martes, 4 de noviembre de 2025

Pequeñas Semillitas 6151

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 20 - Número 6151 ~ Martes 4 de Noviembre de 2025
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
Mi buen Jesús, al despertar siento que tu amor me acompaña, me cuida, me protege y me anima a dar lo mejor de mí. Son manifestaciones pequeñas pero bien intensas de tu presencia en mi vida, de tu amor en mi vida. Me emociona sentirme amado por Ti. Eso me hace saber que soy valioso y que tengo las cualidades y los dones necesarios para salir adelante. Es muy importante para mí saberme amado en una sociedad en la que casi siempre hay palabras de rechazo y de maltrato para el otro. Confío en actuar según tu palabra y tus valores para estar siempre en estrecha relación contigo. Ayúdame a controlar mis emociones y a no actuar con odio, ni violencia contra nadie. Confío en tus manos todos los proyectos y sueños que tengo y te suplico que me ayudes a realizarlo de la mejor manera. Amén.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
- MARTES 31 DEL TIEMPO ORDINARIO -
Primera Lectura: Romanos 12, 5-16
 
Salmo: Sal 130, 1. 2. 3
 
Santo Evangelio: Lc 14,15-24
En aquel tiempo, dijo a Jesús uno de los que comían a la mesa: «¡Dichoso el que pueda comer en el Reino de Dios!». Él le respondió: «Un hombre dio una gran cena y convidó a muchos; a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los invitados: ‘Venid, que ya está todo preparado’. Pero todos a una empezaron a excusarse. El primero le dijo: ‘He comprado un campo y tengo que ir a verlo; te ruego me dispenses’. Y otro dijo: ‘He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas; te ruego me dispenses’. Otro dijo: ‘Me he casado, y por eso no puedo ir’.
»Regresó el siervo y se lo contó a su señor. Entonces, airado el dueño de la casa, dijo a su siervo: ‘Sal en seguida a las plazas y calles de la ciudad, y haz entrar aquí a los pobres y lisiados, y ciegos y cojos’. Dijo el siervo: ‘Señor, se ha hecho lo que mandaste, y todavía hay sitio’. Dijo el señor al siervo: ‘Sal a los caminos y cercas, y obliga a entrar hasta que se llene mi casa’. Porque os digo que ninguno de aquellos invitados probará mi cena».
 
Comentario:
Hoy, el Señor nos ofrece una imagen de la eternidad representada por un banquete. El banquete significa el lugar donde la familia y los amigos se encuentran juntos, gozando de la compañía, de la conversación y de la amistad en torno a la misma mesa. Esta imagen nos habla de la intimidad con Dios trinidad y del gozo que encontraremos en la estancia del cielo. Todo lo ha hecho para nosotros y nos llama porque «ya está todo preparado» (Lc 14,17). Nos quiere con Él; quiere a todos los hombres y las mujeres del mundo a su lado, a cada uno de nosotros.
Es necesario, sin embargo, que queramos ir. Y a pesar de saber que es donde mejor se está, porque el cielo es nuestra morada eterna, que excede todas las más nobles aspiraciones humanas —«ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni al corazón del hombre llegó, lo que Dios preparó para los que le aman» (1Cor 2,9) y, por lo tanto, nada le es comparable—; sin embargo, somos capaces de rechazar la invitación divina y perdernos eternamente el mejor ofrecimiento que Dios podía hacernos: participar de su casa, de su mesa, de su intimidad para siempre. ¡Qué gran responsabilidad!
Somos, desdichadamente, capaces de cambiar a Dios por cualquier cosa. Unos, como leemos en el Evangelio de hoy, por un campo; otros, por unos bueyes. ¿Y tú y yo, por qué somos capaces de cambiar a aquél que es nuestro Dios y su invitación? Hay quien por pereza, por dejadez, por comodidad deja de cumplir sus deberes de amor para con Dios: ¿Tan poco vale Dios, que lo sustituimos por cualquier otra cosa? Que nuestra respuesta al ofrecimiento divino sea siempre un sí, lleno de agradecimiento y de admiración.
* Rev. D. Joan COSTA i Bou (Barcelona, España) © Textos de Evangeli.net 
 
