lunes, 28 de octubre de 2024

Pequeñas Semillitas 5799

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 19 - Número 5799 ~ Lunes 28 de Octubre de 2024
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
Cuando cometemos un pecado causamos un daño. Y si vamos a confesar nuestro pecado con el sacerdote, él nos perdona ese pecado, es decir, perdona la culpa, pero queda la pena, quedan las consecuencias del pecado, lo que sería el castigo merecido. Y entonces el sacerdote nos da una penitencia para que reparemos en parte los daños causados por nuestro pecado, pero debemos voluntariamente hacer más reparación, porque lo que nos da el sacerdote es sólo una pequeña parte, y nosotros debemos hacer el resto.       
Si no hacemos reparación en este mundo, entonces tendremos que reparar en el Purgatorio, y allí los sufrimientos se multiplican por mil en tiempo y en intensidad. Por eso el Señor tiene una gran misericordia para con nosotros, que a través del presente mensaje nos da la posibilidad de tomar conciencia de la importancia que tiene el reparar, el hacer penitencia en vida, puesto que es meritorio para el alma, porque no sólo reparamos por los males cometidos, sino que obtenemos nuevas gracias y favores celestiales, y hasta materiales. En cambio si debemos reparar en el Purgatorio, ya no tenemos ningún mérito, puesto que ha pasado el tiempo de vida sobre la tierra, que es el tiempo propicio para adquirir méritos y gracias.  
Hagamos sacrificios y penitencias y, sobre todo, demos mucho amor a Dios y a los hermanos, porque el pecado es en el fondo una falta de amor, y no hay mejor forma de repararlo que amando.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Ef 2, 19-22
 
Salmo: Sal 18, 2-3. 4-5
 
Santo Evangelio: Lc 6,12-19
En aquellos días, Jesús se fue al monte a orar, y se pasó la noche en oración con Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles. A Simón, a quien llamó Pedro, y a su hermano Andrés; a Santiago y Juan, a Felipe y Bartolomé, a Mateo y Tomás, a Santiago de Alfeo y Simón, llamado Zelotes; a Judas de Santiago, y a Judas Iscariote, que llegó a ser un traidor.
Bajando con ellos se detuvo en un paraje llano; había una gran multitud de discípulos suyos y gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, que habían venido para oírle y ser curados de sus enfermedades. Y los que eran molestados por espíritus inmundos quedaban curados. Toda la gente procuraba tocarle, porque salía de Él una fuerza que sanaba a todos.
 
Comentario:
Hoy contemplamos un día entero de la vida de Jesús. Una vida que tiene dos claras vertientes: la oración y la acción. Si la vida del cristiano ha de imitar la vida de Jesús, no podemos prescindir de ambas dimensiones. Todos los cristianos, incluso aquellos que se han consagrado a la vida contemplativa, hemos de dedicar unos momentos a la oración y otros a la acción, aunque varíe el tiempo que dediquemos a cada una. Hasta los monjes y las monjas de clausura dedican bastante tiempo de su jornada a un trabajo. Como contrapartida, los que somos más “seculares”, si deseamos imitar a Jesús, no deberíamos movernos en una acción desenfrenada sin ungirla con la oración. Nos enseña san Jerónimo: «Aunque el Apóstol nos mandó que oráramos siempre, (…) conviene que destinemos unas horas determinadas a este ejercicio».
¿Es que Jesús necesitaba de largos ratos de oración en solitario cuando todos dormían? Los teólogos estudian cuál era la psicología de Jesús hombre: hasta qué punto tenía acceso directo a la divinidad y hasta qué punto era «hombre semejante en todo a nosotros, menos en el pecado» (He 4,5). En la medida que lo consideremos más cercano, su “práctica” de oración será un ejemplo evidente para nosotros.
Asegurada ya la oración, sólo nos queda imitarlo en la acción. En el fragmento de hoy, lo vemos “organizando la Iglesia”, es decir, escogiendo a los que serán los futuros evangelizadores, llamados a continuar su misión en el mundo. «Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles» (Lc 6,13). Después lo encontramos curando toda clase de enfermedad. «Toda la gente procuraba tocarle, porque salía de Él una fuerza que sanaba a todos» (Lc 6,19), nos dice el evangelista. Para que nuestra identificación con Él sea total, únicamente nos falta que también de nosotros salga una fuerza que sane a todos, lo cual sólo será posible si estamos injertados en Él, para que demos mucho fruto (cf. Jn 15,4).
* Rev. D. Albert TAULÉ i Viñas (Barcelona, España)  © Textos de Evangeli.net 
 
