su vocación y colabore contigo en su santificación. Gracias por la confianza que tienes conmigo. Pídeme, Señor, lo que quieras, y dame tu ayuda para cumplirlo.
(P. Jesús Martínez García)
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Is 8,23b–9,3
 
Salmo: Sal 26,1.4.13-14
 
Segunda Lectura: 1Cor 1,10-13.17
 
Santo Evangelio: Mt 4,12-23
Cuando oyó que Juan había sido entregado, se retiró a Galilea. Y dejando Nazaret, vino a residir en Cafarnaúm junto al mar, en el término de Zabulón y Neftalí; para que se cumpliera el oráculo del profeta Isaías: «¡Tierra de Zabulón, tierra de Neftalí, camino del mar, allende el Jordán, Galilea de los gentiles! El pueblo que habitaba en tinieblas ha visto una gran luz; a los que habitaban en paraje de sombras de muerte una luz les ha amanecido». Desde entonces comenzó Jesús a predicar y decir: «Convertíos, porque el Reino de los Cielos ha llegado».
Caminando por la ribera del mar de Galilea vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés, echando la red en el mar, pues eran pescadores, y les dice: «Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres». Y ellos al instante, dejando las redes, le siguieron. Caminando adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, que estaban en la barca con su padre Zebedeo arreglando sus redes; y los llamó. Y ellos al instante, dejando la barca y a su padre, le siguieron. Recorría Jesús toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
 
Comentario:
Hoy, Jesús nos da una lección de “santa prudencia”, perfectamente compatible con la audacia y la valentía. En efecto, Él —que no teme proclamar la verdad— decide retirarse, al conocer que —tal como ya habían hecho con Juan Bautista— sus enemigos quieren matarlo a Él: «Sal y vete de aquí, porque Herodes quiere matarte» (Lc 13,31). —Si a quien pasó haciendo el bien, sus detractores intentaron dañarle, no te extrañe que también tú sufras persecuciones, como nos anunció el Señor.
«Cuando oyó que Juan había sido entregado, se retiró a Galilea» (Mt 4,12). Sería imprudente desafiar los peligros sin un motivo proporcionado. Solamente en la oración discernimos cuándo el silencio o inactividad —dejar pasar el tiempo— son síntomas de sabiduría, o de cobardía y falta de fortaleza. La paciencia, ciencia de la paz, ayuda a decidir con serenidad en los momentos difíciles, si no perdemos la visión sobrenatural.
«Recorría Jesús toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo» (Mt 4,23). Ni las amenazas, ni el miedo al qué dirán o las posibles críticas pueden retraernos de hacer el bien. Quienes estamos llamados a ser sal y luz, operadores del bien y de la verdad, no podemos ceder ante el chantaje de la amenaza, que tantas veces no pasará de ser un peligro hipotético o meramente verbal.
Decididos, audaces, sin buscar excusas para postergar la acción apostólica para “después”. Dicen que «el “después” es el adverbio de los vencidos». Por eso, san Josemaría recomendaba «una receta eficaz para tu espíritu apostólico: planes concretos, no de sábado a sábado, sino de hoy a mañana (...)».
Cumplir la voluntad de Dios, ser justos en cualquier ambiente, y seguir el dictamen de la conciencia bien formada exige una fortaleza que hemos de pedir para todos, porque el peligro de la cobardía es grande. Pidamos a nuestra Madre del Cielo que nos ayude a cumplir siempre y en todo, la voluntad de Dios, imitando su fortaleza al pie de la Cruz.
* Rev. D. Josep RIBOT i Margarit (Tarragona, España)
 
Palabras del Papa Francisco
«No estamos jamás solos. Podemos estar lejos, hostiles, podemos también profesarnos ‘sin Dios’. Pero el Evangelio de Jesucristo nos revela que Dios no puede estar sin nosotros: Él no será jamás un Dios ‘sin el hombre’: ¡Este es un gran misterio! Y esta certeza es la fuente de nuestra esperanza, que encontramos conservada en todas las invocaciones del Padre Nuestro. Cuando tenemos necesidad de ayuda, Jesús no nos dice de resignarnos y cerrarnos en nosotros mismos, sino de dirigirnos al Padre y pedirle a Él con confianza».
 
Predicación del Evangelio:
La primera palabra de Jesús
El evangelista Mateo cuida mucho el escenario en el que va a hacer Jesús su aparición pública. Se apaga la voz del Bautista y se empieza a escuchar la voz nueva de Jesús. Desaparece el paisaje seco y sombrío del desierto y ocupa el centro el verdor y la belleza de Galilea. Jesús abandona Nazaret y se desplaza a Cafarnaúm, a la ribera del lago. Todo sugiere la aparición de una vida nueva.
 
Mateo recuerda que estamos en la «Galilea de los gentiles». Ya sabe que Jesús ha predicado en las sinagogas judías de aquellas aldeas y no se ha movido entre paganos. Pero Galilea es cruce de caminos; Cafarnaúm, una ciudad abierta al mar. Desde aquí llegará la salvación a todos los pueblos.
 