Santoral Católico:
San Carlos Borromeo
[Murió el 3 de noviembre y su fiesta se celebra el 4 del mismo mes]. Nació en Arona (Lombardía, Italia) el año 1538, en el seno de una familia noble y piadosa. Abrazó la vida eclesiástica de jovencito y, terminados los estudios en Pavía, su tío materno, el papa Pío IV, lo llamó a Roma y lo creó cardenal, haciéndolo Secretario de Estado. En la medida que le fue posible impulsó la culminación del Concilio de Trento y la puesta en práctica de sus decretos. Elegido arzobispo de Milán en 1565, fue un verdadero pastor de almas. Realizó una gran obra legislativa, organizativa, pastoral, litúrgica y devocional. Recorrió muchas veces la diócesis entera, convocó sínodos, decretó muchas disposiciones orientadas a la formación del clero y a la reforma de costumbres, para actuar así las ordenaciones pastorales del Concilio de Trento. Fundó seminarios y edificó hospitales y hospicios. Utilizó las riquezas de su familia en favor de los pobres. Murió en Milán el 3 de noviembre de 1584.
Oración: Conserva, Señor, en tu pueblo el espíritu que infundiste en san Carlos Borromeo, para que tu Iglesia se renueve sin cesar y, transformada en imagen de Cristo, pueda presentar ante el mundo el verdadero rostro de tu Hijo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Para más información hacer clic acá.
(Directorio Franciscano – ACI Prensa – Catholic.net)
 
Pensamiento del día
«Dicen que las alegrías, cuando se comparten, se agrandan. Y que en cambio, con las penas pasa al revés: se achican. Tal vez lo que sucede, es que al compartir, lo que se dilata es el corazón. Y un corazón dilatado está mejor capacitado para gozar de las alegrías y mejor defendido para que las penas no nos lastimen por dentro».
(FRAY MAMERTO MENAPACE) 
 
Tema del día:
La confianza en Dios
Cuando más confiemos en Dios, tanto más recibiremos de Él. Porque la desconfianza en Dios, ata las manos al Señor, que no puede obrar en nosotros, en quienes amamos, y en todos nuestros asuntos.
 
La confianza en Dios lo es todo, porque si sabemos que Dios es todopoderoso y que para Él no hay nada imposible, entonces nos debemos dar cuenta de que es por nuestra poca confianza en Él y en su Divina Providencia, que no recibimos tanto de Dios, o recibimos tan poco.
 
Pero es fácil confiar cuando las cosas van relativamente bien. Lo difícil es confiar en Dios cuando aparentemente todo se pone negro y no se vislumbra la solución. Es ahí donde las insinuaciones del Maligno se hacen más fuertes y malvadas, queriendo inducirnos a maldecir, a odiar a Dios, acusándolo de todos los males que padecemos, y así alejarnos para siempre del Señor.
 
¿Qué debemos hacer ante esta situación? Confiar, confiar, confiar en Dios ciegamente, incluso a pesar de las evidencias y apariencias, aunque todo parezca perdido, hay que confiar hasta el punto de parecer tontos, porque Dios todo lo puede, y en un abrir y cerrar de ojos puede cambiar nuestra suerte, y la suerte de quienes amamos y de todo el mundo.
 
Nos falta confianza, la confianza de los humildes, de los que todo lo esperan del Señor, de los que saben que Dios es infinitamente bueno, y que todo lo que quiere o permite, siempre será para un bien.
 
Y recordemos que esta vida no es lo único, sino que es una preparación para lo que será la Vida con mayúscula, el Cielo, y que todo lo que hacemos y sufrimos en este mundo nos obtiene un peso de gloria inmenso.
 
Cuántos hay que en el más allá están ahora bendiciendo la vida llena de sufrimientos y contrariedades que pasaron en la tierra, pero que ahora les ha merecido una bienaventurada eternidad, con una felicidad imposible de narrar.
 
Y en cambio cuántos hay ahora, en lo profundo del infierno, que maldicen toda su vida tranquila y sin sobresaltos que tuvieron en la tierra, y que les hizo olvidar que no estaban hechos para el placer y el pecado, sino para ganar el Paraíso, y ahora están ardiendo para siempre en el abismo infernal.
 
Por eso tengamos esta perspectiva cuando miramos las cosas, la perspectiva de la eternidad, porque no termina todo en este mundo, sino que cuando parece que todo termina con la muerte, en realidad es cuando todo comienza.
 