Santoral Católico:
San Simón y San Judas
Simón, nacido en Caná y apodado el Cananeo o el Zelotes, figura en la lista de los doce apóstoles elegidos por Jesús. Poco más se sabe de él.
Judas, por sobrenombre Tadeo, también uno de los elegidos por Jesús, es el apóstol que en la Última Cena preguntó al Señor por qué se manifestaba sólo a sus discípulos y no al mundo (Jn 14,22). La tradición le atribuye una carta, recogida en el canon del Nuevo Testamento, en la que se trata de prevenir a los cristianos contra los falsos doctores y sus doctrinas sectarias. Según san Fortunato (s. VI), estos dos apóstoles predicaron en distintas regiones de Oriente Medio y murieron mártires en Persia.
Oración: Señor, Dios nuestro, que nos llevaste al conocimiento de tu nombre por la predicación de los apóstoles, te rogamos que, por intercesión de san Simón y san Judas, tu Iglesia siga siempre creciendo con la conversión incesante de los pueblos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
(Directorio Franciscano – Píldoras de Fe – Catholic.net)
 
Pensamiento del día
«Sentirse solo no es lo mismo que estar solo: estar solo puede ser una experiencia que disfrutes, que necesites de a ratos para recuperar fuerzas o hacer algo creativo... Pero sentirse solo y asilado es dañino para las personas; te vuelves menos creativo, menos inteligente, padece tu salud. Un apunte más: puedes sentirte solo aunque estés rodeado de personas».
(Elsa Punset)
 
Historias:
La casa de la abuela
"Mamá, ¿puedo dormir en la casa de la abuela hoy?". Escuché a un niño preguntar a su mamá.
 
Cuando pude voltear a ver al niño que me hizo volver al pasado con solo una frase, me quedé pensando y viajé lejos con el recuerdo...y me pregunté: 
¿Cuándo pasó el tiempo y nos hizo adultos llenos de prioridades aburridas?
 
💕 La casa de la abuela es una de las cosas que todo el mundo necesitaría para ser feliz.
 
💕 La casa de la abuela es donde las agujas del reloj toman vacaciones junto con nosotros y pasan los minutos sin prisa de llegada.
 
💕 La casa de la abuela es donde una simple pasta y un pan casero ganan sabores diferentes, deliciosos.
 
💕 La casa de la abuela es donde una inocente tarde puede durar una eternidad de bromas y fantasías.
 
💕 La casa de la abuela es donde los armarios esconden prendas antiguas y herramientas misteriosas.
 
💕 La casa de la abuela es donde las cajas cerradas se convierten en cofres de tesoros secretos, listos para ser descubiertos.
 
💕 La casa de la abuela es donde los juguetes rara vez están listos, porque se inventaron recién.
 
💕 La casa de la abuela, es en donde todo puede pasar increíblemente y sin preocupaciones.
 
💕 La casa de la abuela es donde la gente encuentra los restos de la infancia de nuestros padres y el inicio de nuestras vidas.
 
💕 La casa de la abuela, solo adentro, en la dirección de nuestro afecto más profundo, todo está permitido.
 