De momento, la situación es trágica. Inspirándose en un texto del profeta Isaías, Mateo ve que «el pueblo habita en tinieblas». Sobre la tierra «hay sombras de muerte». Reina la injusticia y el mal. La vida no puede crecer. Las cosas no son como las quiere Dios. Aquí no reina el Padre.
 
Sin embargo, en medio de las tinieblas, el pueblo va a empezar a ver «una luz grande». Entre las sombras de muerte «empieza a brillar una luz». Eso es siempre Jesús: una luz grande que brilla en el mundo.
 
Según Mateo, Jesús comienza su predicación con un grito: «Convertíos». Esta es su primera palabra. Es la hora de la conversión. Hay que abrirse al reino de Dios. No quedarse «sentados en las tinieblas», sino «caminar en la luz».
 
Dentro de la Iglesia hay una «gran luz». Es Jesús. En él se nos revela Dios. No lo hemos de ocultar con nuestro protagonismo. No lo hemos de suplantar con nada. No lo hemos de convertir en doctrina teórica, en teología fría o en palabra aburrida. Si la luz de Jesús se apaga, los cristianos nos convertiremos en lo que tanto temía Jesús: «unos ciegos que tratan de guiar a otros ciegos».
 
Por eso también hoy esa es la primera palabra que tenemos que escuchar: «Convertíos»; recuperad vuestra identidad cristiana; volved a vuestras raíces; ayudad a la Iglesia a pasar a una nueva etapa de cristianismo más fiel a Jesús; vivid con nueva conciencia de seguidores; poneos al servicio del reino de Dios.
(P. José Antonio Pagola)
 
Poesía
Los amigos
En el tabaco, en el café, en el vino,
al borde de la noche se levantan
como esas voces que a lo lejos cantan
sin que se sepa qué, por el camino.
 
Livianamente hermanos del destino,
dioscuros, sombras pálidas, me espantan
las moscas de los hábitos, me aguantan
que siga a flote entre tanto remolino.
 
Los muertos hablan más pero al oído,
y los vivos son mano tibia y techo,
suma de lo ganado y lo pedido.
 
Así un día en la barca de la sombre,
de tanta ausencia abrigará mi pecho
esta antigua ternura que los nombra.
-
(JULIO CORTÁZAR)
 
Nuevo vídeo y artículo
 
Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
Para verlo tienes que ir al final de esta página
 
Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
Puedes acceder en la dirección:
 
Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.
 
💕 Desde la provincia de Buenos Aires, Argentina, escribe nuestra lectora, colega médica y amiga Claudia B. y dice: “Quiero agradecer a Dios y a la Virgen Santísima por estar siempre presente en mi vida, por abrirme los ojos y hacerme ver que tengo que ser feliz hoy con cada cosa que elijo y por darme la fuerza de voluntad y acompañarme en cada paso que doy; me acompañan en un nuevo comienzo en otra ciudad. Estaba agotada del aturdimiento de la gran ciudad (La Plata) y ahora nos mudamos con mi hija a Mar de Las Pampas y nos permitió conseguir trabajo a ambas y disfrutar de la naturaleza y el mar”. ¡Alabado seas Señor!
 
💕 Desde Montevideo, Uruguay, Karen S., lectora y amiga de “Pequeñas Semillitas” agradece a Dios por haberle brindado 20 días de descanso, paz meditación y aprendizaje comenzando este año 2023. Demos gracias a Dios, porque bien merecido tienes ese descanso, querida Karen.
 
💕 Desde Río Cuarto, Córdoba, Argentina, nos llega el agradecimiento a Dios y a los que rezaron por la cirugía de María Adela (50 años) que se ha realizado con todo éxito.
 
Recordando al Padre Natalio
Respeto y comprensión
Respetar las opiniones del otro es una de las mayores virtudes que un ser humano puede tener. Las personas son diferentes, por lo tanto piensan y actúan de modo diferente. Para una buena convivencia con todos necesitas comprensión: "comprender es una palabra viva y la carne de esa palabra es amor”.  Reflexiona, pues, con amor y comprenderás mejor a los diferentes.
 
Un día que Voltaire, pensador y filósofo francés, se paseaba por las calles de Londres, se vio de pronto rodeado de varias personas que, al reconocerlo, comenzaron a vociferar: —¡Colgad a este francés! ¡Matadlo! Sin prestar atención a los insultos de ese público hostil, Voltaire siguió caminando tranquilo, saludando ceremoniosamente con ligeras inclinaciones de cabeza. Luego, encarándose con la muchedumbre, exclamó en voz alta: —Vosotros me queréis matar porque soy francés; pero, respondedme: ¿acaso no es castigo bastante grande no ser inglés? La multitud aplaudió al astuto filósofo y lo acompañó hasta su domicilio entre vítores y aclamaciones.
 
Las piedras de los cerros caen al lecho de los torrentes y allí rozándose entre sí, pulen sus aristas, se suavizan y se vuelven brillantes. La convivencia cotidiana nos ayuda a madurar y pulirnos. Es un taller donde se forma la personalidad y se arraigan virtudes fundamentales, como la paciencia, la humildad y la bondad. Aprovéchalo.
(P. Natalio)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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