Pensemos en estas cosas y confiemos ciegamente en Dios, pase lo que pase, contra toda esperanza, ¡confiemos en Dios!
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(Sitio Santísima Virgen – Imagen: Aventurar la Vida)
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
A veces obtenemos lo que queremos inmediatamente. Otras, nos preguntamos si alguna vez serán satisfechos nuestros deseos.
Seremos satisfechos de la mejor manera y lo más pronto posible, pero algunas cosas se llevan su tiempo. A veces, primero tenemos lecciones que aprender, lecciones que nos preparan para aceptar lo bueno que merecemos. Se están resolviendo las cosas dentro de nosotros y dentro de los demás. Se están quitando obstáculos que teníamos. Se están echando sólidos cimientos
Sé paciente. Relájate y confía. Déjalo ir. Luego, déjalo ir otro poco. Se han planeado para nosotros cosas buenas. Las recibiremos en el primer momento disponible. Tendremos todo lo que nuestro corazón anhela. Relájate y confía.
“Hoy identificaré lo que quiero y necesito; luego, estaré dispuesto a dejarlo ir. Dedicaré mi energía a vivir mi vida hoy, para que pueda dominar mis lecciones lo más pronto posible. Confiaré en que está por llegarme lo que quiero y necesito. Dejaré ir mi necesidad de controlar los detalles”.
🌸
¿Dónde rezar? Rezar en el trabajo es una buena opción…
Sí, aunque parezca mentira, también debemos rezar en el trabajo. Y no se trata de que descuidemos las obligaciones del trabajo para ponernos a rezar el Rosario, sino que mientras trabajamos, no debemos olvidarnos de Dios, y de vez en cuando, lanzar una mirada del corazón al Cielo, diciendo, más con el alma que con los labios, alguna jaculatoria, una frase de amor a Jesús o a María.
Si rezamos en la oficina, en el taller, en la fábrica, entonces santificaremos el ambiente de trabajo, y recordaremos que con nuestro buen ejemplo tenemos que evangelizar a nuestros compañeros de trabajo, y también a los patrones o superiores.
Pero si trabajamos sin hacer de vez en cuando un acto de amor y de fe a Dios, la rutina nos llevará lejos de Dios, y terminaremos la jornada laboral sin haber recordado ni siquiera por un momento a Dios.
El pensamiento de Dios no distrae. Y si bien a veces el trabajo es tan absorbente que no nos deja pensar ni hacer nada fuera de él, también ésta será una forma de oración agradable al Señor, porque quien cumple a conciencia sus deberes de estado, está orando también de la mejor manera.
🌸
San Luis-María Grignion de Montfort y Marta Robin (Francia) destacaron la importancia que la Madre del Salvador tomará cada vez más al final de los tiempos. El reinado de Cristo Señor se dará de la misma manera en que se dio su primera venida: con y por María, en compañía de las legiones angelicales como en Belén.
En estos tiempos futuros, los representantes visibles de los ángeles invisibles serán lo que Luis-María Grignion de Montfort llama los grandes santos de los últimos tiempos, es decir, hombres y mujeres plenamente impregnados del espíritu mariano, sujetos a los movimientos del Espíritu Santo y fuertes como un ejército armado en batalla (Ct 6: 4). Serán los últimos cruzados, los últimos portadores de la cruz del amor.
Según Santa Faustina (1905-1938), será en estos tiempos que el reino angélico de María se sentirá cada vez más, y cuando la historia se acelerará, no estará lejos de nosotros. La Hermana Lucía de Fátima parece unirse a esta convicción, si oímos su confidencia al Padre Fuentes en 1957: "La Santísima Virgen, en estos últimos tiempos que vivimos, le ha dado nueva eficacia al rezo del Rosario".
 
Un año con María
Noviembre 4: La vida corta
La vida es corta para estar todo el tiempo enojados. El amor por los demás no se inicia dando amor sino recibiendo primeramente el amor de Dios.
¿Alguna vez dejaste que Dios te ame? La fuente no está en nosotros, uno tiene que dejarse amar para después amar. De su herida salpica sangre, el que se siente amado ama, quien no logra ver que Dios lo ama, puede caer en la tentación de buscar hacer desde un vacío.
Hoy pide a María que te ayude a entender el amor de Dios y descubrir a Dios amor en tu corazón para luego poder darlo a los demás.
(PADRE LUIS ZAZANO)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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lunes, 3 de noviembre de 2025

Pequeñas Semillitas 6150

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 20 - Número 6150 ~ Lunes 3 de Noviembre de 2025
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
Se está intentando patentar una novedad que, en realidad, no es tal, porque apareció hace mucho tiempo, pero perdió la importancia que con justicia se le otorgó en su momento.
Se trata de un ser que puede percibir, sentir, crear, empatizar, acompañar al otro en diferentes situaciones, sufrir, llorar, aprender, cambiar, pensar, defender sus ideas, evitar idealizaciones infantiles que impiden alcanzar la propia autenticidad, y mucho más.
Pero, fundamental e indispensablemente, AMAR. ¡Se llama SER HUMANO!
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
- LUNES 31 DEL TIEMPO ORDINARIO -
Primera Lectura: Romanos 11, 30-36
 
Salmo: Sal 68, 30-31. 33-34. 36-37
 
Santo Evangelio: Lc 14,12-14
En aquel tiempo, Jesús dijo también a aquel hombre principal de los fariseos que le había invitado: «Cuando des una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; no sea que ellos te inviten a su vez, y tengas ya tu recompensa. Cuando des un banquete, llama a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos; y serás dichoso, porque no te pueden corresponder, pues se te recompensará en la resurrección de los justos».
 