Este maravilloso momento no me pertenece más, lamentablemente, vivirá conmigo sólo en recuerdos, aun así, si pudiera hacer un pedido ahora, cualquier pedido de todas las solicitudes del mundo, yo pediría lo mismo que ese niño: ¿Puedo dormir en la casa de la abuela hoy?
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Hay que tener coraje para enfrentarse con un león o alguna bestia salvaje. Pero más coraje hay que tener para enfrentarse con el mundo, que está en poder de Satanás, que es la peor Bestia que podamos imaginar. Y hay que tener coraje también para enfrentarnos a la propia bestia qua cada hombre lleva en su interior, es decir, la carne con todas sus pasiones desordenadas.
Estos tiempos son malos, y necesitamos de mucho coraje para enfrentar las burlas y escarnios de quienes no creen y se mofan de la religión.
Coraje también se necesita para extirpar de raíz las malas costumbres y apegos desordenados que tenemos a las criaturas, y animarnos a seguir a Cristo por el camino estrecho de la cruz y del cumplimiento del deber.
En definitiva, para ser héroes, no es necesario emprender una aventura a parajes distantes y peligrosos, sino que basta que nos decidamos a tratar de vivir en gracia de Dios, y los enemigos aparecen solos, por todas partes.
Tratemos de ser santos de verdad, y veremos cómo por todos lados surgen enemigos que con lisonjas o amenazas, querrán desalentarnos y acobardarnos. Es aquí donde necesitamos poner coraje, porque el Cielo es de los esforzados y no de los miedosos.
🌸
El musulmán se vuelve varias veces al día hacia la Meca en recuerdo de su profeta. ¿Y los cristianos no tienen suficientes motivos para volverse hacia el Cielo y recordar a su divino Redentor y a su Madre bendita? La Iglesia nos recuerda el Ángelus, esa oración que uno reza al son de las campanas, en la mañana, al mediodía y en la tarde, para venerar a la Madre de Dios y adorar al mismo tiempo el misterio de la Encarnación.
La costumbre de sonar las campanas varias veces al día data del tiempo de las Cruzadas (1095). La práctica existía sin duda ya antes para advertir a los fieles por medio de las campanas que era la hora de rezar. Pero después de las Cruzadas, comenzaron a repicar regularmente en la mañana, una media hora antes de que salga el sol y en la tarde una media hora antes de que se ponga, para comprometer a los fieles a que recen al Señor por la conquista de la Tierra Santa (Papa Urbano II, 1095). El repique del medio día se estableció solamente más tarde (Papa Calixto III, 1456).
Al principio solo se rezaba un Padre Nuestro, después se agregó el Ave Maria. Más adelante los papas ordenaron sonar tres veces (en honor de la Santa Trinidad) y rezar tras cada repique un Ave María, para pedirle a la Madre de Dios la destrucción de las herejías.
🌸
Una sonrisa cuesta poco, pero vale mucho. Quien la da es feliz y quien la recibe la agradece. Dura solo un instante y su recuerdo, a veces, perdura por toda una vida.
No hay nadie tan rico que no la necesite, ni nadie tan pobre que no la pueda dar. Produce felicidad en el hogar, prosperidad en los negocios y es contraseña entre los amigos.
Es descanso para el cansado, luz para el desolado, sol para el triste y antídoto para los problemas. No se puede comprar ni pedir prestada, tomarla o robarla, sirve sólo como regalo.
Y nadie necesita tanto de una sonrisa como quien se olvidó de sonreír. Sonríe siempre porque la sonrisa es el mejor regalo que podemos recibir y lo mejor que podemos dar.
Si con las prisas me olvido de darte una sonrisa, discúlpame: ¿Tendrías la bondad de darme una de las tuyas?
Porque una sonrisa es la mejor cédula de identidad que tenemos para caminar por la vida.
 
Pedidos de oración
🙏 Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la PAZ en el mundo; por el fin de los ataques a la Iglesia Católica en Nicaragua, por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África (Nigeria), y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras patologías graves; por los jóvenes, especialmente los que han caído en las drogas o cualquier tipo de adicción, por las víctimas de trata, por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por todos nuestros hermanos de diversos países, como Cuba y Venezuela, sometidos a crueles dictaduras que se ven forzados a emigrar en busca de mejores horizontes en otras tierras;  por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, por lo no nacidos, por la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio. Para lectores argentinos, pedimos especial oración por la recuperación de la República Argentina en el marco de la democracia, la justicia y la honestidad de los gobernantes.
 
🙏 Pedimos oración para la señora Adriana G. F., de Colombia, que se encuentra delicada de salud como consecuencia en un enfriamiento en medio de  una tormenta, por lo que ahora está bajo medicación y en espera de pronta recuperación. También de Colombia, pedimos por salud, bienestar, planes y proyectos de los hermanos Carlos y María Paula Cardona Andrade.
 
🙏 Pedimos oración para nuestra lectora Patricia D., de Buenos Aires, Argentina, que viene sobrellevando muchos problemas personales y familiares que la agobian... Que Dios y la Santísima Virgen María le den nuevas fuerzas, tanto físicas como anímicas y espirituales, para que renovando su FE pueda superar las pruebas de la vida.
 