Comentario:
Hoy, el Señor nos enseña el verdadero sentido de la generosidad cristiana: el darse a los demás. «Cuando des una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; no sea que ellos te inviten a su vez, y tengas ya tu recompensa» (Lc 14,12).
El cristiano se mueve en el mundo como una persona corriente; pero el fundamento del trato con sus semejantes no puede ser ni la recompensa humana ni la vanagloria; debe buscar ante todo la gloria de Dios, sin pretender otra recompensa que la del Cielo. «Al contrario, cuando des un banquete, llama a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos; y serás dichoso, porque no te pueden corresponder, pues se te recompensará en la resurrección de los justos» (Lc 14,13-14).
El Señor nos invita a darnos incondicionalmente a todos los hombres, movidos solamente por amor a Dios y al prójimo por el Señor. «Si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir lo correspondiente» (Lc 6,34).
Esto es así porque el Señor nos ayuda a entender que si nos damos generosamente, sin esperar nada a cambio, Dios nos pagará con una gran recompensa y nos hará sus hijos predilectos. Por esto, Jesús nos dice: «Más bien, amad a vuestros enemigos; haced el bien, y prestad sin esperar nada a cambio; y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo» (Lc 6,35).
Pidamos a la Virgen la generosidad de saber huir de cualquier tendencia al egoísmo, como su Hijo. «Egoísta. —Tú, siempre a “lo tuyo”. —Pareces incapaz de sentir la fraternidad de Cristo: en los demás, no ves hermanos; ves peldaños (...)» (San Josemaría).
* Fr. Austin Chukwuemeka IHEKWEME (Ikenanzizi, Nigeria) © Textos de Evangeli.net 
 
Santoral Católico:
San Martín de Porres
Nació en Lima (Perú) el año 1579, de un funcionario real español, Juan de Porres, y de una joven de origen africano, Ana Velázquez, que no se casaron: Martín era mulato e hijo ilegítimo, lo que le causó muchas dificultades. Fue educado cristianamente por su madre y aprendió de joven el oficio de barbero-cirujano. En 1603 fue admitido en la Orden de los dominicos como hermano converso, después de vivir ocho años en el convento como donado. Desde el principio se le confió el oficio de enfermero que ejerció, con gran competencia y mayor caridad, en favor de los frailes y de los numerosos pobres que acudían al convento; además instituyó varias obras caritativas. Supo conjugar la incesante actividad asistencial con el recogimiento de un contemplativo. Llevó una vida de mortificación y de humildad, y tuvo una gran devoción a la Eucaristía. Murió en Lima el 3 de noviembre de 1639.
Oración: Señor, Dios nuestro, que has querido conducir a san Martín de Porres por el camino de la humildad a la gloria del cielo, concédenos la gracia de seguir sus ejemplos, para que merezcamos ser coronados con él en la gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
(Directorio Franciscano – ACI Prensa – Catholic.net)
 
Pensamiento del día
«La vida es un eterno ascensor... Al subir, mira con simpatía las personas con quienes cruzamos... podremos encontrarlas cuando estuviéramos bajando.  Cuando ayudemos a alguien, que lo hagamos sin esperar recompensas... con nuestra solidaridad, la recompensa será la felicidad».
(MARCIAL SALABERRY)
 
Tema del día:
¿Cuántos papas son santos?
Aproximadamente un tercio de los sucesores de Pedro han sido elevados formalmente a los altares. De los 267 papas que hemos tenido desde san Pedro (incluido el Papa León XIV), 82 han sido reconocidos universalmente como santos canonizados. Cada uno de los primeros 35 papas fue canonizado y 31 de ellos fueron mártires.
 
Cuando Pablo VI fue canonizado, se convirtió en el 82º papa en ser canonizado. Antes de su canonización, los papas santos más recientes fueron Juan XXIII y Juan Pablo II, en 2014. El último en llegar a los altares fue el Papa Juan Pablo I, quien fue beatificado en 2022, a un paso de la canonización.
 
Curiosamente, de estos 82 santos, solo ocho han sido canonizados desde el siglo XI hasta la actualidad. Con respecto a esta cifra, debemos recordar que durante los primeros mil años de la Iglesia, existían muy pocos procesos formales para la canonización de un santo.
 