🙏 Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin, rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Oremos: Tú quisiste, Señor, que tu hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia. Escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
 
Requisitos para ‘Pedidos de oración’ 
1) Nombres completos y apellido de la persona por la que se pide (no publicaremos apellido o solamente pondremos la primera letra).
2) Ciudad y país donde vive la persona por la que se pide.
3) Descripción del problema que tiene.
4) Los Pedidos de Oración se deben enviar a feluzul@gmail.com y deben redactarse de manera breve y resumida.
5) Enviar con tiempo la solicitud de oración (un día antes de su publicación). Se publican sólo los días lunes, miércoles y viernes.
6) Los pedidos que no traigan toda la información detallada en los puntos 1, 2 y 3, lamentablemente no serán publicados.
 
Extractos de cartas del Padre Pío
(Recopilación: P. Gianluigi Pasquale en “365 días con el Padre Pío”)
28 de octubre
Antes me asustaba mucho que los demás supieran lo que el Señor obra en mí; pero, desde hace algún tiempo, ya no siento esta confusión, porque veo que, no por recibir estos dones, yo soy mejor; incluso me veo peor y que saco poco provecho de todas estas gracias. Tal es el concepto que tengo de mí mismo que no creo que puedan existir otros peores que yo; y cuando veo en otros ciertas cosas que parecen ser pecado, no puedo convencerme de que hayan ofendido a Dios, aunque yo vea con claridad que es así. Sólo me preocupa el mal colectivo, que con frecuencia me hace sufrir muchísimo.
Esto es lo que de ordinario experimenta mi alma; pero algunas veces, aunque raramente, me sucede que, por distintos espacios de tiempo e incluso durante días, me veo privado de estos favores; y, de tal forma se borran de mi mente, que no logro recordar, como realizado en mí, ni el más pequeño bien. Me parece que mi alma está totalmente envuelta en tinieblas y que no logra acordarse de nada.
(1 de noviembre de 1913, al P. Benedetto da San Marco in Lamis, Ep. I, 420)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
 
PÁGINAS DE FELIPE DE URCA:
 
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domingo, 27 de octubre de 2024

Pequeñas Semillitas 5798

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 19 - Número 5798 ~ Domingo 27 de Octubre de 2024
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
Vemos el mundo y sus problemas, nuestra religión y las otras religiones con las gafas que nos han puesto los padres, los profesores, los curas... Ellos nos han educado para, según su visión, saber lo que es bueno y lo que es malo, lo sagrado y lo profano, lo que nos tiene que avergonzar y lo que es motivo de orgullo. El evangelio de este domingo es una invitación a ver a Jesús con las gafas de la fe, las de nuestro corazón.
En el evangelio de este domingo Jesús pregunta a Bartimeo, ciego sentado a la orilla del camino: ¿qué quieres que haga por ti? “Maestro, que pueda ver”. Bartimeo, el ciego, ve lo que las gentes que rodean a Jesús y que impiden acercarse a Jesús no ven y anuncia y grita lo que los otros no pueden anunciar.  “Hijo de David, ten compasión de mí”.
Los Bartimeos somos nosotros, la inmensa mayoría de los católicos vivimos en la orilla de la fe, nuestra fe nos exige poco y le pedimos menos. Creemos en muchas cosas que ni son vitales ni son necesarias para esta vida y para la vida eterna: creemos en el fuego del infierno, en las indulgencias plenarias... Todos estamos llamados a creer en Jesucristo, Tú solo Señor, Tú solo santo, Tú solo compasivo, Tu solo Salvador. Hoy nos pregunta: “¿Qué puedo hacer por ti?”
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Jer 31, 7-9
 
Salmo: Sal 125, 1-2ab. 2cd-3. 4-5. 6
 
Segunda Lectura: Heb 5, 1-6
 
Santo Evangelio: Mc 10,46-52
En aquel tiempo, cuando Jesús salía de Jericó, acompañado de sus discípulos y de una gran muchedumbre, el hijo de Timeo (Bartimeo), un mendigo ciego, estaba sentado junto al camino. Al enterarse de que era Jesús de Nazaret, se puso a gritar: «¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí!». Muchos le increpaban para que se callara. Pero él gritaba mucho más: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!». Jesús se detuvo y dijo: «Llamadle». Llaman al ciego, diciéndole: «¡Ánimo, levántate! Te llama». Y él, arrojando su manto, dio un brinco y vino donde Jesús. Jesús, dirigiéndose a él, le dijo: «¿Qué quieres que te haga?». El ciego le dijo: «Rabbuní, ¡que vea!». Jesús le dijo: «Vete, tu fe te ha salvado». Y al instante, recobró la vista y le seguía por el camino.
 
Comentario:
Hoy, contemplamos a un hombre que, en su desgracia, encuentra la verdadera felicidad gracias a Jesucristo. Se trata de una persona con dos carencias: la falta de visión corporal y la imposibilidad de trabajar para ganarse la vida, lo cual le obliga a mendigar. Necesita ayuda y se sitúa junto al camino, a la salida de Jericó, por donde pasan muchos viandantes.
Por suerte para él, en aquella ocasión es Jesús quien pasa, acompañado de sus discípulos y otras personas. Sin duda, el ciego ha oído hablar de Jesús; le habrían comentado que hacía prodigios y, al saber que pasa cerca, empieza a gritar: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!» (Mc 10,47). Para los acompañantes del Maestro resultan molestos los gritos del ciego, no piensan en la triste situación de aquel hombre, son egoístas. Pero Jesús sí quiere responder al mendigo y hace que lo llamen. Inmediatamente, el ciego se halla ante el Hijo de David y empieza el diálogo con una pregunta y una respuesta: «Jesús, dirigiéndose a él, le dijo: ‘¿Qué quieres que te haga?’. El ciego le dijo: ‘Rabbuní, ¡que vea!’» (Mc 10,51). Y Jesús le concede doble visión: la física y la más importante, la fe que es la visión interior de Dios. Dice san Clemente de Alejandría: «Pongamos fin al olvido de la verdad; despojémonos de la ignorancia y de la oscuridad que, cual nube, ofuscan nuestros ojos, y contemplemos al que es realmente Dios».
Frecuentemente nos quejamos y decimos: —No sé rezar. Tomemos ejemplo entonces del ciego del Evangelio: Insiste en llamar a Jesús, y con tres palabras le dice cuanto necesita. ¿Nos falta fe? Digámosle: —Señor, aumenta mi fe. ¿Tenemos familiares o amigos que han dejado de practicar? Oremos entonces así: —Señor Jesús, haz que vean. ¿Es tan importante la fe? Si la comparamos con la visión física, ¿qué diremos? Es triste la situación del ciego, pero mucho más lo es la del no creyente. Digámosles: —El Maestro te llama, preséntale tu necesidad y Jesús te responderá generosamente.
* Rev. D. Pere CAMPANYÀ i Ribó (Barcelona, España) © Textos de Evangeli.net 
 
Pensamiento del día
«El cristiano que desea seguir a Jesús con su cruz debe tener en cuenta que el nombre “cristiano” significa “aprendiz o imitador de Cristo” y que si desea llevar dignamente ese noble título, debe hacer sobre todo lo que Cristo nos encomienda en el Evangelio: debemos oponernos o negarnos a nosotros mismos, tomar la cruz y seguirlo».
(SAN ANTONIO MARÍA CLARET)
 
Predicación del Evangelio:
Ceguera espiritual
De una u otra manera, todos padecemos un cierto grado de ceguera espiritual, porque nuestro mundo más cercano y familiar es el físico, y porque nuestros medios de acercamiento a lo trascendente reciben toda la información a través de los sentidos corporales. De ahí que nos cueste descubrir el sentido completo de nuestra vida, saber hacia dónde debemos orientarla para su cabal cumplimiento, entender cómo podemos administrarla provechosamente, o elegir los bienes y valores que más nos conviene perseguir y cultivar. Ni siquiera estamos seguros de cómo purificarnos de los pasos mal dados y librarnos de la culpabilidad y el mal moral que hemos consentido.
 
Nuestro estado es asombrosamente parecido al del ciego de Jericó, llamado Bartimeo; sólo que en él, la ceguera era física, mientras que en nosotros, es espiritual. Él supo decididamente cómo solucionar su problema: se sentó a la vera del camino, esperando pacientemente el paso de Jesús. Hemos leído en el evangelio: Al oír que era Jesús nazareno, empezó a gritar: «Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí». La gente de los alrededores lo regañaba, pero no consiguió hacerlo callar. Su necesidad y su esperanza eran tan grandes, que le hacían gritar con más fuerza: «Hijo de David, ten compasión de mí». Jesús, al oírle lo hizo llamar y él dio un salto y se acercó a Jesús. «¿Qué quieres que haga por ti?» , le dijo Jesús. Respondió: «Maestro, que pueda ver». Jesús le dijo: «Anda, tu fe te ha curado». Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.
 