Estos ocho son: Papa Benedicto IX (#142); Papa Gregorio VII (#156); Papa Gregorio X (#193); Papa Pío V (#224); Papa Pío X (#256); Papa Juan XXII (#260); Papa Juan Pablo II (#264); y Papa Pablo VI (#262).
 
Tras el primer milenio, la Iglesia comenzó a desarrollar un proceso ordenado para determinar los requisitos de quienes se presentaban a la santidad. El 4 de julio de 973, el Papa Benedicto VI canonizó al obispo Ulrico de Augsburgo. San Ulrico se convirtió así en la primera persona canonizada por un Papa.
 
En el año 1243, el Papa Gregorio IX afirmó que solo el Papa tenía la autoridad para declarar santo a alguien. Esto sigue vigente hoy en día, aunque cabe destacar el papel especial del Papa en un tipo de canonización, llamada "canonización equipolente", en la que un Papa simplemente confirma la devoción a un santo ya consolidado en la Iglesia. Esta canonización equipolente fue el caso del jesuita Pierre Fabro (1506-1546), reconocido por el Papa Francisco en 2013, o el de Hildegarda de Bingen, reconocida por el Papa Benedicto XVI.
 
El Código de Derecho Canónico de 1917 establecía que una causa de santidad no podía abrirse hasta 50 años después de la muerte del candidato. El Papa Juan Pablo II acortó ese plazo a cinco años. En ocasiones, este plazo puede omitirse o acortarse, como hizo Benedicto XVI tras el fallecimiento del Papa Juan Pablo II.
 
El tiempo promedio de espera para la canonización tras la muerte ha sido de unos 180 años. El Papa San Juan Pablo II fue canonizado tan solo nueve años después de su muerte.
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(Texto de Larry Peterson - Imagen de Aleteia)
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
“Si quieres puedes curarme” Esta breve y sincera oración quería decir muchas cosas a Jesús: "¿Qué te cuesta, qué le cuesta a quien ha creado un mundo de la nada curar un cuerpo enfermo?"
Hoy te presentas ante Él con el cuerpo y el alma enfermos: Eres la impotencia suplicante de rodillas ante el que lo puede todo. Si quieres... ¿Querrás? ¿Tendrás que pensar mucho si devuelves la salud a un desgraciado? ¿Puede tu amor resistir que un alma salida de tus manos en un gesto de amor, se pierda para siempre? ¿Querrás? ¿Puedes curarme?
Más que decírselo a Él, que lo sabe muy bien, debes decirlo y gritarlo a ti mismo, para estar cada vez más seguro de que puede, de que no le cuesta. Si te piden fe, di que la tienes; no tienes salud pero tienes fe, toda la que necesita el milagro para hacerse realidad, pero auméntala hasta que se convierta en un grano de mostaza; entonces moverás montañas.
Si quieres, puedes curarme. Sabes que quiere y sabes que puede; por eso de un momento a otro sentirás sanos tu cuerpo y tu alma. Quiero, queda limpio" esas palabras anhela tu alma.
Y quedó curado el leproso. Así quieres quedar tú curado, el otro leproso del alma. Quieres sentirte limpio y puro, sentir tu alma de niño, como cuando salió de sus manos un día que te amó infinitamente.
(Mariano de Blas LC)
🌸
Sé como el colibrí... Ten mayor flexibilidad a todos los cambios que puedan presentarse en tu vida.
Recuerda: Ellos son muy veloces y cambian de posición en cualquier momento. Así tú deberías hacer con los cambios en tu vida.
Abre siempre los brazos a los cambios positivos.
Agrega mayor dulzura a todas las cosas que te toquen realizar en tu vida. Absorbe la felicidad usando el entorno que te roda.
Un colibrí se aparece frente a ti para mostrarte como debes “chupar” las experiencias positivas y aprender con eso.
No te guardes todo el amor, demuéstralo, exprésalo siempre a tu entorno, principalmente a aquellos que forman parte de tu círculo personal.
Nunca dejes de demostrar tu amor a las personas que te rodean, principalmente a la familia, recuerda que hacerles saber que los amas no es ninguna pérdida de tiempo.
🌸
La oración del Rosario se formó gradualmente. Los cristianos primero adoraron saludar a María con las palabras del arcángel Gabriel en el día de la Anunciación: "Ave María, llena de gracia. Luego añadieron la bendición pronunciada por Isabel: " Bendita Tú eres entre todas las mujeres...". La segunda parte -"Santa María, Madre de Dios…"- remonta al siglo XV.
Cada invocación fue considerada una rosa ("rosario") que ayudó a formar un pequeño sombrero ("rosario"). El número de los 150 Ave María correspondía al número de 150 salmos en la Biblia. Un pequeño cordón con nudos hizo posible encontrarse en el número de invocaciones recitadas.
El auge del Rosario se debe a los dominicos y, sobre todo, al hermano Alain de la Roche en el siglo XV. Tuvo la idea de fundar una hermandad del Rosario. (...) Como los dominicos eran predicadores, asociaban a cada docena un "misterio", es decir, uno de los momentos de la vida de Cristo, a la cual su Madre está íntimamente ligada, desde su Fiat hasta su coronación. Al rezar el Rosario, pedimos a María que nos lleve a la comunión con Cristo Jesús.
 