Como Bartimeo, si queremos ver claro en nuestro mundo espiritual, deberemos pedirlo al Señor; es decir: abrirnos al amor gratuito que nos transformará por dentro, aprender que la iluminación de la mente y la salvación del espíritu vienen de Dios por mediación de Jesús, porque él es el sumo sacerdote que está puesto para representar a los hombres delante de Dios, y porque, tenida cuenta de su condición humana, puede ser indulgente con los ignorantes y extraviados, puesto que él
mismo ha experimentado sobradamente las debilidades humanas, excepción hecha del pecado.
 
Nadie como Jesús podría ayudarnos a entender que Dios Padre siempre está dispuesto a disipar nuestra ignorancia con la luz de la verdad, a perdonarnos por nuestros desvaríos y a darnos la mano, para que andemos por el ancho camino que él mismo abre delante de nosotros.
 
Si, como el ciego de Jericó, nos acercamos a Jesús con fe y esperanza -confiadamente- podremos entender con claridad y vivir en nuestro interior aquellas palabras del profeta Jeremías: Gritad de alegría por Jacob, regocijaos por el mejor de los pueblos; proclamad, alabad y decid: «El Señor ha salvado a su pueblo».
 
Entonces podremos creer que se producirá en nosotros el cambio anunciado por el mismo profeta, diciendo: Los guiaré entre consuelos; los llevaré a torrentes de agua, por un camino llano en que no tropezarán.

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(Mons. Enric Prat  - Imagen de Misioneros Digitales Católicos)
 
Nuevo vídeo y artículo
 
Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet
referido al Evangelio de este Domingo.
Para verlo tienes que ir al final de esta página:
 
Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
sobre el tema: Oración a María Madre de la Esperanza
Puedes acceder en la dirección:
 
Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.
 
💕 Desde Canadá, nuestra lectora Elena Chávez Bravo escribe y dice: “Señor Padre Creador de lo que existe, existió y existirá, te doy gracias por existir y por toda la familia y gente que pusiste a mi alrededor en este camino de vida. Agradezco el poder de Tu Mano y el que mi hija Katia haya experimentado mejoría grande... que tu obra continúe. También por Mike mi hijo de corazón que salió de lo delicado y debilidad que padece. Sé que mi hijo Boris Enrique también está en tu bendita obra. Tus preciadas y divinas Manos nos regalan sanación y paz. Gracias infinitas y eternas  a ti, Padre, a tu Santo Espíritu, a Jesús tu Hijo y a la amada madrecita  María. Por favor no nos sueltes y sigue derramando bendiciones poderosas sobre mis intenciones y todos los míos (familia y prójimo). Amén”
 
💕 Desde diversos países llegan estos agradecimientos a Dios Padre y a los que rezaron por las siguientes personas: Gregorio E., de Italia, 70 años, pues los estudios han descartado cáncer; Michael Iván, de Canadá, 50 años, que está mejorando paulatinamente con los tratamientos; Carmita G., mexicana en Canadá, 81 años, que ha superado operación de corazón con éxito; Jessica, de Lima, Perú, 55 años, mejorando de su fractura en el brazo, con yeso, ya sin dolor. Nos sumamos a las plegarias de acción de gracias.
 
💕 Desde la provincia de Córdoba, Argentina, tenemos dos agradecimientos a Dios y a quienes rezaron por ellos: la doctora Carmen, cuya operación del hombro ha salido bien y se está recuperando; y el bebito Joaquín, nacido con grave cardiopatía que superó ya una cirugía y está mejorando día a día, esperando un par de meses para nueva operación. ¡Damos gracias al Señor y a María!
 