Pedidos de oración

🙏 Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa León XIV; por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por el aumento de las vocaciones; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la PAZ en el mundo (Ucrania especialmente); por el fin de los ataques a la Iglesia Católica en Nicaragua, por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente (Irán), África (Congo y Nigeria), y en otros lugares (Nicaragua, Cuba, Venezuela); por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras patologías graves; por los jóvenes, especialmente los que han caído en las drogas o cualquier tipo de adicción, por las víctimas de trata, por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por todos nuestros hermanos de diversos países, como Cuba, Nicaragua y Venezuela, sometidos a crueles dictaduras que se ven forzados a emigrar en busca de mejores horizontes en otras tierras;  por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, por lo no nacidos, por la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; y por las Benditas Almas del Purgatorio. Para lectores argentinos, pedimos especial oración por la recuperación de la República Argentina en el marco de la democracia, la justicia y la honestidad de los gobernantes.
 
🙏 Pedimos oración por el eterno descanso del alma de Martha Martínez, que vivía en Santa Fe, Argentina, y que con 86 años de edad ha sido llamada por el Padre Celestial a su presencia, rogando que le sea concedido el premio de los justos.
 
🙏 Pedimos oración para Alberto (Beto), de 83 años de edad, de Córdoba, Argentina, con diagnóstico de adenocarcinoma de próstata bajo tratamiento hormonal, que presenta algunos trastornos de ansiedad y con el sueño, posibles efectos secundarios de la medicación. Rezamos para que el Santo Cura Brochero interceda por él ante Jesús para que el tratamiento resulte efectivo y en lo posible sin molestias secundarias.
 
🙏 Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin, rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Oremos: Tú quisiste, Padre, que tu hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia. Escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
 
Requisitos para ‘Pedidos de oración’ 
1) Nombres completos y apellido de la persona por la que se pide (no publicaremos apellido o solamente pondremos la primera letra).
2) Ciudad y país donde vive la persona por la que se pide.
3) Descripción del problema que tiene.
4) Los Pedidos de Oración se deben enviar a feluzul@gmail.com y deben redactarse de manera breve y resumida.
5) Enviar con tiempo la solicitud de oración (un día antes de su publicación). Se publican sólo los días lunes, miércoles y viernes.
6) Los pedidos que no traigan toda la información detallada en los puntos 1, 2 y 3, lamentablemente no serán publicados.
 
Un año con María
Noviembre 3: Aprende a estar solo
La oración de María nos enseña que a veces es bueno que tomes distancia de lo cotidiano. Parar un poco y dejar de seguir como máquinas con tu vida. Los nadadores deben sacar de vez en cuando la cabeza para tomar aire y respirar y también para ver por dónde van. Toma tiempo en la semana o en el día para mirar por dónde va tu vida y respirar y ver por dónde estás caminando.
La soledad es buena para que se abran tus ojos. Toma tu tiempo para que el tiempo te dé lugar a vos.
(PADRE LUIS ZAZANO)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
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domingo, 2 de noviembre de 2025

Pequeñas Semillitas 6149

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 20 - Número 6149 ~ Domingo 2 de Noviembre de 2025
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
“Nosotros los creyentes, cuando rezamos por nuestros muertos, nos reencontramos con ellos en una misteriosa comunión de fe, esperanza y amor. Ellos han transpuesto ya  la frontera del tiempo y entrado en el ámbito de la eternidad, propio de Dios. Pero aunque hayan dejado de existir para nuestro mundo físico, siguen viviendo, con todo, en el mismo mundo espiritual en que vivimos nosotros.
Siempre que hacemos oración por ellos, los encontramos dentro del infinito abrazo con que estrecha Dios a cuantos lo aman. He aquí el motivo de por qué, quienes nos hemos abierto por la fe a un sentido cristiano de la muerte, no nos dejamos abatir por el pesimismo o la desesperación. Desde luego, cuando se produce el deceso de algún ser querido, los creyentes experimentamos, como cualquier ser humano, un profundo dolor. Nuestro corazón puede derramar lágrimas de sangre. Nuestra sensibilidad puede haber quedado destrozada. Pero en la zona más secreta del alma, la fe nos hace vivir una experiencia de paz, esperanza y gozo.
Paz, esperanza y gozo que surgen de saber con seguridad que ellos, nuestros muertos, viven. No podemos precisar cómo ni dónde, pero sabemos que viven. Así como sabemos que un día nos volveremos a encontrar definitivamente con ellos, para compartir en plenitud la existencia trascendente que ellos ya viven”. (H. Valla). Que Cristo, “resurrección y vida”, aliente tu esperanza.
(PADRE NATALIO)
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
- LOS FIELES DIFUNTOS -
Primera Lectura: Sabiduría 3:1-9
 
Salmo: Sal 27:1, 4, 7-9, 13-14
 
Segunda Lectura: Romanos 5:5-11
 
Santo Evangelio: Juan 6:37-40 (o Lc 23,33.39-43 o Lc 24,1-8))
En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: “Todo aquel que me da el Padre viene hacia mí; y al que viene a mí yo no lo echaré fuera, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
Y la voluntad del que me envió es que yo no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite en el último día. La voluntad de mi Padre consiste en que todo el que vea al Hijo y crea en él, tenga vida eterna y yo lo resucite en el último día’’.
 
Comentario:
Hoy celebramos el día dedicado a todos los fieles difuntos. La Iglesia Católica  nos invita a rezar por nuestros Fieles Difuntos. Ellos constituyen la Iglesia Purgante y viven en solidaridad con los demás miembros –los de la Iglesia Militante en la tierra y los de la Iglesia Triunfante en el Paraíso– y en comunión con Dios, aunque de diverso modo.
Así como las almas de los fieles que alcanzaron ya su meta definitiva en el Cielo, viven en una perfecta intimidad con la Trinidad Beatísima, y los que aún vivimos en el mundo batallamos contra nuestras pasiones por ser fieles a Dios, las almas del Purgatorio pasaron ya por el mundo, pero todavía no gozan de Dios y requieren, por eso, de nuestras oraciones a la Misericordia de la Santísima Trinidad.
La liturgia nos regala hoy este pequeño fragmento del evangelio de Juan que pertenece al discurso del pan de vida. La comunidad de Juan celebraba la eucaristía y recordaba en ella la presencia del pan bajado del cielo, Jesús, que venía a alimentar los deseos más profundos y auténticos de todo ser humano. En este contexto, llegan las palabras del evangelio de hoy para asegurarnos que Jesús no «pierde» ni «rechaza» ninguno de los que creen y acuden a él.
 
Santoral Católico:
Conmemoración de los Fieles Difuntos
La Iglesia, después de celebrar ayer la fiesta de todos sus hijos bienaventurados ya en el cielo, se interesa hoy ante el Señor en favor de las almas de todos cuantos nos precedieron en el signo de la fe y duermen en la esperanza de la resurrección, para que, purificados de toda mancha de pecado, puedan gozar de la felicidad eterna. Celebramos, pues, la victoria de Cristo, y de nosotros con Él, sobre la muerte. Y hacemos memoria de cuantos, habiendo compartido ya la muerte de Jesucristo, están llamados a compartir también con Él la gloria de la resurrección. El primer prefacio de difuntos nos enseña que «en Cristo brilla la esperanza de nuestra feliz resurrección; y así, aunque la certeza de morir nos entristece, nos consuela la promesa de la futura inmortalidad; porque la vida de los que creemos en el Señor, no termina, se transforma; y, al deshacerse nuestra morada terrenal, adquirimos una mansión eterna en el cielo». Mientras nosotros pedimos por los difuntos, ellos interceden por nosotros.
Oración: Oh Dios, que resucitaste a tu Hijo para que, venciendo la muerte, entrara en tu reino, concede a tus siervos difuntos que, superada su condición mortal, puedan contemplarte para siempre como su Creador y Salvador. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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(Directorio Franciscano – ACI Prensa – Catholic.net)
 
Palabras de San Juan Pablo II
«Aliento a los católicos a orar con fervor por los difuntos, por los de sus familias y por todos nuestros hermanos y hermanas que han muerto, para que obtengan la remisión de las penas debidas a sus pecados y escuchen la llamada del Señor: “Ven, querida alma mía, al descanso eterno entre los brazos de mi bondad, que te ha preparado las delicias eternas” (San Francisco de Sales, Introducción a la vida devota 17, 4). Confiando a la intercesión de Nuestra Señora y de San José, Patrono de la buena muerte, a los fieles que oren por los difuntos, les imparto de todo corazón mi bendición apostólica»
 
Predicación del Evangelio:
La muerte no es el final
Al llegar a los setenta u ochenta años, ya no tenemos la misma energía de antes. No podemos trabajar todo el día ni divertirnos hasta muy noche. Muchos conocidos de tiempos pasados —parientes, maestros, incluso compañeros— se han marchado de este mundo. Además, el mundo contemporáneo, con sus miles de novedades, nos deja desorientados, como si despertáramos una mañana en un país extranjero.
 