Oremos: Bendito seas, Dios mío, porque a pesar de ser yo indigno de toda ayuda, tu generosidad e infinita bondad nunca dejan de otorgar el bien aún a los ingratos y a los que se han apartado de ti. Conviértenos a ti, para que seamos agradecidos, humildes y piadosos, pues Tú eres nuestra salud, nuestra fortaleza y nuestra salvación.
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
El ciego Bartimeo era un enfermo que sufría y quería dejar de sufrir, quería recobrar la vista. Por eso se atrevió a molestar a Jesús. Llegó incluso a enfadar, con su insistencia, a los que acompañaban al Maestro. Bartimeo tenía, pues, tres características: Estaba ciego y lo sabía, le dolía estarlo y quería curarse, y puso los medios para conseguirlo.
Si el caso de Bartimeo lo trasladamos a la ceguera moral, tan frecuente hoy, vemos que las características de aquel hombre no se suelen dar ahora. En primer lugar, la gente se niega a reconocer que está ciega, es decir que se niega a aceptar el criterio moral de la Iglesia y prefiere decir que lo que le conviene es bueno, aunque en realidad sea malo. En segundo lugar, como no se quieren reconocer como ciegos, no les duele y no buscan curarse. Por eso precisamente no se curan. Se puede decir, por lo tanto, de muchos hombres y mujeres de nuestra época que no hay peor ciego que el que no quiere ver, a lo que habría que añadir que si no se quiere ver es porque no les conviene ver.
Imitemos a Bartimeo. Reconozcamos nuestros pecados. No nos importe que sean abundantes o reiterativos. La misericordia de Dios es infinita y no hay culpa que no pueda ser perdonada. Dios está deseando curarnos las veces que haga falta. Sólo espera que se lo pidamos, con insistencia y con humildad. (P. Santiago Martín)
🌸
El alma, como los animales y las plantas, necesita aire. ¿Cuentan nuestras vidas con el suficiente espacio vacío como para alimentar nuestro espíritu? Al vivir en ciudades y estar inmersos en redes de trabajo, amistades y proyectos, en ocasiones descuidamos nuestra necesidad de detenernos y mirar.
Tal necesidad es bastante específica: estar en la naturaleza, con un clima agradable y sin demasiadas cosas que hacer. Que el mundo siga su marcha sin nosotros durante un tiempo. Que las cosas pasen frente a nuestros ojos: las nubes, los botes o la ondulante hierba.
¡Bendita inactividad! ¡Bendita falta de atención! Cuando retomamos nuestro rumbo nos sentimos más frescos gracias a ese interludio de pasividad. Recordemos la receta y démonos un tiempo para detenernos y mirar.
Si no me tomo el tiempo, éste me tomará a mí. Mejor que la decisión sea mía.
🌸
Dice la Sagrada Escritura que el hombre obediente cantará victoria. Y Jesús ha sido ese hombre obediente, porque no sólo ha obedecido a Dios, su Padre, sino que también como buen hijo obedeció a la Virgen y a San José. Pero aún más, Él obedeció hasta a sus verdugos, y ahora sigue obedeciendo a los Sacerdotes, que cuando pronuncian las palabras de la Consagración, Jesús baja del Cielo a sus manos, aunque el Sacerdote sea bueno o malo.
¿Y nosotros? ¿Cómo es nuestra obediencia de hijos? ¿Y nuestra obediencia de fieles? Recordemos que queremos practicar la infancia espiritual, y los niños buenos son obedientes a sus padres.
La obediencia es lo que más nos cuesta a los hombres, porque creemos que sabemos todo y que sabemos más que los demás. Pero muchas veces el Señor nos demuestra que los demás tienen algo que decirnos, ya que alguna vez nos han dado consejos que por no haber seguido, nos ha ido mal.
Obediencia y humildad fueron las dos principales virtudes de Jesús. Ojalá esas mismas sean también las nuestras, porque justamente ellas son las más opuestas a Satanás, a quien debemos vencer en nosotros y en los demás.
 
Extractos de cartas del Padre Pío
(Recopilación: P. Gianluigi Pasquale en “365 días con el Padre Pío”)
27 de octubre
Todas las cosas sobrenaturales nunca dejaron de producir en mí un fruto notable. Estos favores celestes han dejado en mí, además de los efectos propios de cada favor, estos tres efectos principales: un admirable conocimiento de Dios y de su incomprensible grandeza; un gran conocimiento de mí mismo y un profundo sentimiento de humildad al reconocerme tan atrevido al ofender a un padre tan santo; y un gran desprecio de todas las cosas de la tierra y un gran amor a Dios y a la virtud.
Reconozco también que, de estos tesoros celestes, me ha venido un grandísimo deseo de tratar con las personas que más han avanzado en los caminos de la perfección. Las amo tanto porque me parece que me ayudan mucho a amar al autor de todas las maravillas, Dios. Me siento también muy impulsado a abandonarme del todo en la providencia; y ya no me preocupan las cosas, sean prósperas o adversas; y todo esto tiene lugar sin ansiedad ni preocupación.
(1 de noviembre de 1913, al P. Benedetto da San Marco in Lamis, Ep. I, 420)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
 
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