Es tiempo de prepararnos para la muerte. La muerte nos lleva de la vida como un camión que recoge los muebles cuando nos mudamos. Es un acto pasivo que podemos resistir por un tiempo, pero al final debemos rendirnos. Pensemos en la muerte como una oportunidad de encontrarnos con Cristo. En la Carta a los Filipenses, san Pablo escribe: “Para mí, la vida es Cristo, y la muerte una ganancia” (Flp 1,21). El apóstol espera su muerte como la novia que se prepara para ser recogida por su amado. También nuestra meta es vivir con el Señor para siempre.
 
Existen fuerzas en nuestra sociedad que van en contra de nuestro deseo de ver la muerte como ganancia. Trivializan la muerte, como si representara únicamente el final de la vida, con poco valor en sí misma. Quienes la consideran así no esperan en Cristo como su Salvador eterno. Para ellas, la vida está limitada entre el nacimiento y la muerte, y su valor se mide solo por lo que sucede dentro de esos confines.
 
Nuestra tradición católica es, con razón, solemne. Llevamos el cuerpo a la iglesia acompañado de su familia y amigos. Buscamos consolarnos unos a otros por la pérdida del ser querido. Nuestra presencia reconoce los logros del difunto mientras damos gracias a Dios por sus virtudes. No menos importante, rezamos para que sus vicios sean purificados, a fin de que pueda entrar en la presencia del Señor.
 
Hoy, en el Día de Todos los Fieles Difuntos, tenemos otra oportunidad para orar por los muertos. Pedimos a Dios no solo por nuestros seres queridos fallecidos, sino también por los miles de millones de difuntos anónimos. Queremos que el Señor perdone sus pecados y purifique sus faltas. A cambio, podemos esperar que otros, en algún momento y lugar del futuro, oren por nosotros.
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(P. Carmelo Mele OP  - Imagen de Facebook)

Meditación Dominical
La muerte no es nada, sólo he pasado a la habitación de al lado. Yo soy yo, ustedes son ustedes. Lo que somos unos para los otros seguimos siéndolo. Denme el nombre que siempre me han dado. Hablen de mí como siempre lo han hecho. No usen un tono diferente. No tomen un aire solemne y triste. Sigan riendo de lo que nos hacía reír juntos. Recen, sonrían, piensen en mí. Que mi nombre sea pronunciado como siempre lo ha sido, sin énfasis de ninguna clase, sin señal de sombra. La vida es lo que siempre ha sido. El hilo no se ha cortado. ¿Por qué estaría yo fuera de su mente? ¿Simplemente porque estoy fuera de su vista? Los espero. No estoy lejos, sólo al otro lado del camino. ¿Ven? Todo está bien. No lloren si me aman. ¡Si conocieran el don de Dios y lo que es el Cielo! ¡Si pudieran oír el cántico de los Ángeles y verme en medio de ellos! ¡Si pudieran ver con sus ojos los horizontes, los campos eternos y los nuevos senderos que atravieso! ¡Si por un instante pudieran contemplar como yo la belleza ante la cual todas las bellezas palidecen! Créanme: Cuando la muerte venga a romper sus ligaduras como ha roto las que a mí me encadenaban y, cuando un día que Dios ha fijado y conoce, su alma venga a este Cielo en el que los ha precedido la mía, ese día volverán a ver a aquel que los amaba y que siempre los ama, y encontrarán su corazón con todas sus ternuras purificadas. Volverán a verme, pero transfigurado y feliz, no ya esperando la muerte, sino avanzando con ustedes por los senderos nuevos de la Luz y de la Vida, bebiendo con embriaguez, a los pies de Dios, un néctar del cual nadie se saciará jamás.
(San Agustín de Hipona)
 
Un año con María
Noviembre 2: El servicio del amor
A Jesús no le importan los rótulos ni tampoco los currículums. A Jesús le importan las personas. Eso creo que tenemos que tener en cuenta vos y yo en la vida. Dejemos de estar mirando al otro por su currículum y aprendamos a hacer un poco mejor esta vida a la gente que nos rodea. Cuántas personas salen a buscar a Jesús porque no pueden más o porque les aflige la vida de quienes aman. Aprende de María, pendiente de su Hijo y al mismo tiempo pendiente de los demás.
(PADRE LUIS ZAZANO)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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